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𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 𝒱

[¡¡¡Feliz Navidad!!! Y no, esto no es un especial navideño, dado a que el especial es el primer capítulo de la segunda temporada, entonces estará en el segundo libro ;) Pero como regalo, les traigo un capítulo super largo :D Ojalá les guste...]


Letra Cursiva = Canción/Conversación en Francés


Capítulo 5: Burbujeo

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—¡¿Qué diablos le voy a regalar?! ¡Básicamente él puede comprarse lo que quiera!— Grité alzando mis manos frustrada.

El cumpleaños de Adrien era mañana y estaba buscando el regalo perfecto para él.

—Ay, tranquila, dale algo relacionado con lo que le gusta— dijo (M/A) en tono aburrido, si, (M/A) y yo estábamos hablando por skype desde hace dos horas solo por el tema del cumple de Adrien, y básicamente por lo que me está pasando pero ¡ese no es el caso!

Preguntarán, "¿cómo es posible que hable con mi amiga del mundo real si yo estoy en otra dimensión de caricatura 3d?" Pues... Ni p*ta idea XD (tarde o temprano tendré que irme de regreso a mi mundo, y sé que el maestro Fu me puede ayudar con eso pero... Elijo hacerlo tarde XD).

—¡(M/A) eres una genio!— Se me iluminaron los ojos. —¡¿Cómo no pensé en eso antes?!

—Sé que soy sabia pero...— Dijo (M/A). —¿En qué te ayudé precisamente?

—Sé cual será el mejor regalo para Adrien— dije emocionada buscando la tienda en mi computadora. —¡Ajá! Ahí está. ¡Y no es lejos!— Alcé la voz mientras agarraba mi billetera. —¡Bye (A/M/A, o sea, apodo de tu mejor amiga)!

—¡ESPE-!— Me fui antes de que terminara y me dirigí corriendo a la tienda que vi en mi laptop.

(A Adrien le gusta la esgrima, así que comprarle una linda espada de esgrima es lo que creo más conveniente en este momento) sonreí por ese pensamiento.

Al llegar a la tienda busqué con la mirada la hermosa espada de marca que había llamado mi atención, la compré y pedí que me la envolvieran en una caja decorada, muy bonita la verdad.

(¡Perfecto! Se la daré mañana en la fiesta que Burbujeo, alias Nino, hará a Adrien).

El resto de la tarde me la pasé viendo Miraculous Ladybug porque ¿why not? Y vi Burbujeo varias veces para saber con exactitud como debían pasar las cosas.

A la mañana siguiente desperté de un salto por la alegría que tenía.

—Ya quiero ver la cara de Adrien cuando le de su regalo— dije sin contener mi entusiasmo y fui a desayunar.

—Wow, parece como si alguien te hubiese dado un kilo de azúcar— dijo mi mamá divertida.

—Hoy es el cumpleaños de Adrien y le compré algo que seguro le va a gustar.

—Espero que si cariño— me besa la mejilla. —Que tengas un buen día.

—Igual tú mamá— me dirigí a la escuela.

Al llegar vi a Marinette y Alya escondidas, así que me acerqué.

—Vamos Marinette, tu puedes.

—Yo puedo, yo puedo, yo pue-

—¿Por qué nos escondemos?— Pregunté de repente.

—¡Ah!— Gritó Marinette exaltada y sorprendida. —Oh, solo eres tú— me dijo con alivio.

—¿Solo soy yo?— Pregunté aún no captando.

—Es que Marinette le trajo un regalo a Adrien pero no puede dárselo— explicó Alya viendo divertida a Marinette.

—¡Alya, yo puedo!— Exclamó la azabache decidida.

La oji azul se paró y se dirigió a Adrien con paso chistoso, pero a medio camino se detuvo y regresó corriendo hacia nosotras con una expresión de pánico.

—Vamos Marinette— la animé. —Iré con Adrien para desearle feliz cumpleaños— dije parándome y yendo hacia donde estaba Nino y un Adrien con expresión triste.

(Pobrecito ángel, espero poder animarlo). —¡Hola Nino!— Saludé alegremente al moreno.

—Ey chica, ¿qué tal?— Respondió con su entusiasmo característico.

—Bien bien— dije y me volteé a Adrien, lo que causó que inmediatamente este sonriera, eso me llenó de una extraña calidez por dentro. —Hola Adrien, un pajarito me contó que hoy cierta persona cumple años— hablé disimulando mi sonrisa.

—¿A sí? ¿Quién es el cumpleañero entonces?— Respondió siguiéndome el juego.

—¡¡Feliz cumpleaños, Adrien!!— Grité dando un salto en el aire, seguido a eso me lancé hacia él para darle un gran abrazo. Pude ver que mientras Adrien regresaba mi abrazo, Nino estaba riéndose por lo bajo. Rodé los ojos a pesar de no saber el por qué se reía. —Te entregaré tu regalo en tu fiesta de cumpleaños— dije separándome de él sin percatarme que volvió a entristecerse. —¿Hm?— Dejé de sonreír y vi con el rabillo del ojo al oji verde.

—Am, el padre de Adrien no le dio permiso para hacer la fiesta— comentó Nino con el ceño levemente fruncido.

—Oh...— Enfoqué mi vista con la del rubio. —Cuanto lo siento ángel— puse mi mano en su hombro.

—No, está bien. Era de esperarse que no accediera...— Respondió con la mirada baja.

—¡Ya sé!— Nino alzó la voz entusiasmado con un puño en su mano.

Adrien y yo lo vimos sorprendidos y curiosos. —¿Qué se te ocurre?— Pregunté dispuesta a hacer todo lo posible.

(Con tal que no altere el cuadro amoroso o revele las identidades de Ladybug, Chat Noir y Hawk Moth, estaré bien. No veo por qué no entrometerme en la historia y hacer sonreír a mi personaje favorito) pensé con una sonrisa de lado.

—¡______ y yo iremos a tu casa a convencer a tu padre!

—¡¿QUÉ?!— Gritamos Adrien y yo a la vez no ocultando nuestro asombro.

—¡¿Estás loco?! No lograremos convencer al hombre más serio y reservado del mundo— exclamé alzando los bazos. —Sin ofender— me dirigí a Adrien.

—No te preocupes, sé que es así— respondió con una mirada de decepción mientras veía al cielo.

—¡Aaay!

Al escuchar el grito, volteamos a ver al frente, era Marinette, quien tenía una pose graciosa pero se puso recta al instante.

—Ho-hola— saludó la azabache a Adrien.

—Hola— le respondió un poco inseguro por la repentina aparición de la azabache.

(Claro, y Nino y yo estamos pintados) pensé mientras suspiraba y me facepalmeaba. (Esta chica nunca aprenderá...).

—A-am...— Tartamudeó viendo hacia múltiples lugares.

De repente, vi que la barbie barata esa se acercaba. (Bueno, ya nos jodimos) pensé mientras soltaba un suspiro resignada mientras que Nino me miraba curioso pero entendió inmediatamente al ver a Chloe.

—Yo quería- ¡un regalo hice!— Marinette se detuvo tapándose la boca. —Regalo yo hice ¡Ay no! Yo-

Chloe se paró al lado de Marinette y se exasperó por su comportamiento ridículo.

—¡Fuera de aquí!— La empujó al gritar irritada, ganando una expresión "WTF" mía, de Nino y de Adrien.

—¡¡Marinette!!— Corrí a su socorro preocupada.

—No pude...— Susurró deprimida mientras Alya se facepalmeaba.

Ayudé a Marinette a levantarse y le di una sonrisa alentadora.

—Marinette, debes acomodar tus prioridades...— Dije poniendo mis manos en mi cintura.

—Nunca puedo decir lo que hago...

—Aaaah, hacer lo que dices— corrigió la oji avellana.

Vi la limosina de Adrien arrancar, el rubio tenía la ventanilla abajo y nuestras miradas se encontraron por unos breves segundos antes que el vehículo se fuera completamente.

—¡______!— Llamó Nino.

—Mi señal, debo irme chicas, suerte dándole el regalo a Adrien, Mari— me despedí de ellas sin darles oportunidad a detenerme o siquiera despedirse correctamente y corrí hacia donde estaba Nino.

—Bien, este es el plan— habló confiado.

—¿Ajá?— Pregunté para que continuara.

—Vamos a la casa de Adrien y convencemos a su padre.

—¿Y?

—¿A qué te refieres con "y"? Solo tenemos que hacer lo que dije. ¡Funcionará!

Puse una cara de "Really Nigga?" y rodé los ojos por la simpleza de su plan. —Bueno, andando— comencé a caminar con un Nino muy confiado.

Al llegar a la mansión Agreste, toqué el timbre y una camarita con forma de ojo estilo Star Wars apareció junto con una voz femenina. —¿Si?

(Nathalie). —Em, buenas tardes, me llamo ______ y él es Nino— dije mientras lo jalaba del brazo trayéndolo al rango de visión de la cámara. —Somos amigos de Adrien y nos preguntábamos si podríamos hablar con el señor Agreste un momento, ¿por favor? Solo serán 5 minutos.

—Está bien, adelante— respondió neutral y el portón comenzó a abrirse.

—Wow, ya lo tienes chica— Nino guiñó un ojo codeándome, a lo que yo me reí.

Al entrar, me percaté que Nino sacó su burbujero. (Oh no, ya voy en camino de ver a Burbujeo, tal vez logre convencer a Gabriel, o sino ¿tal vez ayude a Nino a calmarse?).

—Que mansión más gigantesca y solitaria— le susurré a Nino mientras me inclinaba un poco hacia él.

Nino solo asintió nerviosamente viendo a su alrededor.

—Adrien aún no ha llegado.

Nino y yo subimos la vista hacia las escaleras, donde yacía el diseñador de modas más famoso del país. Yo abrí los ojos como platos y sentí como una gota de sudor frío resbalaba por mi frente.

—D-de hecho, queremos hablar con usted viej- ¡quiero decir! Señor...— Habló Nino nervioso. —¿Verdad, ______?

Sin embargo, yo no le respondí, estaba viendo a la nada aún muy sorprendida. (H-Hawkmoth... ¿Será el responsable del por qué estoy aquí? Mmmm, no creo, y-) me interrumpen mi tren del pensamiento.

—¿______?— Insistió Nino sacudiendo un poco mi hombro, lo que bastó para que reaccionara.

—¿Uh? ¡Ah, si, si! Señor Agreste— dije seriamente viéndolo a los ojos con el tono de voz más cortés que podía hacer. —Queremos solicitar su permiso para realizarle una fiesta de cumpleaños a Adrien, por favor.

—Hmmm— respondió no quitando su mirada de la mía.

—Si, yo sé que no quiere una fiesta pero es el cumpleaños de Adrien, amigo ¡digo, SEÑOR!

—Mi respuesta es no, no insistas— replicó el señor Agreste fastidiado.

—Señor Agreste, disculpe-

Nino me interrumpió. —¡Pero, él se porta bien! Va a clases, hace todo lo que le dice, sesión de fotos, esgrima, chino, piano-

—Chicos, vinieron— interrumpió Adrien colocando su mano derecha en el hombro de Nino y la izquierda en el mío.

—Claro Adrien, queremos que este día sea especial— le dije sonriéndole y colocando mi mano sobre la suya.

—Exacto, lo que sea por mi gran amigo— dijo Nino feliz.

Yo volteé hacia el señor Agreste. Quiera o no, me intimida...

—Señor Agreste, por favor reconsidérelo.

—¡Si! Sea amable amig- ¡señor!— Exclamó Nino relajado, pero el señor Agreste respondió inmediatamente, con tono decidido.

—Jovencito, creo que debe aprender modales de la señorita ______ aquí presente. Sé lo que es mejor para mi hijo y usted es una mala influencia y no es bienvenido aquí— su respuesta nos dejó mudos a los tres, sobre todo a mí. Luego Gabriel me volvió a ver. —Buenas tardes— dicho eso, subió por la gran escalera desapareciendo de mi vista.

—Per- — Nino trató de dar un paso al frente en un intento por detener al padre de Adrien pero Nathalie se puso en medio.

—Adiós— dijo la secretaria seriamente.

Suspirando me giré hacia Nino. —Vamos Nino— le dije jalándolo del brazo para salir apresuradamente.

Realmente estaba decepcionada, no esperaba nada pero aún así la frialdad del padre de Adrien logró sorprenderme.

—¡Esperen!— Gritó Adrien corriendo hacia nosotros. —Lo lamento chicos, mi padre es muy obstinado— dijo con tono triste y la mirada baja, claramente se veía su decepción.

—¡¡¡Es que NO ES JUSTO Adrien!!! Es muy anticuado— el moreno alzó la voz muy molesto y se fue a paso rápido.

—¡Nino!— Lo llamé extendiendo una mano en la dirección por donde se fue el moreno.

—______, disculpa a mi padre— me ve a los ojos apenado.

Yo le sonreí de lado para animarlo un poco. —Ángel, no es tu culpa— lo despeiné un poco, haciendo que se sonrojase. (¡OH NO!) Grité en mi cabeza y retiré rápidamente mi mano. —Perdón— le sonreí apenada escondiendo mi mano detrás de mi espalda.

—N-no importa— desvió la mirada.

—Bueno, es mejor que vaya con Nino. ¡Adiós Adrien!— Salí corriendo sin darle oportunidad de responder.

Corrí hacia el parque y divisé a Nino sentado en una banca con el ceño fruncido y formando burbujas con su burbujero.

