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Siete

——— •⚜• ———

JungKook observó fijamente a JiAh, quien comía del postre que habían pedido en esa cafetería donde habían parado. Estaba callada, disfrutando del postre con cada bocado mínimo.

— Sigues hermosa. — murmuró sólo para ambos. Estaban en la parte de afuera del local, sentados en una de las mesas cercanas al establecimiento.

JiAh levantó la mirada y conectó los ojos con los de él.

— ¿Todo este tiempo estuviste en el servicio militar? — preguntó con suavidad, ignorando cualquier conversación que él quisiese tener sobre ella.

— Lo estuve. — asintió y disolvió el azúcar en su café. Miró de nuevo a JiAh y le siguió sonriendo con suavidad.— un año y ocho meses. — añadió y ella asintió. Estaba demasiado guapo con su vestimenta y su cabello más corto que antes, además de su cuerpo más ejercitado que antes.

— ¿En qué te especializaste luego del primer mes? — preguntó con las manos entre las rodillas, para sobarlas entre sí. Se sentía ansiosa y nerviosa por tenerlo tan cerca otra vez.

— En el ejército. — asintió con una suave sonrisa. Sintió su teléfono vibrar en su bolsillo sacándolo y revisándolo.

SoHee:
¿Dónde estás? Estás próximo a volver al turno y no has llegado, es raro de ti.

Sonrió un poco y guardó el teléfono nuevamente.

— Y... ¿saliste hace mucho? — él negó.

— No, hace poco... — dijo tranquilo. Tomó de su café y suspiró tratando de calmar su corazón acelerado. Al mirarla le sonrió nuevamente para proseguir con su pregunta:— ¿Hoy estuviste en un juicio?

JiAh se miró la ropa y sonrió asintiendo con una risita corta. Sus dedos temblaban un poco por los nervios, al igual que los de JungKook.

— ¿Sí? Es por la ropa ¿no? — mencionó refiriéndose a su traje costoso para juicios.

— No... — negó con una risita.— yo... fui al bufete y...

— ¿Al bufete? — preguntó sorprendida y curiosa. El asintió.

— Sí, yo... quería verte. — murmuró.— me dijeron que estabas en un juicio y...

Prefirió callar y no dijo nada más. JiAh sonrió levemente y nuevamente sintió que se sentía mal, por lo que se refugió comiendo un poco más del postre. JungKook observó la escena y no quiso hacerla sentir incómoda.

——— •⚜• ———

Jungkook estacionó en el puesto de JiAh y apagó el motor para luego mirar a la castaña a su lado, quien miraba fijamente la pared frente al auto en el estacionamiento. Ambos procedieron a quitar el cinturón y luego bajaron del vehículo, esperó a que JiAh pasara a su lado y la detuvo tomando su muñeca y colocándola frente a él.

— ¿Te sientes mejor? — miró sus ojitos rojos por haber llorado y ella asintió mirando los redondos y preocupados de él.

— Sí, yo... — rascó su frente y tartamudeó un poco.— llamaré al fiscal Woo para explicarle el porqué no fui, y quizás ese sea el último motivo para que me despida. — JungKook frunció el ceño.

— JiAh. — llamó en un murmullo, ella lo miró nuevamente y prosiguió.— ¿Qué está pasando contigo? ¿Qué tienes?

Ella se quedó muda unos segundos sin saber cómo responder a esa pregunta, pues no sabría decir con lindas palabras el hecho de que su depresión estuviera por las nubes, su ego por el suelo y su estabilidad debajo de este en la tierra, enterrada junto prontamente con su cordura y raciocinio.

— Yo... no me siento cómoda para hablar de ello, JungKook... yo... — las manos de él fueron a sus mejillas y las acarició un poco con sus pulgares para acercarse y darle un suave beso que tanto ansiaba desde que la vio por primera vez. JiAh le siguió el movimiento y prontamente se mezclaron sus respiraciones mientras se abrazaban y sentían la calidez del otro.

— No sabes lo mucho que te he extrañado, JiAh... — susurró en sus labios para después darle un corto beso.

Ella no dijo nada no porque no quisiera, sino porque sus palabras no salían. Se sentía perdida... pero no como cuando se perdía en el alcohol, en el cigarrillo, o en el sexo.

Se sentía perdida en Jeon JungKook... una nueva droga para ella.

Miró los ojos de él y luego sus labios para morder el inferior suyo, se separaron un poco y ella le tomó su mano para empezar a caminar de espaldas hacia el elevador que acababa de llegar, lo atrajo desde la medalla del ejercito hacia ella en lo que este cerró sus puertas y lo abrazó del cuello con su brazo libre para sumergirse en un beso que necesitaba demasiado.

Al llegar a su piso se separaron y caminaron tomados de la mano hacia el apartamento. Ella lo guiaba, y es que no podía aguantar la tentación de sentir a JungKook junto a ella nuevamente, de sentir su piel junto a la suya mientras sus manos acariciaban cada parte de su cuerpo.

Lo necesitaba a él para estar completa nuevamente.

Abrió su apartamento y lo dejó pasar, él miró unos segundos el lugar que hacía tiempo no veía, y cuando ella dejó sus cosas en la entrada se acercó a él y le tomó de la nuca para besarlo de forma apasionada y desesperada. Él le siguió el ritmo mientras la despojada de algunas prendas, sobre todo de su blazer y camisa, dejándola en un brasier color gris oscuro que resaltaba en su piel suave y blanquecina. Ansioso por nuevamente estar abrazando su piel.

— Te necesito... te necesito tanto, JungKook.  — susurró entre el beso y él le tomó de las mejillas para mantenerla en el beso mientras esas manos traviesas desabrochaban uno a uno los botones de su camisa blanca a rayas. Se la quitó por los hombros y lo dejó desnudo del torso para poder sentirse un poco más cerca.

El cabello de ella se estaba despeinando, y ahora mucho más cuando él empezó a besarle el cuello de forma apasionada, tanto que rápidamente sus bragas se mojaron, sabiendo que este hombre era al que quería y no a cualquier otro. Quería a JungKook.

— JiAh... yo... — ella lo volvió a besar interrumpiendo sus palabras. Le tomó las manos y las puso en su espalda baja para que le desabrochara la falda.

Al desabrochar la falda la vio en una lencería gris completa, y se sintió en el cielo. Se acercó desesperado nuevamente y le tomó del cuello para unirse en un beso más que entregado. Le tomó de los muslos y la cargó para llevarla a su habitación, allí la recostó con suavidad y empezó a besar su cuello mientras ella cerraba los ojos con deleite, pues se sentía tan bien tener a JungKook besando su cuello luego de tanto tiempo. Sus besos pasaron por su mandíbula y luego siguieron a su clavícula, pasando por sus pechos dejó unos cortos besos por encima de estos antes de quitarle el brasier. Se acercó a uno de sus pezones y empezó a chuparlo para luego morderlo levemente, haciendo que ella se retorciera del placer.

Ah~ JungKook... — soltó en un gemido y él volvió a sus labios.— se siente tan bien tenerte de nuevo... — susurró en sus labios y volvió a recibir un beso húmedo.

— No sabes cómo me moría por volver a tocarte... acariciarte... hacerte disfrutar. — susurró llevando uno de sus dedos por el lado del cuerpo de ella, acariciando cada parte como un gran tesoro.

JiAh era valiosa... y él se lo demostraría.

Volvió a besarla y bajó por su abdomen para deshacerse de las bragas y así poder acercar su boca allí. Ella se retorcía, se retorcía debajo de él por lo mucho que le gustaba.

Ah~ Dios... — colocó su mano en la cabeza de él y la presionó un poco contra su intimidad mientras él con su lengua masajeaba su clítoris.

Se corrió casi al instante en que JungKook incluyó sus dedos, y luego sonrió un poco con la respiración agitada. Por primera vez en mucho tiempo estaba siendo complacida.

— No he acabado. — murmuró mirándola con ojos filosos mientras su miembro dolía como los mil demonios debajo de su pantalón.

Ella extrañaba ver esa mirada cazadora.

— Quiero ser tuya... quiero que me hagas tuya nuevamente. — susurró necesitada en sus labios y él asintió más que dispuesto.

Dejó un beso corto en sus labios y luego empezó a repartir estos por todo su hermoso rostro. Quería darle todo el cariño que ella necesitaba, porque eso es lo que le había dado a entender, que necesitaba a alguien que de verdad la quisiera.

— ¿Tienes preservativos? — preguntó en su oído en un susurro y ella relamió sus labios para después de unos segundos asentir. Debía de haber uno por algún lugar.

Jungkook se levantó y desabrochó su pantalón mientras veía los ojos curiosos de JiAh mirarlo de pies a cabeza. Extrañaba tanto verla así, esperando por él porque sabía que la haría sentir bien, que la trataría como la diosa que siempre había sido para él.

Al estar ambos desnudos, él reviso los cajones y allí notó algo que le llamó la atención. Sí había condones, pero había algo más... no quiso dañar el momento para ella y prefirió hacerla sentir bien y no lastimarla más de lo que estaba. Pero eso lo habia preocupado.

Al prepararse se acercó nuevamente a su cuerpo y le abrió las piernas para meterse en ellas. JiAh sólo lo miraba a la expectativa de lo que quisiera hacer, siempre la volvía una sumisa cuando a ella le gustaba ser dominante. La besó con más suavidad y se entregó a ella como nunca lo había hecho, le acarició el muslo y lo subió más a su cadera para acomodar su miembro en su intimidad. Al introducirse con lentitud y suavidad en ella, la vio gemir encantada, por esa razón salió y repitió la acción unas tres veces para que disfrutara un poco.

JungKook~ — susurró en un gemido en su boca con los ojos cerrados y luego llevó sus manos al cuello de él para acariciarlo. Lo besó nuevamente pero echó su cabeza hacia atrás por el placer que le dio una embestida suya.

Ah~ ¿más rápido? — ella asintió rápidamente mientras se perdía en esa nebulosa de placer, acariciándole el corto cabello. Él le obedeció y empezó a moverse más rápido.

Su teléfono empezó a sonar constantemente y no le prestó atención, hoy su atención estaba sólo en JiAh. Sabía que sería SoHee para reclamarle porqué no había llegado, pero luego le diría.

Contesta~ — Dijo en otro gemido bajito mientras sus ojos estaban cerrados. ¿Cómo creía que iba a parar de darle placer a ella para contestar su teléfono?

— No voy parar, que se espere... — susurró en respuesta. JiAh por primera vez sonrió con sus ojos cerrados y prosiguió a abrirlos para mirarlo fijamente a los suyos.

— Yo no he dicho que pares, cariño. — él sonrió dándole un beso y se inclinó para tomar su teléfono y ver la segunda llamada entrante de SoHee.

— SoHee... — contestó con la voz agitada mientras se movía con lentitud dentro de JiAh.

¿Acaso te crees el Rey de Inglaterra? — preguntó molesta.— ¿Dónde estás, JungKook? — preguntó nuevamente molesta.

— E... estoy en... — siseó un poco al sentir la boca de JiAh succionar la parte de su clavícula.

¡Conozco esos sonidos! ¿¡Me contestas mientras follas!? — preguntó escandalizada y JungKook rio por lo bajo para buscar los labios de JiAh con los suyos y darle un beso corto.

— Nos vemos luego, tonta. — colgó la llamada y lanzó el teléfono a un lado para concentrarse en besar a JiAh de las formas en que ambos querían.

Tras unos movimientos ambos llegaron a su punto límite y el agotamiento recayó en sus cuerpos sudados. Juntó su frente con la de ella y le acarició la nariz con la suya para sentirla cerca.

— Te amo. — susurró en sus labios aún con la respiración agitada. Se separó un poco y observó sus ojos confundidos.

— ¿Tú me amas? — preguntó confundida y él siguió viéndola mientras asentía a su pregunta.— ¿Por qué? — preguntó con sus ojos aguados y él frunció el ceño.— Yo no soy igual a ella... — sorbió su nariz y él volvió a acercarse para acariciarle la nariz nuevamente.— Mi vida es un asco ahora... ¿Para qué quieres a alguien como yo en tu vida?

— JiAh... — murmuró para detenerla pero ella continuó.

— Yo no soy ni la mitad de lo que Suni fue en tu vida. — mencionó con la voz entrecortada y él tomó aire negando.— si no sé cuidar de mí misma ¿Cómo piensas que funcionará? — preguntó refiriéndose a una relación entre ambos.

Él se acostó a un lado de ella y la miró fijamente cuando sus ojos observaban el techo y sus lágrimas caían de estos.

— JiAh... ¿Por qué piensas que busco a alguien que se parezca a Suni? — preguntó en un murmullo.— Sí, amé a Suni, y la amé demasiado... — susurró viéndola tragar fuerte mientras seguía llorando.— pero antes de ella irse, le dije lo que pasaba... en aquel momento creía que le había fallado, y ella me hizo entender que no era así... le dije a la chica que me amaba que me había enamorado de otra... — JiAh giró su cabeza y lo vio a los ojos con los suyos mojados. Él levantó la mano y le limpió las lágrimas.— que me había enamorado de una mujer que no se parecía en nada a ella, que era chispeante, atrevida... — sonrió complice y ella sonrió un poco entre las lágrimas.— inteligente, audaz... que era la mujer de ensueño para cualquier hombre... — susurró mirando sus ojos con concentración, ella volvió a tragar fuerte y lo miró triste.— ¿Sabes cuántas veces estuve pensando en ti en el ejército? — ella no contestó y cerró los ojos fuertemente aun soltando lágrimas.— ¿Sabes cuántas? — insistió y ella no contestó.— no se cuentan, porque en ningún momento dejé de pensarte...

— JungKook, yo no soy...

— JiAh, cuando salí del ejército y vi lo que hacías... no me importó, lo único que me importaba era que estuvieses bien, pero yo sé que no es así... sé que algo te pasa y no me has dicho... — ella miró al techo nuevamente y él tragó fuerte para continuar.— si no quieres decirme está bien... pero quiero hacerte saber que estoy aquí ¿sí? Estoy aquí para ti, para cualquier cosa que necesites estoy aquí... — pensó unos segundos y continuó.— No soy un hombre rico ni de la alta sociedad... — JiAh le iba a interrumpir cuando volvió a verlo pero él continuó:— pero quiero que sepas que no te voy a abandonar... — entonces ella se quebró y volvió a llorar.

Mientras soltaba hipidos JungKook la atrajo en un abrazo y la aferró a su cuerpo. Ella necesitaba de él, y jamás la dejaría lidiar sola con sus problemas. Le dio un beso en su frente y siguió abrazándola fuertemente.

A partir de aquí seguiré actualizando por interacción, ha decaído mucho los últimos capítulos

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