Me rehúso a pensar que un día pasarás a convertirte en un simple recuerdo, de aquellos que me devoran por completo.

Que solo vivirás en mis pensamientos.

Que el recuerdo de tus besos serán como la brisa que alborota mis sentimientos, o que tu risa la reproduciré como esa melodía que abruma tu pecho.

Me rehúso a aceptar que el recuerdo de tu toque se sentirá como la pluma de un ave que se cae, así de delicado en mi piel, provocándome estremecimientos, y que en mi memoria solo queden pedazos de tus "te quiero".

Y es que la pregunta en verdad era: ¿me quisiste en realidad o nunca terminaste de hacerlo por completo?

¿Quieres saber la verdad? Yo sí te amé en cada momento.

Cada momento que me concediste a tu lado, cada segundo que me regalaste sin pedir nada a cambio.

El único problema fue que yo quise más de lo que pudiste darme y me maldigo al pensar que mi amor por mi ti fue casi incontrolable mientras tus sentimientos por su persona fueron inevitables.

Me rehúso a pensar que mientras pasábamos tiempo juntos, no sentiste ni una vez tu corazón acelarse o que tampoco hayas disfrutado de cada abrazo en que me estrechaste.

Me rehúso, me rehúso irremediablemente a pensar que pasarás a vivir en mi corazón inestable, por el resto de mis días, hasta que me permita olvidarte y que algún día, en mi memoria solo queden pedazos de ti.

Pedazos equilaventes a como habías rajado mi corazón en mil.