Sexta Jugada.

La divertida sensación de pequeñas cosquillas acumulándose dentro de estómago logró provocar que sus mejillas se tornaran de un rosado suave.

Emocionado e impaciente decidió acercarse al chico frente a él.

—Hyung. —Lo llamó con timidez, estando consciente de lo débil que sonó su voz al encontrarse extremadamente nervioso.

El pálido se giró ante el débil llamado, dedicándole una extraña mirada al primo de su mejor amigo, él cuál le resultaba bastante peculiar.

Realizó un sonido desde el fondo de su garganta, indicándole que prosiguiera hablando.

Observó como bajo la mirada tímido, jugando con sus dedos y balbuceando algo que realmente no logró entender. Observó como unos cuantos mechones de su pelo terminaban sobre el pequeño rostro cachetón.

—Bueno, me estaba preguntando si usted...-

Sus mejillas se encendieron con rapidez, delatando lo nervioso que se encontraba con el simple acto que su mayor había realizado.

Sus cabellos fueron acomodados ligeramente de tal forma que no cubriesen sus ojos y le permitieran al mayor mirar fijamente al chico rubio.

Yoongi era alguien realmente perfeccionista en sus ámbitos de trabajo, le gustaba tener siempre limpio y arreglado el espacio donde realizaría una gran cantidad de esfuerzo mental y físico, así que siendo de ese modo él realmente se esmeraba en mantener una imagen adecuada a la hora de atender algún cliente o ir a realizar una solicitud de empleo.

Respiro y exhalo repetidas veces, esperando no causar una mala imagen frente al chico de sus sueños.

—Si no tienes nada que decir creo que mejor me voy. —Yoongi no resultaba ser muy paciente con él y eso realmente lo entristecía, ni siquiera a Jungkook lo trataba de esa manera, es más, ¡los había visto riendo juntos!

Tomó todo el coraje dentro de su ser y sujeto rápidamente el brazo de él mayor con ambas manos, manteniendo la mirada baja para que éste no lograra notar lo avergonzado que se encontraba.

—Me preguntaba si usted tenía planes para este fin de semana.

—¿Y porque te preguntas eso? —Con velocidad una corriente de temor recorrió su espina dorsal, presintiendo que era observado por su Jefe y amigo de la infancia.

—Es que... no conozco mucho la ciudad y esperaba que usted pudiera mostrármela.

Yoongi lo miro incrédulo y un tanto cansado, realmente quería disfrutar su fin de semana al lado de su minino.

—Lo lamentó mucho pero yo...- Se vio interrumpido.

—Descuida, él nunca tiene nada que hacer. Te llevará a dar un lindo paseo mientras yo cuido al pequeño Minnie.

Lo sabía, sus instintos nunca le fallaban. Había sentido la presencia de Jin al asecho, tramando algo maliciosamente para irrumpir en sus maravillosos planes de malcriar a su gato.

Rápidamente Jimin alzó su vista, sonriendo ligeramente y esperando el consentimiento de él pálido.

—Alto ahí, yo no he aceptado tal cosa.

La tristeza invadió al minino, bajando la mirada y aflojando el agarre que mantenía sobre el cuerpo frente a él.

Yoongi lo miro y volvió a negarse mentalmente lo lindo que él chico le parecía.

—El sábado. Te quiero listo a las doce y sin retrasos. —Pensó por un momento. —Y tú pagas la comida.

Aceptó finalmente, rendido ante sus propios pensamientos y la mirada aterradora que le dedicó un muy tramposo Seokjin.

—¿De verdad? —Pregunto con duda y temor al pequeño cachetón.

Yoongi retiró con delicadeza las manos de él chico y asintió, despidiéndose con amabilidad y dispuesto a subir a ver a su gato.

Era turno de Jin, quien ya mantenía una agenda mental de alguna charla o excusa que retrasa al pálido hacia su propósito de consentir más a su mascota.

Ahora solo hacia falta esperar a que él maravilloso día llegase. Ojalá nada malo sucediese antes de tan esperada fecha.

Yui-Chan. ❤️