Los chicos le ayudan a bajar el par de cajas que contienen sus cosas, no son muchas pero tampoco son pocas.

Pestañea ante lo imaginario que puede ser ese momento, aquel que veía lejano después de su confesión, pero que ahora se encontraba justo ahí.

Sucediendo.

Muerde su labio inferior como consecuencia de los nervios y siente como sus peludas las orejas de contraer por el miedo.

¿Quizá era demasiado pronto? ¿Acaso se había arrepentido?

Niega ante los constantes pensamientos que su mente le obliga a formular. Él está feliz, está ahí para vivir con Yoongi.

—¿No vas a entrar?

El azabache le mira y sabe que algo sucede, no parece ser malo pero eso no evita que se preocupe por el estado de su chico.

—Solo estoy nervioso. —Aquel revoloteo dentro de su cuerpo le hace temblar por un instante. —Ahora voy a vivir contigo, sin doble vida y sin mentiras.

Un suspiro de alivio envuelve al pálido. —Entonces ven, todos ya entraron y te prometo que trate de arreglar todo como si fuera una combinación de nuestros estilos.

La idea le emociona y hace sonreír, todo parece mágico y repentino, algo que en realidad había esperado por mucho más tiempo del que recordaba.

Y que justo en ese momentos se convertía en realidad.

—Espera.

Yoongi detiene su acción al sacar la tarjeta que le permitirá entrar. —¿Qué pasa?

El felino salta de emoción, acercándose con rapidez al más alto y decide qué labios se unan en un bello ósculo que le ruboriza hasta la orejas. —Te amo. —Susurra segundos después de terminar aquel contacto, alejándose aún estando sonrojado.

Cuando finalmente entran, aquellas personas a las que ama tanto le reciben con una sonrisa, mostrándole cosas del lugar que eran nuevas y que sabían, le gustarían.

Todo era blanco y con un gran ventanal que conectaba a una linda terraza, permitiendo que fuese iluminado y fresco.

El juego de sofás era el mismo, alterando su hiperactividad y corriendo hasta el para poder sentarse, feliz por saber que su tradición se conservaría.

Seokjin sale de la cocina con una sonrisa y platos en sus manos, ha preparado algo que ha traído y ahora solo se ha dedicado a servirlo en la vajilla de su amigo.

Todo tiene un aspecto delicioso, pero el aroma por primera vez no resulta tan agradable. Bah, puede soportarlo.

Todos comienzan a comer y brindar por el nuevo hogar de el par de novios, feliz de notar el avance que han tenido.

Las risas de sus amigos le hacen sentir en familia, el brazo de su chico en su cintura le provoca calidez, pero aquel olor sigue picándole y molesta su buena energía.

Se retira por unos minutos y permanece en el cuarto de baño, antes de soltar su estómago por las náuseas que la carne le ha provocado.

Dios, se siente tan apenado después de enjuagar su boca que piensa en no salir por un buen rato, pero aquello se ve estropeado por los golpes de la puerta.

—Amor, ¿Está todo bien?

—Si, gatito. Ya voy.

Sonríe frente al espejo que se encuentra en el lugar, había dicho algo que se había tragado desde siempre, porque le parecía irónico que su chico fuese igual que un gato gordito y gruñón que podía dormir todo el día.

La tarde continua tranquila y todo afirma que Taehyung ha tomado una decisión, tras una larga charla con Namjoon dentro de la cocina.

Las bromas continúan y con ellas la noche se hace presente entre risas, bromas y anécdotas que todos se dedican a realizar.

Hoseok insiste en prevalecer en la residencia y suplica por un par de tragos más, el chico se encontraba hernio y alucinando.

—¿Estas feliz? —El joven termina su bebida y se dispone a salir, no sin antes abrazar a su querido amigo.

—Por supuesto que si Kookie, hoy inicia otra vida para mi.

El menor sonríe y asiente antes de marcharse tras sus mayores, quienes están apunto de abandonarle si no subía al auto de una buena vez.

La puerta se cierra y el lugar se siente silencioso, nuevo y aterrador, ¿qué tal que un espíritu se dirigía ahí por las noches?

—¿Yoongi? —Camina hacia la cocina pero no se encuentra ahí. —Recorre la terraza pero sabe que a esas horas su chico siente frío. —¿Yoongi?

Un rayo de luz se filtra por la orilla de la puerta de alguna habitación, que no emite sonido alguno pero siente la corazonada de que detrás de ella su chico le espera.

Camina con prisa y abre sin cuidado.

—Te tardaste. —El pálido está sentado en la orilla de un gran colchón.

—¿Es nuevo? —Sabe que no se trata de aquel en el que estuvieron juntos la primera ocasión, el que solía rasguñar o le ayudaba a ocultarse entre las cobijas cuando se negaba a tomar un baño solo por jugar.

—Bueno, imagine que mi antigua cama era algo pequeña para los dos.

—¿Los dos? ¿Vivir juntos implica el donde dormir?

—Yo quiero dormir contigo, ¿tienes otra idea en mente?

La manera en cómo Yoongi se acerca parece peligrosa y hace a su minino interior temblar.

—Quiero estar contigo. — Su voz es dulce y en ese momento quizá aún poco chillona, sabe que está nervioso y tiene mucha tensión acumulada. —Pero por ahora deberías seguir recostado, no han paso muchos días y tu cuerpo aún está muy lastimado.

—Me has cuidado suficiente en el departamento de Jin, estuve postrado en tu cama todo el tiempo sin levantarme más que para ir al sanitario, ¿Y tú quieres que vuelva quedarme quieto?

