𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐓𝐑𝐄𝐒
𝐃𝐈𝐒𝐓𝐑𝐈𝐂𝐓 𝟗
Escuchó como Felix y Chan empezaban a parlotear entre susurros y negó levemente con su cabeza, desviando su mirada hacia una de las mesas del fondo. Había tres chicos en la mesa comiendo con tranquilidad, silenciosos como todos pero sin que se lo esperará uno de ellos levantó la mirada y sus ojos se encontraron, pasaron segundo y el chico sonrió con coqueteria.
Alzó una ceja, aparentando inocencia. Siempre le había gustado jugar de esa manera con Minho y nunca terminaría de cansarse de verlo asi.
Si tenía bastante suerte hoy podrían volver a repetir todo lo que habían hecho en el almacen, podria hacer que hoy Minho le chupara la polla y lo follara contra la pared como le gustaba, podrían hacer tantas cosas que de solo imaginarselas solo podia sentir como una leve incomodidad empezaba a crecer en medio de sus piernas.
Y para no estar solo en su delirio acercó con naturalidad su dedo pulgar a sus labios para luego meterlo en su boca, comenzando a chuparlo con discreción y descaro hacia el castaño que solo logró removerse en su asiento.
Lamió su dedo con provocación y lo vio mascullar una maldición, lo que había hecho ayer todavía quedaba fresco en sus mente y ambos querian repetirlo. No había que decir más.
Han sacó por completo su dedo de su boca y sonrió.
Minho se levantó, saliendo de la cafeteria con una urgencia disimulada mientras que él solo se limitó a esperar varios minutos para imitarlo e ir detrás de él. Sus pantalones ya empezaban a apretar su creciente erección y necesitaba estar de una sola vez con Minho o se volvería loco.
Al pasar por las habitaciones para llegar al almacén su mano fue jalada y de pronto se encontró entre la pared y Minho, éste había cerrado la habitación en donde se encontraban y empezaba a restregarse sin limitación por sobre su erección.
—Mmm...
No pregunto cómo había logrado abrir la puerta, Minho tenía trucos que nadie más sabía y la idea de preguntarle rápidamente se esfumó de su mente cuando se lanzó a sus labios con ferocidad y empezó a comerle la boca. Soltó un sonido de satisfacción, jalando hacia si con sus manos la cadera de Minho que solo siguió moviendo su cuerpo disimulando embestidas lentas.
—No podias esperar unos días más, ¿cierto, Jisung? —sus besos fueron poco a poco pasando desde su boca y mandíbula hasta terminar por morder el lóbulo de su oreja— ¿Quieres que te folle?
Jisung se estremeció, restregandose contra él mientras asentia.
—Dilo con palabras, Han. —regaño, metiendo una mano entre los pantalones del chicos y apretar una de sus nalgas con fuerza.
Un gemido salió de la boca de Jisung, y segundos después sintió como fue jalado de los cabello de su nuca hacia atrás para lograr ver el rostro del otro.
Sonrió engreído.
—Follame ahora. Duro y rápido, como si fuera la primera vez.
Los ojos de Minho se oscurecieron gracias a la excitación, aquellas palabras habían hecho que su pantalón se volviera aún mas apretado. Soltó un gruñido cuando esta vez Jisung se lanzó a su boca con hambre, ambos enloquecidos en su propia demencia y placer a la par que las prendas eran quitadas con violencia.
Minho lo giro dejando su pecho contra la fría pared blanca, y el primer dedo fue directo a la entrada de Jisung que se estremeció y soltó un gemido de queja.
—Min... ho... ¡Ah!
Jisung ladeó la cabeza y apretó los manos contra la pared cuando el dígito de Minho empezó a moverse y enterrarse en su interior simulando embestidas, movió las caderas hacia atrás para sentir aún más contacto pero una mano en su cuello lo detuvo.
—Shh... Sin moverte.
—Lee... —rogó en un susurro, moviendo aún más las caderas y gimiendo en el proceso.
Minho gruñó, apegandose aún más a la espada desnuda de Jisung para luego meter dos dedos más de golpe. Jisung soltó un grito, arqueadose y logrando que más gemidos salieran de su boca al sentir tres dedos moverse con rapidez dentro de él.
Era un castigo por parte del castaño hacia él, pero al sentir como los dedos por fin tocaban su próstata con dureza y se corría contra la pared al sentir todas aquellas sensaciones lo saturaban derrepente al sentir como los dedos de curveaban dentro de él y Minho lo mordía en el hombro supo que era una castigo que valía la pena. Valía toda la jodida pena y dejaría que Minho lo castigará de esa manera cientos de veces si era necesario.
Un gran gemido salió de su boca y se inclinó hacia atrás cuando sintió los dedos de Minho salir de su interior con lentitud. De reojo vio como Minho metio sus dedos a su boca y saboreó su sabor, se sonrojo pero su sonrisa provocadora seguía ahi.
—Hazlo.
Contoneo sus nalgas contra la polla erecta de Minho y este lo detuvo tomando su cadera con ambas manos, deslizando su polla con movimientos tortuosos por la entrada dilatada y rosada de Jisung que solo se quejó en un pequeño gemido.
—No pensé que lo quisieras tanto, hannie...
—Dejate de estupideces y solo metelo... ¡AH! ¡Maldición!
Minho de una sola estocada entró en la estrecha entrada de Jisung, haciendo que soltara una maldición al sentir su calidez mientras salía y entraba con fuerza. Por otro lado Jisung soltó otro fuerte gemido, viendo destellos de pronto en su miranda que se empaño de lágrimas al sentir el leve ardor en su entrada.
Sintió los dedos de Minho apretar su cadera, escuchando el sonido obsceno de la pelvis del chico contra sus nalgas y en grosor de la polla de Minho, soltó aún más gemido agudos y maldiciones cuando esté encontró de nueva cuenta su próstata y no dejaba de embestirlo en ese lugar.
—Más... ¡Más fuerte! ¡ah!
De inmediato Minho acató la orden, embistiendo con fuerza en aquel punto mientras apretaba una de las nalgas de Jisung con vehemencia, observando como su polla se perdía en aquella rosada entrada. Vió a Jisung arañar, gemir y gritar contra la pared, inclinándose aún más hacia su contacto mientras él solo podía aumentar el ritmo con la respiración aceleranda.
De un momento a otro Jisung sintió como Minho salía de el con rapidez, empezó a quejarse entre gemidos cuando éste mismo lo giro dándole la cara y se volvía a introducir con fuerza, sacándole otro gemido que lo hizo ver borroso.
—J-Jisung...
Una de sus piernas fue a parar al hombro de Minho mientras la otra le rodeaba la cadera, no se había dado cuenta cuando ya se encontraba sin los pies en el piso y una de las manos fuertemente agarrada en el hombro contrario de Minho y la otra apoyándose en la pared para no perder el equilibrio.
—¡Ah! ¡Ya casi...!
Soltó con pequeñas lagrimas de placer en las mejillas, mirando como Minho apretaba la mandíbula con fuerza y lo observaba a sus ojos entreabiertos. Su propia boca estaba abierta, soltando jadeos y gemidos que Minho parecía disfrutar con una sonrisa de lado.
—Vente para mi, cariño.
Y con solo dos estocadas desenfrenadas se vino por segunda vez, ahora en el pecho de ambos. Arqueandose mientras soltaba un liberador gemido que excitó aún más a Minho que siguió embistiendolo con desenfreno y locura en su interior, llegando a su cúspide de placer al venirse dentro de Jisung que soltó una maldición y sonrió embelezado con las luces que se dejaban ver en su vista. Dos lágrimas bajaron por sus mejillas, complacido y satisfecho.
—Maldición, te amo.
Minho sonrió, saliendo de Jisung para dejar ambas piernas a un lado de su cadera. Llevó su rostro a su cuello y paseó la punta de su nariz por el lugar, dejando un rastro de besos húmedos y lamidas por ahí.
Jisung sonrió, sabiendo que esa era la manera de Minho de corresponder cada uno de sus "te amo" espontáneos y controlados luego del sexo duro. Soltó un suspiro, mordiendose el labio inferior al sentir como el semen de Minho poco a poco bajaba por entre sus piernas.
Reposó su rostro en el cabello de Minho, sonriendo.
—¿Otra ronda?
La unica respuesta de Minho que tuvo fue solamente una mordida juguetona en su cuello y una largo gemido satisfecho y tembloroso que salió de su propia boca cuando Minho acarició con la punta de sus dedos su entrada antes de enterrarse en él.
ODDINARYZONE 2024
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