—¡Ah! Ahí está.

De pronto una mariposa negra pasó a la par mía, haciendo que mi rostro de felicidad cambiara a una de espanto mezclada con sorpresa.

—¡NO!— Grité acelerando el paso y rebasando al akuma. —¡Nino!— Volví a gritar alarmada.

—Déjame ______, no estoy de humor— contestó cabizbajo.

—¡No, no lo entiendes...! Hay un aku- — me interrumpí al ver a la mariposa acercándose.

Sin pensarlo dos veces, le arrebaté el burbujero a Nino y lo tiré lejos.

—¡Hey! ¡¿Pero qué te pasa?— Me gritó enojado poniéndose de pie.

No le respondí, seguía viendo al akuma, el cual, entro en el burbujero, lo que hizo que abriera los ojos como platos preocupada, dando un grito ahogado. (¡NO PUEDE SER!). Me giré rápidamente y me encontré con... Burbujeo.

—¡¡Holy sh*t!!— Grité alterada.

Traté de alejarme pero una mano me agarró firmemente de la muñeca, por lo que volteé a ver al responsable con una expresión de miedo.

—Vaya, vaya ¿te vas tan pronto? No escaparás del maravilloso Burbujeo— habló con malicia sonriendo de lado. —Es hora de planear una fiesta a un chico, se lo merece, hace de todo para complacer a su padre, un adulto, agh— hizo una expresión de asco.

—O-oh— respondí temblorosa no segura de qué decir. —M-me g-g-ustaría ir contigo y-y planear esa fiesta, pero ya tengo planes que- — me interrumpió su risa.

—No te estoy preguntando pequeña, vendrás conmigo quieras o no— me dio una mirada llena de resentimiento. (Es obvio que ese resentimiento lo tiene con los adultos). —A menos que...

—¿Q-qué?— Pregunté más inconscientemente por la situación, porque ya sabía que sucedería si me negaba a ir con él.

—Que quieras terminar...¡¡¡¡FLOTANDO EN UNA BURBUJA JUNTO A LOS APESTOSOS ADULTOS!!!!— Gritó muy alto a la vez que despegaba del suelo alzándose al vuelo como los superhéroes de los cómics.

—¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!— Grité a todo pulmón mientras me sujetaba del villano como podía.

—No seas una gatita asustadiza— habló Burbujeo con tono burlón.

—¡¡¡ES QUE TENGO UNA MALA EXPERIENCIA CON LAS ALTURAS!!!— Exclamé mientras recordaba como Clima Tempestuoso me había mandado a volar, de no ser por Chat Noir yo... Chat...

(¡F*ck! No es momento de pensar en tu crush imposible. ¡¡UN VILLANO ME SECUESTRÓ!!).

—Ya cállate si no quieres que te mande a volar sola en una burbuja— dijo irritado.

Su comentario hizo que tragara por el miedo y cerrara la boca.

Mientras volábamos, Burbujeo mandaba burbujas gigantes hacia los adultos, atrapándolos al simple contacto que tenían con estas. De repente, vi algo que me heló la sangre. (Mamá...) Pensé al verla flotando cerca de donde me encontraba. Por instinto levanté mi brazo en su dirección para tratar de alcanzarla, una fantasía infantil. Como por acto de magia, ella se percató de mi presencia e hizo lo mismo estirando su brazo para alcanzarme. Estábamos a escasos metros, pero Burbujeo comenzó a volar de pronto hacia la mansión de Adrien, arrastrándome con él y haciendo que me alejara de mi mamá, quien gritaba mi nombre desesperada a la vez que golpeaba el interior de la burbuja en un intento por romperla.

—B-Burbujeo, espera. T-tengo un regalo de cumpleaños para A-Adrien. ¿Puedo traerlo?— Pregunté temerosa de que me dejara caer, sabiendo que nadie vendría a mi rescate.

—Bien, pero rápido— respondió serio y descendió, extrañamente, enfrente de mi casa.

(Que raro, de seguro solo es una coincidencia). Corrí a mi habitación para agarrar el regalo de Adrien y volví con Burbujeo. Era de esperarse que pensara en escaparme pero, quería darle el regalo a Adrien lo más antes posible...

Al llegar con el villano, este sin decir palabra, me cargó como costal de papas y se alzó en vuelo nuevamente.

Aterrizamos en la mansión de Adrien. —Iré por los invitados, tú dale eso al cumpleañero— dijo el villano akumatizado apuntando al regalo. —Y ya sabes que pasará si tratas de escapar— recordó con tono amenazante, luego se fue nuevamente.

