Capítulo 27: Pixelador

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—Gracias a la generosidad del señor Bourgeois, nuestro viaje de experiencia de trabajo al hotel Le Grand París se pudo realizar. Cada uno tendrá una tarea aquí, serán calificados según su esfuerzo, y así se decidirá si pasan la clase o no— explicó la señorita Bustier a toda la clase.

—Demonios, ¿a dónde rayos se fue el espagueti con ketchup de mi mejor amigo?— Susurré más para mí.

—¿Te refieres al tonto dibujante que tienes por novio?— Preguntó Chloe mientras pasaba al lado mío lastimando mi hombro.

—¡Él no es un tonto dibujante! Tiene mucho más talento que todos nosotros juntos— crucé los brazos enojada. —Y él no es mi novio.

—¿De verdad? Pues lo parece, con lo juntitos que siempre están-

—Chloe, déjala en paz. No tienes derecho de meterte en la vida personal de los demás— Adrien la interrumpió.

La rubia soltó un chillido de sorpresa. —P-pero Adrien, ella y el pelirrojo-

—Déjalo Chloe, la señorita Bustier asignará las tareas— finalizó y se alejó de la oji azul.

Le dediqué una sonrisa y él me guiñó el ojo, ganando un gruñido de Chloe.

—Muy bien, mi querida Chloe y Adrien Agreste se quedarán en la recepción para atender a los clientes— anunció el alcalde.

Adrien y yo abrimos los ojos como platos. Chloe se lanzó para abrazar al rubio y me sacó la lengua en el proceso. Rodé los ojos y me acerqué a Alya y Marinette, quienes estaban a la par de la señorita Bustier.

—¿Y qué tal ellas tres, señor alcalde?— Preguntó la maestra señalándonos a la oji azul, oji avellana y a mí.

—¡Papi!— Exclamó Chloe mientras agitaba una hoja de papel.

—Oh, gracias— el alcalde leyó la hoja. —Si, Alya, tu trabajo es separar la basura.

Las tres nos sorprendimos. La azabache y yo vimos a la peli naranja con tristeza.

—Lo siento— susurramos al unísono. Alya se facepalmeó y se fue.

— ______, tú limpiarás el lobby y los baños— continuó el señor Bourgeois.

Todos los presentes se quedaron atónitos ante mi labor asignada, claro, menos Chloe.

—Me lleva el chanfle— susurré con una mano en mi cabeza.

Marinette colocó su mano en mi hombro para reconfortarme. Yo le dediqué una leve sonrisa.

De pronto, la puerta principal se abrió de un portazo y entraron un señor de cabellera oscura y morada, una chica que parecía ser su asistente y un cocodrilo.

(Jagged Stone, wow, que alto es en persona. Ahora recuerdo que ya ha venido antes. ¿Para una entrevista? Si, eso).

El alcalde se le acercó con el ceño fruncido. —Señor, este es un hotel y-

(Bla, bla, bla) rodé mis ojos pensativa hasta que sentí un pequeño golpe en mi tobillo. Al bajar la mirada, Fang, el cocodrilo de Jagged, estaba a mis pies con la lengua afuera y jadeando como si de un perro se tratase.

Ahogué un grito de miedo y me tapé la boca. Me alejé lentamente del animal, pero este me seguía. Finalmente, me rendí, y me arrodillé a la par suya. Fang se acercó un poco más y comencé a acariciarle. Parecía que le gustaba por como agitaba su cola. (Si claro, ella toda augustín mientras yo temo que mi mano sea tragada y me vuelva el Capitán Garfio. ¿Tendría que irme a Nunca Jamás y conseguir una amiga hada?).

La conversación entre un furioso Jagged Stone y un chico rubio con una cámara, me sacó de mis pensamientos.

—Por favor, señor Jagg, ¿le puedo decir Jagg? Solo una foto para que vean que somos amigos— suplicó el extraño.

—¡No! Lárgate de aquí, eres muy fastidioso— respondió el cantante con el ceño fruncido.

La asistente de Jagged sacó a la fuerza a ese paparazzi loco y regresó al cabo de un rato, limpiándose las manos como si de un trabajo bien hecho se tratase.

El alcalde guió a Jagged Stone, su asistente, la señorita Bustier y a Marinette hacia el elevador y desaparecieron.

—Bueno Cenicienta— Chloe me dio una escoba y pala. —¡A limpiar!— Exclamó con una sonrisa burlona y regresó al lado de Adrien, quien me miraba con lástima.

Suspiré enojada y saqué mi celular con mis audífonos. Puse mi canción favorita y comencé a barrer. A medida que la canción se reproducía, hacía suaves movimientos de baile acordes al ritmo. La letra de la canción sonaba en mi cabeza.

—Para limpiar no es necesario que te muevas como gelatina— se quejaron.

Volteé hacia Chloe, quien me lanzó una mirada con desaprobación. Adrien estaba sonriéndome, pero cuando se dio cuenta que lo estaba viendo, desvió la mirada ruborizado.

Me encogí de hombros simplemente ignorándolos. Chloe solo me insultaría y con ella aquí, el pobre ángel está condenado a estar con ella.

Volví a lo mío. Al llegar a una esquina del Lobby, escuché que la puerta se abrió y por ella entró Pixelador.

(¡Santa empanada!) Exclamé en mi mente alarmada, me quité los audífonos y retrocedí unos pasos asustada, poniendo la escoba enfrente de mí como protección.

—Quédate atrás Adrien, te enseñaré como se hace— presumió la rubia y se acercó al nuevo invitado. —Disculpe, pero mi padre, el alcalde, solo permite que gente famosa y reconocida se hospede en este hotel de lujo.

Adrien y yo nos facepalmeamos.

—Claro— respondió el villano calmado y acercó un dedo a su cabeza. —¿Una foto, adorable señorita?

—¡Por supuesto!— Exclamó Chloe posando.

—¡Chloe, no!— Exclamó Adrien y se abalanzó sobre ella para quitarla del camino. Sin embargo, fue demasiado tarde y el extraño presionó un botón, haciendo desaparecer a ambos rubios.

—Dios, ¿qué haces en estos casos?— Susurré para mí.

—No creas que pasaste desapercibida, querida— se dirigió a mí.

Cerré los ojos lo más fuerte que pude y apreté mi agarre en mi escoba. —Nadie me toca, soy una ninja— exclamé.

—En ese caso, señorita ninja. Debe saber que puedo hacerla desaparecer aún si tiene los ojos cerrados— informó.

Lo vi sorprendida. —¿En serio?

—No, caíste— y me tomó la fotografía.

—¡NOOO-!— Solté la escoba y miré horrorizada como desaparecía. —¡-OOOOO!— Caí sobre un suelo blanco. —Oooww, ¿qué necesidad tenía de hacerme caer del cielo?— Me puse de pie adolorida.

—¡______!— Exclamaron.

—¡¿Qué haces tú aquí?!— Alegó otra voz.

—Otzea, esperen weys— vi mis alrededores. —¿Adrien, Oxigenada?— Pregunté.

—¿Estás bien?— Preguntó Adrien preocupado mientras se me acercaba para ayudarme.

—¿Cómo me llamaste?— Exigió Chloe.

—Que bueno que estés aquí— habló el rubio aliviado.

—¿Disculpa? ¿Me querías atrapada en un bucle infinito con un ángel y un demonio?— Alcé una ceja con tono molesto.

—¡¿Disculpa?!— Gritó la oji azul enfurecida y caminó amenazantemente hacia a mí.

Adrien la detuvo y volteó su vista hacia mí.

—No tiene sentido pelear, será mejor encontrar una salida.

—Buena idea Adriencito, siempre tan inteligente— halagó Chloe aferrándose al brazo del oji verde.

(Esta b*tch) pensé mientras apretaba la mandíbula. —Estoy de acuerdo, yo iré por aquí— señalé a una dirección cualquiera y empecé a caminar.

—Espera, ______— llamó Adrien.

—¿Qué? ¿Tienes miedo de perderte o más bien, a que yo me pierda?— Alcé una ceja mientras hablaba con tono divertido.

—No, solo ten cuidado— se fue en la dirección contraria, dejando a Chloe sola.

Antes de que nos pudiésemos alejar, la rubia soltó un gritó que hizo voltearme asustada. (¿Y ahora qué?) Me pregunté.

—¡______ acércate, rápido!— Exclamó el oji verde.

—¿Qué? ¿Hay algo detrás mía?— Pregunté nerviosa y me paralicé en mi lugar.

—Solo camina hacia mí— extendió su mano.

Le obedecí sin voltear mi vista hacia atrás. Cuando lo alcancé tomó mi mano firmemente.

—Ay, ¿realmente es necesario que se tomen de las manos?— Cuestionó Chloe tratando de separarme de Adrien agitando su brazo.

La ignoré y vi la razón del sobresalto de los dos rubios.

—¿Fang?— Pregunté incrédula.

El cocodrilo respondió a mi voz y comenzó a acercarse.

—Bien hecho, inepta. ¡Ahora nos va a comer!— Exclamó la oji azul asustada.

—Ya deja de chillar— rodé mis ojos y traté de acercármele, pero Adrien me jaló hacia él.

—No te le acerques— dijo el oji verde nervioso.

—Tranquilo, ella es inofensiva— me libré de su agarré y me acerqué a Fang.

—¡Espera, ______!

—Déjala, que se la coma.

—¡Chloe!— Regañó.

(Es gracioso verlos) pensé y me agaché frente al animal.

—Calma Fang, soy yo, ¿me recuerdas?— Extendí mi mano y comencé a acariciarla.

Fang sacó la lengua y comenzó a jadear mientras movía la cola de un lado a otro.

—Impresionante— oí susurrar a Adrien.

Me volteé hacia los dos sonriente. —¿Quisieras acariciarla, ángel?

—¡¿Ángel?! ¡¿Cómo te atreves a llamar a mi querido Adrien-boo, ángel?! Es mío— Exclamó la barbie oxigenada enfurecida y abrazó a Adrien.

—Chloe, lo siento. Ya te dije que mi corazón le pertenece a otra— respondió el chico apartándose.

Regresé mi vista a Fang y sonreí mientras mis mejillas empezaban a arder.

Adrien y Chloe volvieron a discutir por el tema de esa chica que le robó el corazón a Adrien. Chloe estaba haciendo pucheros, y no sé si estaba al borde de las lágrimas pero supuse que no se rendiría tan fácil con su amigo de la infancia.

—¡Tú!— Me jalaron bruscamente del hombro, provocando que me cayera.

—Aw— me quejé levemente. —¿Cuál es tu problema?— Pregunté enojada.

—¡Tú eres mi problema! Desde que apareciste, Adrien se ha comportado diferente. ¡Y mira! ¡Provocaste que mi Adriencito y yo peleemos!— Alzó la voz enojada.

Me puse de pie. —Wow, wow, wow, un segundo, yo no provoqué que ustedes peleasen. Tú eres la única responsable por no aceptar los sentimientos de Adrien— me defendí.

—Tú siempre estas con él. Le has lavado el cerebro— alzó sus manos para forzar sus palabras.

—¿Peeeeeerdón? ¿Quién es la que se le cuelga en busca de atención?— Dije obvia.

—¡Chicas, basta!— Adrien intervino colocándose en medio.

—Tú me robaste a mi Adrien. ¿Acaso estás enamorada de él?— La rubia me señaló.

Abrí mis ojos como platos. (Vaya, tan tonta no es). —Whaaaaaaaat?— Estallé en carcajadas. —Chloe, yo ya tengo novio— limpié unas lágrimas que se me escaparon. —Y solo tengo ojos para él— suspiré enamorada.

—¿Qué?— dijo incrédula y Adrien se mantuvo callado.

—Tengo novio. Es un chico maravilloso, amable, respetuoso, gracioso y muchas cosas más— cerré mis ojos y coloqué mis manos en mis mejillas para ocultar mi sonrojo.

Adrien estaba como tomate, pero fingí no percatarme y comencé a dar vueltas por el lugar como si estuviese pensando en otra cosa.

Un silencio incómodo se apoderó del lugar. Cuando dejé de dar vueltas, me senté a la par de Fang para seguir acariciándola, Chloe estaba cruzada de brazos refunfuñando para sí misma y Adrien estaba sentado a la par mía y observaba como acariciaba a Fang.

De repente, escuché una voz conocida. Me puse de pie rápidamente.

—¿Qué sucede, ______?— Preguntó Adrien imitando mi gesto.

—Podría jurar que escuché a Ladybug— dije pensativa.

—¿De verdad? Eso es imposible— respondió.

Inesperadamente, apareció una pantalla gigante y la chica azabache estaba en ella, frente a nosotros.

—¿Chicos? ¿Qué hacen ahí?— Cuestionó la superheroína.

Estaba a punto de hablar hasta que Chloe me interrumpió. —¡Ladybug!— Exclamó mientras se acercaba y se aferró al brazo de Adrien.

—Estábamos en el Lobby del Le Grand París y luego vino Pixelador, nos tomó una foto y aparecimos aquí— expliqué con tono tranquilo.

—No se preocupen, los sacaré de ahí— aseguró la chica motas.

—Bueno, no tengo prisa— intervino la rubia recostándose en el oji verde.

Escuché bufar a Ladybug y seguido a eso, salió de nuestra vista.

(Bien hecho Chloe, espantaste a la mariquita XD). Me reí por lo bajo.

—¿Y de qué te ríes tú?— Preguntó molesta.

—¿Mm? Es que recordé a un amigo que nunca dejaba de pasarme memes— mentí encogiéndome de hombros. —Mmmm, ¿qué será de él?

Adopté una pose pensativa y fingí pensar en eso. (La verdad es que si tengo un amigo que me pasa memes).

De pronto, Adrien y Chloe desaparecieron. —¡¿Eeeeeehhhh?!— Grité con los ojos como platos. —¡Hijos de su madre, no me abandonen asíiiiiiiiiiiiiii!— Dramaticé. —¡Uuuuugh! ¡Como quieran!

Volteé hacia otro lado cruzando los brazos, percatándome que Fang tampoco estaba. —Faaaaaaang, nooooooo— me arrodillé. —Ahora si estoy solín, solita— suspiré.

Me senté con las piernas cruzadas y saqué mis audífonos con mi celular. (Je, no necesito señal para escuchar mi adorada música) pensé sonriendo de lado. Comencé a cantar la letra de las canciones que se reproducían hasta que...

—¡Ah! No otra vez— se quejó la voz que más esperaba oír.

Me quité bruscamente los audífonos y volteé a ver a Chat. El pobre estaba acostado en el suelo.

—¡Chat! ¡Me alegra verte! Bueno, no tanto porque significa que también estás atrapado— rasqué la parte trasera de mi cabeza con una sonrisa apenada.

—¿Princesa?— Se levantó de un salto y se acercó a mí. —¿Estás bien? Creí que serías una de las personas que quedaron en libertad— me tomó en sus brazos.

—Adrien y Chloe fueron los afortunados. Pero estoy mejor ya que estás conmigo— le devolví el abrazo.

—No te preocupes, se cómo podremos salir junto con el resto.

—¿Gataclismo?— Pregunté y me separé un poco de él.

—Tú lo has dicho. ¡Gataclismo!— Exclamó y tocó el piso del lugar.

Inmediatamente, todo comenzó a desmoronarse y él tomó mi mano. Logramos salir y aparecimos cerca de Ladybug.

—Se supone que yo debía aparecer en el Lobby del hotel, da igual. Veré que Adrien y Chloe estén bien ¡oh, y Fang!— Recordé.

—Con cuidado, ma chère— soltó mi mano.

—Nos vemos luego, gatito— le susurré y salí corriendo de la escena hacia el hotel.

Llegué otra vez al hotel. Me apoyé en mis rodillas para recuperar el aliento. (Debo tener una figura envidiable ya que ando de un lado para otro). —Entonces ¿por qué siento que me quiero desmayar?— Caí de rodillas al suelo y me quedé ahí tirada por un rato.

Después de unos minutos, inhalé una gran bocanada de aire y me levanté del piso. Caminé hacia el Lobby y encontré a todos mis compañeros de clase reunidos.

—______, ¿estás bien?— Preguntó Adrien acercándose.

—Oh, si. Solo muy cansada— sonreí. —Como sea, ¿y Nath?— Volteé a ver a la multitud.

—Por ahí— susurró con el ceño fruncido mientras señalaba hacia el fondo del Lobby.

Sonreí de lado y abracé lo más fuerte que pude a Adrien. —Gracias, ángel. Me alegro que también estés bien. Supongo que Chloe también lo está— lo solté y le dediqué una última sonrisa antes de ir con mi amigo pelirrojo.

—(T/A), no te había visto en todo el día— saludó Nath. —Me pusieron a doblar sábanas y colocar aromatizantes en los baños— rió levemente por lo último.

—Que bueno que te divertiste, yo en cambio tuve que limpiar el Lobby— me acerqué a él para susurrarle. —Y también debía lavar los baños pero ya no lo hice, el villano de hoy me atrapó en un cuarto blanco sin fin, junto a Adrien y Chloe.

—Que tortura, lo siento.

—Nah, todo salió bien al final.

—Muy bien chicos, todos trabajaron muy bien. Y como recompensa, la asistente del señor Stone les dará entradas para su concierto— informó el alcalde.

A todos les entregaron sus entradas respectivas, menos a Chloe, quién alegó muy descontenta.

Yo sonreí al ver mi entrada y di un salto en el aire lanzando un grito de victoria.

Al anochecer, Nath y yo estábamos en primera fila. Adrien se paró a la par mía, después estaba Marinette, Alya y por último Nino.

Jagged Stone le dedicó la primera canción a Ladybug. Mis amigos y yo gritamos emocionados sin parar.

—Una noche inolvidable— comenté a nadie en particular.

—Así es— respondió Adrien para mi sorpresa al conectar su mirada con la mía.

Regresé mi vista a Jagged con una sonrisa satisfactoria.

Continuará...

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