Hace tres días que mi mariana entro a la escuela, espero que le esté yendo bien en la escuela.... me gustaría saber cómo esta, pero, no tengo su dirección para poder ir a visitarla, creo que le pediré a ryuusaki la dirección de mariana, solo espero que a "alguien" no le moleste que la quiera ir ver.

Capítulo 14

Eran las cuatro de la tarde, por lo general, mariana tenía la costumbre de hacer limpieza los fines de semana, pero como era inicio de clases, casi no había mucha tarea por hacer y pues... entre tantas cosas que había guardadas en diferentes cajas, mariana había encontrado una en especial, ya que era una donde tenía los cd's que eran de su hermano y conociéndola, mariana quería saber qué tipo de música podrían tener.

- ¿Qué canciones tendrá? -colocando uno de los cd's en su laptop y conectándola a unas bocinas que tenía, fue que comenzó a reproducir las canciones que tenía.

Un arreglo de cuerdas ligero, acompañado de un sonido de batería algo suave, fue como comenzó la canción.

He empezado a hablar de ti 

A decirle a la gente Creo que me enamoré De un amor que es poco prudente

He empezado a pensar en ti 
A cantar tus canciones 
Y me largo a reír

Era una melodía que mariana logro recordar los buenos tiempos, esa era una de las primeras canciones que su hermano le había enseñado a cantar, ya que era una melodía en español y en ese entonces, ella no dominaba muy bien ese idioma, pero que, con ayuda de su madre y su hermano, podía cantarla sin equivocarse.

La canción seguía su curso, recordar cuando su hermano la escuchaba y recordando cuando una vez, le dedico esa canción a una chica, de la cual, su hermano estaba enamorado.

Buscando entre toda esa colección, noto que había bastantes discos, algunos tenían escritos algunos nombres o simplemente estaban sin marcar, pero que decidido dejarlos así.

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Ryuusaki necesitaba que alex, estuviera en el estudio, ya que quería que estuviera haciendo algunos arreglos musicales, por lo que no tuvo de otra más que llamarlo y decirle que estuviera allí.

-alex... que bueno que llegaste-saludo ryuusaki-lamento haberte hecho venir-mientras hablaba en voz baja-pero necesitamos arreglar unos acordes

-no te preocupes-dijo también en voz baja-de todos modos, no he tenido mucha tera que hacer

-solo queremos que se hagan unos arreglos para la canción en la que has estado haciendo, pero...

-no me digas que a "don exigencias" no le gusto

-tú que crees

Alex suspiro y camino hasta el estudio de grabación, ya que una de las canciones que ella había hecho, no estaban bien.

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Dos horas.... dos jodidas horas y la melodía no quedaba bien, había otra cosa que no encajaba con el estilo de la banda, había algo más que les estaba fallando, ya que la letra en sí, no era la del problema, pero aun había algo que no cuadraba... aún faltaba otra cosa.

Todos estaban ya cansados, por lo que decidieron irse ya a descansar; alex se despedía de los demás mientras caminaba a la salida, ya mañana continuarían con el ensayo.

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Viernes en la tarde, ryoga y mariana, habían quedado de verse en el parque, ya que quería saber cómo le había ido en la escuela y del día que había ido al concierto de 5D's. 

- ¡fue genial! .... de pensar que pude ir a su concierto y verlos en vivo

-a mí también me gusta su música, aunque...

-admitámoslo, todos ellos están guapísimos, la mayoría fue a verlos porque son super guapos

Las horas pasaban y ambos tenían ya que irse, ryoga se había ofrecido a acompañarla, pero ella tenía que hacer unas pequeñas compras y no quería molestarlo, por lo que se despidieron y se fueron en diferentes direcciones.

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Eran las 7:30 de la noche y mariana caminaba de regreso a su casa y mientras caminaba hasta la parada de autobuses, trataba de caminar lo más aprisa, aunque hubiese algo de gente, no le daba mucha confianza.

Estando a nada de llegar a la esquina, no podía confiarse de nada, ya que estaba a nada de dar la vuelta a la derecha para llegar, sentía que alguien la pudiese estar siguiendo, tal vez si hubiese venido vestido como alex, podría irse corriendo con mayor facilidad, pero al ir vestida con un vestido acampanado, blanco con negro, creía que era una prenda que no le podría permitir correr con mayor facilidad y rezaba por que hubiesen personas en la parada de autobús.

Había sido un movimiento muy rápido, ni siquiera había podido procesar todo lo que estaba pasando-sígueme la corriente y no vayas a gritar-yagami la tenía abrazada, mientras su cabeza reposaba contra su pecho y este hundía su cabeza en el cuello de la chica.

-p-pero...

-hay unos idiotas que no paraban de seguirte-al oír esto, mariana pudo comprobar sus sospechas de que la venían siguiendo.

- ¿y tú como...?

