Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

SI TAN SOLO...

TRES MESES ATRÁS

El cielo estaba marcado por unas hileras de nubes grises que predecían las futuras tormentas. Roman estaba trabajando en el jardín como solía hacerlo su hermano en aquella época donde estaba sano y despierto, no sabía si lo hacía por costumbre o buscando una manera de agradecerle a él lo que había hecho por su vida. El único que creyó en él y el único que lucho por él.

A veces por las noches podía soñar con que despertaba y comprendía la situación en la que ahora estaban pero otras veces eran distintas las reacciones que el tomaba y eso era lo que lo aterrorizaba.

Escucho como su móvil sonaba en su bolsillo trasero y se levanto en toda su altura, Roman siempre fue fornido y musculoso pero sobre todo lo demás alto y robusto. Se retiro los guantes de jardinería con calma y los sacudió en su pantalón, maña que adquirió luego de observar por un tiempo a su hermano. Saco el molestoso aparato para atender la llamada.

Su vida desde ese instante se vio vinculada en una montaña rusa de sentimientos y pensamientos, unas que hubiera evitado si tan solo se hubiera sentado a meditar sus decisiones.

Corrió a su auto sin siquiera cuestionar su vestimenta. Manejo sin siquiera tener cuidado de donde iba y cuando al fin observo su destino bajo sin ninguna gentileza, su rostro mostraba enojo y culpa, eso no debería estar pasando.

Cuando vio a la mujer baja y castaña en la sala de emergencia prácticamente se abalanzo a ella con un millón de preguntas.

-¿Qué fue lo que ocurrió? –Su voz era trueno en medio de una tormenta silenciosa.

-N-n-n-n-n-no se c-como sucedí-o –La muchacha prácticamente temblaba ante la imponente presencia de él.

-Me está queriendo decir que mi hija de cinco años está en la sala intensiva y usted no tiene ni la menor idea de lo que le ocurrió –La chica observo el piso casi temblando de los nervios- ¿Llamaron a Jess? ¿Dónde está la directora? –La chica negó con su rostro sobre la primera pregunta y luego señalo a una pelirroja que esperaba en unas puertas doble alguna noticia.

Roman no lo dudo dos veces, camino a pasos largos hacia aquella mujer que había jurado un buen cuidado de su hija, pero antes de lograr alcanzarla tropezó con una enfermera que salía con una bandeja llena de vendas e instrumentos de curación.

-Yo lo siento mucho –Dijo ayudándolo y ella le miro para sonreírle.

-Roman ¿Qué haces aquí? –Le dijo Casey con su enternecida sonrisa.

-Gracias al cielo que te veo Casey, me llamaron de la guardería de Rina y me informaron que tuvo un accidente, pero aun no se qué fue lo que sucedió –Su voz estaba ennegrecida por la preocupación.

-Roman por favor... -Atrajo la mirada de él hacia ella- No te comportes como un idiota –Este alzo una ceja y soltó un largo suspiro, uno que estuvo atrapado en su garganta desde que supo la noticia.

-De acuerdo, no actuare como uno pero de verdad necesito saber cómo esta Rina –Ella le sonrió y camino con él a su lado.

Al estar frente a la directora esta le conto lo sucedido. Rina no era una niña inquieta y el saber que intento subirse a unas de las vitrinas de la biblioteca le alerto de sobre manera.

-¿Quiere decirme que hacia mi hija sola en la biblioteca? –Claro que el no dejaría pasar ningún detalle, por mucho tiempo vivió sintiéndose perseguido por la presencia de Ryan. Y aun seguía haciéndolo.

-No lo sabemos, luego de tocar el timbre ella no llego a su respectivo salón, su maestra Jane me informo de inmediato y cuando comenzamos la búsqueda la conseguimos en uno de los pasillos de la biblioteca inconsciente –Esa mujer trataba de explicarle lo más calmada que podía la situación pero Roman podía sentir como le miraba con terror de vez en cuando su tatuaje, fue mala idea correr sin antes cambiarse.

Cuando al fin el doctor salió les dedico una sonrisa y una buena noticia, Rina solo había sufrido un golpe pero ninguna anomalía fuera de eso. Roman pudo respirar con tranquilidad y luego de exigirle a la directora que fuera más directa con los profesores a la hora del cuidado de los niños se dirigió donde le esperaba Casey con una sonrisa.

Le prestó toda su atención. Estaba contento de verla después de unas semanas sin saber de ella. Así que tal vez no era un antisocial como lo pensaba.

Luego de unos minutos en una armoniosa conversación donde ella le contaba el progreso del pequeño Tom pudo ver como Jess atravesaba la sala de emergencia hacia la sala de espera. Le saludo con la mano para que esta supiera donde estaba.

-¿Cómo está Rina? –Su rostro estaba distorsionado con una mueca que Roman tomo como preocupación.

-Está mejor, cuando estén listo los resultados de sus exámenes le darán de alta –Le dijo.

Casey se levanto para recibir un beso por parte de ella.

Después de eso esperaron por ella para llevarla a su casa, donde consiguieron a William en la sala con su ordenador portátil y a un lado el corral donde descansaba su hijo de dos años y medio.

-Hola –Saludo él con una radiante sonrisa, observo como Casey se acerco a donde dormía su pequeño.

-¿Cómo estas William? –Le dijo cortésmente Jess.

-Que gusto verte por aquí. Tenían una semana sin venir –Ese hombre era la muestra perfecta de amabilidad y caballerosidad juntas. Algo que a veces envidiaba Roman.

-Tuvimos una semana pesada –Explico Roman mientras se sentaba en el mueble con Rina en brazos.

-Hola preciosa, hoy no le dirás nada a tu tío Will –Pregunto de forma infantil a lo que la niña le sonrió.

-Está un poco sedada, tuvo una caída fuerte pero nada fuera de lo normal –Le dijo la rubia mientras le daba un beso.

Jess y Roman admiraban la bonita relación que sostenían ellos dos.

-Me Alegra que no le haya pasado nada malo, por eso prefiero trabajar en mi empresa aquí en casa y cuidar yo mismo de Thomas ¿Y que tanto les tuvo ocupado esta semana? –Su amistad se había convertido en una casi familiar.

-Es Ryan –Dijo Jess con un tono de voz más bajo de lo normal.

El matrimonio le miro con extrañeza y Roman prosiguió. Si tan solo en ese momento el hubiera tenido una idea de lo equivocado que estaba en sus ideas.

-Estábamos pensando desconectarlo –Todos le miraron con sorpresa, jamás imaginaron que esos pensamientos estuvieran en la mente de ellos- Estamos algo corto de dinero y más de la mitad de nuestro sueldo se va en la clínica –Roman estaba triste, se le veía en su expresión. Era su hermano el que perdería en esa decisión.

-Roman el sabe que hicieron lo posible pero ya ha pasado mucho tiempo, deben dejarlo ir –Le dijo Casey de forma compresiva.

Jess se sentó al lado de Roman para abrazarlo de forma protectora. Ahora era un hombre que podía mostrar sus sentimientos, su verdadero yo. Uno donde era el ser amable y admirado por su familia, no aquel ser oscuro al que temían y huían.

-Lo sé, pero aun así sigue siendo mi hermano y me duele tener que pensar en eso, si tan solo despertara –Oculto su rostro en el pecho de su esposa y Rina bajo de su regazo para correr a los brazos de William.

-El de seguro está muy orgulloso de ti Roman, tienes una hermosa familia. Solo mira a tu hija. ¿Cierto que eres la niña más bella del universo? –Rina reía cuando William la trataba como una princesa.

-¿Cuándo lo piensan hacer? –Pregunto Casey.

-El día antes de nuestro aniversario de boda –Respondió Jess a lo que Roman agrego.

-También decidimos casarnos el mismo día de su boda. Queremos recordar esa fecha por siempre –Jess tomo su mano y le sonrió compresiva a la situación.

-¡Vaya! Hasta que se decidieron. Bueno yo creo que es lo mejor –Dijo William mientras miraba a Casey.






Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro