Capítulo 17: Darkblade

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—Chloe se postuló para presidenta de la clase y- ¡______! No te duermas— exclamó la señorita Bustier, interrumpiendo su discurso anterior.

—¡¡¡Ay!!!— Me sobresalté, ganando una risa de parte de todos. —L-l-lo siento, señorita Bustier, es que no dormí bien anoche— me excusé.

—No te mandaré a la oficina del director solo porque tus notas son muy buenas y siempre prestas atención en clase.

—Je, consentida— susurró Chloe.

—Mira quien lo dice— repuse y saqué mi cuaderno de dibujos.

—Hey ______— susurró mi amigo. —¿Hacemos un dibujo en conjunto?— Preguntó emocionado.

—¡Si! Será genial— respondí entusiasmada.

Nos pasamos toda la hora del descanso en la clase de arte, el profesor de arte nos dio permiso y pusimos manos a la obra.

—Bien, ¿que tienes en mente, Nath?

—Pues, tuve una idea desde que Ladybug me desakumatizó— explicó mientras sacaba una hoja de su cartapacio y me lo enseñó.

—Eres tú ¿como un superhéroe?— Analicé el dibujo.

—Mh-mh— asintió. —Yo le llamo Ilustramagnífico.

—Wow, tu nombre te sienta.

—¿Qué te parece si creamos un alter-ego para ti? Y así formamos un duo, como Ladybug y Chat Noir.

—Me parece una estupenda idea Tomatito. Pero, ¿cuál sería la base de mi nombre de súper héroe?— Puse un dedo en mi barbilla.

—Basémonos en tu amabilidad, belleza y habilidad para dibujar.

—Aaaaawwwwwww, me halagas, Tomatito— puse ambas manos en mis mejillas.

—Jajajajaja, es la verdad y yo no miento— puso una mano sobre su pecho y la otra la alzó como si estuviese jurando un juramento.

—Gracias, Nath. Tú también eres muy guapo pero sobre todo ¡KAWAIIIIII!— Lo estrujé con todas mis fuerzas.

—Okey, okey, entendí. Soy adorable. Ahora suéltame...Aire— habló a duras penas.

—Upsi, perdón— lo solté y nos pusimos a dibujar.

—¿Qué te parece "Arco iris"?

—¿Me ves cara de 7 colores?— Rodé mis ojos.

—Brillante, Acolorada, ¿Lady color?, Creativa o-

—¡Ese!— Grité de repente.

—¿Cuál? ¿Lady Color?— Cuestionó.

—No. ¡Dirán que me copié de Ladybug! Yo quiero que mi alter-ego se llame Creativa.

—Creativa e Ilustramagnífico— susurró Nath. —¡Suena Bien!

—¡WU!— Chocamos los cinco.

Regresamos a la clase de la señorita Bustier para ver el veredicto final. Gracias al cielo, Marinette se postuló como presidenta y acordamos votar mañana.

A la hora de la salida, Adrien y yo salimos de la clase a la vez, por lo que decidimos salir juntos de la escuela; sin embargo, Alya nos detuvo.

—¡Oye, Adrien! Marinette cuenta con tu voto ¿verdad?— Dijo la peli naranja.

—Claro, si su campaña es buena— respondió con una sonrisa.

—¿Y mi voto no te importa?— Pregunté escondiendo mi sonrisa.

—¡P-p-por s-s-supuesto que si!— Exclamó Marinette.

Estallé en una carcajada. —Es broma Mari, obviamente votaré por ti, estoy segura que tú eres la más indicada para el trabajo.

La azabache corrió a abrazarme. —¡Ay, gracias ______! ¡Eres la mejor amiga que pude desear tener!

—Ejem, hola, yo también estoy aquí— recordó Alya.

—Tú también eres la mejor amiga que pude desear tener— dijo la oji azul apresurada viendo a la de lentes.

—No te preocupes, Alya. No te reemplazaré como mejor amiga de Marinette.

—Lo sé— se acercó y nos abrazó a ambas. —Las tres somos mejores amigas y ya— respondió alegre.

Yo sonreí a más no poder y asentí con fuerza. —Tengo que irme, hasta luego chicos— me despedí de todos. Decidí que caminar por la ciudad un poco no molestaría, así que me dirigí al Louvre, al Arco del Triunfo y por último a la Torre Eiffel.

En el camino, noté a un grupo de caballeros a la distancia y a Chat luchando con ellos. —Nope, nope, nope, nope, nope— murmuré repetidas veces mientras giraba y me alejaba.

Justo en el momento de dar un paso para irme a casa choqué con alguien. (Que cliché, espero que sea Chat- ¡Quiero decir! Ojalá NO sea él) y subí mi vista.

—¡Por el santo hierro!— Exclamó.

—¡¿Un caballero de Darkblade?!— Alcé mi voz y comencé a correr. El caballero me perseguía. Corrimos en círculos un buen rato por el lugar hasta que logró atraparme sujetándome de ambos brazos y me levantó del piso, yo aún seguía corriendo en el aire supongo. —Largo, ¡déjame! Esta no es forma de tratar a una señorita como ¿yo?— Me cuestioné al decir lo último. Luego recapacité. —Jajaja, señorita yo, claro— dije con sarcasmo y rodando los ojos. De repente, mi teléfono sonó. —Oh, disculpa— le dije a mi secuestrador y contesté. —¿Aló?

—¡______! No creerás lo que está pasando. ¡Chloe trajo a Jagged Stone y nos dará su disco autografiado si votamos por ella!— Exclamó el chico tomate emocionado.

—Genial Nath, pero olvidas que: 1. No he escuchado la música de Jagged y 2. Chloe no me sobornará con esa táctica barata para conseguir la presidencia. Además, estoy en un problemita, así que vuelve a llamar más tarde por favor, que mi secuestrador creo que se está impacientando.

—Está bien, sabía que dirías es- ¡¡¡¿SECUESTRADOR?!!!— Gritó preocupado.

—Bye Tomatito— colgué rápidamente. No me di cuenta que el caballero me llevaba con... —¡¡¡¿Darkblade?!!!— Grité alarmándome cada vez más.

—Ah, una noble señorita que estará en mis filas de caballeros para recuperar París— habló el villano principal acercándose a mí y al caballero.

—¡Ay, madre santa!— Exclamé asustada. El caballero me soltó y caí a los pies de Darkblade.

—Levanta la mirada— ordenó. Yo mantuve mi mirada baja, la cual reflejaba un poco de desesperación y sudor frío recorrió mi frente. —Dije, ¡que me MIRES!— Gritó con furia.

El caballero que me capturó me forzó a levantar la mirada jalándome del pelo. —¡Ah!— Exclamé por el dolor.

—Deberías sentirte honrada— habló el akumatizado. Y me disparó un rayo rojo en ambos ojos. Inmediatamente, me arrodillé sobre una rodilla. —A partir de ahora, te nombro mi caballero y el líder de mi batallón. Se nota que tienes espíritu y fuerza— declaró mientras posaba su espada levemente en uno de mis hombros y después en el otro.

(¿Qué me pasa? No puedo moverme) pensé alarmada. Me puse de pie automáticamente. —Como usted ordene, mi señor— hice una reverencia corta y alcé mi espada. —¡Por el santo hierro!— Exclamé. Todos los demás caballeros gritaron después de mí. —Esperamos sus órdenes, mi señor.

(Ay, que educada me volví XD. Y está cool que mi diseño de esclava de un akumatizado sea diferente al de los otros caballeros. De seguro para identificar que soy un rango superior a ellos pero obviamente menor que este Darkblade) pensé mientras sonreía en mis adentros.

Caminamos hacia el ayuntamiento, sede del alcalde Bourgeois. Y algunos caballeros tocaron las trompetas para anunciar nuestra llegada. El alcalde, junto a algunos de mis amigos se asomaron por la puerta.

—¡ATENCIÓN! ¡Vuestro señor, Darkblade, quiere hablarles!— Exclamé alto y fuerte.

—¡¿Esa sonó como-?!— Kim fue interrumpido.

—¡¡¡______!!!— Gritaron Alya y Marinette sorprendidas.

Darkblade caminó al frente de los caballeros. —¡Alcalde Bourgeois, idiota venenoso y ruin! Ven a darme pelea por este reino que gobernaré— declaró el akumatizado apuntando su espada hacia el alcalde, quien, con los demás, entraron nuevamente al edificio. Darkblade rió malignamente. —¡Todos se postrarán ante mí!

—¡ATAQUEN!— Exclamé sacando mi espada de su funda.

Todos comenzaron a correr exclamando: —¡Por el santo hierro!

De repente, un bastón me golpeó en la cabeza, provocando que perdiera el equilibrio y cayera sentada. (¡¡¡¡OH, CHAT NOIR HIJO DE-!!!!)

—¡Ja! Su general es más débil de lo que esperaba— canturreó el gatito con una sonrisa orgullosa y burlona.

Me levanté. —¡Chat Noir! ¡Gato idiota! De todos los caballeros presentes ¡¿por qué debías pegarme a mí?!— Gruñí enojada.

Su sonrisita desapareció inmediatamente al escuchar mi reclamo y la reemplazó con un gesto de sorpresa, que poco a poco se tornó en una de preocupación.

—¿Princesa?— Preguntó.

—¡General para ti, gato negro!— Chat retrocedió un paso, algo ¿dolido? (Lo siento...). —¡A ÉL!— Grité apuntando mi espada al superhéroe.

La batalla se desató entre mi batallón y el oji verde, quien tenía la ventaja y derribó a los caballeros fácilmente. Pero Darkblade salió de la nada y atacó a Chat, yo decidí no perderme la diversión y me uní al villano para derribar al chico gato.

