Jisung

Al llegar a casa de Minho lo primero que hicimos fue ir a su comedor, la verdad seguía exitado por lo que había pasado hace un rato pero no quería ser tan obvio, caminaba por su comedor hasta que una foto llamó mi atención, una foto de un niño pequeño, me preguntaba si sería Minho el de la foto, posiblemente si.

- Tu casa es linda - le digo mientras observaba aquel cuadro, su casa era sencilla pero elegantes con colores sombríos - ¿Eres tú? - le pregunto mientras lo miraba, el solo se dedicó a asentir - Eras lindo.

- ¡¿Era?!, ¿Osea que ahora soy feo? - dijo haciendo un puchero, era muy hermoso pero no quería que se enojara conmigo.

- No, no quería decir eso, aún eres muy lindo, te lo aseguro - digo mientras me intento acercar a el a lo que Minho solo se alejaba, mi lobo y yo estábamos muy tristes, de la nada unas inmensas ganas de llorar llegaron a mi, me sentía rechazado por Minho y odiaba eso.

- No te alejes - le dije mientras sentía cómo lágrimas se acumulaban en mis ojos, me sentía débil - Lo sie-siento - dije mientras sollozaba.

- No cariño, por favor no llores más - me dijo mientras se acercaba a mi y me abrazaba, me acomodé entre sus brazos y puse mi cara en su cuello, amaba aquel olor a menta con un muy ligero toque de tabaco, aquel olor me lograba tranquilizar.

- Eres hermoso, cuando eras pequeño y ahora igual - le dije ya más calmado, el me separó ligeramente para luego sonreírme y mirarme a los ojos poco a poco nuestra distancias se fue acortando para así sumergirnos en un dulce y tierno beso.

Continuamos nuestra tarde viendo películas y hablando de cosas sin sentido, Minho intento cocinar algo pero se le quemó, solo nos riamos y preferimos pedir una pizza, así nos encontrabamos ahora, comiendo pizza mientras veíamos una película, no nos dimos cuenta de la hora que era, estábamos tan sumergidos en la trama de la película que cuando terminamos de verla ya era muy de noche, iba a pedir un taxi para irme a casa pero Minho no me dejó y me ¿pidió?, Bueno, más bien me exigió que me quedara en su casa, fuimos a su habitación y el habló.

-Toma, ponte esta polera - me dijo mientras me extendía una de sus poleras, yo gustosamente la recibí para luego dirigirme a el baño y así poder colocarme aquella prenda, la polera me llegaba hasta los muslos, de repente mi olor se intensificó y busque supresores que creía haber echado en la cartera de mis pantalones, no tuve más opción que salir de el baño, mi olor se intensificó aún más al ver aquella escena, un Minho con solo un short y y sin camisa, se podían ver sus muy bien trabajados abdominales, era una imagen digna de ver, solté una ola de feromonas mientras intentaba no tirarme encima de el.

- Mi-Minho, no ando con supresores - le dije mientras lo observaba como un idiota.

- Ven aquí - su voz de mando resonó por todas la habitación, sin más solté un jadeo y mi dirigí hacía el y me senté en su regazo, inmediatamente empezé una exquisita fricción.

- Por favor, ayúdame - le dije con los ojos llorosos, era demasiada la exitacion que sentía, necesitaba más contacto por lo cual me dediqué a moverme de una forma más brusca sobre el.

- Te puedes arrepentir más tarde - dijo dando besos en mi cuello y a la vez suaves mordidas que lograban volverme totalmente loco, yo solo me dedicaba a jadear y gemir.

- No lo haré, am-ambos te queremos den-dentro, mi lobo y yo -  digo y el sin más me da vuelta en la cama y me retira la polera dejándome solo en boxer, mi erección era muy notoria y ya comenzaba a soltar lubricante natural, el besa mi cuello para dejar notorias marcas moradas en mi piel, luego deja de lado lo que hacía y se levanta para sacarse el short quedando igual que yo, solo en boxer.

- Está noche no vamos a dormir cariño - me dice a lo que yo suelto un sonoro gemido al ver aquella imagen, un Minho solo en boxer, sin duda nunca olvidaría eso, me besó bruscamente luego sentí que mi boxer era retirado quedando completamente desnudo ante el, veo como sus ojos se oscurecen, su lobo lo estaba dominando, lo podía ver, sin más ataca mis pezones semi erectos y los lame y muerde a su gusto, yo solo lloraba de placer, era demasiado bueno, los rumores eran reales, si querías una buena noche de sexo ve a dónde Lee Minho y disfrutarás la mejor noche de tu vida, el chico baja sus besos por mi abdomen trabajado pero no tanto como el de el, jadeaba bastante hasta que uno de mis gemidos resonó por posiblemente toda la casa, Minho tomo mi miembro en sus manos para luego meterse lo a la boca, lágrimas caían de mis mejillas por el placer, mi lubricante mojaba la cama y caía por mis pierna, gemía como un loco, cuando perdí toda mi cordura tome el cabello de Minho y lo empuje aún más a mi miembro y el gustosamente lo metió más adentro de su boca, soltaba maldiciones y palabras poco audibles cuando siento un conocido cosquilleo en mi zona baja.

- Ahhh!!... Mi-Minho!!... Minho me v-voy a correr - dije mientras lloraba y gemía de placer.

- Correte bebé, hazlo para mí - me dijo y sin más succionó fuertemente mi miembro y sin más me corrí gritando su nombre, el traga mi escencia y baja su boxer quedando completamente desnudo ante mi, al ver el tamaño de su miembro el miedo y la exitacion me inundan, eso no iba a entrar en mi y si es que lograba hacerlo me iba a doler mucho, para agradecerle baje hasta su miembro y lo metí a mí boca, no caía ni la mitad dentro de mi boca pero lo que no caía lo masturbaba con mi mano, sus jadeos eran música para mis oídos, de repente siento como agarra mi pelo y me penetra la boca, luego de unos minutos se corre en mi boca y trago gustosamente su escencia, me levanta del suelo y me pone en cuatro, veo que busca algo en el cajón que estaba al lado de la cama, saca un condón y se lo coloca, deja besos en mi espalda baja y luego comienza a lamer mi agujero, yo solo podía llorar y rogar por que entrara en mí.

- En-entra, por-porfavor entra - dije mientras lloraba de placer y el simplemente continúo lamiendo mi entrada, gemía cada vez más alto, pobres vecinos, de un momento a otro deja de lamer mi agujero y me habla.

- Voy a entrar y ruega por qué puedas caminar mañana - me dice mientras me besa los labios - ¿eres virgen?- me pregunta a lo que yo niego con lágrimas en mis ojos, el solo asiente y pone la punta en mi entrada y se va metiendo de a poco, cuando ya estaba completamente dentro de mi comenzó a moverse suavemente, yo solo me limitaba a gemir y hablar incoherencias, me sentía desmayar, necesitaba que se moviera más rápido se lo pedí y así lo hizo, cada vez era más rápido y fuerte, me agarraba de la cama mientras gemía como un loco, el cosquilleo volvía a mi y me corrí sin avisar, unos segundos después escucho un gemido de el indicando que igual había terminado, nos miramos para luego sonreírnos y besarnos, el me acurrucó a su lado y así nos dormimos.

---------------------------------

Eso es todo, la verdad no tenía idea de que poner en este capítulo, espero que les gustara.

Pensaba hacer el próximo capítulo sobre el Hyunin ¿Que opinan?.