Sus pequeñas y gorditas manos se encontraban realmente tibias; mientras una se mantenía protegida con un rosado guante la otra disfrutaba de la sensación que desprendían las grandes manos que se habían encargado de envolverle en una calidez reconfortante.

Sonrió de felicidad con el solo pensar en el bonito gorro que se encontraba utilizando ese día tan especial, imaginando el tiempo que su chico se había tomado para escogerlo como un regalo para él.

—¿Estas cómodo?

—Mucho. —Sonrió hasta que su vista se nublo, todo gracias a la forma curiosa en la que sus ojos se achicaban cuando expresaba su felicidad de esa manera.

Yoongi no dijo nada, simplemente realizó un ligero apretón en la mano más pequeña y gracias a eso Jimin lo miro. Lo observo por varios minutos en los cuales su mente le había fallado y sus piernas habían temblado un par de veces. Él chico era realmente admirable en todos los sentidos.

Estaban próximos a cumplir un año y medio de relación, donde Jimin esperaba él por fin armarse valor para confesar aquello que lo aquejaba desde que todo comenzó.

—¿Algo que me quieras decir?

Quizo decir que si, que había cientos de cosas que su pequeño corazón necesitaba confesar, desde que era su pequeño minino hasta que estaba totalmente enterado de los errores de su pasado.

Sintió un fuerte nudo en su garganta que le acumuló un fuerte dolor que se expandió hasta su pecho y la boca de sus estómago, últimamente aquellos pensamientos nublaban su mente.

¿Cómo iba a tomarlo? ¿Qué podría responder?
¿Lo aceptaría tal cual como es? ¿Podría seguir viéndolo de la misma manera?

Sin pensarlo mucho sus brazos rodearon el torso de su novio hasta esconder su pequeña y helada nariz en el cuello de él chico humano.

Yoongi lo rodeó con amor, depositando pequeñas muestras de amor que sus labios expulsaban sobre la frente de él más joven. Era temprano así que no había mucha gente en las calles, sobretodo en ese parque que se encontraban recorriendo.

¿Por qué siempre se acobardaba? Estaba harto de vivir fingiendo ser algo que no era. Creía que el problema era que sus miedos lo dominaban su alma, la cual esconderse con cada pensamiento negativo que surcaba por su mente.

—Mientras este contigo todo estará bien.

Nuevamente él pálido aguardo unos segundos para soltar su respuesta, en la cual decidió tomar una corta distancia y las dos manos de su chico.

—No, todo estara bien incluso si yo no estoy contigo, el punto es que todo se mantenga tranquilo y yo pueda sumarme a la ecuación.

—¿Qué?

—Lo que quiero decir es que no dependes de mí para estar bien Jimin, todo se trata de ti y de cómo te sientas contigo mismo. Yo soy simplemente un chico que pudo haber ido de paso pero decidió no ser un simple momento en tu vida, quiero seguir a tu lado por muchos años más en los que te siga viendo crecer como persona y te pueda acompañar en tus metas y objetivos hasta que logres realizar todos y cada uno de ellos.

Escucho las palabras con atención, reprochándose firmemente en seguir escuchando las voces negativas que no abandonaban sus pensamientos, había esperado esa llamada toda la semana. Así que ahora solo serían Yoongi, él y un par de bebidas calientes que le endulzarían un poco los labios.

Yui-Chan. ❤️