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▹03◃

Eran las nueve de la mañana, el sol brillaba en todo su esplendor, y BangTan caminaba por los pasillos del hotel tambaleándose, cantando y riendo a lo loco a medida que llegaban a las habitaciones.

JungKook fue el primero en desaparecer por la puerta de su cuarto, luego le siguieron TaeHyung y SeokJin, luego él y JiMin entraron a la propia para ver desaparecer a NamJoon y a HoSeok por el pasillo.

Por algún motivo se tomó el tiempo para pensar que de alguna manera, el pendejo suertudo de JungKook siempre era quien conseguía la habitación para él sólo.

Entraron entre risas y tropezones, pero sólo podían reír aún más al respecto, por su torpeza de ebrios.

—¿Sabes qué es lo peor? —murmuró él entrando tras JiMin, el muchacho hizo un sonido con la boca mientras se echaba en su cama— Qué luego tenemos que volver— gruñó caminando alrededor de la cama de JiMin para llegar a la propia. A la una era el almuerzo y era el día que harían el brindis por el cumpleaños de la empresa.

Estaban relativamente muy ebrios. "Relativamente" porque habían dejado de beber hacia una hora y media, por lo cual, el alcohol estaba dejando de tener efecto.

—Hyung— murmuró JiMin sentado en la cama, antes de que él pudiera echarse en la propia. El alcohol que aún corría por sus venas era suficiente para mantenerlos despiertos, aunque estuvieran cansados— Veamos una porno —dijo él menor y él rió por lo bajo.

—No voy a ver pornografía heterosexual, JiMin —respondió riendo y miró al menor que también reía.

—No quiero ver porno hétero, hyung... —murmuró. Lo miró alzando una ceja, pero JiMin parecía seguro de lo que estaba diciendo. Tragó seco.

—Bien, déjame prender mi laptop —y no, honestamente no entendía porque demonios le decía que sí a las locuras de JiMin.

Enseguida tomó la laptop y la prendió mientras se sentaba al lado del rubio.

JiMin se sentó un poco tras él, viendo sobre su hombros; podía sentir la cálida respiración del muchacho tras su oreja. Y sintió una oleada de nervios mientras ponía una página donde no encontraría nada demasiado perturbador para la mente de JiMin. Aunque eso no calmó sus nervios.

La página se cargó y bajó mostrando los vídeos a JiMin para que este eligiera. Su nerviosismo creció y su polla crispó endureciéndose levemente cuando JiMin susurró "ese" despacio detrás de su oído mientras señalaba la pantalla tímidamente.

Pinchó donde JiMin había señalado, no era un vídeo largo, duraba menos de cinco minutos, pensó que probablemente sería mejor mientras menos durara, quizás así JiMin no se asustaría tanto. Aunque también  pensó que quizás debía dejar de juzgarlo.

Le dio play y esperó la reacción del menor mientras en la pantalla se reproducía un vídeo en blanco y negro, desde un ángulo oblicuo, de un chico saltando y gimiendo claramente satisfecho sobre la polla de otro tipo, a ninguno se le veía el rostro.

En realidad no pudo prestar mucha atención al vídeo, escuchó el suspiro tembloroso de JiMin, absolutamente atento a su reacción, y se estremeció con la calidez de su respiración tras su oreja.

Sin embargo JiMin parecía muy concentrado en lo que se reproducía en la pantalla. Disimuladamente se fijó en la entrepierna del menor. JiMin estaba duro.

El vídeo se detuvo con un último gemido placentero, seguido de un bajo gruñido de los protagonistas. Tragó seco una vez más y esperó.

—Otro —dijo JiMin en su oído, asintió sin decir nada y buscó otro.

Esta vez eligió él. Buscó uno igual de corto, esta vez, el pasivo también montaba la polla del hombre pero de espaldas a la cámara, se podía ver claramente el gran pene entrando y saliendo de él.

Ignoró el jadeo que escapó de los labios del menor y siguió mirando fijamente la pantalla, decidiendo ignorar su polla que estaba orgullosamente dura y caliente, pero no por el vídeo, sino por otra cosa completamente diferente. Él estaba malditamente duro por el simple hecho de tener a JiMin detrás suspirando pesadamente en su oreja, poniéndose duro por un vídeo gay.

Pero definitivamente no esperó lo siguiente, jamás imaginó a JiMin susurrando tímidamente en su oído—, Hyung... Estoy duro.

Reprimió el jadeo que quiso salir de sus labios al oír aquello; si no conociera mejor a JiMin, no habría notado el pequeño atisbo de miedo en su voz.

—JiMin,  un vídeo no va a definirte, es sólo un estimulante —murmuró sin mirarlo, una parte de él sabía que eso era cierto, tenía una amiga, por ejemplo, que gozaba de mirar porno de lesbianas, para excitarse, pero era completamente heterosexual. Sin embargo, otra parte de él sabía que lo decía para no asustarlo, no quería que JiMin saliera corriendo simplemente así, de alguna manera quería que su curiosidad, por poco tiempo que durara, se llevara un buen recuerdo, incluso si no eran más que unas masturbaciones.

El menor asintió con un suave sonido, y él fingió que no sentía en absoluto la fija mirada sobre su polla que estaba orgullosamente montando una tienda de campaña en sus pantalones en ese momento.

Sobre ellos se extendió un silencio, no incómodo, pero quizás pesado, el vídeo seguía reproduciéndose pero al parecer ninguno prestaba atención. Él estaba demasiado concentrado en el calor del cuerpo de JiMin cerca suyo y fingiendo no enterarse en absoluto de la pesada mirada de JiMin en su polla que parecía más que emocionada con la idea, con la sangre corriendo aún más hacia ella.

—Hyung... —volvió a llamarle el menor. Suspiró.

—¿Mm? —contestó, ambos con la respiración pesada.

—Quiero masturbarme. —Y casi deja escapar un gruñido porque, mierda, un hombre como JiMin, tan sexy y tan caliente diciéndole que quería masturbarse y, claramente, quería hacerlo con él, como venían haciendo desde hacía un día y medio, si hablaba en términos casi específicos, le excitaban e una manera loca.

—Bien —dijo tranquilamente, aunque su interior fuera un completo huracán de sentimientos y sensaciones. — ¿Quieres que lo apague? —preguntó.

JiMin asintió con la cabeza mientras se hacía un poco para atrás y se quitaba la camisa para recostarse en la cama. Simplemente cerró la laptop sin importarle si el vídeo seguía o no.

—Aquí, hyung... —habló JiMin con un susurro agudo, palpando suavemente el lugar que había dejado a su lado, y él quiso gemir.

Jesús, ellos incluso iban a hacerlo en la misma cama, uno al lado del otro.

Tiró la computadora en su cama, ni se fijó como cayó, y se quitó la camiseta para imitar a JiMin, finalmente se recostó a su lado. Lamió su labio y oyendo la cremallera del menor, abrió la propia y junto toda su fuerza de voluntad para no mirar hacia abajo y clavar su vista en la polla del chico.

Gruñó por lo bajo agarrando su polla con una mano y sacándola de la prisión de tela. JiMin le contestó con un gemido ronco.

—Espera —ordenó dejando su pene caliente un momento, se movió hasta su mesita de noche y tomó el lubricante.

—¿Mm? —sonrió ante el sonido/gemido que el menor emitió, y se volteó nuevamente, para inclinarse un poco sobre el menor.

—Dame tu mano —dijo tranquilo, mirando el rostro del menor, este lo miró confundido obedeciendo, quitó la mano de su pene y la estiró hasta él.

Sonrió nuevamente y colocó un poco del lubricante en la mano que el menor estaba usando para tocarse, ignorando por completo el hecho de que estaban a centímetros el uno del otro, sin tocarse pero sintiendo el calor del otro, ambas polla afuera orgullosamente erectas. Dios, él moría por tocar el exquisito cuerpo de JiMin.

—Prueba eso, bebé. —JiMin gimió un poco viendo el lubricante en su mano y sonrió mordiendo su labio inferior. Puso un poco en su propia mano. Demonios, aún no podía creer que estaba haciendo eso.

Se recostó nuevamente dejando el lubricante olvidado por algún lugar, y dejó su mano libre apresada entre ellos, curiosamente, junto con la del menor; y se acarició a sí mismo embadurnando su erección con el líquido. Fue algo gracioso que ambos gimieran complacidos a la vez. JiMin rió suavemente y con voz ronca.

—Mm, esto es bueno. No sé cómo no se me ocurrió antes —comentó el menor divertido. Él rió entre dientes.

—Bueno, para todo hay una primera vez, ¿No? —contestó, y ambos volvieron a reír un poco, sin dejar de mover sus manos.

Apretó la punta suavemente y gruñó en respuesta a los jadeos de JiMin; secretamente deseaba que JiMin gimiera más, él estaba adorando los sonidos que hacía el menor desde que lo oyó la primera vez, eran melodiosos y excitantes como el  infierno, harían quedar en ridículo a cualquier puta.

No pasó mucho antes de que ambos estuvieran acariciándose con rapidez, entre gruñidos y gemidos roncos. Sin embargo, él detuvo sus movimientos, volviéndolos más tranquilos, con la sensación de que se vendría en cualquier momento, no podía resistir mucho más cuando sentía al menor ondulándose suavemente contra el colchón para embestir su mano.

Frunció el ceño apretando la base, en una deliciosa tortura, retrasando su orgasmo— Hyung...— gimió JiMin de repente, y luego rió suavemente entre jadeos, él solo pudo estremecerse de pies a cabeza, sintiendo una exquisita corriente eléctrica atravesar su columna— No creo durar mucho más...— murmuró.

—Mm... honestamente, yo tampoco —dijo roncamente. La cabeza le daba vueltas, ¿JiMin acaso tenía idea de lo extraña que era la situación?

De repente, la mano libre de JiMin, tomó la suya entrelazando sus dedos y apretando fuertemente. Luego, se inclinó un poco para enterrar la cabeza en su hombro, gimiendo alto. YoonGi supo que no duraría más que eso; se preguntó si una vez más si el menor era consciente de sus acciones. Él estaba enloqueciendo con todo lo que hacía  y decía el menor, aunque aún no podía estar seguro de qué era lo que le obsesionaba tanto de JiMin en esta fase de "descubrimiento" o lo que sea que fuera. Decidió prestar más atención a la situación en la que se encontraba, así que soltó la mano que el menor tenía entrelazada con la suya y sin pensarlo la dirigió al muslo del chico, colocándola en la unión de su muslo y su pelvis y masajeó con algo de fuerza, sintiendo la piel suave de los testículos con el dorso de sus dedos.

JiMin gruñó en respuesta y frotó el rostro contra su hombro moviendo su mano y sus caderas con desesperación— Córrete, bebé. Córrete para hyung —ordenó él con un gemido, necesitando ver al menor venirse primero para poder hacerlo él. Ni bien dijo las palabras, JiMin se vino fuertemente en su abdomen, clavando las uñas de su mano libre en su brazo, que aun masajeaba su muslo. Y al sentirlo gruñir, gemir y contraerse, él siguió el mismo camino.

Pronto estaban ambos intentando regular sus respiraciones, aunque JiMin seguía acariciándose y ondulándose suavemente, sin decir nada sobre la mano que él aún tenía posicionada en el pliegue de piel.

Cuando por fin controló su respiración, fue nuevamente consciente de su mano, pero antes de poder hacer algo, JiMin la acarició suavemente y volvió a entrelazar sus dedos, dejado ambas manos a un costado de su cadera. Luego volvió a moverse hasta que logró esconder sus rostro en la unión de su hombro y su cuello, aún permaneciendo uno al lado del otro.

Y él no supo qué pensar al respecto, al parecer JiMin no se daba cuenta de lo cariñoso que era después de un orgasmo (aunque también era una noticia para él) ¿O quizás era por el alcohol?

—Bueno, eso fue rápido—, murmuró, ladeando su cabeza  y apoyándola sobre los rubios cabellos de JiMin. Lo oyó reír suavemente, sonaba adormilado.

—Lo fue, de hecho, ¿Qué pasa con esta resistencia? —contestó burlón arrastrando un poco las palabras. No contestó, y el silencio los envolvió, pero al contrario de incómodo, era un aterrador silencio de "estoy demasiado satisfecho como para decir algo ahora mismo".

Ugh, era demasiado confortante y cómodo, y eso le molestaba de alguna manera. No quería sentirse tan bien en esa situación, con su compañero de trabajo. Eso no era lo que tenía en mente cuando decidió seguir con el jueguito.

Sintió a JiMin removerse y de pronto este estaba frotando la punta de su nariz con su mandíbula suavemente, y gimió por lo bajo.

—¿Mm? —hizo un sonido de duda ante el suave gemido.

JiMin rió bajito, adormilado—, Barba...— murmuró contra su piel. Él se estremeció con el calor de la respiración de JiMin sobre su piel una vez más.

—Oh, sí. Ya debo afeitarme— contestó sabiendo que había un pequeño y creciente rastrojo en su barbilla, aunque no era demasiado, nunca había tenido mucho vello facial.

—No— cortó el menor con una tonada infantil y caprichosa— Me gusta —añadió, para su sorpresa. Por un momento quiso rodar los ojos.

—No hablas en serio.

—Hablo muy en serio Min YoonGi.

Esta vez no se contuvo de rodar los ojos. —Estás ebrio.

—Tú también.

No contestó, decidió ignorar las ocurrencias de una persona que aún tenía alcohol en su sistema, y de pronto recordó que aún estaban en la misma cama, con semen en el abdomen y sus penes flácidos fuera de sus pantalones. Hizo una mueca ante la extraña situación, y dolorosamente, alejó su mano de la cálida y firme de JiMin, dejando de lado también, la calidez de la piel de su cadera.

Acomodó su pantalón, devolviendo su miembro a su lugar en sus bóxers—. Vamos a limpiarnos—dijo, el menor gimió en protesta. —No seas sucio JiMin —regañó sentándose en la orilla de la cama, dándole la espalda.

Se levantó y caminó hasta el baño ignorando por completo la figura del menor aún echada en la cama, y allí se quitó los restos de su esencia rápidamente, decidido a dormir un poco.

Salió del baño y JiMin entró inmediatamente tras él; ignoró el hecho de que JiMin prácticamente corrió dentro. Pensó que el menor debió sentirse avergonzado de ser visto, ya que a diferencia de las veces anteriores, esta vez, entraba la luz del sol por las ventanas, iluminando toda la habitación.

Se quitó el pantalón, y se cambió el bóxer. Estaba listo para meterse en la cama cuando JiMin salió del baño, completamente limpio— Duerme conmigo, hyung.

Él se volteó a mirarlo con una ceja alzada— ¿Por qué querrías que duerma contigo? —inquirió algo burlón.

JiMin puchereó sentándose en su cama, y él ignoró el morboso recuerdo de lo que acaban de hacer allí. —Nunca nos dejas acurrucarnos contigo —dijo inflando sus cachetes.

—¿Y quieres obtener el premio por ser el primero que logró que SUGA compartiera cama voluntariamente? — ironizó.

—Por supuesto, sería el miembro más respetado de BangTan si lo hiciera. —Bien, JiMin parecía tener el suficiente humor para jugar a pesar de estar adormilado— Vamos, hyung. Sólo por esta vez, quiero acurrucarme contigo —insistió el menor. Y lo odió por un segundo, no parecía tener idea de lo que estaba diciendo, o no le importaba. Él suspiró.

Definitivamente va a volverme loco.

Y caminó hasta donde el menor. —Sabes que dormir conmigo no es lo más heterosexual que puedes hacer, ¿Verdad? —dijo recostándose, JiMin sonrió adormilado pero victorioso viéndolo acomodarse.

—Por supuesto, pero no es como si me importara —rió acostándose a su lado— Y tampoco a JungKook, TaeHyung, HoSe-...

—Ya entendí, ya entendí —interrumpió— Es normal entre ustedes —rodó los ojos.

Pronto tuvo a JiMin pegándose a él, también sólo en bóxer, y lo abrazó fuertemente mientras él se encargaba de cubrirlos a ambos con la sábana.

—Duerme bien —murmuró JiMin con la voz apagada.

—Igualmente —respondió envolviendo al menor entre sus brazos. Y suspiró dejándose arrastrar por el cansancio, pensando que en serio debía estar demente para aceptar las locuras de JiMin, empezando porque jamás debió dejar que ese juego avanzara.

Quizás porque no estaba de humor para, al final de todo, recibir un "lo siento, pero sigo siendo heterosexual".

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Estaba demasiado cómodo cuando la puerta de la habitación fue abierta con brusquedad y oyó a TaeHyung, HoSeok y JungKook entrando entre cantos (gritos).

—Ay no —lloriqueó volteándose y enterrando el rostro bajo la almohada, sintiendo los brazos de JiMin apretarlo por la espalda.

—¡Ya es hora de levantarse! ¡A despertar bellas durmientes! —vociferó HoSeok sonriente.

—Ugh...—se quejó JiMin tras él.

—Bueno, parece que los borrachos estaban cariñosos —se mofó JungKook desde quién sabe dónde.

—¿Se tomaron algún energizante? Porque ahora mismo deberían estar gruñendo como perros rabiosos por tener que despertarse —dijo JiMin volteándose para mirar al resto, él sólo siguió con la cabeza debajo de la almohada.

—De hecho sí —contestó TaeHyung asintiendo con la cabeza.

—Largo —gruñó él, estaba cansado y quería seguir durmiendo, ¿Tan difícil era dejarlo dormir tranquilamente?

—Orden denegada, Min YoonGi —volvió a gruñir con frustración cuando SeokJin se metió en la habitación también. —Son las doce y media, y el almuerzo es a la una, así que vas a levantar tu blanco trasero de la cama, te beberás el energizante y pondrás tu mejor cara de felicidad —ordenó el mayor de todos, pero aunque intento sonar serio, se oía la risa en su voz, sin mencionar que estaba a los gritos en ese papel exagerado histérico que usaba con los maknaes para hacerlos reír, cosa que de hecho funcionó porque los tres que habían irrumpido su paz primero, estallaron en risas.

Otro gruñido se oyó, pero esta vez fue JiMin, quien decidiendo ser igual de caprichoso, lo abrazó por la espalda, prácticamente se colgó de él con brazos y piernas, y se enterró en el colchón, más que decidido a quedarse en su cómoda posición sin importarle estar casi aplastando a YoonGi.

Aunque él tampoco se quejó al respecto, estaba bien siempre y cuando pudiera seguir durmiendo.

—Vamos, levántense, idiotas, tenemos hambre —apuró el maknae.

Cuarenta minutos más tarde, él y JiMin salían de la habitación, recién duchados y bien vestidos.

—A todo esto —empezó JiMin ya completamente en sus sentidos mientras caminaban por el pasillo— ¿Dónde está NamJoon hyung?

—Creo que está con Bang-PD —contestó JungKook inmediatamente. Él decidió prestar atención a su teléfono mientras llegaban con diez minutos de retraso al almuerzo,  aunque realmente no importaba el retraso, todos los miembros de la empresa habían acordado treinta minutos de ventaja, ya que todos estaban trasnochados.

Se acomodaron en una mesa después de que saludaron a los pocos que habían llegado a tiempo, y no pasó mucho antes de que NamJoon se les uniera. Poco a poco empezaron a llegar todos los invitados, algunos luciendo inmaculados y otros pareciendo muertos vivientes.

En algún momento se dispersaron para  saludar a todos y se quedaron charlando, hasta que se sirvió el almuerzo y cada quien volvió a su mesa.

Fue entonces cuando YoonGi sintió la mirada de JiMin sobre él. El menor estaba sentado justo frente a él, y sus ojos eran pícaros y brillantes, estaba jugueteando con él. Y tonto de él que cayó en su jueguito todo menos infantil, mucho menos inocente, y devolvió la expresión.

Sé regañó mentalmente, aunque tampoco se obedeció demasiado, su cabeza estaba más ocupada en mandar miradas pícaras, disimuladas y seductoras al menor, quien le devolvía los gestos de la misma forma, pasando disimulados entre los otros miembros que estaban más entretenidos en su conversación que en ellos.

—¿Estás intentando seducirme? —inquirió juguetón de repente, JiMin rió maravillosamente mostrando sus blancos dientes antes de hacerse hacia adelante en su lugar y mirarlo travieso.

—Tal vez, ¿Está funcionando? —contestó el menor, y él también rió.

—Tal vez —. No supo porqué, pero le guiñó el ojo picaronamente.

¿A qué demonios estaban jugando? Ni él lo sabía.

—¿Qué es este repentino coqueteo entre ustedes? —preguntó NamJoon de repente, con diversión.

—Estamos jugando —dijo JiMin con una sonrisa, él negó con la cabeza riendo— ¿No ves que intento seducir a YoonGi-hyung?

—¿Jugando? Pareciera como si fueran a saltar sobre el otro en cualquier momento —exageró TaeHyung, sin saber que en realidad era casi verdad, al menos para él, si JiMin continuaba con ese extraño juego de masturbarse y coquetear... bueno, él se sentía realmente estúpido ahora.

Por algún motivo su mirada se encontró con la de HoSeok, que estaba a un costado, este lo observaba alzando una ceja, él le sonrió burlón.

—Esa sonrisa me da mala espina —soltó HoSeok haciendo una mueca. Le mostró el dedo medio.

—Estoy de buen humor, ¿Tan extraño es? — Vamos, él no era taaaaaan amargado..., bueno..., tal vez un poco, pero eso era a causa del trabajo y las pocas horas de sueño, no podían culparlo.

—Más que de buen humor, yo diría satisfecho —el tono que empleó fue más que suficiente para que él entendiera a qué se refería HoSeok, pero lo ignoró haciendo un ademán con su mano. HoSeok rió suavemente, y ambos ignoraron la conversación que se llevaba ahora a cabo entre los demás, que seguían molestado a JiMin con su "intento de seducción" y lo imitaban ridiculizándolo, y se centró en la nueva conversación con su mejor amigo.

Pasaron un rato agradable, y nada más volvió a ocurrir entre él y JiMin, sin embargo, sabía que HoSeok lo miraba de una manera extraña y no supo qué era hasta que este se lo hizo notar.

—¿Sabes? El piso va a seguir en su lugar, podrías mirarme cuando te hablo —se quejó mirándolo con una ceja alzada. Rápidamente subió la vista, y se encogió de hombros.

—Lo siento, mi cabeza está algo dispersa hoy— HoSeok entrecerró los ojos.

—Desembucha— ordenó. Él lo miró con fingida confusión, no tenía demasiadas ganas de contarle las travesuras que JiMin y él habían estado haciendo, no era algo que a HoSeok le incumbiera— No lo intentes conmigo hyung, no va a funcionar— expresó seguro, antes de cruzarse se brazos.

Echó un vistazo a JiMin que ahora reía a carcajadas con NamJoon y SeokJin, y suspiró— ¿Sabes?, estoy demasiado bien para arruinarlo ahora— fue lo único que contestó, y se centró en divertirse con el maknae mientras bebía algo fresco.































¿Cómo recibieron el mundial?

Yo feliz, no pude ver la inauguración, pero me alegra que haya comenzado.

Y por cierto, para las argentinas, hoy conseguimos media sanción de la ley de despenalización y legalización en el congreso, lo cual es un paso enorme. Más allá de lo que pueda pasar en el senado, estoy muy feliz de lo que las mujeres estamos logrando.

Editado 140618
Editado por Ru 161019.
—LuShi

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