Veinte
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— Te queda hermoso ese color de cabello. — mencionó su mejor amigo mientras estaba sentado frente a ella. JiAh sonrió suavemente y se sintió halagada. Tenía miedo de contarle a Jimin, tenía miedo de perderlo, pues había sido su compañero fiel desde hacía casi diez años... y esos años eran muy valiosos para ella.
Había salido del salón de belleza luego de aclarar su cabello y cortar un mínimo sus puntas, pues no quería perder su estilo. Cuando SoHee la invitó a tomarse unos tragos, así como lo predijo JungKook, ella no aceptó pero le dijo que luego las alcanzaría... el hecho es que se les escapó para poder verse con Jimin en una cafetería del centro comercial.
Jimin estaba muy guapo con su cabello nuevamente negro cayendo por su rostro al estar largo, mientras ella, bebía de su capuchino mientras esperaba por alguna palabra de su amigo; quien estaba muy callado.
— Gracias, lo acabo de teñir. — mencionó tomando un mechón para verlo.
— Te ves muy hermosa. — dijo con suavidad mientras le sonreía. Ella se sintió mal de pronto.
— Jimin, quería verte porque necesito hablar contigo. — dijo casi de inmediato en lo que él terminó su frase. Este asintió confundido y ella relamió sus labios colocando sus manos en la mesa.— Yo... — lo miró a los ojos y no se atrevió a decirle lo principal.— Estoy saliendo con alguien ahora...
Miró los ojos del chico y este estaba mirándola fijamente sin parpadear, al hacerlo tomó otro poco del capuchino y ella esperó su voz.
— ¿Lo conozco? — preguntó con tono bajo mientras miraba su bebida. Se le veía incómodo.
— Lo llegaste a ver en algún momento pero no lo conoces en realidad. — Jimin asintió lentamente, presintiendo JiAh que no lo recordaba. Él continuó luego de unos segundos.
— Ah~ — suspiró mirando a otro lugar del centro comercial y sonrió levemente, sin ganas de seguir hablando.— Si estás diciéndome esto es porque de verdad lo amas ¿no es así? — JiAh lo miró a los ojos en cuanto este conectó la mirada con ella. No hacía falta una respuesta, él la conocía perfectamente, mucho más que nadie.— ¿Él te ama también? — ella no contestó y él prosiguió.— Sólo... quiero saber que estoy dejando con alguien de confianza el bienestar de mi mejor amiga... — JiAh bajó la mirada a sus manos y Jimin decidió soltarlo ahora... o nunca lo haría.— y el amor de mi vida.
JiAh levantó la mirada y lo vio en total shock. Para nadie era un secreto que Jimin la amaba, pero ella era la única que no lo había notado.
— Jimin...
— Siempre te he amado, JiAh... — repitió y ella tragó fuerte.— y sé que no es momento de decirlo pero tenía que hacerlo, porque sé que luego no podría... — suspiró nuevamente y miró las manos de ella para tomarlas.— yo... sólo quiero saber que estarás en buenas manos, que te cuiden y te protejan de todo. — le dio una mirada temerosa y JiAh sacó sus manos del agarre para ser ella quien tomara las de él.
— Créeme... que siempre te voy a querer demasiado, Jimin. — le afirmó y él sonrió suavemente.— has estado conmigo en todo... y te agradezco por nunca abandonarme. — pensó por un momento y quiso esta vez sí decirle la verdad.— Yo... estoy en tratamiento por una... mm~ no sé si llamarla enfermedad, pero sí... pongamoslo así. — él la miró preocupado y ella le sonrió.— No te preocupes, no es algo que no se pueda tratar... pero ya estoy en control medico por ello y quiero contarte que él está apoyándome en cada paso, me convenció de buscar ayuda para lo que tengo y no se ha separado de mi... — él la miró algo triste y asintió para regalarle luego una sonrisa pequeña.— Sólo quiero que sepas que no estoy sola ¿bien? Puedes estar tranquilo...
— Sabes que cuentas conmigo siempre ¿no? — le mencionó con sus ojitos volviéndose aguados. JiAh asintió queriendo llorar al verlo de esa manera, ella no quería lastimarlo, pero era mejor que supiera desde ya lo que pasaba.
— Lo sé. — susurró apretando sus manos y él bajó la mirada un poco.— Sé que mi mochi siempre estará allí para mí cuando más lo necesite. — mencionó el apodo que le dio cuando él se tiñó el cabello de morado. Él rio un poco y asintió.— Debo irme... estoy en una salida con unas amigas y me les escapé para verte. — le alzó una ceja luego de levantarse y él sonrió.— ¿Ves lo que hago por ti?
Él rio nuevamente y la miró desde su puesto.
— Cuídate mucho, JiAh. — deseó al verla sonreírle de esa manera tan hermosa que siempre hacía.
— Espero verte de nuevo en algún momento, no te olvides de los amigos cuando te hagas aún más famoso. — él rio por lo bajo con el comentario y luego ella se inclinó un poco para darle un beso en la mejilla. Cualquiera los vería como una pareja por eso, sin embargo poco les importaba.
— Jamás me olvidaría de ti, JiAh. — aclaró viendo de ella una sonrisa satisfecha.
Ella se despidió con su mano y luego se dio la vuelta para buscar la salida del centro comercial.
Por otro lado Jimin siguió su paso, y al hacerlo, unas lágrimas pequeñas brotaron de sus ojos mientras apretaba el vaso vacío de su bebida. La rabia lo consumía, pero no lo dejaba notar.
Debía dejarla ir de una vez por todas, pero no podía... no haría nada, la dejaría ser feliz, pero no olvidaría lo que sentía por ella.
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JungKook de camino a su moto en el estacionamiento, hablaba con SoHee por teléfono, estaba furioso de que ella haya dejado a JiAh sola luego de pedirle que no lo hiciera.
No es que fuese posesivo, es que en esos momentos ella no podía estar sola, claramente el psicólogo y el medico de ella le dijeron que hiciera lo posible por no dejarla sola, que JiAh siempre estuviese acompañada en sitios públicos.
— JungKook, no tengo culpa de que no haya querido venir con nosotras, ella insistió en que debía ir a hacer unas cosas y que luego nos alcanzaba. — mencionó SoHee. No le gustaba que JungKook se molestara por cosas pequeñas, pero parecía que el miedo seguía en él luego de perder a Suni.
— ¿Al menos te dijo a donde iría? — preguntó ofuscado.
— No... ¿Has intentado llamarla? — preguntó fastidiada.
— Si te estoy llamando es por algo ¿no? — respondió de mala gana.
— Ash~ eres insoportable. — mencionó por último colgando la llamada. Él miró el teléfono y rodó los ojos suspendiendo el mismo.
Si no les gustaba verlo molesto ¿para qué hacían lo contrario a lo que les pedía de favor?
Tomó el casco para ponérselo y luego vio un auto entrar al estacionamiento. Era JiAh. Suspiró tranquilo y quitó el casco nuevamente, lo dejó sobre el asiento y vio el auto ser apagado para que luego un cabello lacio con algunas ondas y recién teñido apareciera en su campo de visión al bajar ella del auto.
JiAh lo miró echando su cabello hacia atrás y le sonrió. Traía un vestido amarillo de estampado a cuadros muy hermoso para su figura, se veía aún más blanca de lo que era y eso en gran parte le encantaba, pues su piel tersa era inigualable para él.
— Hola. — dijo con tono suave y una hermosa sonrisa, se acercó a él y con sus manos le tomó la cintura mientras él seguía concentrado en la belleza que estaba frente a él.— ¿Me extrañaste? — preguntó con suavidad mientras seguía sonriendo. JungKook no parpadeaba y simplemente la miraba de forma seria y fija.— ¿Qué pasa? — rio un poco.
— Te ves más blanca. — mencionó con su voz ronca y su rostro serio. JiAh lo detalló y borró la sonrisa decepcionada, pues pensaba que le gustaría al menos un poco su cambio.
— ¿No te gusta? — preguntó bajando el tono y sus manos. Él volvió a colocarlas en su cintura y parpadeó cuando ella levantó la mirada para verlo nuevamente.
— Me encanta... Te ves guapísima, amor. — sonrió un poco y se sonrojó cuando vio en ella una sonrisa halagada. Se acercó tomándole el rostro y le besó los labios de forma romántica.— estás demasiado hermosa. — susurró en sus labios mientras se sonreían mutuamente.— ¿Y ahora qué voy a hacer con los babosos que te miren? — preguntó haciendo un puchero pero sin borrar la sonrisa. Ella rio un poco y elevó las manos a sus mejillas.
— Pero yo sólo veo a uno. — le dijo viéndolo a los ojos y él sonrió aún más amplio.
— Bueno, es verdad... estoy babeando por ti ahora mismo. — se acercó nuevamente y la besó esta vez con más pasión.
Quitó las manos de ella de su rostro y luego se separó para tirar de éstas hacia el elevador, allí la empujó suavemente contra la pared metálica y volvió a besarla con la misma intensidad de hace un momento, las puertas se cerraron y los dejaron sumidos en la privacidad de esas cuatro paredes, unas que fueron testigos de cuando JungKook metió su mano debajo del vestido y le tocó su punto sensible por encima de las bragas. Ella soltó un jadeo en sus labios y continuó besándolo. No quería que parara luego de varios días en abstinencia.
— ¿Lo haremos hoy? — preguntó en una queja suave. Necesitaba de su novio y quería que él la complaciera.
— Sé que lo has querido luego de varios días, y ya es hora de que dejemos de sufrir un poco. — mencionó en sus labios y ella sonrió ampliamente.
Se detuvieron en lo que llegaron al piso de su apartamento, ella lo tomó de la mano mientras le sonreía entusiasmada y lo guió hacia la casa, allí dentro empezaron a besarse nuevamente al cerrar la puerta. Se desprendieron de algunas prendas de él mientras caminaban de forma torpe hacia la habitación.
— Hoy no quiero juguetes... quiero tenerte sólo a ti. — susurró ella en sus labios en cuanto estuvieron en la habitación a un lado de su cama.
— Sólo tu y yo. — susurró él asintiendo y ella prosiguió quitando el cinturón negro de su vestimenta.
Se alejó un poco de él y luego lo empujó suavemente hasta sentarlo en la cama. Él la vio embobado con su belleza y JiAh empezó a bajar el cierre ubicado en su pecho, le dejó ver al chico lo que debajo de ese vestido se ocultaba. JungKook se sintió mareado de placer al ver que su novia traía una lencería de cuero, involucraba un brasier bien ajustado y unas bragas del mismo material junto a unas medias tipo malla que le llegaban al final de sus muslos... eso y su cabello con pequeñas ondas le hizo sentir una corriente eléctrica que le llegó a su miembro, el cual ya estaba duro bajo su Jean.
— ¿Te gusta? — preguntó con una sonrisa coqueta y él asintió aún embobado. Ella caminó hasta ponerse entre sus piernas abiertas y puso sus manos en los hombros anchos y desnudos de él. Se sentó a horcajadas de su regazo y se acercó a sus labios cuando JungKook tomó su cintura.— lo compré para que lo estrenaramos hoy. — murmuró con una sonrisa traviesa, lo cual lo hizo mirarla de una forma que le decía que la había atrapado, así que JiAh se acercó para volverlo a besar.
JungKook abrazó su cintura con posesión esta vez y la sintió suya cuando ella lo abrazó de la misma manera en su cuello. Necesitaban tenerse mutuamente. Empezaron a respirar de forma entrecortada y JungKook le masajeó un glúteo con su mano.
— Eres mía. — susurró en sus labios y ella asintió.— y yo soy todo tuyo. — susurró también y eso la hizo sonreír entre los besos que resonaban en chasquidos por la humedad.
Él les dio la vuelta y la dejó acostada sobre la cama con él entre sus piernas, se separó por un momento y desabrochó su pantalón cuando la presión bajo este ya no se podía tolerar. Viéndola a ella sobre la cama y con las piernas abiertas esperando por él, se masajeó el miembro por encima del bóxer y la observó con ganas de ya hacerla suya otra vez.
Se quitó sus botas y luego procedió con el pantalón y el bóxer, se puso sobre ella nuevamente y besó sus labios mientras JiAh sentía el miembro del chico sobre su vientre. Estaba duro y necesitado, así que ella lo tomó con su mano y lo masajeó suavemente para escuchar sus gemidos entre el beso.
— Déjame darte algo de cariño. — susurró empujándolo y él no dijo nada en contra. Se levantó y ella lo hizo también.
Al quedar sentado a la orilla de la cama, JiAh se puso de rodillas sobre la alfombra entre las piernas ejercitadas del chico, tomó su miembro y lo masajeó antes de acercarse y pasar la lengua desde la base hasta la punta del mismo, allí con la punta de la lengua jugó un poco con el agujero pequeño que ya brotaba presemen, por lo que lo esparció con su mano antes de llevar su boca a la acción nuevamente. Introdujo su miembro en la boca y empezó a humedecer poco a poco cada trazo de su piel.
— Ash~ nena... — susurró en un gemido mientras llevaba la mano a su cabello más claro para acariciarlo.— haces un trabajo fenomenal... — sonrió con sus ojos perdidos en la excitación, mordió su labio inferior y echó la cabeza hacia atrás cuando ella llevó su miembro hasta la garganta, provocándole una arcada.
Al sacarlo de su boca lo masajeó con su mano mientras sus ojos llorosos por la reciente arcada lo veían a él de forma deseosa. Él le sonrió más que enamorado de esa mujer y le acarició esta vez la mejilla con su pulgar.
— Te amo. — dijo ella en un susurro mientras le sonreía de igual forma.
— Y yo te amo a ti, preciosa. — respondió con una pequeña risita.
JiAh se levantó y JungKook se inclinó para quitarle las botas que aún usaba por encima de las mallas, quedó descalza en el piso y luego se desabrochó el brasier para quitarlo y dejarlo caer a un lado en el piso. Él elevó sus manos y con la yema de los dedos le acarició los pezones haciéndola suspirar encantada.
Se acercó a su abdomen y dejó unos besos sobre este antes de subir y besar sus senos haciéndola suspirar con sus ojos cerrados. La colocó sobre él nuevamente y la acostó en la cama para volver a besar su abdomen y vientre, bajó sus bragas y las quitó para acercarse a su intimidad y besar la cara interna de su muslo antes de continuar, colocó una pierna de ella sobre su hombro y pasó la lengua por la hendidura de su intimidad, acariciándole la entrada con la punta de su lengua para subir y chupar su clítoris. Todo mientras la observaba desde ese ángulo, viéndola con su cabeza echada hacia atrás mientras sus manos presionaban las sábanas y el cabello de él.
Siguió su acción por varios minutos hasta que decidió que era suficiente para hacerla llegar a su punto junto a él.
— Métela. — susurró ella sobre sus labios luego de que él la besara. Sintió su mano jugar con su miembro para masajear su clítoris con la punta de este. Ambos gimieron encantados y sabían que no aguantarían por mucho.
JungKook se arrodilló sobre la cama y le tomó ambas piernas para colocarlas sobre sus hombros, todo sin dejar de verla, estaba sudada y preciosa. Introdujo su miembro dentro de su intimidad y se empezó a mover con lentitud y movimientos placenteros. Se sostuvo de sus manos a los lados de la cabeza de ella y ésta empezó a gemir encantada con la nueva pose que estaban probando.
— ¿Estás incómoda? — preguntó con la voz agitada y ella negó con sus ojos cerrados, dejándose llevar por la divina sensación.
Él empezó a moverse más rápido y los gemidos fueron más fuertes y constantes en ambos. El sonido de sus cuerpos chocar los excitaba aún más, la pose era divina y ella con medias de mallas era la perdición de JungKook. Había desbloqueado una nueva adicción.
— Me voy a correr. — le avisó y ella asintió mordiendo su labio inferior antes de soltarlo para gemir luego de sentir el pulgar de él masajear su clítoris con suavidad.
— Ah~ JungKook no te detengas. — gimió en su nebulosa de placer, perdida totalmente de la realidad.
Él siguió moviéndose y abrazó fuertemente sus piernas cuando sintió que empezó a correrse dentro de ella. JiAh empezó a respirar de forma entrecortada y él supo que también había alcanzado su orgasmo.
Se veía preciosa cuando sus ojitos miraban a los suyos.
— Cada día te amo más, Jeon JungKook. — murmuró para luego regalarle una sonrisa pequeña. Estaba satisfecha.
Él acomodó sus piernas a los lados de su cadera y se acercó sonriéndole de la misma forma.
— Tu no tienes idea de lo mucho que crece mi amor por ti cada día, Seo JiAh. — sonrieron nuevamente y se sumergieron en un beso apasionado para él sentir como sus brazos le rodearon el cuello.
Siguió besándola con suavidad, detallando la textura de sus labios y sintiendo la respiración cálida de ambos mezclarse.
Juntó luego su nariz con la de ella, ambos con sus ojos cerrados disfrutaron del toque y él sonrió suavemente al sentirse completo. Ella completaba su corazón, ella era la pieza faltante para sentirse completamente feliz.
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