Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

8

“Vows are spoken to be broken. Feelings are intense, words are trivial”



Daegu - 2012


Luego de haber pasado casi toda su adolescencia siendo el blanco de las burlas de sus compañeros de colegio, por ser un flacucho y desgarbado, la aparentemente tardía "pubertad" finalmente golpeó a Taehyung el último año de colegio.

Durante ese año, finalmente pudo mantener su peso ideal, ya que luego de probar varios medicamentos, encontraron los adecuados para él.

Cada vez crecía un poco más, ya no estaba encorvado. Su espalda y hombros se ensancharon, su voz se agravó, su mandíbula se había vuelto fuerte y filosa. Sus proporciones corporales y las facciones de su rostro alcanzaron la armonía.

Y para el baile de graduación, fue el más solicitado.

Gracias a que su estado de ánimo también se encontraba estable, pudo hacer que su rendimiento académico recuperara el ritmo que había llevado años anteriores. Había ganado muchísima confianza para cuando entró a la universidad.

Casi al finalizar el primer año, conoció a Nayeon. Una joven menuda, de sonrisa contagiosa, estudiante de comercio internacional.

Se habían encontrado varias veces por casualidad en la cafetería y en la biblioteca. Cuanto más la veía, más hermosa le parecía, y Taehyung no pudo resistirse a la adorable carita de la joven.

Así que se armó de valor y la invitó a salir. Luego de haber tenido por primera vez en su vida una cita, que había sido perfecta, se sintió un poco extraño. Por lo que la siguiente semana evitó por completo comunicarse con ella.

Cuando la volvió a buscar, se dio cuenta que Nayeon se había enfadado, por no haberle escrito ni siquiera un mensaje. Taehyung le pidió que la perdonara y volvieron a salir.

Él lo intentó. Hizo el esfuerzo de salir con la atractiva joven, como normalmente las demás personas lo harían. Pensó que quizá ella podría ser el amor de su vida, por eso trataría de seguir el ritmo tradicional: salir a citas, follar, comprometerse y casarse.

Al principio Nayeon no entendía el a veces extraño actuar del joven, sin embargo se convenció a sí misma que Taehyung seguramente sólo era muy reservado y que con el tiempo comenzaría a portarse como la pareja ideal que ella esperaba que fuera.

El azabache, por su parte, trató de convencerse a sí mismo de que con el tiempo se acostumbraría a hablar todos los días y acostarse con la misma persona. Al mes de comenzar a salir, le pidió a Nayeon que formalizaran su relación. La joven aceptó, emocionada por el avance.

Todo fue relativamente tranquilo por un tiempo. Podría decirse que hasta era "lindo" lo que tenían. No obstante Nayeon sentía que en realidad no conocía a su "novio", que el pelinegro lo hacía todo en piloto automático.

Un día, tras revisar el celular de su novio a escondidas, Nayeon supo que Taehyung llevaba un tiempo teniendo problemas familiares.

“¿Y nunca pensabas decírmelo?” pensó, harta de la ausencia de confianza de su propio novio.

—¿Por qué no me dices que tienes? —masajeó los hombros del pelinegro.

—No tengo nada, bebé. Estoy bien —se apartó.

—No me mientas. Sé que estás teniendo problemas con tus hermanos y tu padre.

Taehyung bufó —Nena, no sé de dónde sacas eso—fingió una risa.

—Eres un cínico. Vi tu chat con tu hermano. ¿Alguna vez pensabas compartir eso conmigo, que se supone soy tu pareja? —escupió con resentimiento.

—¿Me revisaste el celular? —la miró incrédulo —¡Cómo pudiste! —cuestionó totalmente indignado por la invasión de su privacidad.

—¡No tendría que hacerlo si tan sólo me lo hubieras contado desde un principio! —contraatacó la joven.

—No debiste hacerlo, Nayeon. Además la conversación que viste debió haber estado fuera de contexto —se apretó el puente de la nariz. Le estaba comenzando a doler la cabeza.

—¿Por qué sigues negándolo a pesar de que lo sé todo? ¿Crees que soy estúpida? —replicó ofendida.

—No lo hago —resopló, exasperado. —Sólo déjalo ¿quieres? ¿Por qué carajo estás siendo tan insistente?

—¿Por qué tú no me cuentas nada nunca? ¿Acaso no confías en mí? Yo quiero ayudarte también —insistió, al borde del llanto.

—No necesito tu ayuda. No es tu puto problema, y no volveremos a tocar el tema —sentenció el pelinegro.

La joven asintió cabizbaja, mientras dejaba escapar un par de lágrimas. El pelinegro suspiró, no quería herirla, además el llanto lo incomodaba. Se acercó por detrás a su novia, abrazándola en modo de disculpa.

—Mira, lamento no contarte lo que sucede, pero es un asunto personal ¿entiendes? Lo resolveré por mi cuenta. No tienes que preocuparte por mí. No voy a cargarte con mis problemas —le dijo suavemente mientras le daba un beso en el cabello.

Nayeon, con el corazón roto, lo dejó, luego de seis meses juntos. Ella llegó al punto de casi odiarlo, pues el resumen de su relación era: ella tratando de invadir el pequeño mundo de Taehyung. Se había cansado de ese juego, y se juró a sí misma nunca más volver a perder la dignidad así por otra persona.




Seúl - El presente



Taehyung no recordó haber probado nunca unos labios así. Suaves, esponjosos, tan tibios... Seokjin no se movió al principio, estaba muy sorprendido, pero luego se dejó llevar.

Al principio fue un beso suave, labios moviéndose y acariciándose entre sí. Taehyung sentía su corazón golpear con fuerza en su pecho. Llevó una de sus grandes manos a la nuca de Seokjin y profundizó el beso.

Seokjin soltó un gemido ahogado cuando la lengua del azabache se coló en su boca. Estaba comenzando a sentir mucho calor. Quería subirse sobre el pelinegro y follarlo hasta quedarse seco, pero se estaba quedando sin aire, por lo que se apartó para tomar un poco de oxígeno.

Taehyung sintió un tirón en su entrepierna cuando vio a Seokjin con las pupilas dilatadas y los labios rojos e hinchados. Joder, necesitaba más. Quería más.

Pero se conocía muy bien.

Sabía perfectamente que si las cosas llegaban más lejos, hasta donde él quería, ya nada sería igual. Sabía que una vez que terminen, el sentiría un enorme rechazo hacia el castaño. Taehyung no quería eso, no quería lastimar a Seokjin.

Las cosas estaban yendo demasiado bien, y Seokjin era demasiado valioso para él como para ser usado y descartado como las demás personas con las que Taehyung tenía sexo.

”Jesús, ¿por qué me haces esto?” pensó mientras mentía descaradamente:

—Lo siento. No debí besarte. Perdóname por favor —dijo mientras se levantaba y se sacaba los auriculares.

Seokjin sintió una punzada en el pecho e hizo lo mismo. ¿Hizo algo malo? ¿Por qué lo besó si luego se iba a echar para atrás?

—No... Yo... Está bien —Seokjin apretó los labios. No sabía qué decir, no quería alejar más a Taehyung.

El pelinegro se frotó la cara. El ambiente se había puesto incómodo, todo por su culpa.

"¡Malditas hormonas!"

—Yo... Creo que debería irme.

—¡No! Es decir... ¿Por qué? Ambos queríamos ¿no? —miró al suelo.

—Sí... pero tu estuviste casado con una mujer, ¿no se supone que eres...

—Soy bisexual —lo interrumpió —.

Taehyung suspiró, avergonzado y frustrado. No queria que Seokjin se sintiera mal por haberlo rechazado después del beso.

—Hagamos como que no sucedió, ¿sí? No es la gran cosa. Te prometo que no volverá a pasar.

—... Como quieras. —suspiró también y le dio una débil sonrisa mientras levantaba su pulgar.

El castaño se dio la vuelta e ingresó a la cocina pasándose la mano por el cabello, confundido. Taehyung se veía arrepentido por haberlo besado. Eso realmente le dolió. ¿Pero por qué lo había besado en primer lugar? ¿Sólo porque la ocasión se prestaba, o realmente había una posibilidad de que le gustara al azabache?

Con su cabeza hecha un lío se dispuso a servir la cena que había preparado antes de que Taehyung llegara, fingiendo que había olvidado lo que acababa de suceder, después de todo, eran amigos ¿no?

Taehyung también fingió que no le afectaba en absoluto la mera existencia de Kim Seokjin. Que no deseaba besarlo otra vez, arrancarle la ropa y llevarlo hasta el límite del placer. Que no tenía una lucha interna, entre sus pensamientos racionales y sus impulsos más primitivos.

Él no follaba con personas que fueran importantes para él. Por eso tenía que controlarse. Se repitió a sí mismo que la amistad que estaba construyendo con Seokjin valdría la pena en el futuro.

.

.

.

—No te vi el fin de semana —dijo Jimin mientras caminaban por algún pasillo del centro comercial —por favor dime que no volviste a ver a yatusabesquién —le dedicó una mirada severa a su acompañante.

—No lo he vuelto a ver. Tengo un nuevo amigo —Taehyung sonrió mientras tomaba su milkshake.

—¿Un amigo, amigo? ¿Como yo? —el rubio preguntó incrédulo.

—Sí. O sea, no —se corrigió, pensando en el beso que compartió con el sexy castaño hace un par de días —Nos hemos encontrado un par de veces estas últimas semanas.

—¡Estoy tan orgulloso de ti, Tae! —comentó con una enorme sonrisa —es decir, no es que no me guste ser tu amigo también—dijo rápidamente —pero me alegra muchísimo saber que le estás dando chance a otros de acercarse a ti.

—Sí... Supongo que no será tan malo —dijo pensativo —quizá deberías conocerlo —sugirió.

—¿De verdad? Me encantaría. Quiero saber quién ha sido capaz de lograr entrar en la vida de este lobo solitario —dijo con ironía.

—Estoy seguro de que se llevarán bien. Son muy similares en muchas cosas. Quizá sea por eso que me cae bien. “¡Ja!”

—Debemos organizar algo rápidamente, me muero por conocerlo —canturreó el rubio, genuinamente contento de que su amigo finalmente esté socializando en la vida real. No sólo online y en los cómic-con.

No se podía considerar a Taehyung como un ermitaño, después de todo él tenía un trabajo con el que debía interactuar a diario con muchas personas y además tenía a Jimin como su mejor amigo.

A veces el par parecían hermanos, ya que él rubio andaba cuidándole la espalda y regañando a Taehyung la mayoría del tiempo, y el menor le hacía compañía y lo apoyaba en todo.

Lo cual era bastante irónico, el haber construido un lazo tan sano con alguien completamente ajeno a él, y que su lazo con los de su misma sangre esté tan deteriorado.

Jimin sabía que el pelinegro no tenía una relación muy cercana con sus familiares, pero que también visitaba a su padre de vez en cuando y enviaba uno que otro mensaje de texto a Seungmin.

En cuanto a Jongwoon, por lo menos lo visitaba una vez al año, en su cumpleaños. No toleraba verlo en esa habitación solitaria, con el aspecto saludable pero con los ojos vacíos.

El azabache solía contarle sobre esas visitas a Jimin, quien a estas alturas ya lo conocía muy bien, y sabía que detrás de esa máscara de indiferencia que llevaba a todos lados, había un chico que había estado hundido en la depresión por años, y que no deseaba regresar ahí, por lo que hacía lo que fuera necesario para protegerse a sí mismo.

Por eso no lo presionaba, sabía que su amigo ya había buscado ayuda y que había seguido tratamiento psicológico y psiquiátrico por varios años.

Y ahora que pensaba en ello, qué pequeño era el mundo...

—¿Recuerdas al tipo con quien llevo saliendo desde agosto?

—¿Mmm? Ah, el sugar daddy gigante.

—Ya te dije que no es un sugar daddy.

—Pero te lleva once años, y dijiste que era un gigante —lo miró alzando las cejas.

El rubio rodó los ojos. —Lo que iba a decirte... Es que desde ayer somos novios, oficialmente —dijo sintiendo sus mejillas arder —me llevó a un evento entre sus colegas y estaban presentes sus padres. Casi muero de la vergüenza y de la emoción.

—Um ¿debería prepararte el ataúd? —dijo pensativo. Jimin le dio un codazo.

—¡Ouch! Perdón, perdón. Felicidades, Jimin —le dio una enorme sonrisa y una palmadita en la espalda mientras le desordenó el cabello —¿Ahora sí me lo vas a presentar o recién revelarás su identidad cuando tengamos ochenta años?

—Bueno, el otro día estuvo en mi apartamento y vio nuestras fotos... Y me dijo que te conocía de hace años.

Taehyung se detuvo abruptamente —¿Quién es? —aguantó la respiración mientras lo miró con miedo. Esperaba que no fuera algún familiar de alguno de sus ex clientes.

—Se llama Namjoon. Dijo que fue tu terapeuta.

Taehyung escupió su bebida.

Pudo respirar de nuevo. "Oh, genial. Aún mejor" pensó, nada aliviado —Mierda, Jimin. ¿Cómo es que está aquí en Seúl? Yo... Tengo muchas preguntas... ¡Mierda! Ahora sabrás sobre todos mis traumas de la infancia —bromeó haciendo un gesto exagerado.

El rubio rodó los ojos —En primer lugar, no le preguntaría a él nada que tú mismo no quieras decirme y él no me lo diría de todos modos. En segundo lugar, te lo contaré todo el viernes en la cena. Y en tercer lugar, qué asco —hizo una mueca mientras se limpiaba algunas gotitas que se le habían salpicado cuando el pelinegro escupió.

Taehyung le sacó la lengua para luego mostrar su más inocente sonrisa.

.

.

.


Cuando estuvo de regreso en su apartamento, pensó en cómo rayos haría para mantener el autocontrol si seguía viendo a Seokjin. ”Quizá sólo necesito quitarme las ganas con alguien más” pensó mientras escribía un mensaje de texto.

Esa noche Taehyung mató dos pájaros de un tiro. Se folló a Sungjae, y luego le dijo que ya no tendrían ese tipo de encuentros.

—¿Hablas en serio? —dijo con una expresión incrédula.

—Totalmente —respondió el azabache mientras se colocaba el pantalón rápidamente.

—Sabes que ya no te daré el Xanax si lo dejamos, ¿cierto? —el médico se levantó de la cama y se puso una bata.

—Por mí está perfecto. Estoy tratando de dejarlo de todos modos —respondió y terminó de vestirse.

El más alto frunció el ceño —¿Por qué haces esto? ¿Te aburriste de mí? ¿O acaso hay alguien más?

—No tengo que explicarte nada. Dijimos que lo dejaríamos cuando quisiéramos ¿recuerdas? Pues llegó el momento, duh —agarró sus cosas y salió de la habitación, dirigiéndose a la puerta principal.

Taehyung se dispuso a salir de la residencia del mayor cuando sintió un agarre en su brazo.

—Espera. Ya que ya no nos acostaremos, ¿podemos al menos ser amigos? ¿Por favor?

Taehyung se giró para mirar a Sungjae y se zafó de su agarre. ¿Estaba escuchando bien?

—¿Por qué querrías ser mi amigo? —preguntó atónito.

—¿Por qué no? No le veo lo malo, los dos somos adultos y lo nuestro ya fue. No quiero cortar todo contacto contigo sólo porque ya no tendremos sexo. Además sólo puedes dejar tu adicción con asistencia médica —dijo mientras colocaba su mano en el hombro de Taehyung.

—Uh... Tienes razón. Está bien. Ya tienes mi número así que... —respondió un poco dudoso.

Mientras emprendía su camino a casa pensó, con una mueca en el rostro, en que había logrado sacarse las ganas del cuerpo momentáneamente, pero que Seokjin no había salido de sus pensamientos ni por un solo segundo.

Que cuando llegó al clímax, había cerrado los ojos, imaginándose que era a Seokjin a quien tenía bajo su cuerpo.

.

.

.


👀

Hay alguien por acá?

Gracias por leer. ❤️

Feliz domingo para todxs! 💜




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro