Nueve
——— •⚜• ———
JiAh con su teléfono en la oreja se notaba molesta. Tenía en su mano la bolsita que JungKook había visto, y se le caía la cara de la vergüenza con ello.
— ¿Por qué has dejado eso aquí? — preguntó molesta mientras escuchaba las quejas de YoonGi.
— Ay basta, mujer... ¿Tan tarde y me llamas para gritarme? Creí que estabas caliente y por eso me llamabas. — comentó con desgano.
— No seas idiota, Min. — farfulló molesta.— te estoy hablando en serio.
— Ay bueno... lo olvidé, no tengo culpa de eso. — se excusó y ella acomodó su cabello.— puedes guardarlo para ti si quieres. — mencionó con tono travieso.— ¿recuerdas cuando la probaste por primera vez? Estuviste fenomenal ese día. — soltó un suspiro al final y JiAh soltó un gruñido por lo bajo.
— Yo no quiero esta cosa... la tiraré.
— ¿¡Qué!? No... ¿Estás loca? Eso cuesta mucho dinero. — dijo molesto y ella soltó un bufido.
— Ven por ella o la tiro, Min YoonGi. — dijo totalmente seria.
— ¿Podrías pasar mañana en la noche por el antro? Es que no estoy en la ciudad... — murmuró y de fondo se escucharon voces femeninas. Seguramente estaba con una de sus putas.
— La tiraré si no vienes tu por ella... — repitió y YoonGi soltó un gruñido por lo bajo.
— Está bien... te escribo en lo que esté disponible. — aceptó y JiAh simplemente le colgó.
YoonGi como amante era fenomenal, pero como persona era un asco... bueno al igual que ella.
Guardó la bolsita dentro del closet pequeño, donde estaban sus cosas bondage, y luego lo cerró con llave. Marcó luego el número de su hermana y esperó unos segundos hasta que ésta contestara.
— Hola SunMi. — murmuró.
— JiAh ¿Está todo bien? — la menor hizo un murmullo afirmativo y su hermana continuó.— Papá está descansando ahora... JiAh, por poco ve el programa este de chismes en donde sale un video de ti. — la menor suspiró y puso la palma en su frente.
— Sí... lo vi... — murmuró y SunMi se escuchó suspirando fuerte.
— ¿Segura que no quieres ir? — preguntó repitiéndole lo mismo que le ofreció hace un tiempo atrás.
— Yo puedo, SunMi... — aseguró no tan segura.
— JiAh, a veces queremos parecer fuertes... pero está bien decir "no puedo sola" en ciertos momentos. — murmuró en consejo y a la menor se le aguaron los ojos.
— Yo... no quiero que te preocupes por mi... ya suficiente tienes con preocuparte también de Papá. — rascó su cabeza y caminó hasta sentarse a los pies de la cama, donde horas atrás hizo el amor con JungKook.
— Siempre lo haré porque eres mi hermana, así que no pienses nunca eso. — le amenazó con cariño y JiAh rio un poco. Amaba a SunMi con su vida, pero a veces sentía que era una carga para ella por todas la responsabilidades que se estaba tomando.
A lo que SunMi se refería, es que meses atrás le había propuesto a JiAh ir a un sitio de rehabilitación, pero esta última se sigue negando, y sin su consentimiento SunMi no podía hacer nada.
— ¿Tú como has estado SunMi? — decidió cambiar la plática y hablar de otras cosas con su hermana.
——— •⚜• ———
— No... — dijo SoHee sin creerlo. JungKook asintió y ella sonrió.— tu sí que vas con todas sin decir ni siquiera "hola" ¿verdad? — rio un poco y JungKook negó con una sonrisa.
Luego de la tarde de ayer se fue a su casa y aún acostado seguía pensando en todo lo que ocurría con JiAh, pensando en teorías, suponiendo cosas que no sabía si confirmar o negar porque simplemente no había algo de ella que se lo dijera.
— Me preocupa un poco lo mal que está... — mencionó recordando lo que había hablado en un principio con su mejor amiga; exceptuando la droga. SoHee hizo un gesto de lástima con su rostro y tomó aire fuertemente.
— ¿Le dijiste que podía contar contigo, no? — este asintió.— entonces ella sabe que estás ahí... es sólo, que tienes que demostrárselo tantas veces como sea necesario.
— ¿Y si le envío algo? — mencionó cambiando su rostro de tristeza por uno algo emocionado, SoHee lo miró curiosa y luego asintió.
— Puede funcionar. — dijo asintiendo con una sonrisa cómplice.
——— •⚜• ———
JiAh encendió su computador luego de llegar a la oficina y recibir el reclamo del fiscal Woo, aunque al final decidió darle una oportunidad y aconsejarla para que no siguiera pasando.
Suspiró pensando en todo lo vivido ayer, habían sido tantas emociones mezcladas a raíz de encontrarse con JungKook otra vez. Ayer no lo había sabido manejar, y hoy que lo había pensado mejor, supo que debía guardar la compostura o terminaría hartándolo.
Alguien tocó su puerta y ella miró hacia ésta cuando la persona que lo hizo se dio paso sin esperar su permiso. Pero se sorprendió cuando detalló bien toda la situación... estaba Sana entrando a su despacho con un gran ramo de rosas. Ella se levantó y la vio confundida y sorprendida.
— Perdón por no esperar su permiso, abogada... pero esto no podía esperar. — soltó en una risita y JiAh no pudo imitarla.
— ¿Pero qué es esto? — preguntó confundida y Sana se encogió de hombros.
— No lo sé, las trajo un chico de una florería... dijo que le dieron esta dirección y el nombre Seo JiAh. — se pegó a JiAh y le dio un pequeño codazo. Sana era la única, junto al fiscal Woo, que no la juzgaba, todos los demás la miraban con cara de vergüenza.
JiAh sonrió levemente y detalló cada pétalo cuando la chica puso el ramo sobre el escritorio.
¿Hacía cuánto tiempo que no recibía un ramo de flores?
Pensándolo bien, nunca había recibido uno; a excepción del que le envió Jimin por su cumpleaños y el que su padre le envió por su graduación, el cual ella no aceptó en su momento.
— ¿Hay algún florero libre? — preguntó con suavidad y Sana asintió saliendo del despacho.
JiAh revisó todo el ramo buscando una nota que sabía que debía estar allí, y la consiguió luego de unos segundos. Al abrirla no pudo evitarlo, sonrió como una tonta y una calidez se apoderó de su pecho.
__Hoy desperté más enamorado de ti que ayer. Y decidí que... la rosa sería tu tipo de flor ideal, porque contrasta contigo en todas las formas. Eres apasionada, entregada... eres el amor representado en persona para mi.
Te amo, JiAh.
–Jungkook.
Entonces soltó una risita y llevó su mano a la boca para cubrirla, sus mejillas se sentían cálidas y sus ojos se cristalizaron. ¿Por qué tenía que ser tan lindo? Había cambiado tanto en comparación con hace dos años atrás.
Aunque ahora que lo pensaba, Mister J era una personalidad creada por JungKook para olvidar su oscura realidad en aquel tiempo.
Y JiAh estaba segura de que con él... había ganado la lotería.
——— •⚜• ———
— Muy bien, JiSung. — le dio una palmada en el hombro al chico y este suspiró con una sonrisa.
— Cada vez pesan menos. — añadió con una risita y JungKook se le unió.
— No es eso, tu te haces más fuerte. — animó nuevamente y luego ajustó la pesa donde iba.
— ¡Hey, JungKook! — exclamó SoHee, él volteó para mirar hacia ella y notó que estaba parada frente a su oficina junto a una castaña hermosa que conocía muy bien.— Te buscan. — exclamó dándole una sonrisa ladina y él la miró fijamente para que disimulara.
— JiSung, haz cincuenta sentadillas para culminar por hoy. — el chico asintió y empezó a hacerlas.
JungKook caminó hacia ellas y su mirada se fijó en la hermosa castaña, al llegar allí le dio una mirada a SoHee para que se fuera pero ésta no lo hizo.
— Hola. — murmuró JiAh sonriendo suavemente.
— Hola... — murmuró con una sonrisa igual y luego reaccionó sacudiendo su cabeza.— JiAh, ella es SoHee, mi mejor amiga...
— Es un gusto. — JiAh hizo una reverencia con su cabeza y SoHee la imitó.
— Un placer. — saludó SoHee y le sonrió amable.— bueno, debo seguir con mi trabajo.
Ambos asintieron y vieron a SoHee irse nuevamente a la oficina. JungKook miró a JiAh y le hizo un gesto con su cabeza para que lo acompañara.
Llegaron hasta un estudio de ballet que utilizaban para Yoga y JungKook cerró detrás de él en cuanto ambos estuvieron dentro.
— Las rosas están hermosas. — dijo de inmediato al voltear y JungKook sonrió cruzando sus brazos.
— Me alegra que te hayan gustado. — asintió con una sonrisa pequeña y JiAh miró el cómo sus músculos en los brazos se tensaron por cruzarlos.
— No me habían dado flores desde mi cumpleaños hace años. — mencionó bajando la cabeza avergonzada y JungKook frunció el ceño.
— ¿Nadie? — ella levantó la mirada y negó con su cabeza.
JiAh sí que necesitaba amor.
— Fue un lindo gesto de tu parte, gracias. — mencionó y él amplió un poco más su sonrisa.
— No hay nada que agradecer. — soltó sus brazos y sacó luego su teléfono del bolsillo al sentirlo vibrar.— Mi turno ha acabado... — ella lo miró expectante y él continuó.— ¿Quieres pasear un rato?
JiAh rio un poco y acomodó su cabello detrás de la oreja.
— ¿En tu moto? — preguntó entre risitas y él asintió.— Traje mi auto... — mencionó en un murmullo decepcionada, pues sí le hubiese gustado ir.
— ¿Y? Podemos llevarlo y después te vas conmigo. — mencionó alzando una ceja, ella siguió sonriendo mientras miraba los ojos grandes de él esperar una respuesta.
— Bueno... supongo que me voy ya para adelantarme. — asintió y JungKook sonrió más que contento con ello.
— Excelente. — murmuró sin borrar la sonrisa. JiAh asintió para caminar e intentar pasar a su lado para ir a la puerta, pero él con su mano la detuvo del brazo.— Hey, espera. — susurró rozando sus labios para levantar la mano y acariciarle la mejilla antes de besar sus dulces y bonitos labios con suavidad y dedicación.
— Ya me voy... — susurró ella sonriendo ampliamente para seguir caminando y salir del lugar, pues si se quedaba no le importaría nada y tendría sexo con él allí si se lo propusiera.
JungKook volteó siguiendo su caminar con la mirada y se fijó en su trasero moviéndose en un vaivén hermoso que le encantaba. Relamió sus labios y resopló una sonrisa, salió del sitio y de inmediato SoHee lo acorraló con preguntas.
— ¿Las flores funcionaron, no? — preguntó sonriente y JungKook asintió risueño.— Ay dios, Jeon JungKook te hemos perdido, joder... — masculló para después reír.— La próxima me invitan y nos damos un beso de tres.
— ¡Mierda, SoHee! no la riegues, joder. — se quejó viéndola reír e irse a su oficina a recoger.
Él siguió sonriente viendo la puerta unos segundos y luego prosiguió a recoger sus cosas para irse con SoHee detrás de él pidiéndole aventón, y él la haría rogar un rato por haberle hecho esa broma hace un momento.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro