El sol entraba pesadamente por las ventanas,alumbrando de manera parcial el blanco cuarto donde un lindo albino dormitaba tranquilamente, o eso hasta que un alegre rubio irrumpió en el lugar.

Minato Namikaze velaba desde la puerta el sueño de su actual pareja, Kakashi Hatake, quien descansaba amenamente entre las sábanas color ámbar con detalles celestes que hacían resaltar su pelo.

El mayor caminó sigilosamente hasta la cama y ,cuidando de no molestar, beso con ternura la cabellera plateada del joven dormido.

Al no recibir respuesta continuó besando la frente nacar, sonriendo al ver un pequeño movimiento del menor. Bajo un poco más, depositando el beso en la nariz contraria obteniendo esta vez un gesto de incomodidad por el cosquilleo, tan gracioso que el de piel tostada tuvo que morder su labio para no estallar en risas.

Por último,Minato descendió tomando el mentón ajeno con suavidad, haciendo contacto entre sus labios y el lunar mientras le daba sutiles mimos al cabello del muchacho haciendo que su Hatake abriera esos preciosos ojos dispar que el adoraba.

-Mina...- susurro aun adormilado el menor con la cobija entre sus dedos y tallandose el ojo izquierdo.

-Buenos días mi astro.- saludo alegre, haciendo reír suavemente a Kakashi por la clara referencia a su pelo comparado con la luna.

-Buenos días.- respondió luego de besar a SU rubio favorito, entrelazando sus manos aun sin soltar la frazada.

-Amas tanto esa cobija que empiezo a sentirme celoso Kakashi kun .- comentó divertido el ojicielo mientras lo miraba.

-Me recuerda a ti,el color es casi tan hermoso como tu pelo y tus ojos.-argumento el peliplata con una sonrisa provocando un adorable coloramiento en las mejillas de su pareja.

-Ahora entiendo porque insististe tanto al querer comprarla.-comprendió pasando la mano por su nuca el ruborizado Namikaze.

- Aunque yo no necesito una cosa para pensar en ti,tienes toda mi mente ocupada Kashi.- continuó acariciando con ternura la cicatriz del ojo derecho del mencionado el cual lo cerró disfrutando del cálido contacto de la mano al deslizarse por su piel.

-Estas calientito.- murmuró aun con los ojos cerrados el albino,atrapando con una de sus manos la de Minato, obteniendo un beso de este en su palma blanquecina.

-Eres tan único Kakashi...lo más perfecto que he visto en mi vida.-sincero el de ojos marinos recorriendo con su mano libre la otra mejilla del Hatake. Este abrió los ojos observandolo divertido,sonrojado y con esa sonrisa que solo puede tener con su enamorado.

-Cuando dices eso creo que no te has visto en un espejo,Mina.- rio el platino siendo interrumpido por un suave beso que lo hizo silenciar y atraer a su antiguo profesor.

-No tienes idea de cuánto agradezco que llegaras a mi vida Kashi,eres maravilloso, en serio, a veces dudo que existas de verdad.- continuo tomando entre las suyas la mano del más bajo.-; Pero existes,estás conmigo y por eso quiero celebrarte...Feliz cumpleaños Kakashi.

El albino lo miró avergonzado y al mismo tiempo agradecido mientras veia la fecha en el calendario a un lado de la cómoda.

15 de septiembre.

¿Como lo pudo olvidar? Debía ser la única persona que pasaba por alto su fecha de cumpleaños.

Rayos, necesitaba ayuda con su despreocupación o algún día olvidaría algo importante.

-Los chicos me han llamado diciendo que te ocuparían en fiestas todo el fin de semana, pero quise ser el primero en festejar, aquí contigo, el momento en que un ángel llegó a ver la luz, el mismo fechado en que años después ese ángel compartió conmigo al altar.

-¿Lo recuerdas?.- se sorprendió él halagado ganando un asentimiento.

-¡Por supuesto que lo recuerdo! ¿Que clase de persona olvida lo que más lo hizo llorar de felicidad?.- casi gritó Minato,emocionado al recordar aquel momento,provocando otro beso.

-¿Sabes que con las cosas que dices voy a ser yo el que termine comiendote?.- río el ojidispar abrazandolo.

-Eso me encantaría,pero será luego, ahora quisiera que pruebes el desayuno, me tome mucho tiempo para cocinar. Hice caballa hervida,tu favorita.- propuso feliz el mayor haciendo que su pareja asintiera para que el rubio lo cargara al estilo nupcial.

Algun día,Kakashi debería acostumbrarse porque a su ojiazul le encantaba mostrarlo de aquí para allá. No era tan malo, después de todo a él le encantaba que lo presumiera en todo lugar. Porque literalmente,lo hacía siempre en todos los lugares.

Todos los lugares de aquí para allá. Como le encantaba.

¡Feliz cumpleaños Kakashi san!

Regalenme una estrellita :D

O denme un tomatazo, lo dejo a su consideración :"v

De cualquier forma...

¡VIVA MEXICO!

Gracias por leer :D