—Es lo que recomendó el doctor.

—También pidió que te hicieras un estudio después del mareo y te negaste.

—Porque no tenía nada grave, fue por la impresión.

—Bueno, ambos hemos sido desobedientes.

Su cintura es sujetada rápidamente, atrayéndole al cuerpo del productor, quien no logra apartar la mirada del minino y sabe que en realidad está embrujado por ese chico.

—Jimin...

—¿Qué pasa —Sonríe por la cercanía y las fuerzas que tiene para no besar esos labios de una vez.

—¿Eres feliz? —Sus rostros se encontraban frente a frente.

—Por supuesto que si, ahora vivo contigo y si debo decirlo siempre quise poder estar de esta forma a tu lado

—Te amo park Jimin. —Sus manos descienden con ansias.

—Yo te amo aún más. —Sonríe e imagina lo que se avecina, comenzando por empujar el cuerpo contrario hacia la mullida cama.

Las manos de Yoongi recorren su espalda, apresando su cuerpo con el propio, siendo Jimin bastante impaciente cuando decide subir sobre las piernas ajenas en medio de un tibio beso.

El felino comienza con ligeros apretones en la melena ajena, disfrutando del contactado y el humeante ambienté que comienza a formarse.

La vestimenta comienza a estorbar conforme la situación avanza y se torna más desesperada por parte de ambos chicos que solamente se dedican a saborearse las bocas.

Puede que el alcohol tenga un poco de mérito en las acciones del pálido, quien comienza a impacientarse y decide realizar todo con la mayor delicadeza posible pero apresurando las cosas lo más que puede.

Sus orejas se crispan por la repentina intromisión y un pequeño maullido se abre paso entre sus labios, exponiendo una parte de él que le hace temblar y avergonzarse.

Sus pequeñas uñas se mantienen firmes sobre la piel nívea, en un intento por aferrarse al poco aire que puede inhalar por la acción tan sofocante.

Las grandes manos recorren los hermosos muslos del felino, acariciando y disfrutando todo aquello que sabe, tiene permitido tocar sin tener que pedirlo.

Yoongi une sus labios una vez más, llenándole de anhelos y deseos que no creía poder llegar a tener, mordiendo y apretando los rechonchos labios con el paso el transcurso del momento, grabando en su memoria la perfecta sincronía que ambos tenían.

Su afelpadita cola se mantiene enroscada en la pierna ajena, con una de las propias sobre las de Yoongi y su mano acariciando el pecho desnudo.

La mano de su chico deposita caricias sobre sus cabellos, provocándole un cálida sensación después del gran bochorno que había experimentado momentos atrás.

—Minnie...

Una risa ligera se libera de su alma. —Me encanta cuando me llamas así.

—Jiminie...

—¿Que sucede mi amor? —Trata de levantase y así poder mirar los ojos de chico, pero este se lo impide. —¿Está todo bien?

—Lo que sucedió antes del hospital fue porqué necesitaba ayudar a un amigo, no lo conoces y es posible que jamás solo hagas.

—No es necesario que me lo digas, yo confío en ti y debo decir que después de escuchar lo que tú y Jin Hyung dijeron en el hospital puedo hacerme una idea clara sobre aquellas cosas.

—Era muy joven e ingenuo, Minnie. Yo no sabía que hacer para poder revivir y me inmiscuí en situaciones estupidas de las que pude salir con mucha ayuda.

—Carreras en motocicletas...

—Repartía narcóticos, golpea personas como una advertencia e incluso lo hacía por dinero... sostuve armas en mis manos pero jamás llegué a disparar una, me aterraba en lo que me convertiría si da ese paso.

—Pero no lo hiciste, eres alguien distinto ahora y no deseo que revivas esos malos momentos solo por una explicación que insistí en tener cuando en realidad es algo que no necesito saber, te amo y estoy contigo ahora. —Logró liberarse del agarre que Yoongi había impuesto, decidido a mirarlo y demostrarle toda su comprensión ante una situación tan delicada. —Si tú quieres hablar de ello estoy dispuesto a escucharte, pero si aún necesitas tiempo no insistiré y te juro que podremos charlar sobre ellos con más calma y cuando tú corazón deje de palpitar tan rápido que yo no muera de miedo porqué pueda sucederte algo.

—Realmente eres perfecto para mi y espero algún día llegar a ser la persona ideal para tu vida como tú lo eres para mía. Lo cierto es que deseo poder dejar todo esto atrás y que así logremos comenzar nuestra nueva vida juntos.

—Lo haremos mi amor, ahora estaré a tu lado siempre que lo necesites, dormiremos juntos y tendremos nuestro día especial.

—Jimin... —Los nervios son asfixiantes.

—¿Si? —Sus voz me tiemblan y sólo puede consentirse se en la mirada ajena.

—¿Y si tenemos una camada?

Vaya, aquello realmente no se lo esperaba.

Muchas gracias a todos los lectores que me acompañaron con esta historia, gracias a las personitas que botaron y comentaron por dejarme saber que les gusto mi trabajo.

La verdad escribí esto para una amiga, no suelo hacer historias dulces porque no sé manejarlas a la perfección, prefiero tratar otros temas como en mis otras historias, pero estoy satisfecha con lo que hice.

Los amo mucho por todo el apoyo y la paciencia que me tuvieron cuando me tardaba en subir capítulo.

Esto es todo, quizá suba un epílogo o un especial, prometo pensarlo. ❤️🥺

Yui-Chan ❤️