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꒰Verano pasado꒱
Jaebum estaba una vez más envuelto en su propia incertidumbre, ¿qué demonios estaba sucediendo y por qué una vez más sintió que su relación se estaba volviendo como una simple sombra? Aquellas palabras que soltó Dahyun de la nada fue aquella gota que derramó el vaso que según él, jamás existió.
¿Qué se supone que debería hacer? Su mente estaba en un gran dilema sobre ello o siquiera cómo reaccionar ante tantas cosas que sucedieron en este momento, aquellas palabras de Dahyun estaban dentro y fuera de su mente, pero lo único que era real es que Jennie le fue infiel.
¿Pero qué le podía alegar? No estaban juntos cuando eso sucedió, pero sí todos los cambios que ella tuvo con él fueron a raíz de eso, o quizás simplemente es una mala pasada de su mente.
Maldición, se estaba comportando como un idiota.
Toda su mente estaba en otro lugar, tenía unas grandes ganas de llorar y mandar todo a la mierda, pero demonios, no podía hacerlo.
—¿Qué diablos sucede aquí? —Jinyoung quien apareció de la nada, viendo aquella escena, el café tirado en el piso, Jaebum con la mirada perdida y el peculiar olor a perfume costoso.
—N-ada... —tartamudeó Jaebum, ¿ahora qué se supone que debería hacer?, nada, absolutamente nada se le ocurría, sólo quería salir de allí.
—Deja eso ahí, maldición, lo estás dañando más —frustrado Jinyoung recogió algunos papeles que en el proceso se cayeron.— Jae...
—Sólo dame diez minutos, sólo dame eso —Jaebum soltó de la nada.
Jinyoung asintió, al final se veía mal, se veía jodidamente mal.
El dolor que Jaebum sentía en ese momento era horrible, pero había algo que siempre supuso, ahora no se sentía bien, sólo se sentía usado, ese feo sentimiento de saber que muy probablemente eres usado y desechado por alguien más.
A duras penas llegó a un baño, su mente necesitaba despejarse de un modo u otro, pero las imágenes de Jennie tocando los labios de Yoongi y éste tocando cada parte del cuerpo de ella, de lo que alguna vez sucedió con él, no se lo permitían. Tal vez no era el hecho del engaño, en realidad lo que más le dolía era saber que Jennie no le contó esto, y tal vez el jodido golpe que aplastaba a su corazón cada vez más, se irá. Quizás todo sería más fácil si ambos tuvieran la suficiente confianza para contarse las cosas, pero no era así, y ahora Jaebum no tenía nada, no tenía la confianza de su novia y muy posiblemente la relación con su hermano se convierta en el mismo infierno.
Sintió su teléfono vibrar, lo tomó entre sus manos, era un mensaje de ella.
꒰Nini 🐈🎀๑
“Hola, Jae ^^, tuve un tiempo libre para dejarte un mensaje y desearte un lindo día, espero que no te agobies tanto en el trabajo, y que cuando salgas lo hagas con una linda sonrisa, te amo demasiado, no olvides tomar agua, o en este caso café, ¿vale?
✨”
—Maldición, me pones difícil odiarte o algo así... —murmuró para sí mismo.
Jaebum estaba dispuesto a pasar página como si nada de esto estuviera pasando, aunque claro, sabía que tarde o temprano Jennie abriría paso a decirle eso, pero al diablo. Estaba comportándose como un completo masoquista, y eso era lo de menos, sólo quería ver a Jennie en sus brazos y si para ello tenía que ocultar y reprimir sus sentimientos, estaría más que dispuesto a hacerlo.
Salió del baño sin ninguna prisa, un respiro fue lo único que necesitó.
—Supongo que ya pasaste página —Dahyun una vez más apareció— porque todo para Jaebum es sumamente fácil, porque maldición, ¡todo es una ruleta feliz para ti! —vociferó molesta.
—¿Podrías calmarte, Dahyun? —Jaebum avanzó hacia ella, se veía tan indefensa, tan lastimada.
—No te acerques más —escupió ella— no des un paso más.
—Está bien —la voz calmada de Jaebum abrazó con el lugar.
—¿Cómo lo haces? —preguntó ella— ¿cuál es el secreto para que no te eches la culpa de que tu relación ya no está, pensando una y otra vez que tú fuiste el error?, ¿cuál es el secreto para aceptar que la persona que más amabas en tu vida estaba con alguien más? —la voz quebrada de Dahyun sonaba.— Estoy cansada de lo mismo, Jaebum.
Por su parte, Jaebum sintió cada palabra de Dahyun hacer una herida en su corazón, maldición, le estaba mintiendo, se estaba mintiendo a sí mismo, pero todo lo hacía por amor, sí, esa era la palabra; amor.
—¿Y si sólo me estoy mintiendo a mí mismo?, la verdad no tengo ni la menor idea de qué demonios hacer conmigo mismo, ambos siempre seremos la opción menos favorita de los demás —esta vez Dahyun corrió a sus brazos, como alguien que necesitaba un abrazo desde lo más profundo de su corazón.
—¿Por qué nadie piensa en cómo me siento?, nadie piensa en cómo sus acciones me lastiman —lloró aquella en los brazos de Jaebum.
Jaebum sólo se limitó a dar pequeñas caricias en su espalda, tratando de darle su apoyo de algún modo, aquellas palabras estaban teniendo algún efecto en Jaebum pero no sería capaz de decirlo.
—No llores por eso, Hyun, al menos sé que un buen café y unas galletas te harán sacar una sonrisa —Jaebum le sonrió por primera vez, la comprendía quiera o no, a ambos los engañaron.
—Supongo que está bien —Dahyun le tomó del brazo para después irse de allí, ahora ambos estaban más que rotos por dentro, pero nadie quiere decirlo.
Al final nadie está dispuesto a aceptar la realidad de la noche a la mañana, sólo nos aferramos a nuestra propia fantasía en donde no somos lastimados por quienes más amamos.
Después de varios cafés y largas anécdotas que muy posiblemente sean cosas sin sentido humano, Jaebum salió de allí con su mente despejada en lo que sería lo más fácil de decir, ahora sus problemas estaban más minimizados por un momento, pero no quita el hecho de que hace poco su corazón fue jodidamente dañado por quien más ama en su vida.
Lo único que quiere en estos momentos es un bien merecido maratón de películas de amor y tanto helado que muy probablemente lo vomite después.
Sí, algo de eso necesitaba. Llegó a su apartamento y despejó varias de sus cosas en la entrada, agarró una camiseta vieja y siguió su camino a su nevera por su helado y tal vez unas galletas oreo de la edición especial de Lady Gaga, ahora lo de menos era pensar en alguien más.
Pero como en todo plan perfecto siempre tiene que existir alguien que dañe completamente todo el plan, la puerta de su apartamento fue tocada, tal vez era Jennie que se atrevió a venir, tal vez Dahyun para charlar más o sólo Jinyoung para despedirlo del trabajo.
Sólo que esta vez era Yoongi, ¿qué mierda estaba haciendo aquí?
—¿Te vas a quedar ahí? Déjame pasar —Yoongi quien vestía una simple camisa blanca y un costoso pantalón negro acompañado de un costoso reloj de marca.
—Sí, pasa —respondió aquel.
—Dejé algunas cosas del trabajo aquí, te avisé que vendría más tarde por éstas por mensaje de texto —Yoongi avanzó por todo el lugar sintiéndose dueño de aquel sitio.— ¿Sucede algo? Parece que estás a punto de masacrar algo.
No respondió, sólo se limitó a verlo pasar por su apartamento, no quería empeorar más las cosas.
—¿Jaebum? —insistió Yoongi viendo cómo su hermano miraba a la nada.
—¿Por qué? —preguntó— ¿por qué con Jennie?
—¿De qué demonios hablas?
—No me vengas con tus estupideces, Yoongi, ahora no, Dahyun me lo contó todo, y aún así tienes los huevos de venir aquí, ¡maldita sea! Deja de meterte en mi vida y arruinarla cada vez que puedas.
Yoongi sólo quedó estático, quieto, sin hacer ningún movimiento que lo jodiera aún más.
—¡¿Se te olvidó hablar?! —gritó exasperado de la situación— ¡responde, maldita sea!
—¿Qué quieres que te diga?, ¿que te niegue todo en tu cara para que vuelvas a tu misma fantasía en donde eres feliz? —Yoongi sonrió amargamente— pues lo hice, quieras o no, sucedió.
—¡¿Por qué?!
—Porque sí, no eran nada en ese momento y tristemente tengo que ser honesto contigo. Maldición, dejaría todo por estar una vez más con Jennie.
Esas simples palabras fueron las mismas que provocaron una ira jodida en Jaebum, quería golpearlo y eso fue lo que hizo, golpeó su pómulo derecho una y otra vez, Yoongi no opuso ninguna resistencia por lo cual fue mucho más fácil para Jaebum para seguir con los golpes.
La ira estaba dentro de él, se sentía usado, lastimado, estaba completamente fuera de sí mismo, golpeando repetidamente a su hermano mayor, viendo cómo la sangre estaba en sus manos, maldición, ¿qué fue lo que hizo?
Se detuvo por un momento, le rompió su labio, su nariz y un pómulo, ¿en qué demonios se convirtió?
—Yoongi... —murmuró éste para detenerse y ayudar a su hermano mayor, lo levantó y Yoongi sólo se limpiaba su sangre con su camisa blanca ahora roja en parte.
—¿Estás feliz ahora? —Yoongi habló esta vez— siempre lo supe y siempre serás la segunda opción, maldita sea, ¿pero sabes una cosa?, siempre serás un cobarde, sólo eres eso, un insignificante cobarde —escupió sus últimas palabras para después salir de allí.
Ahora sólo habían gotas de sangre por su apartamento, y un triste y desolado chico con el corazón roto y sus nudillos ensangrentados.
❝Y vamos a enamorarnos una vez más,
te necesito ahora a mi lado.❞
Actualización seguida porque sí.
¿Les va gustando la historia?
Chimmy 👑💞
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