[ 2 ]
ZEAH
Como si la mujer poseyera alguna que otra especie de poder psíquico, o telepático, revela en seguida mis intenciones y no parece verse en absoluto apesadumbrada por conocerlas puesto que sus posteriores palabras logran que mi pulso acelere con una rapidez sorpresiva.
-Ese chico es incontrolable, no tengo ni idea de lo que podemos hacer con él. No busca ni pretende llegar a ningún tipo de acuerdo, tan siquiera nos permite entablar una conversación con él para hacerle saber que no pretendemos nada que pudiese afectarle al cien por ciento...-rompe el silencio antes generado en el tensionado ambiente.
Respira hondo y me observa con algo más que detenimiento reflejando una mera tranquilidad a través de sus orbes, más tengo la sensación de que la desdichada mujer es incapaz de dar más de sí.
- ¿Hay algo que yo pueda hacer? Estoy dispuesta a entrar, tengo bastante experiencia y dudo en que demore en mostrar resultados conmigo-digo ofreciendo mi ayuda de manera algo indirecta.
-Señora, soy la psicóloga de Louis y puedo asegurarle de que nada fácil es tratar con un joven tan...-se le quiebra la voz y parece estar al borde del llanto-todo esto, lo que está pasando podría haberse evitado.
Aún siendo una completa desconocida para mí, me produce una sensación de lástima muy profunda.
- ¿Cómo se llama usted? -cuestiono con una seguridad inesperada en mi voz. Posiciono mi mano derecha en robusto hombro de la señora, la fricción siempre proporciona mayores confianzas entre personas.
-Garnette Blumberg, lamento presentarme en éstas circunstancias.
-Escúcheme, por favor-trato de tranquilizarla- Garnette, ¿Sí? Me interesaría muchísimo hacer todo lo que esté en mi mano para lograr una respuesta por parte de Louis. Estoy más que segura de que usted es capaz de mucho, pero en estos momentos es preferible la atención de especialistas y viendo la situación actual, en el ambiente en el que nos ubicamos, Louis podría verse más "cómodo" si esa es la palabra exacta, sabiendo que hay alguien que toma con suma naturalidad tratar en los alrededores de una prisión.
Garnette asiente a medida que las palabras salen de mi boca, comprendiendo las circunstancias y mis ojos brillan al pensar en la oportunidad que estoy a punto de adquirir.
-Creo que lo mejor será que conozca un poco de él antes de entrar ahí, porque si no tiene ningún tipo de vínculo, con todos mis respetos, dudo en que presente el más mínimo interés por establecer una conversación con usted.
Una sonrisa traviesa y ladeada decora mi rostro ahora, es común ser informado a cerca del paciente con el que va a tratarse, pero no es tarea excesivamente complicada desenmascarar algunas facetas o características de la persona cuando se estudia una carrera de psicología.
-Soy más que consciente y estoy al corriente de ello, sin embargo permítame entrar durante unos pocos minutos para ver a lo que me enfrento-hablo colocando correctamente el asidero de mi bolso.
Siendo de lo más sincera, no sé que pretende exactamente la mujer, ¿Qué busca conseguir con Louis? Tal vez respuestas, o tranquilizarle de una manera denominada "por las buenas" antes de recurrir a los somníferos o a las drogas, incluso a los golpes.
[...]
Jamás me había sido tan costosa la tarea de convencer a alguien para tener la oportunidad de informarme más a cerca de un caso concreto, o tratar con ciertos pacientes con altos signos de demencia y elevados grados de violencia, más tratar de atravesar la puerta que separaba al responsable de tal revuelo de mi persona resultó ser incluso más difícil que atravesar el que antes era el impenetrable muro de Berlín.
Afortunadamente, la suerte en mí había cambiado radicalmente estando a mi favor. Y se me había admitido la entrada a la sala donde Louis Tomlinson se encontraba retenido contra su voluntad.
Giro mi cuerpo por unos instantes observando los ojos de Garnette, quizás con la intención de otorgarle algo de seguridad, tal vez para convencerme de que tengo la última oportunidad para salir corriendo y olvidar por completo las últimas horas transcurridas desde que llegué a las instalaciones de la prisión, la mujer me invita a pasar y yo respondo ante su gesto.
El estridente y chirriante sonido que genera la puerta metálica al cerrarse hace que me sobresalte. Todas las miradas se posan sobre mi persona, sin embargo un joven chico castaño que se sitúa en el centro de la sala permanece con la cabeza gacha, sin mover un solo músculo los cuales se mantienen tensos. Su espalda se encuentra notoriamente encorvada y el chico el cual sospecho de que es el famoso y aclamado Tomlinson descansa sus manos entrelazadas una junto con la otra encima de la superficie de la mesa enfrente de su anatomía.
No puedo hablar, soy incapaz de romper este silencio tan inquietante como desagradable.
Avanzo con pasos torpes a causa de los nervios y mi respiración se muestra agitada de manera inevitable. Pido permiso, a la mujer y al hombre que me miran expectantes, para tomar asiento justo enfrente del sujeto con rostro desconocido.
-Doctora Hadewig, por lo que nos han comunicado usted ha sido autorizada para figurar en esta sala no más de treinta minutos para determinar la situación de Louis William Tomlinson, nuestro equipo de seguridad estará al corriente de la situación y permaneceremos con usted durante toda la intervención en caso de que se comience a afectar negativamente...
Las palabras del agente retumban en mi cabeza y yo observo con detenimiento a Louis, quiero encontrar la manera de entablar una conversación con él, mi curiosidad por saber lo ocurrido me está carcomiendo por dentro.
- ¿Está usted de acuerdo con las medidas y el protocolo que se ha de seguir?
Mi cabeza divaga por la sala vacía y meramente iluminada, echo un vistazo a las descuidadas paredes repletas de humedad y pienso en que me aterraría de sobremanera la pequeña idea de estar aquí completamente a oscuras y sin ningún tipo de compañía.
-Sí, estoy de acuerdo-murmuro alzando la vista hacia la figura masculina establecida en el lado opuesto de la mesa, con el chico veinteañero a su vera.
Ambos agentes asienten y se alejan no más de dos metros del perímetro que ocupamos tanto Louis como yo para otorgarnos una mínima "privacidad". El corazón me late fuertemente y noto que la adrenalina recorre cada centímetro de mi cuerpo.
Que comience el juego; treinta minutos contra reloj y muchos secretos que revelar.
Miles de presentaciones y formas de dirigirme a Louis se reflejan en mi cabeza a modo de sugerencia más lo que necesito primero es captar su atención. Apoyo mis manos en la mesa y acomodo mi silla, carraspeando mi garganta, sin obtener resultado con este corriente método.
Cielo santo esto es difícil y sobretodo incómodo. La poca seguridad que tengo no ayuda lo suficiente como para enfrentarme a él.
Observo los brazos de Louis, totalmente al descubierto y en su morena piel mantiene unos curiosos dibujos trazados con líneas de tinta; tatuajes, maravillosa ayuda para el intento de conocer al chico de cabello castaño un poco mejor. Bajo la mirada en apuntando directamente hacia sus manos; uñas mordidas, lo cual refleja un inequívoco signo de inseguridad.
Peor un detalle consigue ponerme el vello de la nuca totalmente en punta.
Sangre seca. Sangre seca bajo sus uñas.
¿Cuánto tiempo ha estado aquí encerrado?
Me remuevo con nerviosismo sobre mi asiento, replanteándome seriamente la idea de actuar en base a los tatuajes y no al resto de datos añadidos.
-Louis...-su nombre se escapa de mis labios, mi necesidad por descubrir su rostro se hace cada vez más presenta, más el moreno solo emite un leve sonido, el cual puedo identificar rápidamente como gruñido.
Tamborileo los dedos sobre la superficie metálica, está fría.
-No vengo a ayudarte, no sé si tengo la solución para sacarte de aquí pero ahora mismo me he sentado en esta habitación para hablar contigo. -enuncio con suavidad vocalizando lo mejor posible para que mi voz se note clara y precisa. Lamento ser tan dura y sincera, pero creo que no hay otra cosa que pueda decirle... "Oh tienes tatuajes, como el típico presidiario en una novela cliché", creo que si dijera eso me encontraría enterrada a cinco metros bajo tierra, por mí misma.
Aprieta sus manos reforzando el agarre y esta vez se mueve, pero no logro identificar su rostro, estira su espalda anteriormente encorvada para depositarla en el respaldo de la silla dejándose caer con los brazos cruzados.
Dios, que levante la maldita mirada de una vez, no puedo perder de esta manera mi valioso tiempo.
-Una abogada entrometida, una gerente malhumorada y una señora posiblemente conocida para ti me han traído hasta aquí, por pura casualidad. -Silencio, total silencio y me preparo para intentarlo de nuevo- Garnette me ha comentado que eres bastante callado, cosa que me sorprende enormemente para un chico de tu edad.
-No nombres a esa zorra...-masculla él con una voz ronca que me hiela la sangre, es frívola y cada una de sus palabras desencadenan en mí sensaciones jamás experimentadas.
- ¿Disculpa? -cuestiono con lentitud, mi última arma para conseguir entablar conversación es esta.
Durante una serie de segundos continúa callado, aunque como sospechaba, su voz se hace notar nuevamente en la sala.
-He dicho, que no quiero volver a escuchar su nombre-levanta la vista logrando colisionar nuestras dos miradas. Ahora formo parte de su campo visual. Sus orbes color azul grisáceo se clavan en mí casi malversando mi propia aliento.
Él es joven pero bajo su aspecto cansado consigue aumentar unos pocos años más su edad actual, mantiene una expresión dura y su ceño es fruncido notoriamente, le ha molestado la mención de su psicóloga y eso desvela en mí más curiosidad aún. Es atractivo más las heridas en su rostro y las ojeras se apoderan de este revelando cómo se ha utilizado la fuerza bruta con él para traerlo hasta aquí sin que cause graves altercados.
-Está bien... Dejándola aparte-muerdo mi labio inferior luchando por mantenerle la pequeña guerra de miradas- ¿Te parece si te propongo un juego?
El alza una ceja confundido sin cambiar de otra manera su semblante.
-"Frío y Caliente" supongo que has de conocerlo. -Louis asiente y en mi interior estoy lanzando mil gritos al cielo, estoy realmente emocionada, aunque algo asustada- Voy declarar algunas cosas acerca de ti y deberás responder en base a lo que tú sepas y creas, frío significa que me alejo bastante de lo dicho y caliente determinará que me he acercado o incluso que he acertado.
-A cerca de mí...-niega paulatinamente con la cabeza-Eso es un gran desafío para alguien como tú, ¿No crees?
Esas palabras me dejan un poco en desconcierto. ¿Alguien como yo? ¿Qué sucede conmigo?
-Soy capaz créeme Tomlinson-respiro hondo-nadie puede adivinar absolutamente nada sobre cualquier persona con dos tristes frases intercambiadas.
Siento que estoy contradiciéndome a mí misma.
- ¿Y por eso has ideado un "juego" para conocerme a mí mejor? -se burla el ojizarco.
Maldita sea, me está buscando las cosquillas, debo controlarme porque eso es lo que él quiere; que abandone la idea de descubrirlo, de hallar su punto débil.
-Lo he hecho para que una persona como tú pueda ser capaz de demostrar algo de razonamiento, algo que al parecer te cuesta enormemente emplear en determinadas situaciones Louis.
-Conozco a los de tu calaña-entrecierra sus ojos y puedo apostar a que si las miradas pudiesen convertirse en un arma capaz de disparar, Louis ya me habría matado. -Os creéis capaces de manejar a las personas, y aún no sois conscientes de que nosotros somos los que en verdad os manipulamos a vosotros.
Estoy aturdida y no entiendo nada referente a lo que el castaño acaba de decirme, ¿A quiénes se refiere?¿Quienes son los de mi calaña?
-Juegas muy sucio Tomlinson.
- ¿Qué estás insinuando exactamente, Hadewig? -pregunta divertido.
-Insinúo que eres un joven irracional buscando salir de apuros a costa de la manipulación de otros y eso es verdaderamente enfermizo.
-Caliente.
Y sonríe con malicia, una sonrisa que declara la victoria puesto que este chico ha conseguido sacarme finalmente de mis casillas más algo me aterra en su expresión, sus ojos se oscurecen y no aparenta ser nada pacífico, aunque dudo en que mis palabras le hayan molestado mínimamente.
No tenía ni la más mínima idea del objetivo que pretendía alcanzar la especialista de Louis como para permitirme adentrarme junto a él en el interior de estas cuatro paredes que parecen tener tanto sentido visual como auditivo. Pero ahora soy advertida a causa de las circunstancias, del odio que presenta el joven y la dura batalla interna que en estos instantes se disputa contra su persona.
Louis Tomlinson se ha convertido en mi mayor a la vez que actual reto y haré lo que esté en mis manos para conseguir redimirle del demonio interno que juega sin ventajas su último asalto.
[...]
Capítulo escrito lo más laaargo posible, (quedando algo extraño a mi parecer) no lo sé, es demasiado raro y jamás creí que sacaría de mi cabecita algo así, espero que sea intenso como el café y fácil de digerir como el té. ASJLAK yo soy la única que me entiendo. Okey, entonces...
¿Qué os ha parecido?
Zeah a mi parecer es calculadora, aunque Louis casi la iguala ¿ah?
Esto es todo por ahora, he visto que os gusta que los capítulos sean bastante.. impresionables? No se me ni explicar pffff. Pronto nuevo capítulo, y no cada dos días que los estudios me quieren ahogar.
Os amo hermosas, bellas y dulces flores de malvavisco, gracias por recibir tan bien la historia de tan poco contenido aaww, todo esto ha sido por obra y gracia de irwinftbooks creadora de esta maravillosa idea.
MULTIMEDIA;
Canción para acompañar el capítulo "Cold Shoulder" de Adele & foto de Louis Tommo, sensual chico con demonios catastróficos en su mente.
Nos leemos :)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro