Veinticuatro
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Ambos cuerpos entraron a la habitación entre besos desesperados cuando cayó la noche y todos fueron a sus habitaciones. JiAh sintió la pared detrás de su cuerpo en lo que JungKook la pegó allí de manera ruda para seguir besando sus labios de forma salvaje.
Sus respiraciones cálidas se oían gracias a lo agitadas que estaban, por lo que los chasquidos por la humedad no faltaron en ese lugar a un lado de la puerta de la habitación. Él subió el vestido de lana y lo sacó por su cabeza una vez se separaron unos centímetros, yéndose de inmediato a sus labios para seguir saboreando el dulce de estos. Bajó al cuello de ella y empezó a besar y morder con suavidad, tenía que hacerla suya luego de haber aguantado las ganas en todo el día después de la interrupción de su mejor amiga... por hoy la odiaba.
— Quiero follarte duro. — susurró en el oído de la castaña y ésta sonrió amplio.
— Y yo quiero que lo hagas. — contestó de la misma forma con sus ojos cerrados disfrutando del tacto de esos labios que amaba.
Él volvió a tomarle los labios con los suyos en otro beso y llevó sus manos a ese trasero descubierto por el bikini para apretarlo con algo de fuerza debido a su excitación.
— Tócame amor... — susurró ella en sus labios cuando le tomó del rostro con sus manos. Él por su parte le apretó aún más los glúteos.
La guió hacia la cama y allí la dejó caer de forma brusca para quitarse su camiseta y colocarse sobre su cuerpo con más ganas de saborearla en cada minúsculo detalle de su piel. Necesitaba eso con urgencia luego de la interrupción de la mañana.
— Tengo ganas de probar algo contigo, nena. — murmuró en sus labios y JiAh sonrió coqueta con la propuesta. Él imitó la sonrisa y se acercó a su oído para susurrar y provocar que ella borrara la sonrisa.
— No... — hizo un leve puchero cuando JungKook volvió a mirarla mientras ella negaba con sus ojitos de cordero.
— Anda, nena... — pidió entre risitas y ella negó frenéticamente.— Tan atrevida que eres siempre conmigo, haces cosas en la cama que cualquier hombre se volvería loco... ¿Por qué no? Es raro de ti. — pronunció entre risitas mientras repartía besos por todo el rostro delicado de ella.
— No... JungKook. — se quejó nuevamente haciendo un berrinche pequeño que lo hizo reír.
— ¿A qué le temes? — pronunció aún riéndose.
— Es que... — susurró mirando a otro sitio.— dicen que duele mucho... — susurró nuevamente y JungKook chasqueó la lengua.
— ¿Ya lo has hecho? — preguntó con una ceja alzada y ella negó frunciendo los labios, un gesto demasiado lindo ante los ojos de él.— ¿Entonces cómo lo sabes si no lo has probado? — preguntó con tono coqueto y se fue hasta la oreja de la chica para tomar el lóbulo de esta con sus dientes en un toque suave que la hizo jadear.
— No sé si quiera averiguarlo aún. — mencionó negando y él siguió riendo para luego acercarse a su cuello.
— Ya veremos si luego no te da la locura y me lo pides... te haré rogar si lo haces. — mencionó con su sonrisa traviesa y JiAh sonrió ampliamente para traerlo hacia ella y besar sus labios nuevamente.
Sus labios sabor a bálsamo de fresa. Lo adoraba...
【●●●】
— ¿Entonces? — mencionó SoHee mirándola fijamente cuando ella parpadeó saliendo de sus pensamientos.
— ¿Entonces qué, SoHee? — preguntó tomando de su jugo a través de la pajilla, hoy la naranja le sabía mucho mejor que ayer, con un delicioso desayuno que había decidido tomar con SoHee luego de encontrarla en el pasillo de la casa que alquilaron en el club.
JungKook se había quedado durmiendo cuando no quiso levantarse ante el llamado de JiAh, ya que luego de la larga noche de sexo descontrolado había quedado muy agotado.
— ¿Pudiste hacer feliz a Kook anoche? — preguntó entre risitas mientras JiAh se sonrojaba y luego se le unía a la risa. Negó con el rostro resplandeciente mientras jugaba con la pajilla.
— Nunca estuvo molesto... — mencionó llevando la pajilla a sus labios con una sonrisa.
— Lo sé... — rio un poco alto.— el orangután sólo quería una buena cogida. ¿Se la diste? — preguntó entre risas mientras cruzaba las piernas para tomar de su jugo de piña.
JiAh recordó la noche anterior con tal pregunta...
【●●●】
Empezó a moverse más rápido sobre el miembro del pelinegro cuando este apretó sus caderas, demandando más rapidez.
— Ah~ Así nena... sigue, sigue... — soltó en un gemido un poco alto sin importarle sus vecinas de habitación. Se sentía como en el cielo cuando JiAh lo montaba y no se podía contener de demostrarle a ella lo mucho que le encantaba.
JungKook estaba sudado, muy pero muy sudado, lo cual para JiAh era una grandiosa vista para poder moverse con más ganas de correrse sobre ese miembro que ahora mismo la estaba haciendo delirar.
— Me voy a correr, nena... — susurró moviendo sus caderas al igual que JiAh daba saltos sobre él.
Hasta el punto en que ambos llegaron a su punto del clímax perfecto. Ella cayó sobre él y éste la abrazó para besar su mejilla con añoranza mientras respiraba de forma agotada, una respiración que ella imitaba. Estaban agotados.
— Dios... no me cansaré de esto nunca, JungKook. — susurró sobre el cuello de él para después dar un beso corto y así armar un camino de estos hasta llegar a los labios finos y magullado de él.
Se fundieron en un beso apasionado y él les dio la vuelta para dejarla sobre la cama y después repartir besos por su cuello y mandíbula.
— Tenías razón... — ella esperó curiosa por la inesperada anotación.— Nadie puede comparar tus movimientos de cadera.
JiAh empezó a reír un poco y él la imitó para después simplemente sonreír con la felicidad de ella. Se veía muy hermosa.
【●●●】
— Por algo no se ha levantado ¿no? — respondió con tono coqueto hacia SoHee, quien abrió los ojos en grande captando la situación.
— ¡Con tanta razón no está aquí! — ambas rieron y JiAh negó sonrojándose un poco más.— Ahh estoy celosa... — gruñó con fastidio y JiAh simplemente rio.— GaEun simplemente se quedó dormida luego de beber mucho.
— Te lo mereces luego de interrumpirnos a JungKook y a mi ayer. — Ambas rieron nuevamente y eso captó la atención de un hombre en otra mesa alejada de la de ellas.
Miró con curiosidad y alzó una ceja notando la coincidencia del destino, así que con tranquilidad se puso sus gafas de sol y se levantó para acercarse a la mesa de las chicas.
— Hola. — mencionó con una sonrisita mientras su camisa color azul cielo lo hacía ver aún más pálido de lo que su cabello negro dejaba entrever.
JiAh abrió sus ojos en grande para luego tragar, por suerte traía unas gafas oscuras que no dejaba ver su sorpresa delante de SoHee.
— YoonGi. — mencionó JiAh haciéndose la sorprendida, de buena manera, porque de mala ya estaba.
— Que coincidencia verte aquí, hermosa. — mencionó él en respuesta con un tono meloso que JiAh odiaba por el hecho de saber que era falso. Él miró a la expectante SoHee y le sonrió con el mismo gesto coqueto.— un placer, Min YoonGi, viejo amigo de JiAh... de la infancia para ser más específicos. — hizo una reverencia con su cabeza, una que SoHee imitó con una sonrisa pequeña para luego beber un poco de su jugo.
— Mucho gusto, soy Han SoHee... — dijo con tono amable y miró a JiAh.— Que coincidencia ¿no? — JiAh asintió sonriendo igual de falso que la sonrisa de YoonGi.— estamos de vacaciones y desayunábamos... ¿Por qué no te sientas unos segundos? Me encantaría conocer al fin a un amigo de JiAh... — soltó una risita pequeña y el mayor asintió más que halagado, tomando la silla luego para sentarse junto a JiAh, sabiendo muy bien que la incomodaba con simplemente su presencia a un lado de ella.
— ¿En verdad? — preguntó asombrado de que JiAh no lo mencionara, claro que todo era falso, una escena que él mismo estaba montando.— Que mala eres, JiAh... olvidando a tus buenos amigos de primaria. — JiAh sonrió y se sintió más incómoda cuando la mano del pálido chico se puso en su muslo desnudo por el short.
Ella se removió un poco pero eso sólo hizo que él la subiera a la orilla del short para luego meter un poco sus dedos debajo de este. JiAh tragó fuerte intentando encontrar una excusa para irse. SoHee por su parte miró bien a YoonGi y notó que éste tenía un tatuaje rojo muy pequeño de un dragón detrás de su oreja.
— ¿Y de dónde eres, YoonGi? — preguntó SoHee variando su mirada entre JiAh y el pálido chico.
— Ahh... — la miró luego de estar mirando a JiAh por unos segundos.— soy de Daegu. — mencionó y SoHee asintió pareciendo interesada, por su parte JiAh sólo quería huir de allí.
SoHee sacó su teléfono pidiendo disculpas un momento para "leer el mensaje de su novia" y le envió un mensaje devuelta a la pelinegra que aún estaba en la habitación. Mientras eso ocurría, YoonGi miró a JiAh para sonreírle de lado mientras volvía a meter los dedos dentro del short, ésta simplemente lo miraba sin expresión queriendo salir de allí. SoHee volvió a mirarlos y sonrió ampliamente.
— Oye ¡Que interesante eso! Mis abuelos son de allí también, YoonGi... — mencionó con una sonrisa y él asintió abriendo un poco su boca para parecer interesado en el tema, mientras, su mano hizo presión en el muslo de JiAh sintiéndose deseoso de probarla una vez más.
Ella tragó fuerte en cuanto vio que SoHee seguía mencionando sus cosas en común con el chico mientras parecía caerle muy bien por ello. El teléfono de alguien sonó y SoHee se disculpó un momento sin irse muy lejos para contestar la llamada.
— Me encantan tus piernas al descubierto, veo que han engrosado un poco desde la última vez que las apreté... — JiAh miró al frente y lo ignoró.— ¿recuerdas? ¿Cuándo me montaste desesperada porque te dejara correrte?
— Cállate Min... SoHee no debe escucharte. — susurró mirándolo de forma mordaz, él sonrió de lado y siguió apretando su piel del muslo. Ella lo quitó de un manotazo y su respiración se aceleró más por rabia y miedo que por excitación.
Porque sí, a pesar de estar molesta y temerosa, se sentía excitada de pronto... maldecía no haber continuado el tratamiento por querer pasar unas divertidas vacaciones, cosa que con Min allí era imposible.
SoHee volvió a ellos y sonrió hacia el chico.
— Ah~ YoonGi, fue un placer conocerte... me alegra mucho haber conocido a un amigo de JiAh. — él sonrió amable hacia la pálida chica y vio como ella se acercó a la más joven.— Tenemos que irnos, se ha presentado una emergencia con otra amiga. — colocó las manos en los hombros de la menor de los tres y JiAh se sintió demasiado aliviada por ello. Quería largarse.
Pero tragó fuerte cuando YoonGi le tomó la muñeca deteniéndola cuando ella se levantó.
— ¿No te gustaría tomar algo conmigo? Tu amiga puede ir... seguro no es tan grave. — sonrió de forma compradora y SoHee rio un poco.
— Lo siento señor Min... pero ésta princesa debe volver a su castillo, ya que tenemos cita en el salón de belleza para dentro de veinte minutos. — añadió SoHee tirando de la otra muñeca de la chica. Aunque... JiAh pensó por un momento en que ellas no tenían ninguna cita en el salón de belleza.
Igualmente agradeció internamente hacia SoHee cuando YoonGi asintió sin más, teniendo que dejarla ir... en algún otro momento la buscaría, pues él sabía que ella cedería.
Ambas chicas caminaron devuelta hacia la casa que estaba algo alejada de la piscina, habían recogido todo y se habían ido luego de la incómoda escena para JiAh. Esta misma suspiró queriendo agradecerle a SoHee, pero no quería que le preguntara quién era realmente Min YoonGi.
— ¿Tus abuelos son de Daegu? — preguntó JiAh algo curiosa para matar el silencio que ella sentía incómodo.
— Mm~ no, son de Busan. — respondió tranquilamente y JiAh frunció el ceño.
— Entonces ¿por qué mentiste? — preguntó curiosa.
— Necesitaba que nos fuéramos inmediatamente sin darle sospechas. — mencionó en un murmullo asintiendo, tenía su rostro serio. JiAh asintió sin querer saber más de su extraña actitud.— debíamos irnos si no querías que JungKook lo asesinara por tocarte las piernas. — JiAh la miró sorprendida. Así que SoHee se había dado cuenta. Que vergüenza.
— YoonGi es muy meloso y siempre ha estado pretendiéndome aunque lo rechace... no sabe que tengo novio, por eso su atrevimiento. — mencionó con suavidad para intentar desviar su atención.— Por favor, sabes cómo se pone JungKook al estar molesto, te pido que no le menciones esto ¿Sí?... hablaré con Min.— pidió al ver la mirada fija de SoHee.
— ¿De verdad es tu amigo desde la infancia? — preguntó curiosa y JiAh la miró a los ojos directamente cuando ésta tenía ahora los lentes sobre su cabeza.
— Sí. — contestó de inmediato mientras asentía, como queriendo salir de la situación. SoHee asintió poco convencida y luego suspiró al llegar a la casa.
Al entrar a la misma vieron a GaEun sentada en la isla de la cocina mientras tomaba un poco de café, a su lado JungKook estaba sentado en una de las sillas altas, ambos reían por algo de lo que hablaban y no se habían percatado de su llegada por estar de espaldas. A JiAh le pareció extraño que ellos no hayan ido a la piscina a desayunar, pero no le prestó mucha atención. SoHee se acercó a ambos y puso sus brazos alrededor de sus hombros sorprendiéndolos.
— ¿Hablando mal de mi? — preguntó con sus ojos entrecerrados hacia ambos y estos rieron un poco más.
— Que eres una metiche corta polvos. — todos rieron, incluyendo a JiAh detrás de ambos.
JungKook quitó el brazo de SoHee de sus hombros y se giró notando a JiAh parada a unos metros mientras veía la escena. Él sonrió al verla sonrojada por el sol y se levantó para acercarse y abrazarla de los hombros para que ella le rodeara la cintura con los suyos.
— ¿Recién despiertas? — preguntó ella al verlo con los ojos un poco adormilados, estaba vistiendo un short y una camisa de tela suave y fresca.
— Hace más de media hora, pero sigo con sueño. — murmuró en su oído con la voz ronca.— ¿Tú descansaste? — preguntó en la misma posición y ella asintió un poco.
— Sigo algo agitada pero dormí como un bebé. — mencionó para ver a JungKook frente a ella después de que este se separara para darle una sonrisa cómplice.
JiAh se puso de puntillas y le dio un beso en los labios para olvidarse por un momento de la escena de hace rato. Levantó los brazos para rodearle el cuello y se hundió en su cuello en un abrazo que necesitaba de él.
SoHee por su parte los observó un momento y después miró a GaEun de reojo cuando la notó seria al ver la escena. Necesitaba hablar con ella para aclarar lo sucedido hace un momento.
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