"Rather be the hunter than the prey"

Daegu - 23 de marzo de 2013

El clima estaba húmedo y un poco frío ese día, la primavera había comenzado y la ciudad estaba adornada de flores coloridas y de árboles de cerezo en pleno esplendor. Taehyung caminaba a pasos apresurados, su cita empezaba en unos minutos y ya estaba llegando tarde. Atravesó el pasillo casi corriendo y luego miró su reloj. Suspiró aliviado, había llegado a tiempo. Se sentó en el banco que estaba en el pasillo, frente a esa puerta que había estado visitando regularmente las últimas semanas.

Habían cinco personas más sentadas cerca, pero sólo reconoció a dos de ellas, una niña llamada Yongsun y a su madre Byulyi. Después de varias veces de haber venido a este lugar, supo que la niña era una paciente regular, de hecho, ya llevaba un año y medio viniendo cada semana. Taehyung no había preguntado qué las había llevado ahí, no quería saberlo.

Por lo general la gente no acude a esos lugares por razones agradables, y eso lo sabía por experiencia.

Mientras estaba sumido en sus pensamientos, la puerta se abrió.

—Kim TaeHyung —dijo una voz neutral.

Taehyung se levantó y entró al consultorio, siendo éste seguido por el psicólogo.

—Buenas tardes, licenciado —se sentó en el sofá.

—Buenas tardes, Taehyung. Te recuerdo que puedes llamarme Bogum, ya nos conocemos hace tiempo, no es necesaria la formalidad —dijo con una sonrisa amable.

—Lo había olvidado—contestó un poco avergonzado.

—Bien — el hombre tomó de su escritorio su libreta y un bolígrafo y se sentó en el sofá que quedaba frente al otro, quedando en el medio una pequeña mesa. 

—Entonces, ¿cómo te encuentras hoy, Taehyung? —preguntó, mirándolo directamente.

—Bien, supongo. Un poco mejor, cada día—murmuró  —Aunque no me he terminado de acostumbrar a los nuevos medicamentos.

—Eso es algo que lleva tiempo. No te preocupes, si sigues al pie de la letra tu tratamiento como lo has hecho hasta ahora, te recuperarás más rápido de lo que piensas y ya no tendremos que usar esas pastillas.

—Lo sé. Estoy un poco harto de los efectos secundarios, y me gustaría tener ya una vida normal —suspiró cabizbajo.

Luego de terminar la cita se dirigió a su casa, el lugar donde aún vivía y el lugar donde se originaron las causas de su visitas semanales a terapia.

Seúl - El presente

El atardecer de ese  viernes estaba más bonito de lo habitual, pensó Taehyung mientras observaba por la ventana de su pequeño pero bonito apartamento. Se dirigió a su closet y eligió una camisa negra con pequeñas flores blancas semi transparente, unos pantalones negros y un calzado a juego. Se vistió y se miró al espejo.

Se fijó en cada una de sus facciones: su pelo negro azabache estaba un poco largo en especial en la parte de atrás y lo tenía ondulado, su rostro simétrico sin ninguna imperfección, sus ojos de un color azul intenso, el doble párpado del lado izquierdo, su mandíbula afilada, sus labios llenos  y ese lunar que tenía en la punta de la nariz que le daba un aire inocente eran sin duda lo que hacía que Taehyung llamara la atención de mujeres y hombres por igual dondequiera que vaya.

Su cuerpo tampoco estaba nada mal, no estaba marcado, pero era delgado y atlético, y tenía la altura adecuada para ser elegante sin llegar a ser desgarbado. Su belleza era tal que muchos lo encontraban un poco intimidante.

Y él era perfectamente consciente de ello.

Hoy, como muchos otros fines de semana, explotaría el potencial de su sensualidad y se llevaría a alguien a la cama. Estaba un poco aburrido ya que la semana anterior no salió y ya se estaba sintiendo un poco caliente.

Necesitaba coger.

Tomó su chaqueta y salió de su apartamento. Abajo lo esperaba su mejor amigo Jimin, su partner in crime, su soulmate, probablemente la única persona que tenía un lugar en su corazón.

El rubio lo miró de pies a cabeza y luego silbó fuerte —¡Vaya! Hoy sí que vas por todo ¿eh? Ya, en serio. Te ves genial, viejo.

—Lo sé —presumió el azabache. —Ahora vámonos, que empiece la cacería.

Ambos amigos se dirigieron al club al que iban de vez en cuando mientras charlaban entre risas.

...

Taehyung se vistió rápidamente, tratando de hacer el menor ruido posible, para no despertar a la rubia que estaba durmiendo plácidamente en la cama.

Su amigo Jimin seguro estaría haciendo lo mismo, se habían despedido en el club cuando Jimin le dijo que iría a casa con alguien.

Sin dudas una noche exitosa para los dos. Pero ahora necesitaba salir de ese lugar ya mismo, antes de que las cosas se pongan incómodas.

Con incómodas se refiere a los "¿ya te vas? ", "no me diste tu número", "¿podemos vernos otro día?", "entonces ¿qué somos?" etcétera, etcétera. De tan sólo pensar en eso le dio escalofríos.

No es que fuera un rompecorazones, él no ilusionaba a las personas y no prometía nada desde el principio, así que nadie tenía derecho a reclamarle después.

Simplemente no le gustaba involucrarse emocionalmente con nadie, o más bien, como él pensaba, no podía.

Pero no tenía tiempo para pensar en eso, así que tomó sus cosas y salió del apartamento de la joven, ni siquiera recordaba su nombre, pero a fin de cuentas, no la volvería a ver, así que no importaba.

Llegó a su hogar y se quitó la ropa, la lanzó en el cesto de ropa sucia y se puso su pijama. Se tiró a la cama, exhausto, había sido una noche intensa. Un pelirrojo, al parecer extranjero, le realizó una felación en el baño del club y luego tuvo sexo con esa chica. Ah, ni siquiera tuvo que esforzarse, sólo un par de movimientos sensuales y uno que otro guiño y ya los tenía a sus pies.

Aún así, al final del día se quedó dormido con esa sensación de vacío que lo acompañaba después de la diversión.

A la mañana siguiente despertó temprano, ya que a pesar de ir ocasionalmente a clubes y fiestas, Taehyung controlaba bastante su consumo de alcohol —porque era consciente de la poca tolerancia que tenía—, así que no solía sufrir de resaca.

Se fue temprano al parque a correr, luego pasó por la cafetería —a tomar té, por supuesto, ya que odiaba el café, y un croissant— , y luego a una tienda donde se vendían trajes de cosplay.
Las convenciones de cómics comenzaban la semana siguiente, y Taehyung —como el friki que era— no podía faltar.

El año pasado había asistido con un cosplay de Nightwing. Este año iría de Night King (que es totalmente diferente al anterior), así que necesitaría de mucho tiempo en la silla de maquillaje. Además, conseguir los accesorios para el traje le había costado mucho tiempo y dinero, pero afortunadamente ahora sólo le faltaban algunos detalles.

Estaba mirando algunos accesorios y preguntando los precios hasta que vio a un hombre —uno muy, muy bien parecido—vestido de traje ceñido muy elegante mirando una sección cercana a él.

El hombre era hermoso, resaltaba entre los demás clientes, tenía el cabello castaño y corto, peinado hacia un lado descubriendo su frente. Tenía los labios más sensuales que Taehyung había visto en su vida. Recorrió con su mirada el cuerpo del hombre, el traje azul marino le quedaba a la medida, resaltando su figura.

Los hombros eran anchos, la espalda amplia y la cintura pequeña, y sus piernas eran larguísimas. Taehyung se quedó embelesado por un momento, hasta que se dio cuenta de que ya estaba mirándolo fijamente por un buen rato, "Jesús" pensó "seguro me veo como un completo acosador". 

Se giró sobre sus talones y siguió mirando de vez en cuando de reojo al hombre, que ya se había retirado de la tienda, llevándose algo ¿amarillo? Probablemente se vestiría de la novia, personaje de Kill Bill. O de alguno de los Simpson. ¿O de un minion? "Bue, qué se yo" pensó Taehyung.

Se sintió un poco triste, por no haberle hablado, pero por otro lado tampoco le gustaba tomar iniciativa en una conversación con desconocidos, así que sólo se encogió de hombros y compró el traje que necesitaba. Si tenía suerte, quizá podría encontrarse al guapo de traje en la cómic-con.

Hi 👀

Está es mi primera historia.

Y... eso, xd. Si alguien llega leer esto, muchas  gracias, te envío un beso volador. 😘