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18- Pelirrojas

Antepenúltimo capitulo

Narra Toddy

Un día más de existencia, un día más disfrutando de mi posición privilegiada y beneficios por mi hermoso rostro.

Salí de la cama y bajé las escaleras, para darme el gusto de desayunar alguna delicia preparada por mis perras amigas traidoras

Joy: ¡Hicimos panqueques!

Toddy: Me sorprende que no se les haya quemado

Meg: Y aquí tienes tu batido de manzana Lo dejó encima de la mesa

Toddy: Ya se pueden retirar

Joy: ¿Ya escuchaste sobre la fiesta que hará la hermandad de las rubias?

Toddy: ¿Qué fiesta?

Meg: Una fiesta por su aniversario, estamos invitadas

Toddy: ¿Y cómo es que yo no estoy enterada?

Joy: Es que tú no revisas tus correos

Toddy: No quiero ir, esas rubias solo hablan de chicos, cirugías plásticas y extensiones, no puedo entablar una conversación decente con ellas

Meg: Deberíamos ir al menos para crear lazos con las otras hermandades

Joy: Apoyo la idea de Meg

Toddy: Vayan ustedes en representación de la hermandad, sé que lo harán bien

Joy: ¿Estás segura que no quieres ir? Habrá mucha droga y alcohol

Toddy: Estoy segura, además, seguro es de la barata Respondí fastidiada

Meg: Bien, pero si cambias de opinión, sabrás dónde encontrarnos

Ambas se sentaron conmigo y desayunamos mientras conversábamos sobre otros temas.

La tarde llegó y las chicas se empezaron a preocupar por cómo irían vestidas, empezaron a correr de closet en closet con varios vestidos en busca del indicado.

Joy: Creo que iré con este vestido dorado Se paró en frente mío

Toddy: Pareces una estatuilla Oscar

Joy: No sé cómo tomar ese comentario Levantó una ceja

Meg salió del baño y nos modeló su vestido rojo con líneas blancas.

Toddy: ¿Estás usando la bandera de Perú como vestido o qué?

Meg: Deja de criticarnos y alístate de una vez

Toddy: Ya les dije que no pienso ir a esa hermandad llena de descerebradas

Meg: Como sea, vámonos Joy

Joy: Oki

Las dos chicas salieron de mi habitación y luego de unos segundos pude escuchar como salían por la puerta principal.

Aproveché mi tiempo sola y decidí tomar un baño de burbujas, puse música relajante y me llevé una fuente de papitas fritas para ir comiendo.

Mi tranquilidad se vio afectada cuando la alarma de la hermandad empezó a sonar, rápidamente salí de mi baño, me envolví en una toalla rápidamente y bajé las escaleras para ver lo que estaba pasando, miré por la camara de la puerta principal, pero no había nadie.

Toddy: Que raro, debió ser un error de sistema Desactivé la alarma

Subí a mi habitación para cambiarme, miré el reloj y eran las ocho de la noche, la hora perfecta para echarme en mi cama y ver Netflix.

Toddy: Quisiera tener una caja de pizza ahora mismo... Un momento, soy millonaria, puedo pedir las pizzas que yo quiera

Saqué mi celular para hacer el pedido, pero no había señal, todo esto me estaba dando muy mala espina.

Toddy: ¡¿Cómo no puede haber señal?! Literalmente estoy en el mejor lugar para conectarme a internet

Escuché unos ruidos provenientes de la cocina, no sé lo que estaba pasando pero estaba empezando a creer que no estaba sola.

Agarré un bate de beisbol y bajé cuidadosamente para enfrentarme a quien sea que esté por ahí.

Toddy: ¿Hola, hay alguien ahí? Pregunté absurdamente, como si alguien me fuera a responder

Seguí bajando hasta llegar al primer piso, estuve recorriendo la mansión durante diez minutos y no encontré nada, tal vez me estaba volviendo loca y todo me lo había imaginado. Decidí agarrar la mayor cantidad de comida que tenía en la cocina y subí a mi habitación para luego encerrarme.

