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𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝒳𝐼


Capítulo 11: Lady Wifi

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Bostecé. (Esta clase fue aburrida, o tal vez le puedo echar la culpa a mi cabeza. Simplemente no dejaba de pensar sobre Chat, o sea Adrien, Marinette, el cuadro amoroso, mi influencia en el más allá, ah no, eso era de la "Princesa y el Sapo" XD. La cosa es que, podría decirse que ya soy una ciudadana más de París. Me he acoplado bastante bien, para ser blanco de akumatizados). Sonreí para mí.

Vi que Alya me estaba viendo a través de un recorte en una fotografía. Al darse cuenta que la estaba viendo sonrió apenada.

Yo le regresé la sonrisa y la saludé, a lo que ella correspondió y siguió con lo suyo.

(Te meterás en problemas Alya. No puedo advertirle, ya es tarde).

La señorita Bustier nos entregó la tarea para el día siguiente y se marchó.

—Te espero afuera— me dijo Nath levantándose de su asiento.

Levanté el pulgar y comencé a guardar mis cosas.

Noté que Alya seguía en la clase y decidí ir a hablarle.

—Así que, ¿descubriste quien era Ladybug?— Recosté mis codos en su mesa.

—No, pero pronto lo descubriré. Mi blog es muy popular, y esto lo haría explotar, no literalmente.

—Jeje, buena suerte— me dirigí a la salida.

—¡Espera!

—¿Si?— Me giré.

—¿Me ayudarías a buscar quién es Ladybug? Por favor— corrió hacia mí y puso sus manos juntas al rogarme.

—¿Eh?— Abrí más los ojos.

—Vamos, dos cabezas piensan mejor que una. Y Marinette no está aquí para apoyarme, ¿por favor?— Suplicó con más motivación.

—Bue- Pues...— (N-no le puedo decir que no, ahora es mi amiga. Oh Dios, soy amiga de todos aquí). —¿Claro?— Fue más pregunta que respuesta.

—¡Si!— La chica dio un salto de victoria.

Yo veía la escena perpleja.

—¿Me prometes que cualquier información que tengas me la dirás? Prométemelo.

—Te lo prometo, Alya.

—Sí, gracias— festejó.

—Para eso están las amigas— sonreí nerviosa.

Al siguiente día, al subir las escaleras de la escuela me sujetaron de la muñeca y me jalaron.

—¡Ah-!— Una mano me tapó la boca.

—Shh.

Chloe pasó enfrente de nosotros conversando con Sabrina. Ya cuando se alejaron quité la mano que estaba sobre mi boca.

—¿Pero qué fue eso, Alya?— Pregunté extrañada.

—Lo siento, es solo que, sospecho que Chloe es Ladybug.

—¿Whaaa? Ppfff, jajajajajaja— comencé a matarme de la risa.

No pude evitar imaginarme a Chloe en traje de Ladybug mientras le alegaba a un akumatizado cualquiera por su estilo de ropa.

—¿Verdad que es una locura?— Comentó una nueva voz con tono risueño.

—Hola Nino, ¿también nos ayudarás a buscar la identidad de Ladybug?— Pregunté.

—Supongo.

—Vamos ustedes dos.

Alya nos jaló a ambos hacia los casilleros.

—Nino distraerá a Chloe mientras yo tomo una foto de su casillero y así ¡boom! Revelamos que ella es Ladybug— susurró la chica.

—Ajá, ¿y yo qué? ¿Acaso solo me quedaré aquí parada sin hacer nada?— Crucé mis brazos.

—Sip.

La vi con mi cara de "Really Nigga?" Y rodé mis ojos.

—Bien, solo apresúrense— les dije mientras me recostaba sobre la pared.

El plan estaba funcionando, hasta que Sabrina decidió ser la típica chismosa y alertó a Chloe.

—¡Chloe, Alya está husmeando en tu casillero!— Exclamó la pelirroja.

—¿Qué? ¡Claro que no!— Reprochó Alya.

—Ese compa ya está muerto, no mas no le han avisado~— suspiré cerrando los ojos mientras frotaba mi ceño.

Luego de esa discusión, Alya, Chloe, Kim, que no sé por qué está aquí, Sabrina y obvio que yo estábamos en la oficina del director.

—Lo que yo no entiendo es por qué estoy yo aquí y Nino no—pregunté fastidiada.

—Señorita (Tu apellido), por favor, usted estaba en el lugar cuando ocurrió este mal entendido, es una testigo— habló el director.

—¿Mal entendido, testigo? Pft. Por favor, esta nunca presta atención a nada— remarcó Chloe.

—Mira quien lo dice— me defendió Alya.

Y volvió a estallar una discusión entre las dos mientras yo solo estaba con cara de "mátenme" porque estaba sentada entre ambas.

—¡Ya basta!— El señor Damocles se puso de pie. —Señorita Bourgeois, la señorita Césaire no hizo nada incorrecto.

—Hm, vamos a ver que opina mi papi al respecto— dijo Chloe con una sonrisa maliciosa mientras sacaba su celular.

—E-ejem. N-no creo que sea necesario molestar al honorable alcalde de París— respondió el director nervioso volviendo a tomar asiento y aclaró su garganta. —Alya, quedarás suspendida una semana— finalizó.

—¡¿Qué?!— Gritamos Alya y yo al unísono.

Simplemente no podía quedarme callada. —Señor Damocles, yo soy testigo de que Alya solo estaba tomando una fotografía, seguramente para su blog. Fue una coincidencia que Chloe abriera su casillero en el momento en que se tomó la foto— hablé lo más tranquila que pude. Esto era indignante.

—Bueno, viéndolo así...— Continuó el director; sin embargo, Chloe agitó su teléfono de un lado a otro para recordarle que ella tenía más poder. —¡No está a discusión! Una semana de suspensión para Alya y tres días para usted, señorita (Tu apellido).

—¡Esto es injusto! Protestaré en el blog de la escuela— atacó Alya, claramente enojada.

—El blog de la escuela queda suspendido.

—¡Ugh! Ella no es una superheroína, es una súper loca— Alya se fue dando un portazo.

Yo no dije nada y solo miré mal a todos.

Caminé por el pasillo hacia la salida de la escuela.

Suspiré. —¿Por qué tuve que meterme en este embrollo?— Me dije molesta. —¿Qué le diré ahora a mi mamá?

—Que te vengaste— escuché una voz detrás de mi.

—¿Uh, Alya?— Levanté mi vista y me giré sorprendida.

—No querida, soy Lady Wifi y tú, mi pequeña, serás mi cómplice— sonrió con malicia mientras me señalaba.

—¿Q-qué? No pued-

Me paralicé completamente.

Cuando pude moverme, me di cuenta de que estaba otra vez en la oficina del director Damocles.

—Al- Eh, Lady Wifi, ¿qué harás?

—Solo mostrar la verdad— respondió e hizo aparecer un ícono con una cámara en el centro. —Soy Lady Wifi, reveladora de la verdad. Y como primer anuncio, su director quiere informarles algo.

Se acercó a mí y me tomó de la muñeca, trayéndome junto al director. Ella se colocó del otro lado.

—Entonces, señor Damocles— se apoyó en el hombro del director. —¿Es cierto que suspendió a dos chicas llamadas Alya y ______?

—Ah, si es cierto— bajó la mirada.

—¿Entonces fue prejuicioso, parcial y totalmente injusto?— Continuó la chica.

—Si, así es.

—Muy bien— caminó delante del escritorio. —En mi próxima exclusiva, les revelaré la identidad de Ladybug.

—No-

Lady Wifi paralizó al director con un ícono de pausa.

—Y ______ aquí presente, será mi cómplice— se acercó nuevamente.

—Nel pastel, yo me voy a mi casa— contesté.

—¡¿Ah?!¡Pero me prometiste ayudarme a descubrir la identidad de Ladybug!— Exclamó molesta.

—Se lo prometí a Alya, no a ti.

Me lanzó un ícono de pausa, el cual logré esquivar.

—¡Woa!— Grité asustada.

—Si no me ayudarás voluntariamente, ¡lo harás por obligación!— Gritó.

—¡NO-!

Dejé de moverme y mi vista perdió el color.

Sentí finalmente mis brazos... ¡¿Atados a mi cuerpo?!

—¡Aahh!— Grité.

—Al fin despiertas, bella durmiente— habló burlonamente la akumatizada.

No le respondí y adopté una expresión de susto cuando vi que Chloe no se movía.

—¿No te da gusto verla así?— Preguntó sonriendo.

—Pues si, un poco, pero viendo que estoy atada con cables y una chica que puede paralizarme tiene total control sobre mí, hace que vea el lado negativo de la situación— hablé rodando los ojos.

—Ja ja ja. Prepárate, hora de sonreír para el público.

Me jaló hacia Chloe y comenzó a transmitir.

—Vaya, vaya, vaya. Mi corazonada no falló después de todo ¿mh, ______?— Me vio por un segundo.

Todos creen que la chica que está debajo del traje de Ladybug es un ángel. Piénsenlo bien, amigos. La verdadera identidad de nuestra superheroína es...— Le quitó la máscara a Chloe. —¡Chloe Bourgeois!

De repente, Ladybug y Chat Noir entraron a la escena.

Lady Wifi miró a Chloe sorprendida y luego a ambos superhéroes. —¿Quiénes son ustedes?— Reclamó molesta.

Ladybug y Chat solo se vieron. La azabache meneó la cabeza y el rubio guiñó el ojo posando mientras sonreía.

—Esto se pondrá interesante— dije a nadie en especial.

—¿Te encuentras bien, preciosa?— Chat se dirigió a mí con ligera preocupación.

—¡Cállate! Lamentarán haber venido— amenazó la akumatizada mientras des-paralizaba a Chloe y cortaba su transmisión en vivo.

La rubia siguió corriendo, se tropezó y cayó de cabeza en su armario.

No pude aguantar la risa. Eso hizo que Lady Wifi sonriera triunfante.

—¿Alya?— Cuestionó Ladybug.

—Alya está desconectada, soy Lady Wifi. ¡Noticia! Veremos cuál es tu verdadera identidad.

Lanzó varios iconos hacia los superhéroes, quienes los esquivaban.

—A-am, Chloe, ¿una ayudita?— Hablé mientras la chica akumatizada atacaba sin prestarme atención.

—Hm, ¿qué me das a cambio?— Respondió con las manos en la cintura.

—¿Y si le pido a Ladybug un autógrafo para ti?

—Ja, muy bien. Trato hecho.

Yo sonreí victoriosa. Chloe se acercó y comenzó a quitarme los cables que me aprisionaban uno por uno.

—Gracias— dije al ya estar libre.

—Como sea, solo recuerda que si no me das el autógrafo, haré que tu vida se arruine más de lo que ya está— dijo fría cruzada de brazos.

(Eso es imposible, pero le tomaré la palabra).

Chloe se alejó y yo me escabullí hacia la puerta. Ladybug lo notó y lanzó su yo-yo en mi dirección. Este se amarró en mi brazo y me atrajo hacia la chica motas.

—¡Wa!— Exclamé.

La oji azul me tomó de la muñeca y comenzó a correr hacia la puerta de servicio, con Chat siguiéndonos.

—Apropósito, ma chère. No te agradecí por el dibujo de la otra vez— habló Chat.

—Ah, eso. De nada, que bueno que te- ¡Aah!— Cayó un icono de pausa a centímetros de mí.

—¡Está volviendo al hotel!— Exclamó Ladybug.

Dejamos de correr hacia abajo para subir nuevamente; pero, todas las puertas estaban bloqueadas.

—Miren, dejó abierta esta— comentó Chat abriendo dicha puerta.

—Con cuidado, no sabemos que planea— susurré mientras los tres nos adentrábamos a la habitación.

Había un celular en cada mesa. Inmediatamente, Lady Wifi inició su ataque mientras se teletransportaba de celular en celular, riendo macabramente.

—¡Rompan los celulares!— Alertó Ladybug mientras rompía algunos con su yo-yo.

—Mejor quédate atrás ______ qu-

—¡No tan rápido!— Interrumpió la villana lanzando un icono de pausa en mi dirección.

—¡No otra ve-!

Dejé de moverme.


...


Al parpadear sentí como era cargada en los hombros de ¡¿Lady Wifi?!

—¡Ah!— Grité.

—¡No!— Exclamaron la oji azul y el oji verde al unísono preocupados.

—¿La quieren? Pues vayan tras ella— habló, y me lanzó hacia la cocina.

—¡Aaaah! ¡Oouuww!— Me quejé

Aterricé en unas ollas y sartenes. Nada suaves en mi opinión.

—¡______!— Me llamó Ladybug entrando a la cocina y corriendo a donde yo estaba.

—¡Vete, Ladybug! Alya bloqueará la puerta— advertí.

—¿Qué?— Preguntó desconcertada.

—Je, correcto. Así el gatito no entrará.

Ladybug me ayudó a ponerme de pie y se colocó delante de mi girando su yo-yo en círculos formando un escudo.

Lady Wifi lanzó iconos a diestra y siniestra, todos siendo bloqueados por la azabache.

Yo agarré una olla y me la puse en la cabeza, fui a un gabinete y saqué un cucharón de sopa.

—Meh, en momentos desesperados se requieren tácticas desesperadas— me dije y volteé a ver como iba la pelea.

Ladybug estaba atrapada, con un icono de candado en cada muñeca.

—Oh-oh— me acerqué sigilosamente.

—Ahora sí, tenemos el derecho a saber— habló Lady Wifi tratando de quitar el antifaz de Ladybug.

Yo sujeté fuerte el cucharón y se lo estampé en la espalda a la villana.

—¡Aahgh!— Se retorció por el dolor.

—¡Boom, baby!— Exclamé ante una asombrada Ladybug. —¿Quién dice que debo ser la damisela en peligro?

—Al parecer no me necesitan, lo controlaste muy bien, princesa.

Me sobresalté al escuchar a Chat Noir, quien finalmente entró por el pequeño elevador en el ducto de la esquina.

—¡Rayos, Chat Noir! No puedes- ¡Ah!

Aterricé en el otro lado de la cocina.

Al parecer cuando Chat me distrajo, Lady Wifi recogió su teléfono y me lanzó su ataque.

—¡______!

—Ten esto— habló la akumatizada, encerrando a Chat en el congelador. —Tengo toda una noticia planeada— dijo feliz y luego volteó a verme. —Por cierto, ______. Ya no te necesito.

Desapareció, y con ella lo que aprisionaba a Ladybug.

—¡______!— Se arrodilló a mi lado y me ayudó a sentarme.

—Tendré -agh- un horrible dolor de cuerpo mañana— di una sonrisa dolorosa.

—Lo que hiciste fue peligroso e increíble— me sonrió.

—Fe- agh- liz de ayudar.

—Tranquila, descansa. Sacaré a Chat Noir.

—Si, apresúrate.

La superheroína asintió y se alejó un poco de mí.

—¡Amuleto encantado!— Una caja cayó del cielo. —Ojalá sea la caja de la suerte— se dijo a sí misma y puso manos a la obra.

A la vez, yo trataba de pararme lentamente. Todo el cuerpo me dolía, y como no, me estampé contra ollas, sartenes y el suelo.

Suspiré. (Que gran día. Bueno, al menos después de esto ya no estaré suspendida).

Al estar estable sobre mis pies, vi que Ladybug abrió el congelador y Chat cayó. El pobre estaba temblando.

—¡Chat!— Exclamé preocupada.

Corrí hacia él y me arrodillé. Ladybug puso la cabeza del rubio sobre mis rodillas e inmediatamente lo abracé.

—Preciosa...— Susurró.

—Shh, estarás bien. Aquí estoy— contesté sonriendo mientras acariciaba su rubia cabellera.

Algo pasó que no creí posible que yo lo provocara... Chat... Ronroneó.

Ladybug y yo nos sorprendimos y nos miramos. Chat solo sonreía calmado con sus ojos cerrados.

—Si, eh... Ejem... Creo que Chat ya entró en c-calor— tartamudeé por lo incómodo de la situación.

—A-ah, vamos, Chat, necesito tu ayuda para derrotar a Lady Wifi— dijo la heroína poniéndose de pie.

—Si, destruiré la antena wifi— habló imitando el acto de la oji azul.

Seguido a eso, él me volteó a ver y me extendió su mano. Yo la tomé y me puse de pie lentamente, aún procesando lo que pasó.

—Gracias por ayudarme a entrar en calor, princesa— me guiñó el ojo y besó el dorso de mi mano.

—N-Nah, no fue n-nada— rasqué la parte trasera de mi cuello.

Chat me soltó y corrió a tapar el icono que transmitía la escena a todo París y luego se fue por el ducto de la esquina hacia la azotea.

—Ahora solo nos resta esperar— comentó Ladybug.

Yo asentí y me apoyé en la mesa central de la cocina.

Un silencio se apoderó del lugar, mas no era incómodo.

Después de un largo tiempo de espera, el icono de candado en las puertas de la cocina desapareció.

Ladybug y yo nos sonreímos y salimos corriendo de la cocina en dirección a la azotea.

La azabache le arrebató el teléfono a Lady Wifi y lo rompió, haciendo que el akuma fuera liberado y purificado.

—Que bueno que todo terminó, estoy exhausta— dije con alivio y tronándome la espalda.

—Bien, preciosa, déjame llevarte a tu casa— Chat se dirigió a donde estaba.

—Gracias— contesté.

—Espera, Chat Noir. Esta vez quiero ser yo quien la deje en su casa— habló Ladybug colocando una mano en el hombro de Chat. —Claro, si está bien para ti— me miró.

—Oh, si, en ese caso. Gracias Ladybug, gatito— los vi a ambos con una sonrisa.

—¡No puedo creerlo! ¡Ladybug y Chat Noir-! ¿______?— Habló Alya, exaltada y confundida.

—Hola Alya, eh, ¿buenas noches?— Dije insegura de que decirle después de eso.

—Buenas noches. ¡Y Ladybug! Tengo unas preguntas para ti.

La peli naranja se volteó para recoger su celular. Los tres aprovechamos y Chat se despidió de Ladybug y de mí. La oji azul me sujetó de la cintura, extendió su yo-yo y nos fuimos balanceándonos entre los edificios.

Me puso de pie en mi balcón, me dirigí a abrir mi puerta de cristal y me giré a la heroína de París.

—Gracias otra vez, Ladybug. Sin ti no sé qué haría. Debes estar harta de rescatarme— sonreí divertida con los ojos cerrados.

—Para nada. Me alegra ayudar.

Nos quedamos en silencio. Yo me acerqué al barandal y recosté mis brazos en él, viendo al cielo.

—... ¿Estás bien?— Preguntó Ladybug en casi un susurro.

—Sorprendentemente, si— respiré hondo.

—Es solo que me preocupas. Has sido víctima de todos los villanos akumatizados.

—No de todos. Me salvé de Quiebratiempo y del Señor Pichón— rodé mis ojos. —¿Y cómo sabes que fui víctima de esa loca del clima?

—Chat me contó como se conocieron. ¿Creías que no sentiría curiosidad por la chica que le-? ¡Ah!— Se tapó la boca rápidamente.

—¿Qué le...?— La ví con sospecha.

—Q-que quiere como a una ¡amiga! Oh ¿he-hermana? Am ¡Por la chica que se preocupa!— Sonrió nerviosa mostrando los dientes.

Sonreí de lado. (Tu lado Marinette se está mostrando. Je, está mintiendo).

—¿Está bien?— Respondí. De pronto me recordé. (¡El autógrafo!). —Ladybug...

—¿Dime?

—¿Me darías tu autógrafo?— Pregunté ansiosa.

—¿Q-qué? Eh, claro— sonrió tímida.

Corrí hacia mi escritorio y saqué hojas en blanco, bolígrafo y dos dibujos que hice de ella.

—¡Oh, gracias! Te lo agradezco— le di el bolígrafo.

—Si, no te preocupes.

—De hecho, ¿podrían ser tres?— Pregunté nerviosa y con un poco de miedo a que se negara.

—¿Tres? ¿Por qué tantos?— Preguntó confundida.

—Uno es para ugh, Chloe— dije desanimada. —Es que le prometí un autógrafo tuyo si me liberaba de los cables con los que me atrapó Lady Wifi.

—Oh, así te escapaste— dijo más para sí. —Está bien— sonrió.

—¡Yey! El otro es para una mi amiga llamada (M/A), te admira mucho. Y el último, ¿puede ser en este dibujo?— Le di uno de los dibujos de ella.

—Soy yo— dijo sorprendida.

—Si, me encanta dibujarte, a ti y a Chat. Me inspiran— sonreí.

—No sé qué decir, gracias— respondió un poco ruborizada.

Me dio los autógrafos junto con el bolígrafo.

—¡Ah! Y... Ten— le di el segundo dibujo. —Lo hice para ti, no te lo entregué antes porque le faltaban detalles. Me gusta trabajar con brillantina.

—Wow— la azabache admiró el dibujo.

Era de ella mientras se balanceaba entre los edificios con una gran sonrisa, y su traje brillaba debido a la brillantina.

—Gracias— sonrió. —Lo atesoraré por siempre.

—Ya dijimos muchas veces gracias— reí rascándome la cabeza.

—Jejeje, si.

Nos abrazamos.

Después de soltarnos, la heroína saltó sobre el barandal, parándose en este.

—Feliz noche, ______— dijo viéndome.

—Feliz noche, Motitas— le guiñé el ojo divertida.

Ella solo se limitó a reír y desplegó su yo-yo. Perdiéndose en la oscura noche mientras su risa se oía a lo lejos.

—Mi mamá me va a matar por aparecer de repente a esta hora— hablé divertida.

Vi los autógrafos y sonreí. (Al menos cada vez que fui víctima de un akuma, algo bueno pasaba después cuando todo se resolvía).


Continuará...

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