Doce
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JiAh soltó una risita al ver el arreglo floral que le había traído el guardia de seguridad de su edificio. Según él, un chico de una florería lo dejó en su recepción con las indicaciones de para quien era. Las llevó a su nariz y aspiró el aroma con una sonrisa.
Tras una semana más JungKook seguía sorprendiéndola con cualquier detalle y eso la hacía sonreír, incluso SunMi le había dicho que la veía cambiada, más radiante que antes.
Al poner las flores sobre un florero vio en su televisor las noticias de último minuto y se percató de que se trataba de Jimin, pues decía que el príncipe de Corea del Sur se había llevado varios premios en un concurso abierto para bailarines de todo el mundo. Jimin se lo merecía por el arduo trabajo.
No había hablado con él desde hace tiempo, mayormente se la pasaba ocupado con sus prácticas y eventos.
Recibió una llamada en su teléfono y lo contestó con una sonrisa.
— ¿Y? ¿Te gustaron? — preguntó de inmediato y ella rio un poco, brindándole a él una calidez en su pecho.
— Claro que sí. — respondió riendo.
— Eso me alegra. — comentó y luego soltó un suspiro.— ¿Ya estás en el trabajo?
— Estaba por salir cuando el guardia tocó el timbre dejándome ver tal preciosidad en sus manos. — rio nuevamente y JungKook se le unió.— Estoy saliendo justo ahora. — añadió mientras tomaba sus cosas y caminaba hacia la puerta.— ¿Estás en el gimnasio?
— Ah, no... estoy acompañando a SoHee que está comprando un regalo para su pareja. — se escuchó una voz de fondo y él hizo una queja.— SoHee pregunta que si quieres ir a una discoteca a celebrar el cumpleaños de su pareja.
— ¿Yo? Pero no me conoce muy bien...
— Hola cariño, soy SoHee... no importa nena, te invito porque eres la razón de que mi mejor amigo sonría como un idiota cuando habla por teléfono. — se escuchó la queja de JungKook de fondo, y por la voz agitada de SoHee parecía que estaban peleando por el teléfono.
— Bueno, supongo que esta bien, gracias. — dijo riendo un poco.
— Disculpa, nena... SoHee es muy entrometida a veces. — JiAh siguió riendo mientras bajaba por el elevador.
— No te preocupes, esta bien... me alegra que tengas cerca una personalidad como la de ella.
— Créeme que a mi no. — JiAh rio nuevamente y negó con su cabeza al estar caminando a su auto.
— No seas malo. — murmuró en un quejido suave.— Estoy por manejar... ¿Te escribo luego del trabajo?
— Está bien... busca algo feo para usar hoy que no te pienso soltar en ningún momento, mucho menos con algo sexy puesto. — JiAh siguió riendo fuertemente y encendió el auto.
— No seas celoso. — murmuró conectando el teléfono a su auricular.
— Nunca he sido celoso pero... contigo sí lo soy. — respondió suavemente, como si quisiera que su amiga no lo escuchara.
— JungKook... — llamó saliendo del puesto del vehículo.
— ¿Sí?
— Te amo. — murmuró soltando luego un suspiro mientras pensaba en tantas cosas.
— Te amo, JiAh. — soltó en una pequeña risita y de fondo se escuchó una queja femenina muy alegre, y aseguraba que era SoHee burlándose de él.
— Te llamo más tarde. — dijo con una sonrisa para luego colgar.
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En la tarde, en el Gimnasio GoldKM, se encontraba JungKook fuera de turno haciendo unas series de ejercicios para sus brazos y abdomen, aunque planeaba hacer unos cuantos de piernas y así poder mantenerse en forma.
Estaba haciendo un ejercicio para los pectorales cuando SoHee llegó a su lado alzándole una ceja.
— Mira, príncipe Erik necesitas irte a tu casa para que estés listo en la noche. — JungKook le sonrió ampliamente y ella cruzó sus brazos. Le decía así por el hecho de que él traía puesto un body deportivo blanco ajustado a su torso junto a su cabello un poco más largo.
— Yo no me tardo tanto como tu. — añadió en un comentario burlón.
— Pero debes ir por JiAh, y seguro ella tardará. — le recordó y luego volteó a su alrededor viendo todo el lugar vacío.— además, se supone que cerramos temprano por eso. — volvió a recordar y JungKook chasqueó su lengua para seguir con sus ejercicios.— Muy bien, entonces tú cierras. — se dio la vuelta y JungKook la miró de reojo con una sonrisa burlona por como SoHee movía sus caderas al caminar.
Quería verse sexy y lo que hacía era verse graciosa... bueno, tal ves él era quien la veía graciosa y no los demás.
— Bien... — alargó en un murmullo y la vio salir.
No supo porqué razón a su mente llegaron unos recuerdos mientras seguía ejercitándose, pero aparecieron sin razón alguna.
【●●●】
— ¿Quieres quedarte hoy? — preguntó viéndolo, ella tenía la respiración agitada y una gran sonrisa en su rostro.
¿Y cómo no? Si había recibido dos orgasmos de la forma que tanto le gustaba follar. Obviamente que debería estar demasiado feliz.
