Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 30

Este capitulo tiene contenido +18

Y ha sido modificado para ajustarse  a la nueva política de cambios.

Nunca. Jamás en mi vida he querido nada tanto como esto en este momento. No he podido dejar de pensar en todo lo que quiero que me haga, y bien sabe Dios qué si no hubiese sido por que las chicas estaban a punto de salir de su habitación, él y yo hubiéramos terminado ahí mismo lo que había empezado como un juego aparentemente inocente.

Durante la cena no he podido detener todas las cosas sucias que se me venían a la mente y en todas ellas lo incluía a él tocándome a placer.

Estoy segura de esto.

Porque es él.

Deja de besar mis labios que deben de estar tan hinchados y brillantes como lo están los suyos.

Lo siento removerse detrás de mí. Suspiro.

Se coloca de rodillas sobre la cama y yo hago lo mismo que él.

Se pega todo lo que puede a mí con su pecho rozando mi espalda.

Con su mano izquierda retira mi cabello hacia un lado para dejar libre la parte derecha de mi cuello, reparte besos por toda mi mandíbula y muerde ahí donde mi pulso está latiendo desbocado en este momento.

Los calambres en mi vientre se incrementan por la anticipación de lo que va a pasar.

—Tan preparada para mí... —su voz suena ronca y varonil.

Gira mi cara para poder besar mis labios, se aferra a ellos como si eso fuese lo único que lo mantiene con vida.

Me relamo porque tengo la boca seca y mi respiración no deja de ser cada vez más agitada, a la vez que mi cuerpo empieza a sudar debido al calor que éste irradia, por la situación tan ardiente que estoy viviendo por primera vez en mi vida.

—¿Estás bien? —susurra con sus labios rozando mi cuello por los suaves besos que deja en el y retirando unos finos mechones de mi cabello para apartarlo de mi cara ya que por el sudor se me han quedados pegados.

Y ese gesto tan tierno eleva mi desbocado corazón hasta las nubes. Me hace sentir deseada y querida y yo solo me muero por él.

Por todo él.

—Sí... —digo y apoyo la cabeza en su hombro.

—Me vuelves loco —me estremezco cuando muerde el lóbulo de mi oreja.

—Quiero verte.

—Date la vuelta —ordena con autoridad.

Y lo hago. Como puedo me doy la vuelta y me coloco hasta quedar justo enfrente de él en la misma posición que estaba antes, solo que ahora tengo el puto placer de mirarlo a la cara y añadir esa experiencia más a todo esto.

Y gracias a que la luz está tenue puedo admirarlo tanto como él puede hacerlo conmigo.

Enredo mis dedos en su cabello negro y lo atraigo para besarlo.

—¿Cómo es eso que dijiste antes? —pregunto mientras muerdo mi labio inferior por lo intenso que se siente este momento. Él lo ve y con su pulgar lo estira hasta que escapa de entre mis dientes—. Totalmente desnuda —empiezo.

—Solo para mí —continúa él dándome un apretón en el culo con la mano que tiene libre y siendo posesivo con esa parte de mi cuerpo otra vez.

—Únicamente tuya.

Cojo el dobladillo del pijama y lo saco por encima de mi cabeza. Se nota en su cara que él no se esperaba que este momento fuese a ocurrir, por eso mi chico se queda tan paralizado que sus grandes y masculinas manos dejan de moverse.

Él solo se relame los labios y jadea con fuerza, tiene las cejas fruncidas y los ojos tienen esa mirada pícara que tanto me enciende.

Lo beso para traerlo de vuelta conmigo, parece reaccionar cuando vuelve a mover sus manos. Veo como sus diferentes ojos ahora están más oscuros.

—¿Te gusta lo que ves?

—Me vuelve loco lo que veo.

Me dedica una sonrisa traviesa antes de lanzarse a hacer todo lo que quiere conmigo no tengo dudas de que realmente lo está disfrutando.

Los dos nos estamos divirtiendo.

Enredo los dedos de mi mano libre en su cabello negro que ya tiene bastante alborotado y unos cuantos mechones se le pegan a la frente.

Separa su cara de mi y me dedica una mirada con demasiada intensidad y me encanta que pueda ver todas mis expresiones que él mismo me está causando. Al igual que yo veo las suyas.

Con la mano que tengo libre le acaricio el abdomen contemplando y acariciando por primera vez su cuerpo, me tomo mi tiempo para admirar cada uno de sus músculos, la forma que tienen, como se marcan cada uno por separado, sus pectorales donde puedo apreciar que tiene una cicatriz, la cual también acaricio y me acerco a dejar un suave beso en ella, bajo la mano por su costado dándome cuenta por el tacto que tiene otra cicatriz muy parecida a la mía y en el mismo lugar que yo.

Noto como su cuerpo se tensa por mi caricias. Sus pupilas están tan dilatadas que ocupan casi todo su iris sin saber ahora de qué color es cada ojo.

Trago saliva y no puedo dejar de mirar con fascinación al hombre que tengo frente a mí con una expresión de embriaguez en su cara por todo lo que hemos vivido.

—Esto ha sido... —hace una pausa para pensar que decir ahora, pero nada sale de sus labios.

—Lo sé... —apoyo mi frente con la suya sin importarme lo sudadas que éstas estén.

—¿Estás bien? —pregunta con su pulso ya más regular.

—Bien es una palabra que se queda muy corta para definir esto —sonrío un poco avergonzada ahora que ha pasado toda la calentura del momento y me doy cuenta de cómo estamos—. Estoy... extasiada. Y feliz. Y dichosa. Y complacida. Y... todavía no me lo creo —susurro.

—¿El qué no te crees?

—Qué seas mío.

Acorta el mínimo espacio que había entre nuestros labios y hunde su boca en la mía en un beso que vuelve a reavivar todo el fuego que nos consumió hace unos minutos.

Se separa para que podamos coger aire y continuamos con los jadeos cada vez más suaves y lentos, volviendo a recuperar una respiración acompasada por los minutos que van pasando.

—¿Tú... estás bien? —separo mi frente de la suya y lo miro, tiene los ojos brillantes y las mejillas sonrojadas. Está adorable, pero de una forma sexy y masculina.

No contesta de inmediato, me mira o más bien parece que estuviera tatuándose en sus retinas todo lo que tiene delante.

Me mira a los ojos con tal intensidad que me hace estremecer mientras que a la vez acaricia con sus manos mis mejillas, las lleva hasta mis labios que están hinchados y posiblemente muy rojos y arrastra su pulgar por ellos, baja más hasta llegar a mis pechos.

En este punto yo estoy volviendo a enloquecer.

Continúa con sus caricias por toda mi cintura y mis caderas, dejando los dedos marcados en esa zona para terminar por mis muslos temblorosos por lo contraídos que están debido a la posición y todo lo que han sufrido hace apenas unos minutos, sin olvidarse de mi culo, donde aprieta cada nalga con cada una de sus enormes manos levantándome en un movimiento ágil y dejándome totalmente tumbada encima suyo.

—Eres mi puto sueño hecho realidad. Aria. No puedo creer que seas real, y mucho menos que seas mía. Estoy feliz. Estoy en el cielo porque creo que acabo de morir y tú eres mi paraíso personal. Me tienes. Amor. Me tienes locamente enamorado.

Sus palabras me llegan directas al corazón que no deja de hacer piruetas dentro de mi pecho. Ha dicho todas las palabras correctas en este momento tan intimo e importante para mí. Solo él me ha dado la confianza y la seguridad para atreverme a dejarme tocar y explorar lo que por tanto tiempo he rechazado de otros. Pero ahora yo me quedo completamente muda sin saber que contestar a semejante declaración.

Por lo pronto me lanzo a sus labios que ya estaban esperando los míos, me tomo mi tiempo para degustarlo sin prisa, deleitándome por todo lo que es este hombre. El conjunto en general que es Erick.

¿Puedo ser yo la persona más afortunada del mundo? Sí, obviamente lo soy.

Despego mis labios de los suyos y me acomodo mejor para poder mirarlo, ahora estamos los dos totalmente sucios por los fluidos que hemos expulsado, aun así, seguimos pegados sin importarnos estar pegajosos.

—¿Y ahora que digo yo ante una declaración como ésta? Lo que diga no puede compararse a lo que tu acabas de decirme —niego con la cabeza.

—Solo dime lo que sientes —pide en un susurro que roza mis labios con los suyos.

—Te quiero. Te quiero demasiado. Mi existencia en esta vida no tenía sentido hasta que tú apareciste y empezaste a formar parte de ella. Me diste vida, justo en el momento en el que me tomaste en brazos por primera vez. Y de lo único que estoy segura es de que estoy perdidamente enamorada de ti. Erick, eres mi mundo entero —le doy un suave y lento beso que no dura mucho—. Te quiero, eso es lo que siento. Y sé que es solo el principio porque no concibo mi vida sin que tú estés en ella.

Ahora es el quien se lanza a mis labios a besarme con ganas.

—Te quiero —afirma mirándome a los ojos y acercando mi cuerpo mucho más al suyo.

—Me quieres —digo con voz melosa y le dedico mi sonrisa de hoyuelos que tanto sé que le gusta.

—Lo hago —acaricia con su nariz la mía en un gesto intimo—. Y lo haré por el resto de mi vida.

+++++++++++++++++++++++++++++

Gracias por leer!!!

⚠️Aclaración en esta escena no han hecho el amor ni ha habido penetración de ningún tipo. Sé que no está muy claro por qué he tenido que quitar la mayor parte de las escenas ⚠️

Recomendar y votar si os gusta.

Gracias por darle amor a la historia.

Que tengáis un día Fantabulosoooo!!!!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro