Treinta y seis
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JiAh decidió con su fuerza de voluntad soltar un suspiro y levantarse para caminar nuevamente a la cocina y dejar la tarjeta allí con la presión de su mano sobre ésta, cerró los ojos fuertemente y volvió a suspirar.
Caminó hacia donde tenía las botellas de vino y tomó una diferente observándola medio llena, verla le causó un pequeño temblor, pues recordaba haberla dejado allí de la última vez que estuvo con YoonGi. La dejó sobre el mármol para buscar las otras dos que quería llevar y las guardó en la bolsa de regalo. Su teléfono sonó y lo miró detallando el mensaje de JungKook.
Amor♡
Ya estamos en la casa de SoHee ¿ya vienes?
Inmediatamente contestó que ya iba de salida, pero él envió otro mensaje.
Amor♡
Espérame, voy a buscarte.
Contestó una negación, puesto que ya iba de salida y no quería que en su cumpleaños se mortificara tanto por ella, quería darle un pequeño respiro.
Amor♡
No tengo problemas con ir, JiAh.
Cuando decía su nombre era porque no estaba conforme o estaba molesto, así que supo que era lo primero. Salió del apartamento cerrando con llave y caminó hacia el elevador cuando recibió otro mensaje de él.
Amor♡
Disculpa, nena... te espero.
Ese mensaje le causó ternura, pues él se preocupaba mucho, y no le gustaba, pero lo valoraba.
Ya en el auto guardó las cosas en el asiento de copiloto y emprendió marcha una vez lo encendió. En su radio sonó una canción suave de Christina Aguilera y continuó el camino bajo su voz.
Minutos tranquilos en carretera pasaron y ella recordó la reciente nota. En lo que estuviera junto a JungKook en casa le diría, quería pasar un buen rato con él por su cumpleaños y después le comentaría la situación cuando estuvieran ellos dos solos.
Golpeteó el volante con sus dedos y giró luego este mismo a la derecha para llegar a la entrada del estacionamiento, observó al guardia, quien la reconoció y le hizo un gesto de saludo con la cabeza para luego hacer una corta reverencia, ella devolvió el saludo y continuó hasta el número que le indicó SoHee donde podría estacionar, ya que JungKook no poseía aún un puesto para vehículo.
Salió del auto y cerró la puerta luego de tomar la bolsa con las botellas. Su teléfono sonó nuevamente y ella sonrió un poco por la insistencia de su novio.
Amor♡
¿Ya vienes?
Ella rodó los ojos con la misma sonrisita y murmuró con una pequeña queja.
— Eres desesperante Jeon JungKook, y te amo. — negó con su cabeza.
Contestó una afirmación además de una anotación de que ya estaba en el estacionamiento, que recién llegaba. Subió en el elevador y llegó al piso del apartamento de SoHee y JungKook, caminó hacia la puerta con el número noventa y cuatro con el agarre de la bolsa entre sus dedos. Al llegar, la puerta estaba un poco entre abierta sin razón aparente para ella, iba a entrar pero se detuvo al escuchar esa linda voz.
— ...No sé, creo que nadie nunca me amará como lo hizo Suni... — pronunció la voz de JungKook con un tono bajo como parte de algún relato que le estaba contando seguramente a SoHee. Y obviamente, se empezó a sentir mal.
— Ella en verdad te amó mucho. — murmuró la voz de SoHee en una afirmación, destacando las últimas tres palabras.
No pudo seguir escuchando, no podía... dio unos pasos hacia atrás para bajar la mirada al piso del pasillo y sentirse tan miserable. Dejó la bolsa allí con las botellas y rascó su cuero cabelludo mientras sentía la ansiedad en sus manos.
Es que ella siempre lo supo... nunca sería suficiente para llenar el vacío que Suni había dejado en la vida de JungKook.
¿En algún momento te lo creíste, JiAh? ¿De verdad creías que una adicta en recuperación podría ser igual o mejor que ella?
Sentía su corazón encogerse por la presión que ejercía la tristeza, así que dio pasos hacia atrás para luego voltearse y caminar hacia el elevador nuevamente. Allí mismo soltó sus lágrimas poco a poco y se sintió tan por debajo del piso.
— Nunca podría ser suficiente... — susurró quebrada y bajó la mirada.
Las puertas se abrieron en el estacionamiento y caminó hacia su auto cuando escuchó una voz femenina.
— ¿JiAh? — preguntó ésta y la nombrada volteó luego de limpiar un poco sus mejillas, GaEun la miraba con una suave sonrisa para luego acercarse a ella.
— Hola, GaEun. — murmuró y ésta misma la vio con un poco de curiosidad.
— ¿A dónde vas? — preguntó suavemente mientras en sus manos habían unas bolsas.
— Ah... yo olvidé algo en el auto y... necesitaba volver. — la pelinegra asintió comprendiendo, aunque le parecía un tanto extraña su actitud.
— Bueno, yo... llevaba esto al apartamento de SoHee pero necesito comprar otras cosas. ¿Crees que podamos dejarlas en recepción mientras me acompañas a comprar?
— Ah... sí. — asintió rápidamente y luego siguió con la chica hacia la planta baja del edificio.
Luego de guardar las cosas salieron del edificio y continuaron hacia un supermercado donde GaEun tomó varios productos para preparar en la pequeña reunión que tendrían.
Pero JiAh no podía seguir allí... se sentía sofocada.
Al terminar todo y regresar al edificio. JiAh aprovechó de voltear hacia ella.
— GaEun, debo... debo buscar lo que olvidé en mi auto. Si deseas puedes adelantarte. — GaEun la miró confundida pero asintió para verla irse hacia el estacionamiento.
— Disculpe. — llamó hacia el guardia del edificio.— ¿podría mirar un momento mis compras? Necesito ayudar a mi amiga. — el señor asintió con una sonrisa y GaEun agradeció con una reverencia para ir hacia el estacionamiento.
Al llegar hasta donde se veía el auto de JiAh, caminó viendo la ventanilla abierta y ella detrás del volante se encontraba llorando a cántares mientras cubría su rostro.
— ¿JiAh? — llamó preocupada y la nombrada se incorporó con sorpresa.— ¿Qué pasa? — intentó abrir la puerta pero ésta estaba asegurada.
— Lo siento, GaEun... no debías verme así. — murmuró quebrada y ésta misma frunció el ceño.
— ¿Pero por qué estás llorando? — preguntó nuevamente preocupada y entristecida por verla de esa manera.
— Por favor, dile a JungKook que lamento no ser suficiente para él. — murmuró mirándola con sus ojos destruidos y cerró la ventanilla.
GaEun reaccionó de inmediato pero no pudo impedir que la misma se cerrara y luego JiAh pasara su auto de neutro hasta poder retroceder y poner en marcha el vehículo hacia la salida.
— ¡JiAh! — exclamó siendo inútil. Suspiró resignada mientras la veía perderse en la calle y de inmediato se fue hasta planta baja para tomar sus cosas y subir luego al elevador.
——— •⚜• ———
Al llegar a su casa simplemente quiso desmoronarse. Se dejó caer en la puerta y abrazó sus piernas, pero sólo por unos segundos hasta que recapacitó y se levantó nuevamente.
Caminó yendo hacia la sala para ir a la habitación, pero se detuvo al pasar por la cocina. Tragó fuertemente al ver la botella en el mesón y se acercó para observarla, un "Blue Label" era lo mejor para la amargura y tristeza que se cargaba.
Y lo hizo, se tomó un trago del whisky y luego fue a su habitación para tomar un bolso y empacar varias cosas. Necesitaba un respiro... necesitaba estar sola.
Una hoja y un bolígrafo le sirvió para dejarle un mensaje a JungKook y con eso listo salió y bajó por el elevador nuevamente.
Al estar en su auto, lo encendió y vio a su lado fuera del vehículo una moto detenerse rápidamente y a la persona bajar, quiso irse pero tardó demasiado, él abrió la puerta de su auto y la tomó del brazo para sacarla sin lastimarla.
— JiAh. — se veía agitado y sus ojos se veían aún más grandes de lo que ya eran, demostrando la preocupación que traía consigo.— ¿Qué pasa? GaEun me dijo que te vio mal y te fuiste, que estabas llorando y te veías destruida.
Ella lo miró con tristeza y se soltó.
— Quiero estar sola. — pidió con la voz quebrada y él se tomó un segundo para responder.
— Tomaste. — mencionó al sentir en su aliento el olor a alcohol, parecía decepcionado, o eso era lo que veía JiAh.
— Esto es lo que soy, Jeon... — mencionó con la voz cortada en ese tono tan serio que lo destruyó.— soy una persona que no sirve para nada... — él la miró de manera triste al notar que nuevamente se estaba dejando dominar por su mente negativa.— no soy una mujer fuerte, guerrera y valiente... — sus ojos se aguaron y lo miraron de manera triste.— no soy ella... no soy el amor de tu vida, JungKook.
— ¿Pero de qué hablas? — susurró desgarrado con lo que le estaba diciendo. Le tomó de los brazos y se acercó a su rostro para mirarla con tristeza.— estamos bien... estábamos bien, JiAh... ¿Qué es lo que pasó? — siguió susurrando mientras sentía su nariz chocar con la roja de ella.
— Nunca... — susurró, bajó la mirada y su frente quedó frente a los labios de él.— nunca debí creer que podía amarte...
— ¿Qué? Pero si me amas... y te amo. — murmuró quebrándose con lo que le estaba diciendo.
— Pero no tanto como ella. — levantó la mirada y se soltó bruscamente de su agarre. JungKook se quedó pensativo un momento y luego entendió un poco.
— ¿Me escuchaste hablar con SoHee? — preguntó y JiAh sólo lo miró con dolor.— no... eso no es lo que piensas ¿Sabes?
— ¿Y qué es? — dijo un poco alterada.— ¿Qué es todo esto de que no crean tu entrega ni valoren tu esfuerzo por ser mejor persona y merecer a la que amas? ¡dime! — pidió más que alterada y JungKook negó.
— Esto no es un puto drama, JiAh... lo que oíste sólo fue parte de una conversación sin sentido con SoHee... no tiene nada que ver con lo que vivimos ahora. — explicó molesto con la cuestión en sí.
— No, no lo es. — negó con su cabeza y limpió sus lágrimas para intentar ser fuerte.— es la maldita realidad. — dijo con amargura y él tragó el mal sabor que eso le causaba.
JiAh parecía ida de sí, no parecía ser ella, y todo era a causa del alcohol... quizás no tomó mucho, pero su fragilidad ante este se hacía más grande cuando dependió mucho tiempo de él, así que el más mínimo trago podría embriagarla.
— Subamos, descansa y hablamos mejor de esto. — volvió a tomarle de los brazos y ella siguió llorando en silencio.
— Yo sólo quiero ver a SunMi. — susurró ya sin ganas de existir.
— Si quieres ver a tu hermana yo te llevo. — ella negó.
— No quiero nada de ti... — susurró mirando sus ojos, destrozándose mutuamente.
— JiAh...
— ¡No quiero nada de tí, JungKook! — exclamó y él sintió una daga incrustarse en su pecho con las palabras dichas por ella hacia él.— Lo único que quiero es que no me busques... así siempre debió ser. — susurró mirándolo dolida y él simplemente se quedó viéndola.
Sencillamente tanto ella como él no estaban emocionalmente bien para solucionar la situación.
JiAh tenía una crisis emocional con todos los sacrificios que había hecho por él para merecer su amor.
Y JungKook sólo estaba cansado mentalmente por todo lo que había tenido que luchar y proteger... dejándose a un lado para acarrear con las consecuencias ahora mismo...
Ahora mismo que las palabras de ella le habían destrozado el corazón.
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