Bueno, aunque él también había quedado de cierta manera muy feliz.
— No creo que sea necesario. — murmuró él recogiendo su ropa del suelo. No debía quedarse sintiendo en su pecho esa emoción extraña.
Al terminar de quitarse el collar y las muñequeras y de vestirse; se acercó a ella y le tomó la barbilla para inclinarse y besarle cortamente los labios. Esos dulces y magullados labios que le estaban empezando a gustar de una manera exorbitante que no quería... no le gustaba lo que estaba sintiendo.
— Creo que puedo dejarte dominar en ciertas ocasiones. — murmuró viéndolo con una sonrisa pícara que él imitó para volver a besarla con suavidad y luego incorporarse para así guiñarle un ojo y salir de la habitación.
Caminó por el pasillo de forma lenta y a mitad de este miró las cosas en sus manos, apretó éstas y levantó la vista al frente. ¿Y si se quedaba esa noche? No... no debía, no podía hacerlo luego de sentirse de esa manera con JiAh, no podía fallarle a Suni.
¿Pero y si sólo se quedaba en otra habitación? Cerró sus ojos fuertemente y lo pensó mucho mientras soltaba unas maldiciones por lo bajo.
— Seo JiAh ¿Qué estás haciendo conmigo? — susurró con un gruñido de por medio.
Caminó hacia una de las habitaciones lejanas a la de ella y se encerró allí mientras se quitaba nuevamente la ropa tirándola en alguna parte antes de acostarse sobre la acolchada cama.
【●●●】
JungKook soltó una risita con ese recuerdo y negó con su rostro para soltar la máquina y dejar de hacer los ejercicios. Se levantó y fue hacia una de las máquinas para ejercitar cuadriceps, allí haciendo una serie le vino otro recuerdo.
【●●●】
Se levantó temprano cuando el sol dio con su rostro a través de la ventana de la habitación. Al levantarse y salir de la habitación iba a ir hacia la habitación de JiAh para despertarla, pero unas voces provenientes de la sala llamaron su atención, se asomó un poco por la pared y vio a JiAh hablando con un chico.
— He estado extrañándote mucho JiAh... — ¿Que él qué? Frunció el ceño con lo dicho.— sé que me desaparecí después de la última vez que hablamos y... — vio a JiAh levantar la mano para interrumpirlo y JungKook sólo pudo ver hacia la habitación donde había dormido.
Caminó rápidamente para tomar las muñequeras y ponérselas, dejando su torso desnudo, tal cual como había dormido. Al regresar a la pared escuchó la voz de ella hablarle al chico con suavidad.
— ...Me disculpo yo contigo por haberte tratado así la última vez... yo... no debí haberte dicho eso y de verdad lo lamento. — asomó su cabeza y la vio mirar al chico con pesar, haciéndole esos ojitos hermosos a él, y no sabía porqué esa acción lo enfurecía de una manera tan extraña, pero debía actuar con normalidad.
El chico, "idiota" para él, negó con su cabeza hacia las disculpas que JiAh le estaba dando y se acercó para tomarle los brazos, acariciando estos con tal suavidad que lo hizo sentir molesto y celoso... él era muy egoísta, siempre lo había sido, y ver esa acción hacia JiAh lo ponía de una forma que no sabía explicar.
Actúa con normalidad, Jeon. Se repitió para sonreír de forma ladina con esa idea maliciosa en mente.
— Tu tampoco te debes disculpar... — Obviamente, una diosa como JiAh no se podia disculpar con alguien como él. Pensó moviendo su mandíbula a los lados.— yo actué como un egoísta al pensar sólo en mi sin tomarte en cuenta... — Frunció el ceño con eso y se llegó a preguntar si eran pareja o algo así.— cuando tu siempre me has ayudado y prácticamente estado para mi en todo momento JiAh... — eso sí definía a JiAh, ¿Acaso él tambien tiene un trato con ella? No puede ser. Pensó nuevamente. Eso era todo, él debía interrumpir esa melancólica escena.— como mi abogada, como mi amiga, como mi... — él chico se detuvo al escuchar un ruido que provenía de JungKook, quien salió hacia la cocina haciéndose el recién despertado.
Ambos lo miraron y JungKook al darse la vuelta luego de fingir que iba por agua, los vio a los dos sorprendidos, a JiAh mucho más, por supuesto... sabía que su zorrita se enojaría muchísimo, pero le valía un pepino cuando sabía también que la podía calmar con una buena follada.
【●●●】
JungKook volvió a sonreír para soltar una risita en un bufido. Desde ese día aparecieron los síntomas Seo JiAh y no se había dado cuenta.
Terminó la serie en sus cuadriceps y se levantó agotado con su respiración agitada y el sudor abundante en su rostro. Tomó una toalla pequeña empezando a secar su rostro y luego tomó el termo para beber un poco de agua.
