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▹Final: 12◃

Unos quince minutos más tarde, ellos estaban bajando de la camioneta y encaminándose a la oficina de Bang-PD.

Todos estaban medio dormidos aún, excepto por los managers y YoonGi.

Una vez más JiMin lo notó tenso, y tuvo el rápido pensamiento de que YoonGi ya sabía de qué quería hablar Bang-PD, y que tenía que ver con lo que le había dicho en el avión.

Cuando entraron a la oficina de Bang-PD, incluso SunHee y EunJi estaban allí esperando con expresiones apenadas que sólo lograron que todos reaccionaran rápidamente, empezando a cobrar sentido de dónde estaban.

Bang-PD los recibió con una sonrisa de labios apretados y ellos saludaron con reverencias.

De pronto JiMin se sentía nervioso, no por él mismo, sino porque podía notar la confusión de NamJoon, SeokJin, HoSeok, TaeHyung y JungKook, además de la suya propia, y también el nerviosismo y la pena que mostraban sus mánagers y las damas que los acompañaban. Sin mencionar la terrible tensión en los hombros de YoonGi.

—Buenas tardes, chicos —saludó el hombre sentándose, ya estaba casi completamente oscuro afuera, pero aún era bastante temprano. —Lamento haberlos llamado así, cuando se suponía que volverían a casa a descansar —se disculpó seriamente. A JiMin sólo le puso más nervioso el hecho de que estuviera retrasando lo que quería decirles. —YoonGi, JiMin, por favor siéntense.

El corazón de JiMin se detuvo un instante en su pecho. Miró a SeJin y el hombre sólo bajó la mirada apenado.

Esto no podía estarle pasando, no ahora.

—Sé que ya se dieron cuenta porqué están todos ustedes aquí —dijo el hombre lentamente. JiMin echó un vistazo rápido al resto mientras se sentaban, todos tenían expresiones preocupadas. —La cláusula que no les permitía tener pareja, acabó hace ya un año, eso lo sabemos todos. Sin embargo, no estoy seguro de que se aplicara entre miembros del grupo —habló seriamente mirándolos fijo. JiMin sintió una opresión en su pecho, YoonGi tenía la cabeza gacha y sus manos apretadas en su regazo.

—El mayor problema aquí, muchachos, no es el que estén en una relación, sino lo que podría pasar si algo sale mal. Y además, el hecho de que no han tenido en cuenta los lugares donde se dan muestras de afecto —continuó el productor— He recibido diez quejas por "comportamiento homosexual inapropiado", de personas del staff, que los vieron en la práctica y en el hotel.

JiMin miró al hombre frente a él con el pánico construyéndose en su pecho, sus ojos abiertos como platos ante el terror que le provocaba lo que ya sabía, o imaginaba, que Bang-PD nim iba a decir.

—Sí, es una queja homofóbica innecesaria, pero estamos en una parte del mundo en la que la gente aún no está preparada para ese tipo de situaciones, debieron tomar eso en cuenta.

—Pero, Bang-PD-nim, no me parece justo que-... — El hombre levantó la mano deteniendo cualquier cosa que EunJi estuviera a punto de decir.

—No hagan este problema más grande de lo que es. Sí, estoy tratando de hacer inclusiva esta empresa, y créanme que esto no es contra ustedes, ni contra sus orientaciones sexuales, eso no me importa; esto es sobre negocios. No podemos darnos el lujo de tirar todo lo que logramos después de haber peleado tanto —continuó. Aunque su voz era pacífica, no quitaba el terror que estaban provocando sus palabras.

JiMin se inclinó sobre YoonGi mirándolo atentamente— ¿Sabías que sería sobre esto? —preguntó en susurro. Recién entonces YoonGi levantó la mirada, sus ojos cristalinos casi, al borde de las lágrimas y claramente preocupados.

—Sí. Lo siento —murmuró con pesar.

—PD-nim, nosotros hemos hablado muy seriamente sobre esto, estamos seguros poder hacer frente a esta situación sea cual sea el resultado —habló NamJoon con cierto toque de desesperación. —Pregúntele a nuestros mánagers, ellos nos vieron hablar con honestidad al respecto.

—Lo sé, NamJoon —dijo el hombre, mirándolo con algo de pena, lástima quizás. —Ellos también intentaron convencerme de dejarlos, pero palabras "honestas" no son suficientes.

JiMin se cubrió el rostro con ambas manos, en un intento de retener las lágrimas que amenazaban con salir desesperadamente. Y aunque sintió un apretón conocido de la mano de YoonGi en su muslo, no pudo volver a mirar al frente, no cuando sentía que empezaría a quedarse sin aire y estallaría en llanto, preso del pánico que le provocaba saber que ni siquiera sería capaz de intentarlo, de llegar más lejos con YoonGi, quien siempre ocupó un lugar importante en su corazón, pero que en ese último tiempo, había ganado otro lugar más especial para JiMin.

—Esto es injusto —se quejó JungKook— ¿Esto es porque diez personas se quejaron sobre ellos siendo homosexuales? ¿En serio? ¿Y así quieres hacer una empresa inclusiva? —gruñó. El enojo y la molestia eran obvios en su voz, aunque JiMin no estaba mirando.

—JeongGukk, esto no es sobre si ellos son homosexuales o no, esto es sobre ellos como un motivo de peleas en el futuro —corrigió.

—No podemos hablar sobre el futuro, nadie aquí es adivino —renegó SeokJin— Además, es demasiado pronto para sacar conclusiones.

—Lo sé, pero no podemos arriesgarnos. Lo siento, muchachos —suspiró el hombre.

—No lo sientas. Sólo demuestras la poca fe que tienes en nosotros —gruñó JungKook antes de salir de la oficina dando un portazo.

Cuando JiMin sintió que podía retener sus lágrimas y su enojo, levantó la vista sólo para ver la expresión abatida en el rostro de YoonGi. Y sin poder evitarlo, tomó su mano y la apretó con fuerza mientras todos los demás hablaban cada vez más fuerte, en un intento de hacerse notar, y de hacer notar lo que pensaban al respecto. YoonGi levantó sus manos unidas y besó el dorso de la suya mirándolo a los ojos.

JiMin suspiró con frustración. Era la mirada con la que YoonGi le decía "no dejaremos lo nuestros de lado sólo por esto", y JiMin estaba muy de acuerdo, pero no quería tener que esconderse más de lo que tendrían que haberlo hecho, si hubiesen tenido el consentimiento de PD-nim, quien a pesar de todo, era un padre para ellos.

—Salgan todos, excepto ustedes dos por favor —dijo Bang-PD en algún momento del alboroto. —Necesito hablar con ustedes.

Silenciosamente, cada uno de los miembros se acercó a darles un apretón en el hombro, excepto por TaeHyung, quien les besó las mejillas antes de marcharse. Y finalmente, ambos se quedaron frente Bang-PD sin decir absolutamente y siendo fríamente observados.

—¿Cuánto tiempo llevan en esto? —preguntó el hombre de pronto. Ellos se miraron sin soltar sus manos. JiMin sólo quería apretar más a YoonGi contra sí y huir de esta situación.

—Tres semanas. Quizás un poco más —contestó YoonGi con voz ronca.

—¿Desde la fiesta de aniversario?

—Sí.

El hombre se quedó en silencio escudriñándolos un poco más; haciéndolos sentir, sobre todo, nerviosos.

—Sí entienden que si las cosas entre ustedes salen mal, pueden afectar a todo el grupo, ¿Verdad? —preguntó seriamente.

—Por supuesto que lo sabemos. ¿Cree que no se nos cruzó por la cabeza? ¿Qué no tememos que podría pasar si algo sale mal? —gruñó YoonGi— Por supuesto que lo hacemos, es sólo que creemos en nosotros mismos, estamos confiados de lo que pasa entre nosotros.

—PD-nim, sabemos los riesgos y sí, tenemos miedo de ellos, pero también nos conocemos a nosotros mismos, y sabemos que sea cual sea la situación, la vamos a superar para seguir adelante de la mejor manera, incluso si las cosas entre nosotros dos no salen bien —agregó a lo que dijo YoonGi. Una ligera chispa de esperanza prendiéndose en su pecho. Sin embargo, ante la mirada del hombre mayor, y la forma en la que negó con la cabeza, cualquier mínima chispa de esperanza de tener la aprobación de Bang-PD se extinguió.

El hombre suspiró pesadamente y frotó su rostro con cansancio y frustración, para luego entrelazan sus dedos sobre el escritorio y mirarlos fijamente por unos largos minutos.

Minutos en los que JiMin quería salir de allí corriendo con YoonGi, a encerrarse en algún lugar donde nadie pudiera seguir molestándolos por lo que estaba pasando entre ellos.

No estuvo seguro de cuánto tiempo estuvieron bajo el escrutinio del hombre mayor, hasta que finalmente este suspiró molesto y volvió a frotar su rostro y murmurar algo cómo: "Dios, qué estoy por hacer", para luego mirarlos muy atentamente otra vez y señalarlos con el dedo índice.

—Escúchenme muy bien porque no pienso repetir esto —gruñó con el ceño fruncido, claramente molesto. Tomándolos por sorpresa— Yo no he recibido ninguna queja, por lo tanto no sé lo que pasa entre ustedes, por lo tanto, está conversación nunca existió —resopló molesto. Ambos se miraron confundidos sin entender qué demonios estaba pasando, pero no pudieron ni siquiera pensar en preguntar cuando el hombre se levantó y habló otra vez. —Más les vale que nadie vuelva a verlos porque me aseguraré que uno de ustedes viva en Norte América y el otro en Japón. No quiero líos, problemas, ni discusiones grupales por culpa de ustedes. Lo que sea que ocurra entre los dos, lo resuelven entre ustedes y en secreto. Ahora, como ésta conversación nunca existió y yo no sé nada, ustedes no tienen motivo alguno para estar aquí. Así que lárguense antes de que me arrepienta.

Ambos se quedaron estáticos mirando al hombre que les daba la espalda, con la boca abierta, sorprendidos y aún algo confundidos, sin terminar de entender qué fue todo eso.

— ¿Qué hacen todavía aquí? ¡Rajen, zapen, piquen, vuelen! ¡Fuera!

Sin tiempo ni ganas de pensar qué carajo había sido eso, ambos se levantaron de un salto y salieron corriendo de la oficina, antes de que el hombre pudiera decidir que no era una buena idea lo que acababa de hacer.

Se detuvieron a mitad del pasillo y se miraron a los ojos sin abandonar la sorpresa. JiMin sentía su corazón latiendo a toda velocidad mientras observaba los orbes brillantes de YoonGi frente a él.

El mayor miró a sus lados y después de asegurarse que no había nadie cerca, tomó su mano para arrastrarlo a su estudio, donde los encerró con el código que tenía su puerta. Y antes de poder decir algo, ya estaba pegado al mayor, devorando su boca con desesperación, intentando mantenerse tan cerca como sus cuerpos se lo permitían.

Se besaron arduamente, JiMin no era capaz de detenerse, no cuando sintió que había estado a punto de perderlo todo y su corazón latía frenético después del susto. Se aferró a YoonGi ansioso después de haber pensado, con pánico, qué no podría seguir teniendo ese tipo de contacto. Y en algún momento, YoonGi tomó sus muslos y con algo de esfuerzo, lo levantó, obligándolo a cerrar sus piernas alrededor de sus caderas para no caer.

Se rieron jadeando entre besos, y se separaron sólo lo suficiente para mirarse a los ojos.

—No puedo creer que haya dicho que sí después de todo —susurró YoonGi sobre su boca.

—Yo tampoco. Pensé que..., que no podríamos continuar y me asusté tanto, Yoon —suspiró pesado, aunque intentó, no podía calmar los acelerados latidos de su corazón.

—También me asusté mucho—respondió YoonGi con un suspiro— ¿Era necesario hacernos pasar por eso?, todo ese teatro que casi me mata de un infarto, ¿Para que al final acepte?—renegó un poco tembloroso por el esfuerzo de tenerlo en brazos.

—Creo que "aceptar", no era su plan —murmuró acariciándole suavemente la nuca, jugueteando con su cabello, mientras rememoraba las expresiones de Bang-PD.

—¿Entonces?

—Creo que confía más en nosotros de lo que quiere a admitir —sonrió levemente, mordiendo su labio inferior. —Le hemos dado motivos para confiar en nosotros siempre.

—Supongo que tienes razón —aceptó YoonGi, respirando sobre su boca.

Se miraron fijamente un momento, sin nada más que sus respiraciones agitadas como único sonido en la habitación. JiMin sintió su corazón volviendo a tomar un ritmo acelerado, hasta que finalmente gimió despacio y dejó caer su boca sobre la de YoonGi, ambos volviendo a gemir cuando sus lenguas entraron en un húmedo y ardiente contacto.

Mantuvieron el caliente beso un largo rato, sus respiraciones se tornaron más rápidas y pronto, JiMin estaba meneándose suavemente contra YoonGi, tanto como la incómoda posición se lo permitía, mientras se sostenía fuertemente de sus hombros y gemía bajito.

—Si sigues haciendo eso, nos vamos a caer —se rió suavemente YoonGi, haciendo alusión a su poca capacidad física, ambos respirando sonoramente sobre la boca del otro.

—Créeme, eso es lo que menos me importa ahora —sonrió él, sin querer abrir los ojos.

YoonGi dejó un beso suave en su boca, que no llegó a corresponder porque el mayor se alejó rápido. —Quiero follarte tan mal ahora mismo... —susurró con sus narices rozándose suavemente. JiMin sonrió sintiéndose estúpidamente cálido y erótico, además de mimoso, a pesar de las palabras.

—No sé qué te lo ha impedido hasta ahora —provocó sutil. Gimiendo cuando YoonGi lo hizo rebotar un poco para volver a sostenerlo un poco más alto.

—Honestamente, yo tampoco.

—Así qué, ¿Por qué estamos aquí perdiendo tiempo?

—Esa es una buena pregunta. —YoonGi lo bajó, pero no lo dejó alejarse mucho, pues enseguida lo tuvo pegado a su cuerpo mientras le devoraba la boca una vez más y JiMin se dejaba hacer más que complacido.

Sin perder mucho tiempo, salieron de la empresa y tomaron un taxi hasta el departamento, intentado desesperadamente no ser tan jodidamente obvios con sus miradas y sus roces, principalmente para no meterse en problemas y no incomodar al pobre taxista que aparentemente algo había notado ya, porque los miraba extrañado.

Al llegar a su hogar, pagaron al taxista y prácticamente subieron corriendo las escaleras, hasta llegar a su piso dónde, tras cerrar con llave, saltaron sobre el otro nuevamente, devorándose mientras torpemente se dirigían a la habitación de YoonGi, que era las más cercana.

Y no pasó mucho antes de que se encontraran en la cama, enredados entre ellos mientras se presionaban más y más cerca.

JiMin gimió ansioso y alzó sus caderas para encontrarse con las de YoonGi en cuanto su espalda chocó contra el colchón, haciéndole sentir su pene duro y desesperado por más. Sin embargo, YoonGi sostuvo sus caderas con fuerza, impidiéndole moverse demasiado, mientras chupaba su lengua gimiendo ronco.

Acarició la espalda del más grande, y se apresuró en sacarle la camiseta que llevaba, ansioso por sentir su piel cálida bajo sus dedos. Cuando YoonGi entendió lo que buscaba, se arrodilló entre sus piernas mientras se la quitaba él mismo, e imitó la acción quitándose la propia rápidamente.

—Mierda, Yoon~ —gimió suavemente, admirando el pálido y muy levemente marcado pecho del más grande. El mayor sonrió levemente divertido, y nuevamente se inclinó sobre él alcanzando su boca y frotando su polla dura contra la suya.

Gimió en la boca del mayor, llevando sus manos a su trasero y apretando, invitándolo a frotarse más duro, y YoonGi apretó uno de sus muslos antes de tirar de él hacia arriba, haciéndolo envolver la pierna en su cadera. Y entonces empezó a embestirlo sobre la ropa, provocándole un intenso cosquilleo y una placentera corriente eléctrica que viajó por toda su columna, y tuvo que abandonar el beso para poder jadear y gemir ante la sorpresa y el placer que lo recorrió.

—Oh mierda, bebé... —jadeó entrecortado, y YoonGi gruñó empujando más duro, como si de verdad estuviera follándolo.

Entonces algo vibró fuertemente, tomándolos por sorpresa y haciéndolos gritar por lo mismo, y por el repentino placer que provocó la vibración muy cerca de sus pollas sensibles.

Se miraron un instante con los ojos y la boca abierta de sorpresa, antes de darse cuenta que había una melodía sonando en alguna parte. A JiMin le tomó medio minuto darse cuenta que era su celular en su bolsillo, y con un gruñido YoonGi se levantó dejándole lugar para sacarlo, lo que no implicó que se moviese del lugar entre sus muslos.

Gruñó mirando la pantalla y atendió aunque tiró el brazo de YoonGi para tirarlo sobre él otra vez.

—¿Qué? —gruñó a TaeHyung mientras YoonGi comenzaba a dejar besos y mordidas por su mandíbula.

Oye, ¿Dónde demonios están?, llevamos media hora buscándolos —reclamó su mejor amigo ruidosamente, aunque JiMin sólo podía pensar en la boca de YoonGi sobre su cuello y su pecho chupando y lamiendo.

—En el departamento —contestó jadeando, enredando sus dedos en el cabello de YoonGi cuando este lamió y chupó su pezón derecho.

¿En el departamento? ¿Qué carajo hacen allí? ¿En qué jodido momento se fueron?

—Ahora no, TaeHyung —jadeó.

—¿Ahora no? ¿Qué pasa? — JiMin gimió algo fuerte cuando YoonGi lo embistió sobre la ropa otra vez. Maldición, hacer eso debería ser ilegal, no podía ser tan jodidamente excitante. —¡Agh, qué asco! ¡Son un asco! —chilló a través de la línea, pero a JiMin no podía importarle menos.

—Lo que digas. Sólo..., no vuelvan al departamento —habló entre jadeos, YoonGi parecía entretenido jugando con sus pezones y bajando por su pecho.

Asqueroso —renegó el menor— Está bien. ¿Cuánto tiempo? —suspiró con molestia.

—Tres horas.

Estás demente si crees que vamos a estar afuera tres horas. Una hora.

—Dos horas y media.

Una hora y media, es mi última oferta.

JiMin gimió otra vez y TaeHyung se quejó al respecto. —Está bien, como quieran. Sólo..., tarden. Mucho —gruñó y cortó cuando TaeHyung dijo «está bien».

—¿Por qué siempre aparecen cuando nadie los necesita? —inquirió YoonGi sentándose para mirarlo. Él gruñó y tiró el teléfono en la mesita de noche.

—No lo sé. Y ahora mismo no me importa —refunfuñó antes de estirar su mano, invitando a YoonGi a tomarla, y luego atrayéndolo sobre sí otra vez. —¿En qué estábamos?

YoonGi sonrió. —Vamos despacio. Quiero hacer esto bueno para ti, y si seguimos así, terminará en desastre —habló dejándole y suave beso en la boca.

JiMin se quejó un poco. —Realmente estoy muy ansioso, pero supongo que tienes razón —sonrió apenado. —Quiero disfrutar esto.

—Y yo quiero que lo disfrutes. Así que tu primera vez será un dulce y amoroso sexo vainilla para variar —se burló YoonGi suavemente, haciéndolo reír un poco.

—Puedo vivir con eso.

Tras una sonrisa suave y alegre, sin dejar de ser pícara, YoonGi volvió a besarlo más lentamente, pero igual de intenso, robándole el aire y manteniéndolo agitado y jadeante, lo suficientemente distraído como para que su mente no pensara demasiado en lo que significaba lo que estaban por hacer.

—Creo que estos están de más —murmuró en la boca del mayor, soltando el botón de su pantalón, y tirando del cierre hacia abajo con cuidado. YoonGi sonrió levemente sobre su boca y le acarició la mejilla.

—¿Estás seguro de esto? —preguntó— Podemos hacerlo de la otra forma —aclaró suavemente. JiMin se sintió nervioso ante la declaración, pero negó con la cabeza.

—Confío en ti, YoonGi hyung —susurró despacio— No digo que no esté algo asustado o nervioso, pero quiero esto. Sabes que he estado ansioso por hacerlo. Sólo sé..., ¿Gentil? —susurró un poco inseguro, con una sonrisilla tímida y encogiéndose de hombros mientras sentía su rostro ponerse colorado.

YoonGi se rió un poco por lo bajo, pero lo miró con cariño y los rastros de su excitación brillando en sus orbes, y algo tembloroso también. —Por supuesto, bebé. Es sólo que..., ugh, nunca había hecho esto con alguien que tampoco lo haya hecho antes —murmuró con cierta timidez. JiMin se sintió sonrojar pero se rió un poco, acariciando la nuca del mayor.

—Supongo que esto será una primera vez para ambos —comentó, intentado disipar un poco los obvios nervios de ambos.

—Sí, supongo que sí —se rió el mayor, luciendo mucho más relajado que él, y lo miró amable y lleno de cariño.

JiMin se sintió derretir ante aquella mirada y ante el beso que le plantó YoonGi antes de levantarse y ordenarle que se quitara el resto de la ropa.

Lo hizo inmediatamente, viendo como el mayor se movía por el cuarto y buscaba el lubricante y los condones.

Cuando YoonGi estuvo completamente desnudo, volvió a subir a la cama y meterse entre sus piernas, y lo besó mientras una de sus manos tomaba su polla dura arrancándole un gemido ronco.

Sintió su cuerpo temblando, tenía una extraña mezcla de ansiedad, miedo, excitación y anticipación, pero hizo lo posible para mantenerse relajado y dejarse llevar por las caricias de YoonGi, y se distrajo también acariciando el pene del mayor despacio, apretando en la medida justa para hacer a YoonGi gemir y embestir su mano.

—Hemos hecho esto antes, así que no debería ser tan extraño —comentó YoonGi tomando una almohada y colocándola debajo de sus caderas, para después tomar el lubricante. JiMin asintió recordando cómo se habían sentido los dedos de YoonGi en su interior antes, lo ponía ansioso recordar la incomodidad al principio, pero a su vez estaba expectante porque recordaba el intenso placer que lo mismo le había causado. Y también nervioso, porque llegarían al siguiente nivel.

—Relájate, bebé —pidió YoonGi acercándose a su boca, JiMin abrió sus labios sin perder tiempo y se entretuvo con la lengua de YoonGi mientras sentía como los fríos y húmedos dedos del mayor acariciaban tiernamente su esfínter, haciendo su polla ponerse más dura.

Mientras YoonGi lo besaba, una de sus manos acariciaba su pene, mientras la otra presionaba suavemente, instando al músculo arrugado a relajarse y abrirse. Estuvieron en ello un momento, hasta que finalmente YoonGi presionó con más fuerza, y el dedo se deslizó en su interior lentamente, provocando ese leve ardor y la incomodidad ligeramente familiares, aunque no del todo deseadas.

JiMin respiró profundo, intentando mantenerse calmado y seguir respondiendo los besos de YoonGi, quien en ningún momento dejó de masturbarlo.

Jadeó despacio y frunció el ceño ante la mezcla de sensaciones, el dolor en su culo completamente opuesto al placer en su polla estaban provocándole cosas extrañas, sin embargo trató de mantenerse lo más relajado posible.

Ayudó mucho que YoonGi murmurara —Lo estás haciendo bien, bebé —mientras besaba su rostro. JiMin sonrió levemente ante eso, tomando una respiración profunda cuando YoonGi empezó a meter y sacar su dedo con cuidado y lentamente.

Sin embargo, el panorama cambió cuando el mayor curvó su dedo y acarició esa glándula especial, y JiMin dejó salir un gemido sintiendo un estremecimiento en todo su cuerpo.

—Oh..., eso se siente muy bien —gimió cuando YoonGi insistió en ello y lentamente, pero con más confianza, agregó otro dedo. Aunque el dolor se sintió más, esta vez fue quedando olvidado más rápido mientras YoonGi acarició su polla y masajeó su próstata.

—Dime cómo te sientes, necesito saber si algo es demasiado —pidió YoonGi, mirándolo atentamente, observando cada reacción para asegurarse que JiMin estaba sintiéndose bien. Lo que desató un sentimiento de ternura inundando su pecho.

—Se siente bien, aunque aún es algo incómodo..., y duele un poco —habló honestamente cerrando los ojos un momento, tratando de relajarse más y aun intentando decidir cómo sentirse ante la mezcla de sensaciones. —Es extraño, pero se siente bien —afirmó, llevando una de sus manos al espeso cabello negro de YoonGi mientras con la otra seguía acariciándole la polla.

Sus jadeos y gemidos aumentaron conforme YoonGi siguió preparándolo lentamente, como si su pene no estuviera completamente duro y goteando mientras JiMin lo acariciaba. Él aún se sentía algo incómodo, pero el placer se esparcía cada vez con más frecuencia, y era más fácil olvidar el dolor que aunque leve, estaba allí.

—Yoon... —gimió en algún momento echando la cabeza hacía atrás.

—Sólo un poco más, bebé, quiero asegurarme de no hacerte daño —murmuró YoonGi con la respiración pesada sobre su rostro. JiMin gimió otra vez, y empujó suavemente a YoonGi hacia abajo por su pecho, buscando otra distracción para mantenerse ocupado.

Cuando YoonGi entendió, besó su abdomen hasta que tomó su polla con la boca y la chupó profundamente, provocando un largo y fuerte gemido en JiMin, quien se arqueó un poco y comenzó a empujarse en su boca y en sus dedos, y se aferró a su cabello intentando no ser brusco.

—Oh, Dios... Yoon —gimió más. Y se apoyó en su codo para poder ver a YoonGi, quien mantuvo sus orbes fijos en los suyos mientras lo tomaba con la boca más profundo. —Oh Dios, bebé —susurró dejando caer su cabeza, de pronto sentía todo su cuerpo tembloroso. —Yoon —llamó antes de dejarse caer otra vez, y YoonGi le dio una última lamida antes de subir por su pecho y dejarle un beso.

—¿Estás listo, cariño? —preguntó amablemente, había una pequeña sonrisa en sus labios ante el disfrute de JiMin.

—Dios, sí. Estoy muriendo aquí —apuró JiMin divertido, pero con algo de desesperación. Su primera vez estaba siendo más cursi de lo que había esperado, pero estaba agradecido con YoonGi por ello también, lo mantenía más tranquilo y relajado. —Te necesito... —y no, nunca le había dicho algo tan cursi a nadie tampoco.

YoonGi lo besó nuevamente. —Aquí estoy, cariño. Recuerda, puedes detenerme en cualquier momento si es demasiado, ¿Si? —JiMin suspiró un asentimiento, intentando no prestar demasiada atención a esas palabras, para no ponerse innecesariamente nervioso.

Una protesta involuntaria emergió de sus labios ante el repentino vacío que dejaron los dedos de YoonGi , y la extrañeza de eso hizo estragos en él, pero aun así no se permitió pensar demasiado, quería que YoonGi se apurara antes de que le llegara una ola de nervios que lo obligara a detenerse.

Suspiró una vez más, y lamió sus labios viendo a Yoon colocarse el condón antes de volver a su posición y acomodarse entre sus piernas.

El mayor bajó y comenzó a besarlo lento y profundo, mientras presionaba contra su esfínter. Suspiró en el beso sintiendo la cabeza de la polla del más grande entrando lentamente en su interior, y frunció el ceño ante las extrañas sensaciones atravesándolo. Se quejó suavemente cuando el dolor hizo su aparición lento, mientras Yoon iba más y más profundo, pero el mayor no le dejó concentrarse demasiado en él ya que volvió a tomar su polla mientras chupaba su lengua.

Ciertamente nunca se había sentido tan contrariado antes, había dolor, bastante dolor, pero las cosas que YoonGi hacía con su boca mientras lo masturbaba lo tenían en un limbo de sensaciones y sentimientos.

El gruñido suave que emitió YoonGi cuando se quedó quieto, le hizo saber que eso era todo, YoonGi estaba completamente dentro de él y..., bueno, él no estaba seguro de cómo lidiar con la sensación de estar tan... lleno.

Sólo podía jadear fuertemente, echar su cabeza hacia atrás y cerrar los ojos intentando acostumbrarse, pero Dios, él no estaba seguro de acostumbrarse a eso nunca, era demasiado, demasiadas sensaciones, demasiadas cosas en su cabeza al mismo tiempo.

YoonGi estaba dentro suyo.

Tenía una polla metida en su culo y extrañamente no se sentía mal. Era..., distinto; había dolor aún, JiMin estaba seguro de que seguiría ahí por un tiempo más, pero de alguna manera era tan bueno, su pene estaba tan duro y dolorido sólo por eso, y la mano fuerte y grande de YoonGi no estaba haciéndolo calmarse exactamente.

—¿Estás bien? —murmuró YoonGi sobre su boca. Y JiMin asintió con la cabeza rápidamente, sus manos aferrándose a los bíceps de YoonGi. —¿Quieres que me mueva? —Por el peso en su voz, YoonGi probablemente estaba haciendo un esfuerzo terriblemente grande por no empujar desesperadamente. Y por eso mismo, JiMin volvía a estar en un limbo, todo su cuerpo era un mar de sensaciones eróticas que estaban haciendo cosas extrañas en él, pero aun así se le aceleraba el corazón por saber que YoonGi estaba cuidándolo.

JiMin asintió otra vez, aún incapaz de abrir los ojos, y gimió contrariado cuando YoonGi comenzó a deslizarse fuera, pero su boca formó una perfecta "O" cuando empujó dentro lentamente otra vez, para después repetir el proceso.

—Es demasiado —gimió sin poder abrir los ojos.

—¿Quieres parar?

—Dios no. No te detengas —murmuró como pudo, intentando no perder la cabeza. Pero antes de seguir YoonGi acarició su mejilla con la nariz.

—Sólo un poco más, bebé. ¿Puedes?

JiMin asintió con la cabeza y finalmente abrió los ojos, encontrándose con la mirada atenta y ardiente de Yoon. Y ante eso, el mayor comenzó a moverse otra vez, aún lento, pero constante, aumentando poco a poco, tomando una velocidad que los satisfaga a ambos, pero sin hacerle demasiado daño a JiMin. Sin embargo, JiMin apenas podía enfocar correctamente mientras sus manos apretaban en la espalda del mayor con las descargas de placer recorriéndolo por completo.

No contuvo sus gemidos, mucho menos cuando YoonGi se encargó de tocar su próstata otra vez, y JiMin decidió que era mucho mejor con su polla que con sus dedos. Pronto los dos se encontraron gimiendo y gruñendo fuertemente. YoonGi no estaba siendo brusco, pero tampoco se estaba conteniendo demasiado, y JiMin estaba volviéndose loco con ello, aún sin saber cómo sobrellevar la tormenta de sensaciones dentro de él.

Y cuando la mano de YoonGi apretó su pene nuevamente, él simplemente no pudo contener su orgasmo y se arqueó en la cama, con un fuerte gimoteo ronco, cubriendo su abdomen y parte del de Yoon con su semen. Y enseguida Yoon siguió su camino, con un gemido ronco que le erizó la piel nuevamente.

Se mantuvieron en esa posición un momento, hasta que JiMin buscó ciegamente la boca del más grande, y comenzaron a dejarse suaves besos por toda la cara, hasta que sus labios se unieron otra vez, aun entre jadeos.

—¿Estás bien? —preguntó el mayor cuidadoso, dejando besos en sus mejillas. JiMin no pudo no sonreír, sintiéndose adormilado, extrañamente muy cansando incluso cuando apenas habían aguantado.

—De maravilla, ¿Tú?

—Espectacular —respondió el mayor. Y con cuidado salió de JiMin, causándole algo de molestia y sacándole un quejido. —¿Seguro que estás bien? —preguntó YoonGi con una sonrisita y aparentemente algo preocupado.

—Seguro. Sólo estoy muy bien follado —se rió, sintiendo sus ojos pesados, realmente, apenas tenía fuerzas para mantenerse despierto. Todo el mar de sensaciones lo había dejado completamente fuera de juego, no sólo física, sino también mentalmente. —Cariño, creo que debemos trabajar en nuestra resistencia —murmuró algo divertido y YoonGi se rió entre dientes, antes de dejarle un beso aún risueño.

—Traeré algo para limpiarnos, bebé —avisó el mayor dejándole otro beso antes de levantarse y quitarse el condón.

—¿Y luego me harás mimitos?

YoonGi sonrió tiernamente. —Por supuesto, amor.

Durante los minutos o segundos, o lo que sea que haya sido, que Yoon estuvo buscando con qué limpiarlos, JiMin simplemente comenzó a caer dormido, de hecho, ni siquiera se enteró cuando YoonGi lo limpió, cuando abrió los ojos otra vez, el mayor se acomodaba a su lado y lo invitaba a acurrucarse en su pecho.

—Dame besitos —pidió en un susurro, sonriendo cuando oyó la risa suave de YoonGi, pero no tardó en sentir los labios sobre su piel, en sus mejillas, sus labios, su frente, su cuello. Yoon estaba mimándolo y él sólo podía relajarse hasta ir cayendo dormido.

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YoonGi no pudo evitar sonreír como idiota cuando vio a JiMin desperezándose y removiéndose en la cama, en su cama, apenas cubierto por sus sabanas. Y el sentimiento en su pecho sólo lo hizo querer tomar a JiMin de nuevo y que ambos pasaran el resto de la noche acurrucados contra el otro sin nada más de que preocuparse.

—Hey —saludó con una sonrisa. JiMin sonrió antes de hacer una mueca. —¿Te duele mucho? —inquirió preocupado.

—Un poco —dijo JiMin sincero, pero sin quitar su sonrisa. —¿Cuánto dormí?

—Dormimos, casi tres horas. Acabo de despertar también —comentó y se acomodó para poder dejarle un beso en sus carnosos labios que seguían algo rojos. —Si te duele mucho, puedo hacerte un masaje —ofreció, pero JiMin sólo sonrió.

—Estoy bien, lindo. Aunque un masaje no me vendría mal —comentó alegremente, antes de inclinarse por otro beso, YoonGi no quiso ponerse a pensar demasiado en el apodo que le aceleró el corazón. —¿El resto?

—No los oí, quizás llegaron mientras dormíamos. ¿Pedimos pizza?

—Suena bien para mí.

—Pizza entonces.

JiMin le sonrió genuinamente, sus ojitos haciéndose aún más pequeños pero aún muy brillantes y llenos de vida, mientras que la dulzura en su rostro hacía estragos en el corazón de YoonGi.

—¿JiMin?

—¿Mm?

—Probablemente no sea el momento, ni el lugar por muchas razones, pero..., ¿Quieres ser mi novio? —tiró la pregunta al aire, como si no tuviera la importancia que tenía para él; con el corazón latiéndole a mil por segundo, con una muy pequeña parte de él aun temerosa de ser un juguete.

La absoluta y honesta sorpresa, y el repentino sonrojo en el rostro de JiMin, le confirmó que de verdad no esperaba aquello. Pero la dulce y amorosa sonrisa formándose en sus labios, hizo que el corazón le saltara de anticipación.

JiMin asintió con la cabeza frenéticamente antes de decir: —Sí. Sí, quiero ser tu novio, YoonGi hyung —sonrió con emoción y tiró de YoonGi para un beso cargado de sentimientos para ambos, mientras JiMin repitió sobre su boca, abrazándolo también, lo mucho que quería ser su novio.

Quizás no había sido su mejor declaración de amor, pero ahora, con el menor entre sus brazos mientras se besaban y se sonreían tontamente, no parecía realmente importante.

Y entonces se oyó el barullo de los maknaes y HoSeok, y supieron que sería una larga noche de molestos y pícaros comentarios.
















No, no es una broma. Este es el capítulo final.

Nos leemos en el epílogo, los amo.

~Editado por Ru 110120
(esto se acaba y jo... os quiero mucho 🥺 Espero veros por otra historia 🥺)~

—LuShi

PD: No sé porqué siento que el smut no encaja del todo, pero bueno, me esforcé en él tanto como pude, espero que les gustara.

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