Chat logró hacer retroceder a Darkblade y yo le ataqué.

—¡______ reacciona!— Exclamó el rubio.

—Lo siento gatito, mi cuerpo se mueve por su propia cuenta— hablé con tono alarmado.

—Preciosa, ¡me hablaste! ¡Y no fue un insulto!— La alegría era evidente en su rostro.

—E-es verdad— dije atónita mientras nuestro combate continuaba.

—¡Por el santo hierro y la general!— El rubio y yo volteamos a ver la fuente de las voces.

Chat se alarmó y salió corriendo, siendo perseguido por varios caballeros.

—¡Derriben las puertas!— Ordenó Darkblade.

—¿Pero cómo?— Cuestionó un caballero.

—Hay que usar la cabeza— comenté. Tres caballeros más y yo alzamos al caballero que preguntó "¿cómo?".

—¡PERO NO MI CABEZAAAAA!

—¡AAaaaaaaaaaahhhhh!— Corrimos hacia la entrada del ayuntamiento y golpeamos la cabeza del caballero en las puertas de madera múltiples veces.

Extrañamente, Jagged Stone abrió la puerta y salió cantando con su guitarra. Darkblade lo convirtió en un caballero más. El akumatizado transformó a 2 carros en catapultas y comenzó a lanzar a los caballeros al techo.

Cuando él estuvo sobre el punto más alto del edificio, cortó la bandera de París y me hizo un gesto de que me acercara. Yo, con la nueva bandera de Darkblade en manos, fui lanzada hacia el techo, justo en el momento en que pasé a la par de una ventana del segundo piso, mi mirada, o donde debía estar mi mirada, conectó con la de Chat y Ladybug por unos breves segundos, los cuales se sintieron como minutos para mí, como si ese momento haya pasado en cámara lenta.

Llegué al techo sana y salva y me dirigí al akumatizado. Ladybug trató de detenerme pero la lancé lejos. —¡Lo siento!— Exclamé en su dirección y le ofrecí la bandera a Darkblade, quien la colocó en donde antes yacía la actual bandera de París.

(Oh no). Un rayo negro se dirigió al cielo y se dispersó como una nube sobre la ciudad, junto a una barrera del mismo color que se extendió hasta los bordes de París y comenzó a acercarse lentamente hacia donde estábamos, convirtiendo a todos aquellos que la tocarán en caballeros.

—¡¡¡He triunfado!!! Ríndete Ladybug— exclamó Darkblade.

—¡Amuleto encantado!— Respondió la heroína.

...

Todo regresó a la normalidad. Ambos superhéroes vencieron al villano.

—¡Finalmente puedo moverme con libertad!— Exclamé moviendo los dedos de mis manos. —Ser la general del villano me dejó agotada, sin mencionar que esa armadura pesaba más que (M/A) y yo juntas— continué con tono aliviado.

—______— llamó mi atención cierto rubio.

—Oh, Chat. Lamento haberte insultado— hablé apenada mientras hacía círculos en el piso con mi pie izquierdo.

—No preciosa. Yo soy el que debería disculparse por lanzar mi arma a tu cabeza— pasó su mano delicadamente sobre mi cabeza, acariciándola, hasta que el pitido de su miraculous interrumpió el momento. —Oh no, ¿bajas conmigo?— Me miró a los ojos.

—Por favor— Me tomó por la cintura y me dejó fuera del ayuntamiento. En cuanto a él, desapareció en el segundo piso.

Entré al lugar y Marinette estaba dando su discurso. Todos aplaudimos y la felicitamos porque realmente fue inspirador y honesto, no como los políticos de hoy en día :v

—¡(T/A)!— Gritó cierto pelirrojo, atrayendo la atención de todos sin querer.

—Hey— saludé incómoda y tímida.

—¡¡¿Quién te secuestro?!!— Me tomó por ambos brazos.

—¡¿Te secuestraron?!— Exclamó Nino.

—¡¿Estás bien?!— Exclamaron Rosita y Adrien a la vez.

Todos los demás comenzaron a rodearme y a preguntar si estaba bien, incluso Sabrina. Chloe, por otro lado, se encontraba cruzada de brazos.

—Si, si. Calma— los reconforté. —Fue uno de los caballeros de Darkblade, pero ya todo está bien gracias a Ladybug y Chat Noir. Es lo que cuenta, ¿no?— Sonreí.

Los presentes imitaron mi acción.

Al día siguiente, la señorita Bustier anunció a nuestra nueva representante de clase y su suplente.

—¿Por qué no te postulaste ______? Hubieras sido una buena representante de clase también— susurró Nath.

—Nel, no soporto la presión de dicho cargo. Y apesto en liderar— solté una risita.

—Oh, no, no te salvarás ______. Serás mi mano derecha— habló Marinette, sorprendiéndome.

—WHAT?! Oh boy— hice una mueca de arrepentimiento. Lo que ganó risas de casi todos en el salón.

Continuará...

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