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Aquí dejo la segunda parte de las imágenes de ZoNa. Y dejo aquí una pequeña historia que se me ha ocurrido relacionado con Nami siendo una Neko. ¿Cómo serían los hijos de Zoro y Nami si Nami fuese una Neko? Aquí lo dejo.
Zoro: ¡Doctora! ¡¿Cómo está mi mujer?! ¡¿Y mi hijo?!
Doctora: Felicidades señor Roronoa. Todo ha ido perfectamente. Su mujer tiene que descansar así que si puede acompañarme a rellenar unos papeles...
Zoro: Sí. Una pregunta.
Doctora: ¿Sí?
Zoro: ¿Es niño o niña?
Doctora: Lo siento, pero su mujer me ha prohibido decírselo.
Zoro: Está bien.
Rápidamente, Zoro rellenó todos los papeles necesarios.
Luffy: Ya te encontramos Zoro. Han trasladado a Nami a la habitación 201.
Robin: Nos vemos más tarde Zoro.
Zoro: ¿Ya lo habéis visto?
Luffy: Más o menos. Sólo sabemos lo que es.
Zoro: ¿Yyy...?
Luffy: Tendrás que ir para saberlo cuñado.
Zoro: Nami te ha dicho que no me lo digas.
Luffy: Soy su hermano mayor. Siempre cumpliré mi palabra con ella.
Doctora: Tenga estos papeles. Necesito que los rellene con los datos del bebé.
Zoro: Vale.-se dirige a la habitación 201. Llama a la puerta.
Nami: Adelante.
Zoro: Hola.-la saluda.-¿Qué tal estás?
Nami: Sólo estoy cansada.
Zoro: ¿Y cómo está nuestro hijo?
Nami: Más bien tendrías que decir nuestra hija. Está bien. Está durmiendo tranquilamente en la cuna.
Zoro: ¿H-hija? ¿Es...niña?
Nami: Sí, ven.-se levanta.
Zoro: No tendrías que levantarte.
Nami llevó a Zoro hasta la cuna y destapó la cara de su pequeña. Había sido padre de una peliverde.
Zoro: ¿Es Neko?
Nami: Míralo tú mismo.
Nami apartó el gorro y Zoro pudo ver que su hija era una Neko al igual que su madre.
Zoro: Dios...-sus ojos se humedecieron.-Gracias Nami, gracias.
Nami: No llores Zoro. Tienes que reír, no llorar. Sino yo también empezaré.
Zoro: No sé que me ha pasado.-se seca las lágrimas.-Ha sido verla y...no sé. Verla tan tranquila, con esa carita, esas orejitas...-las acaricia y ella se despierta.-¿Q-ué...qué he hecho?
Nami: Al nacer, los Nekos tenemos las orejas muy sensibles. Hasta dentro de una semana no es bueno tocarlas.-la coge en brazos.
Zoro: N-no lo sabía.
Nami: No pasa nada, es normal. ¿Quiéres cogerla?
Zoro: Pero le...
Nami: No le vas a hacer daño. Si quieres le cubro un poco la cabeza.
Zoro: No. No quiero taparla.
Nami dejó a la pequeña Neko en los brazos de su padre y después extendió una manta sobre la pequeña
Nami: No me quiero arriesgar a que coja frío. ¿Pensaste un nombre?
Zoro: ¿Qué te parece Kuina?-pregunta recordando a su difunta amiga.
Nami: Roronoa Kuina...perfecto.
Zoro: Túmbate Nami. Tienes que descansar.
Nami: Voy. Acuesta a Kuina.
Zoro: Sí. Tranquila.-lleva a Kuina a la cuna arropándola teniendo cuidado con sus orejas.
Luffy: ¿Se puede? Los tíos queremos ver a nuestra nueva sobrina.
Zoro: Pasa Luffy.-termina de arropar a Kuina.
Robin: Felicidades hermano.
Zoro: Gracias Robin.
Luffy: ¿Dónde está mi sobrina?
Nami: Tranquilo Luffy. Está dormida en la cuna.
Luffy: A ver.-se asoma a la cuna.-Es otra Neko. Es una monada Nami. Se parece mucho a tí. Mira sus orejitas.
Zoro: Espera Luffy...
Pero ya era demasiado tarde. Luffy había acariciado levemente la oreja de Kuina y ésta se había despertado.
Nami: Luffy. ¿No te acuerdas conmigo de pequeña. La primera semana no podías tocarme las orejas.
Zoro: Ven Kuina.-la cogió en brazos para calmarla.-Ya pasó.
Robin: Nunca pensé que te vería siendo tan tierno.
Zoro: Ja, ja, ja, que graciosa.
Luffy: ¿Cuánto tendrás que estar aquí Nami?
Nami: Creo que dos días más.
Robin: ¿Habéis rellenado los papeles?
Zoro: Lo haremos más tarde.
Luffy: ¿Y cómo se llama?
Zoro y Nami: Roronoa Kuina.
Robin: No pensé que ibas a usar ese nombre.
Zoro: Pasó hace mucho tiempo. Ya es hora de pasar página.
Dos días después.
Nami: Ya Kuina, no llores-acunaba a la pequeña Neko.-Tú también quieres irte al parecer.
Zoro: Y cuando quieras todo está listo.-la sorprende.
Nami: No me des esos sustos.
Zoro: Perdón. ¿Nos vamos?
Nami: La visto y nos vamos. ¿Hace frío?
Zoro: Frío no, pero aire bastante.
Nami: Vale, era por saber si ponerle gorro o no.
Zoro: ¿Por qué le vas a poner gorro? La prefiero así. La cubrimos con una manta y ya.
Nami: El aire le puede hacer mal.
Zoro: Sí he traído el coche.
Nami: Ah, entonces vale.
Terminaron de arreglar todos los transmite necesarios y a las doce consiguieron salir del hospital.
Zoro: ¿Conduzco yo?
Nami: Si por favor. Yo quiero dormir.
Zoro: Vale.
Para lo que Zoro había sido una hora, para Nami había sido un segundo de viaje.
Zoro: Nami, llegamos.-la despertaba.
Nami: ¿Ya?-se fija en Kuina.-Te dije que le pusieses el gorro.
Zoro: Pero si lo he hecho.-aparta la manta para que Nami pudiese ver que, en efecto, Kuina llevaba puesto un gorro.-¿Vamos?
Nami: Si.-salieron del coche y entraron dentro de la casa.
Fueron al salón y allí dejaron a Kuina en una cuna. Nami la arropó y le quitó el gorro.
Nami: ¿Ya estás contento?
Zoro: Sí. Me gusta verla así.
Zoro y Nami: Bienvenida Roronoa Kuina.
Allí comenzarían su vida los tres juntos.
Y fin del one-shot.
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