Toddy: Tal vez solo necesite descansar, estos días han sido duros... Me recosté en cama

Estuve pensando en ver alguna película, pero el sueño estaba empezando a ganarme la batalla, por lo que apagué todo y cerré los ojos, intentando caer rendida.

Escuché como la ventana de mi habitación era abierta, rápidamente abrí los ojos, agarré mi celular y encendí la linterna... no había nada, solamente mi ventana abierta y las cortinas siendo movidas por el viento.

Toddy: Esto no da gracia...

Abby: Estamos de acuerdo, Toddy Encendió la luz

Toddy: ¡AHHHHHHHH!

Abby: ¿Podrías dejar de gritar?

Toddy: ¡Tú! ¿Cómo te atreves a volver después de todo lo que hiciste?

Abby: Regresé porque quiero acabar con todo este problema

Toddy: ¿Qué piensas hacer al respecto? La hermandad me pertenece, no será destruida y la gente me quiere nuevamente, no hay nada que solucionar Sonreí triunfante

Abby: Estuve por años viendo como tu maldita hermandad era el centro de atención, siempre era el estandar y las chicas como yo solo veíamos de lejos, sufriendo porque no llegábamos a tus estúpidos estándares de belleza

Toddy: ¿Mis estúpidos estándares de belleza? Yo no soy la que crea esas tendencias, yo solo uso lo que me da la gana y la gente me imita, le llaman ser "influencer"

Abby: ¡No me importa! Tu actitud es repugnante, siempre creyéndote superior al resto por los números que tienes en tu tarjeta, pero sin eso no eres nadie, Toddy, no eres nadie

Toddy: Claro que soy alguien, y lo he demostrado, dejé a mi familia y su dinero atrás cuando decidí mudarme a la hermandad, supe arreglarmelas por mi misma y dejé de ser esa chica cruel que trataba a todo el mundo mal, hice un esfuerzo por cambiar

Abby: Tu no comprendes el daño que causan tus acciones a personas como yo, estoy llena de inseguridades, no me gustaba cuando me veía en el espejo, siempre me decían que debía bajar de peso, comer menos grasa, me hacían comparaciones desagradables y eso es lo que motiva tu estúpida hermandad al tenerlas a ustedes como imagen, todos las creen tan "perfectas" que obligan a las otras chicas a ser iguales que ustedes

Toddy: Lamento mucho que mi hermandad te haya puesto en esa situación, pero ahora es diferente, estoy intentando ser una mejor persona, ¿no crees que eso cuenta? No puedo cambiar el pasado, pero sí el futuro

Abby: ¡Es fácil para ti decirlo! Tú siempre fuiste la líder, la estrella. Nunca sabrás lo que es sentirse en las sombras, ser humillada una y otra vez, es momento de acabar con eso...

El corazón casi se me sale del pecho cuando ví que Abby tenía en su mano un cuchillo, empecé a gritar mientras salía de mi cama en dirección a la puerta.

Abby intentó alcanzarme, pero logré cerrarle la puerta de mi habitación, me quedé aguantando del otro lado para evitar que abriera. Mientras ella intentaba abrir, yo hacia fuerza del otro lado para que no lo hiciera.

Luego de unos breves segundos, dejó de intentar abrir la puerta y empezó a clavar varias veces el cuchillo en la puerta, formando un pequeño hueco en dónde se asomó.

Abby: ¡Aquí está Abby! Sonrió desde el hueco de la puerta

Toddy: ¡AHHHHHH!

Salí corriendo hacia las escaleras y bajé a la cocina para luego cerrar la puerta con seguro, intenté buscar mi celular, pero lo había olvidado en mi cama.

Toddy: ¡¿Ahora que hago?! Pregunté desesperada

Abrí la puerta del patio trasero, podría intentar saltar las vallas, pero eran muy altas para mí. Para mi mala suerte, Abby ya me había alcanzado.

Abby: Oh, linda Toddy, acabemos con esto de una vez

Toddy: ¿Qué carajos te pasa? Estás mal de la cabeza, soy demasiado joven y sexy para morir

Abby: A todos nos llegará nuestro momento, el tuyo es hoy

Toddy: Aún no he sido modelo, presidenta ni empresaria millonaria, me niego a morir hoy

Abby: Ya habrá otra vida en la cual puedas ser eso, pero lamento informarte que no será en esta Sujetó fuerte el cuchillo mientras se acercaba

Toddy: ¡Espera! ¿Y qué pasó con nuestra amistad? Yo de verdad te estaba empezando a considerar como una amiga, es por eso que te acepté en la hermandad, siempre creí que eras perfecta desde el momento en que te ví

Abby: ¿Realmente crees que buscaba ser tu amiga? Maldita perra, solo quería apoderarme de tu hermandad, todo estuvo fríamente calculado y lo había logrado de no ser por tu estúpido ex que te motivó a regresar

Toddy: Abby, yo siempre ví potencial en ti, cuando llegaste a la hermandad fue como tener una hermana menor, dejemos todo esto atrás y empecemos de cero, lo prometo Sonreí algo nerviosa

Abby: No confío en ti, perra

Abby corrió hacia mi con su cuchillo, yo empecé a correr por todo el patio trasero, el cual afortunadamente era grande. Me metí rápidamente en el cobertizo y bloqueé la puerta con un armario que estaba al costado, eso me daría tiempo a pensar en algo.

Abby: ¡Abre la puerta, Toddy! Empezó a golpear la puerta

Toddy: ¡Mantente alejada! Grité

Abby: Con ese color de cabello, no necesitas un letrero para advertirle a la gente que se mantenga alejada

Toddy: Al menos es natural, ¿tú te teñiste de rojo para distraer a la gente por tu falta de clase?

Hubo unos segundos de silencio y finalmente escuché como Abby golpeaba desesperadamente la puerta, di un salto del susto y empecé a buscar cosas alrededor que pudieran ayudarme.

Mientras buscaba, encontré una trampilla en el suelo que conectaba con el interior de la hermandad, sabía que algún día serviría. Abrí la trampilla y bajé las escaleras silenciosamente para luego empezar a correr por los oscuros pasillos, no podía desperdiciar más tiempo.

Seguí corriendo y hasta llegar a una pequeña escalera que al subir me dirigían a una trampilla, la abrí y pude llegar al sótano de la hermandad.

Toddy: Menos mal mandé a construir todo esto, sabía que serviría algún día de estos

Salí del sótano y subí corriendo hacia mi habitación para agarrar mi celular, tenía llamadas que hacer.

Llamada:

- Buenas noches, se está comunicando con la pizzería Chessehot

- Hola, mi nombre es Toddy, necesito una pizza ahora mismo

- ¿Me podría brindar su dirección?

- HS hermandad de divas

- Su pedido llegará en veinte minutos, gracias por llamar

Fin de la llamada

Toddy: Una diva no puede pensar con el estómago vacío, ahora sí tengo que llamar a la ayuda

Busqué entre los contactos a las perras más falsas de la HS, pero no respondían, seguro se estaban divirtiendo en la estúpida fiesta de la hermandad rival.

Toddy: ¡Nunca están para cuando las necesito!

Para evitar malgastar tiempo, le escribí a mi papá contándole la situación, lamentablemente no le llegaban los mensajes, probablemente se había quedado sin batería.

Toddy: ¡Maldición! ¿Ahora qué hago?

Entré a Instagram y empecé un live, rápidamente la gente se empezó a conectar.

Toddy: Hola chicos, estoy haciendo este en vivo para comunicarles que probablemente muera esta noche, Abby regresó y está completamente loca

La puerta de mi habitación se abrió, entrando Abby con su cuchillo en mano.

Abby: ¡Ahora sí no podrás escapar de mi, Toddy!

Toddy: ¡Por favor, tengo una pizza que comer!

Abby: ¿Pizza? Perfecto, así celebro mi victoria con estilo Se empezó a acercar

Toddy: ¡Chicos, solo quiero agradecerles por todo! Disculpen a los que traté mal y espero que mi hermandad caiga en buenas manos empecé a llorar mientras miraba mi celular

El chat del live empezó a llenarse de comentarios, algunos estaban sorprendidos y otros estaban preguntando si era algún tipo de broma.

Abby se acercó hacia mi y me tomó del cuello, era su momento para terminar con todo esto.

Abby: ¿Quien lo hubiera imaginado? La gran Toddy reducida a esto Acercó el cuchillo a mi cuello

Toddy: Abby... no tienes que hacerlo Se me dificultaba hablar por la presión que ejercía en mi cuello

Abby: Lo veo bastante necesario, ya causaste suficiente daño en esta HS

Toddy: Podemos dejar todo eso en el pasado, ah... Olvidemos todo esto y volvamos a ser amigas, juro que actuaré como si nada hubiera pasado Respondí algo agitada

La pelirroja se quedó en silencio durante unos segundos, para luego negar con la cabeza, alejó su cuchillo de mi cuello para tomar impulso, pero justo la puerta de mi habitación fue abierta.

Meg: ¡Detente ahí!

Joy: ¡Suelta ese cuchillo!

Toddy: ¿Solo vinieron ustedes? Idiotas, debieron venir con un policía

Abby: ¡Voy a matarla si se siguen quedando dentro de la habitación! Me acercó el cuchillo

Toddy: Perras buenas para nada, conociéndolas no moverán ni un solo dedo para salvarme, pero en las fiestas si mueven su culo

Meg: Toddy, sé que hemos sido malas amigas contigo, pero no es el momento

Joy: De hecho, este podría ser nuestro último tema de conversación contigo

Toddy: Que conmovedor Respondí sarcásticamente

Joy: ¡Por favor, Abby, detente!

Abby: Dame una buena maldita razón

Joy: La alfombra de esta habitación es de Italia, de una tienda importante la cual ya no existe, no queremos que se manche, ¿verdad?

Toddy: ¡Joy! ¿Cuántas veces te lo tengo que decir? Cuando dejas de hablar te ves mucho mejor

Meg: ¡Sé que estás enojada, pero no es motivo para que trates así a la estúpida de Joy!

Joy: Gracias... Espera, ¿qué?

Abby: ¡Cállense todas! Voy a cortarle la puta yugular

Toddy: ¡Por favor, no lo hagas!

La despiadada pelirroja procedió a cumplir su palabra y sentí como hacia un rápido movimiento con su cuchillo en mi cuello, sentí un liquido que bajaba por mi cuello y luego de unos segundos, mucho dolor.

Meg: ¡AHHHHH!

Joy: ¡NOOO, TODDY!

Abby soltó el cuchillo y empezó a llorar.

Abby: ¡Oh, no! ¿Qué hice?

Mi vista se empezó a nublar, solo escuchaba el llanto de Joy y los gritos de Meg. Caí débilmente al suelo y toqué mi cuello para percatarme que estaba sangrando, pronto todo acabaría para mí, supongo que el mundo no estaba preparado para alguien como yo.

Abby: S-Se supone que debería sentirme mejor Explicó nerviosa

Meg: ¡Perra! Le dio un puñete, tumbándola al suelo

Joy: ¡Toddy, resiste!

La rubia agarró una prenda y lo apretó contra mi cuello para evitar que saliera más sangre.

Toddy: Joy... Susurré

Joy: ¿Si, Toddy? Acercó su oído preocupada

Toddy: Esa prenda era Gucci y de edición limitada...

Poco a poco mi vista se empezó a nublar, sabía que este sería el fin de un legado enorme y solo esperaba que la hermandad cayera en buenas manos y que mi imagen como la mayor diva de la HS fuera inmortalizado.

Todo se empezó a oscurecer y lo último que escuché fueron las palabras de mis perras.

Joy: ¡Toddy, por favor quédate!

Meg: ¡La ayuda ya viene en camino!




























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