—Oh por Glob, ¿qué hice para ser el blanco de los akumatizados?— Suspiré. —Bueno, supongo que Nathalie no está y no creo que sea malo entrar a ver a Adrien— me dije mientras comenzaba a caminar hacia la puerta de la mansión. Entré y busqué en la primera habitación que había. —¿Ho-hola?— Tartamudeé insegura. Este ambiente me refleja soledad. (Pobre ángel...). —¿Adrien? ¡Soy ______!— Comencé a subir las escaleras, pero no sabía a donde dirigirme. —¡Adrien!— Alcé más la voz.

Inmediatamente oí pasos apresurados que se dirigían a donde me encontraba.

—¿______?— Preguntó Adrien sorprendido. —¿Qué haces aquí?

—A-am...— Había escondido el regalo detrás de mí al oír su voz, para que no lo viera. —S-solo quería saber como ibas... Con eso de que tu padre no te dejó hacer la fiesta— sonreí nerviosa.

—Oh, gracias, pues podría ir mejor— sonrió con tristeza.

—Pueeeeees...— Dije sonriendo y evitando mis ganas de dar saltitos por la emoción. —También vine por algo más— desvié la mirada.

—¿En serio? ¿Qué otra cosa?

Le mostré el regalo esbozando una sonrisa y grité sin contener mi emoción. —¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, ÁNGEL!!!!!

—¡¡______!!— Alzó la voz sorprendido mientras se le iluminaban los ojos. —¡No tenías que hacerlo!

—Ay, que gracioso— le di el regalo. Él solo se quedó contemplándolo por unos segundos. —¿Y qué esperas? ¡¡ÁBRELO!!— Exclamé saltando de la emoción.

—E-está bien...— Respondió el rubio y lo abrió emocionado.

Al ver lo que era me volteó a ver sorprendido con la boca abierta.

—Sorpresa— le dije en un tono tranquilo sonriéndole. —Veo que te gustó.

—¡¿G-gustar?! ¡¡ME ENCANTA!!— Gritó nuevamente. —¡Es la espada de esgrima que siempre quise desde que comencé con el deporte!— Habló emocionado sacando la dicha espada de la caja y empuñándola. —Woooow— admiró el arma, luego me volteó a ver. —Es preciosa ______, te lo agradezco mucho— me abrazó muy feliz.

Me tensé ante el repentino contacto pero le devolví el abrazo, sonriendo inconscientemente. Al separarnos, fuimos a la habitación de Adrien para que dejara su nueva espada.

—¡Santo taco! ¡Tu cuarto es inmenso!— Comenté sin ocultar mi asombro, lo que ganó una risa leve por parte de Adrien. —O-oh, em...— Tartamudeé al recordar a cierto chico celeste con apariencia graciosa que mandó a volar a los adultos. —V-vamos, ha-hay una sorpresa más— dije insegura.

—No te hubieras molestado, con la espada era más que suficiente— me sonrió divertido.

—Ven, es hora de festejar— fingí alegría y comenzamos a caminar al patio donde Burbujeo esperaría.

Salimos y ahí estaban todos los de la clase de Adrien... Y supongo que mis compañeros también.

—¡Sorpresa!— Gritaron al unísono.

Adrien se sorprendió y me volteó a ver. Yo le sonreí nerviosa, pero de pronto Burbujeo habló desde una burbuja.

—¡Hey, hey, hey cumpleañero! ¿Adivina qué? Papi se fue y cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta.

—¡Nino!— Exclamó Adrien reconociéndolo.

—No, soy Burbujeo, y traje a todos tus amigos con sola una intención. ¡Celebrar!— Alzó la voz haciendo que los demás festejen y lancen virotes. Después Burbujeo saltó de la burbuja de donde se encontraba y aterrizó cerca del panel de sonido para hacer de dj. —¡Que comience la fiesta!

—¡SI!— Exclamaron los presentes.

Burbujeo colocó un disco haciendo que la música sonara y todos los invitados comenzaron a bailar.

—¿Planearon esto juntos?— Me preguntó Adrien viéndome a los ojos.

—Seeeee, mas bien, me obligó a hacerlo— dije apenada mientras le sonreía, preocupada de que se enojara.

—¡Hm!— Corrió hacia adentro.

—¡Adrien!— Exclamé preocupada. —Oh, rayos...— Bajé la mirada.

—Vamos todo el mundo, los traje para celebrar— dijo feliz Burbujeo.

—Es obvio que los obligó a venir— me dije desanimada. Solté un suspiro mientras me sentaba con las manos apoyadas en mis piernas en la escalera que conduce a la puerta de la mansión. Veo que todos tienen cara de desanimados y habían fuegos artificiales. —Eso sin duda llamará la atención de Ladybug— me dije viendo hacia el cielo.

Escuché la puerta detrás de mí abrirse, a lo que giré inmediatamente para encontrarme con Adrien.

—¡Adrien! Regresaste— exclamé contenta levantándome de las escaleras.

—Si... Decidí que debería aprovechar— dijo tímido.

—Okey, ¿vamos?— Hice un leve movimiento de cabeza en dirección a donde todos estaban bailando y Adrien asintió.

Nos unimos al grupo, Adrien se veía muy contento, lo que ocasionó que yo sonriera honestamente. (Su sonrisa hace que olvide todo lo que está a mi alrededor...) Abrí de repente los ojos alarmada por mi pensamiento. (¡¡NO NO NO!!...¡NOOOOOOOO! ¡Nada de sentimientos amorosos!).

Regresé la vista a Adrien, quien mostraba un poco de tristeza al ver alrededor. (Ya se dio cuenta...).

De pronto comenzó a sonar una música lenta, esa del baile Adrienette del capitulo "Oso Maloso".

—Chloe de seguro le pidió a Burbujeo que pusiera esta canción para bailar contigo— dije un poco molesta rodando los ojos.

—¿Qué?— Adrien vio a la multitud con una mirada que mostraba sospecha y abrió más los ojos al ver que Chloe se acercaba. —V-ven, vamos a bailar— me tomó de la muñeca y se alejó un poco del grupo, jalándome en el proceso.

—¡WOA!— Cuando se detuvo, no soltó su agarre. —A-am, ¿ángel?— Pregunté para que me explicara qué fue eso.

—Lo siento, es solo que... No quiero bailar con Chloe— me sonrió apenado con su mano libre detrás de su cabeza.

—Oh, jaja...— Me reí levemente y lo volteé a ver. —Entonces podemos irnos de aquí y te compro un smoothie.

—De hecho, si me gustaría bailar... Contigo— dijo cambiando de sostener mi muñeca a mi mano y depositándole un suave beso.

Eso bastó para que me pusiera roja. (Su Chat se está notando. M*erda Adrien, ¡¡¿¿por qué eres tan hermoso??!!). El rubio, con su mano libre, tomó mi otra mano poniéndola en su hombro, dejándola allí y luego movió su mano a mi cintura.

Comenzamos a pasearnos entre la multitud bailando al compás de la música. Vi a Chloe y estaba furiosa, realmente echaba humo por sus oídos.

—Si quieres puedes acercarte, no te morderé— habló Adrien con tono juguetón.

—E-eh gracias pero, n-no quiero i-incomodarte jeje— respondí nerviosa y un poco en shock.

(¡¡¡¿¿¿A QUÉ VIENE ESA PREGUNTA???!!!) Gritó mi mente.

Antes de que Adrien respondiera la música cambió de repente, por lo que yo aproveché para separarme con una sonrisa apenada.

—¡Oigan! ¿Quién pirateó mi música?— Preguntó Burbujeo enojado.

(Ladybug, gracias) suspiré con alivio. —Jeje debió ser un error— respondí ocultando mi alivio.

—Hm, que extraño— susurró Adrien.

—B-bueno, ¿qué tal si les dices unas palabras a los invitados— Sonreí nerviosa mientras señalaba el escenario.

—Claro, es una buena idea— respondió caminando hacia Burbujeo.

Escuché gritos y subí la vista. (¡Oh no! Iván. Rayos Marinette, ¿qué estás haciendo? ¿Acaso firmar un pinche regalo es tan difícil?).

—Hola París ¿cómo están?— Habló Adrien con un micrófono.

La multitud, aterrorizada por Burbujeo, comenzó a celebrar y lanzar virotes nuevamente. Eso alegró a Adrien y bajó del escenario de un salto.

Inmediatamente, Adrien volteó hacia arriba y yo seguí su mirada.

—¿Ladybug?— Preguntó extrañado el oji verde.

—¡Ladybug!— Grité mostrando mi emoción, digna de una fan.

La chica motas lanzó su yo-yo hacia los conectores de corriente, dejándolos inútiles.

—Lo siento Burbujeo, pero la fiesta terminó— habló la superheroína.

—¡AGH! ¡¿Por qué eres así de aguafiestas?!

—Porque mandaste a volar a los adultos en tus burbujas. Y además obligas a los invitados a divertirse.

—Lo lamento, ángel— lo vi apenada por lo que sucede.

—No, soy yo él que lo lamenta— respondió serio con la mirada baja y se fue corriendo.

Burbujeo le lanzó sus burbujas a Ladybug, las cuales bloqueó rápidamente con su yo-yo. Luego ambos comenzaron a luchar. Todos los presentes corrieron gritando.

—¡Juechucha! ¡¡ESTO SE VA A DESCONTROLAR!!— Grité corriendo hacia donde estaba Alya.

Ladybug lanzó su yo-yo hacia el villano, pero él creó una burbuja haciendo que el arma rebotara, y fue de vuelta hacia Ladybug, de no ser por Chat Noir, quien apareció justo a tiempo para evitar que la superheroína se golpeara.

—¡¿Dónde estabas, niña?!— Me preguntó Alya con tono de preocupación.

—Siendo la cómplice obligada de ese tipo burbuja teletubbie— apunté mi dedo hacia Burbujeo.

—¡¿Qué?!

—Tranquila, no me hizo nada.

—Menos mal— respondió abrazándome.

Volteé a ver como iba la lucha, habían muchas burbujas rojas sobre Ladybug y Chat Noir.

(Espera... ¿No es cuando ellos?...). —Oh no— susurré preocupada.

Sin pensarlo, salí rápidamente de donde me estaba escondiendo y corrí hacia los superhéroes.

—¡¡¡______!!! ¡¡¡NO!!!— Gritó Alya junto con Nathaniel, Rosita y otros más.

(¿Por qué lo hago? Oh... Si, por que me preocupan y ni siquiera pensé en las consecuencias).

La adrenalina fluía por mis venas. —¡¡¡¡¡CUIDADO!!!!!— Grité a todo pulmón, obviamente preocupada.

Al llegar al lugar de la pelea, logré empujar a Ladybug y Chat Noir fuera del vórtice de burbujas verdes que se había creado. Inmediatamente, las burbujas verdes se dirigieron a mí y al final terminé encerrada en una burbuja gigante.

Ladybug gritó sorprendida, aún procesando lo sucedido.

—¡No!— Exclamó Chat corriendo hacia mí.

—¡Déjenme salir! ¡Auxilio!— Grité aterrada golpeando la burbuja.

—¡______! ¡¿Estás bien?! No te preocupes, te sacaré de ahí en este momento— dijo Chat apresurado.

—¿Qué intentas-?

—¡Gataclis-!— Sin embargo, no pudo terminar la frase porque Burbujeo lo interrumpió al patear mi burbuja hacia el cielo abierto. —¡¿QUÉ HICISTE-?!— Escuché que gritó Chat pero no logré oír la frase completa, pues yo estaba gritando muy fuerte.

—¡¡¡¡¡AAAAHHHH!!!!!

Tenía los ojos cerrados. Cuando los abrí me sorprendió la hermosa vista que tenía.

—... Es precioso...— Miré hacia abajo y me asusté. —¡Aay! Pensándolo bien, me quiero bajar.

Suspiré mientras atraía mis rodillas al pecho y ocultaba mi cara. (Tengo miedo. Chat Noir, Ladybug, apresúrense...). Comencé a cantar para distraer mi mente.


https://youtu.be/3PwY6Hgt6Xo


Miro los días de lluvia

Con melancolía pura

El recuerdo de aquel día

En mi mente aún perdura

Mi corazón no te puede olvidar

Aquella mirada esmeralda

Me hace soñar

Estaba recordando el día en que llegué aquí, fue como un sueño hecho realidad. Conocí a Marinette, Adrien, Alya, Nino... Todos. Fui salvada por el bombón francés mas dulce de todos 7u7.

¿Tú piensas en mí?

¿Qué soy para ti?

Acércate a mí

Es que no ves que estoy aquí

Pero, si no tengo cuidado, el cuadro amoroso será alterado y todo será mi culpa. Marinette ama con todo su corazón a Adrien... ¿Cómo puedo competir con eso?...

Te veo marchar

Me quedo atrás

Reúno mis fuerzas para sonreír sin más

No me ves

Y no sé

Qué he de hacer

Pero aún así

No me voy a rendir

Quiero, mostrarte

Mi yo de verdad

Y esta máscara algún día

Podré retirar...

Ah~

Y al fin lo sabrás...


Terminé de cantar, realmente me relajó mucho. Vi hacia abajo y una manada de mariquitas se dirigía hacia mí.

—¡Es el amuleto encantado de Lady-!— No termine mi frase porque las mariquitas rompieron la burbuja en donde estaba, haciéndome caer estilo libre. —¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!!!!!!!!— Grité a todo pulmón muy alarmada y aterrorizada por la velocidad con la que se acercaba el suelo. No escuchaba más que mi grito, sentía que mi garganta iba a sangrar en cualquier momento. —¡¡¡NO, NO, AUXILIOOOOO!!!— Comencé a moverme bruscamente con lágrimas asomándose por mis ojos. —No...

De repente sentí como me detuve, sentía que estaba... ¿Flotando? Bajé mi vista y me sorprendí al ver la manada de mariquitas, ellas me estaban bajando lentamente. Cuando toqué el suelo, la manada se fue, exceptuando a una mariquita pequeña que se posó en mi nariz.

—Que bonita eres...— Solté un suspiro de alivio. —Gracias por salvarme la vida, realmente eres mágica— sonreí.

La mariquita se fue y yo estaba frente a la Torre Eiffel. —¡Ey! ¿Qué hago aquí?— Me pregunté viendo alrededor.

—¡______!

—¿Ah?— Me volteé a ver a quien me estaba llamando.

Chat Noir venía corriendo hacia mí preocupado. —¡¿Estás bien?!— Me cuestionó apresurado agarrándome de los hombros y buscando alguna herida.

—Si, Chat, gracias. El amuleto de Ladybug me salvó— le sonreí.

—Que alivio... Siento no haberte sido de ayuda— bajó sus orejitas junto con su mirada.

(Que...lindo...). —N-no, hiciste todo lo que pudiste, ¡gracias!— Lo abracé por el cuello. El héroe estaba demasiado perplejo para responder.

—______, ahí estás.

Me separé de Chat al escuchar la nueva voz. El minino seguía paralizado en el lugar.

—¡Ladybug!— Exclamé emocionada, a lo que ella sonrió y me abrazó.

—No tuve la oportunidad de agradecerte por salvarnos.

—N-no hay de que. No quería quedarme sin hacer nada. (¡OMG!).

Se escuchó el pitido de los miraculous de ambos superhéroes. Ladybug colocó su mano sobre mi hombro.

—Espero que nos veamos pronto— se fue.

—¡Conocí a Ladybug en persona!— Sonreí a más no poder.

Chat interrumpió mi momento fangirl aclarando su garganta. —Vamos preciosa, te llevaré a tu casa— me cargó estilo princesa.

—¡Ah!— Chillé del asombro. —Gracias Chat pero quiero ir a casa de mi amigo Adrien... Para disculparme— bajé la mirada.

—¿Disculparte?— Alzó una ceja curioso.

—Ayudé a Burbujeo a crear su fiesta, yo solo quería verlo feliz en su cumpleaños.

—Estoy seguro que hoy será un día inolvidable para él, y además te tiene a ti a su lado— me vio con una sonrisa tierna.

Yo me quedé en shock y rápidamente levanté mi vista para intersectar la suya. El calor se hizo presente en mis mejillas y Chat rio levemente. Saltó de edificio en edificio conmigo en sus brazos.

Llegamos al frente de su mansión y el oji verde dejó que me pusiera de pie.

—Le avisaré que estás aquí— y se fue.

Yo comencé a reír. —Si no supiera que él es Adrien y si estuviera ciega como todos, no podría sospechar quién está detrás de la máscara.

Adrien salió y se dirigió a mí. —______, me enteré de que salvaste a Ladybug y Chat Noir sacrificándote. ¿Cómo estás?— Preguntó preocupado.

—Estoy bien ángel. Pero venía a... Perdón— dije apenada.

—¿Qué?

—No debí ayudar a Burbujeo, lamento que haya terminado la fiesta así.

—______...— Me miró con ternura. —Fue uno de los mejores días de mi vida, fue mi primera fiesta. Es cierto que todos fueron obligados, pero me divertí mucho contigo. Gracias— me sonrió.

—Hm, no hay de que Adrien— le devolví la sonrisa. —Mejor me voy, mi mamá debe de estar preocupada— le di un abrazo rápido. —Feliz cumpleaños— y salí corriendo, sin dejarle hablar.

Ya era lunes en la escuela y llegué en el momento en que Adrien llegaba.

—Hola chicas— saludó el rubio.

—Hey Adrien— llamé su atención y él se acercó a mí.

Un cierto chico moreno llamó mi atención.

—¡Nino!— Corrí a abrazarlo.

—Wow, ¿qué sucede, ______?— Respondió el moreno, sorprendido.

—Nada, ¿acaso no puedo darle a mi amigo un abrazo?

—Claro que si chica— respondió envolviéndome con sus brazos.

Vi que Adrien estaba sonriendo, pero más que ser una sonrisa sincera, parecía fingida...


Continuará...

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