-te vi caminando desde el otro lado de la acera... cuando tú te detenías a revisar tu teléfono, ellos también se detenían, los seguí y tomé un atajo para poder alcanzarte, supuse que te vería en la parada de autobús-era impresionante la agilidad con la que los había rebasado y de cómo se había dado cuenta y llegar antes de que algo malo le pasara.

Ambos caminaron a unos pocos metros de donde estaban, cuando vieron que, en verdad, había dos sujetos de también habían dado la vuelta, los dos sujetos hacían como que esperaban el auto bus, mientras que no dejaban de ver a la chica, quien aún estaba siendo abrazada por el pelirrojo.

-qué bueno que te alcancé-decía mientras veía a los dos sujetos de reojo-te dije que yo podía haberte llevado a tu casa-separándose de ella y tratando de ver si venia el autobús.

- ¿eh?

-pero como siempre eres muy necia-volviendo a abrazarla-te dije que me siguieras la corriente-dijo en voz baja.

-e-es que... no quería molestarte-correspondiendo al abrazo.

No paso mucho cuando el autobús se estaciono frente a ellos y fueron bajando solo tres personas; cuando ella estaba por subirse, yagami la tomo de la mano y la acerco a él de manera sobreprotectora.

-pero...-Yagami le hacia señas de que guardara silencio y la llevó lejos del lugar.

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Ambos seguían caminando por las calles, yagami le había sugerido que ella lo tomara del brazo, pero aún era algo incomodo, ya que ella solo lo veía de reojo y cada que ellos cruzaban miradas, ella desviaba la mirada un tanto apenada.

-eh.... olvide darte las gracias por... lo de hace un rato

-....

-la verdad, es que no sé qué hubiera pasado si tu... no hubieses llegado a ayudarme-yagami no dijo nada y solo se limitó a verla de reojo y notar que tenía un ligero sonrojo.

Caminaron hasta pasar cerca de un pequeño restaurante, donde aún se veía algo de gente adentro- ¿tienes hambre? -pregunto el pelirrojo.

-pues...-mariana le iba responder que no, pero su estómago la delato.

-entremos-caminaron adentro de local, cuando la chica hablo.

-pero yo no traigo mucho dinero...

-yo invito...-dijo yagami, al momento de entrar al local.

-buenas noches, bienvenidos-al entrar, fueron recibidos por un mesero.

-queremos una mesa, que este alejada

-muy bien, caballero-contesto el mesero, quien los guiaba hasta llegar a una de las mesas que estaban lejos de los demás comensales, una sección algo más privada y alejada de todo el ruido de los que estaban también en el restaurante.

Ambos tenían ya sentados, uno frente a otro, mientras que el mesero les entregaba la carta-no tenías por qué...

-quiero un filete de res, término medio... ¿y tú? -mirando a la chica quien escondía su cara en la carta.

-y-yo... -mirando otra vez a la carta, hasta que por fin pudo hablar-unos sándwiches de queso y papas fritas, por favor

-muy bien-anotando la orden- ¿y de tomar?

-una malteada de chocolate

-cerveza de raíz-entregándole la carta al joven mesero quien tomaba la orden.

-en seguida les traigo su orden-ambos se quedaron asolas, mientras esperaban su comida.

La platica había empezado de manera sencilla, pero quien más hablaba, era ella, porque yagami solo se limitaba a escucharla y ver que cada que ella reía.

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La comida había sido de lo más deliciosa, yagami pago la cuenta y ambos se retiraron del lugar. Las calles aún estaban llenas a pesar de ser ya las ocho treinta, algunas eran una que otra parejita que caminaba cerca de ellos, otras eran familias con hijos o simplemente era uno que otro grupo de chicos o chicas que venían en grupo. 

Ambos pasaban por una pequeña tienda, mariana quería ver una última cosa antes de irse a su casa, pero...

-por favor.... solo quince minutos

-cinco

-quince

-cinco

-por favor

-diez... tómalo o déjalo

-está bien

-si en diez minutos no regresas, soy capaz de dejarte aquí e irme-mariana acepto y con toda la felicidad del mundo entro a la tienda, mientras que él la esperaba afuera, ya que había bancas y lo que menos quería, era que lo vieran entrar a una tienda donde vendían muñecos de felpa y ese tipo de baratijas que tanto les gustaban a las mujeres.

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Cinco minutos, solo había estado sentado por cinco minutos que parecían eternos, que tanto podría estar viendo, solo bastaba con girar un poco la cabeza y verla desde lejos, como se emocionaba con todo lo que había en esa tienda, volvió su vista al frente y evitar tener que verla, recargando su cabeza hacia atrás y mirando al cielo nocturno, sintiendo el poco aire frio que corría por ese momento, solo para sentir como unas manos le cubrían los ojos.

- ¿adivina quién es? -Yagami quito las manos que cubrían sus ojos, solo para ver quien había sido.