La puerta del gimnasio sonó al ser abierta y él volteó hacia ésta, vio allí a la mujer que le volteaba su mundo de cabezas. JiAh caminó hacia él con una sonrisa y JungKook a través de cada paso que ella daba admiró su belleza, ya había ido a cambiarse y traía un vestido corto de color negro con gangas largas, su cabello castaño estaba hermoso así de lacio mientras que su maquillaje era perfecto para su rostro, y ni se diga de sus hermosas y perfectas piernas blanquecinas sobre unas sandalias negras de tacón alto.
Toda una diosa.
— Me encontré a SoHee en el estacionamiento y dijo que aún estabas aquí... está furiosa porque no te apresuras. — murmuró con su voz coqueta y él sonrió de la misma forma, tomó su cintura con la mano libre y ella rio un poco para quejarse del sudor.
— Hola, estás guapísima. — murmuró con su voz ronca y se acercó para robarle un beso de su preciosa boquita.
— Estás muy sudado. — se quejó entre risas y él rio igual.— ya me he arreglado, no puedo arruinar mi vestuario.
— No importa... — negó sonriente mientras tenía su nariz pegada a la de ella. Bajó a su cuello y besó de forma húmeda apretando la mano en su cintura tras sentir su delicioso perfume.— Presiento que tendré unas cuantas peleas hoy por ti... — susurró en su oído llevando una mano a su glúteo, provocando así que ella riera.
— Claro que no. — se quejó entre risas subiendo las manos a sus hombros recién ejercitados.
— Claro que sí... — bajó una mano y tomó el borde del vestido para luego agarrarle un glúteo directamente.— esto está muy corto. — volvió a susurrar en su oído y ella rio un poco más fuerte.
— Estás exagerando. — comentó entre risas y él dejó un beso detrás de su oreja, se colocó frente a ella y juntó sus narices nuevamente.
— Lo haces para enojarme ¿verdad? — susurró nuevamente mientras sonreía. JiAh sonrió de forma traviesa y se acercó a su oído llevando una mano a su nuca para acariciarle sus cabellos sudorosos.
— No lo hago para enojarte... lo hago para excitarte. — susurró sonriente y él apretó fuertemente su mano en ese trasero firme, mordió su labio inferior y aspiró el perfume femenino.
— Pues lo has hecho. — susurró nuevamente y se separó de ella para mirar con precaución hacia la puerta, tomó su mano y la llevó hacia el final del gimnasio entre las risas de ella.
Entre varias maquinas lograron esconderse de la puerta de entrada y él se sentó en una máquina de pesas que estaba sin ésta, tiró de la mano de JiAh y luego con ambas en su cintura la hizo sentarse a horcajadas de su regazo. Enredó una mano en su cabellera y la atrajo a su rostro para juntar sus labios en un beso apasionado, sintiendo su lengua en el proceso enredarse con la suya.
— Jamás lo he hecho en un gimnasio. — susurró en los labios del chico, quien sonrió con travesura.
— Ni yo... — negó para subirle el vestido a su cintura con torpeza, el desespero y la excitación lo hacían actuar así.
JiAh miró hacia la puerta y no vio a nadie, así que se levantó un poco y JungKook con su vista nublada sacó su miembro del encierro. Ella corrió sus bragas y bajó un poco cuando él le empezó a acariciar la entrada con la punta, JungKook le tomó las caderas y la terminó de bajar por completo. Al empezar sus movimientos la ayudó a moverse con constancia y la respiración de ambos se mezcló mientras compartían algunos besos, ella le rodeó el cuello con sus brazos y él la cintura con los suyos.
— ¿Te gusta? — susurró con la voz agitada y ella asintió mordiendo su labio inferior.
— Me encanta... — susurró para acercarse y rozar sus labios.— me encanta papi... — susurró nuevamente para sonreír cuando él lo hizo de forma amplia, recordando ese apodo que le exigía a ella en aquellos tiempos de Mister J.
La abrazó con un solo brazo y con el otro le tomó las caderas para seguirla moviendo.
— Me voy correr... — Advirtió al verla jadear con su cuello extendido por tener la cabeza hacia atrás, se movió más rápido al sentir que estaba por correrse también, por lo que al alcanzar ambos su orgasmo unieron sus rostros con las frentes sudadas.
— Eso estuvo fantástico. — susurró sonriente mientras sus ojos cerrados seguían en la nebulosa.
JungKook soltó una risita y la abrazó más fuerte para sentir sus labios ser basados por los de ella mientras le acariciaba los cabellos de su nuca.
— Ahora sí vas a tener que retocar tu maquillaje. — murmuró llevando un dedo a sus labios para acariciarlos cuando ella le sonrió y rodó los ojos.
JiAh se levantó del regazo del chico y sintió su semilla cálida brotar un poco de su intimidad. Sí que estaba excitado. Intentó acomodar lo mejor que pudo sus bragas para evitar que pase nuevamente eso y después le extendió la mano al chico cuando este acomodó su miembro en el jogger deportivo.
— Vamos, que si no SoHee te asesina. — sonrió con burla y JungKook tomó su mano entre risas para levantarse.
Con sus dedos entrelazados caminaron hacia la salida cuando habían recogido las cosas de él, llegaron hasta el auto de la castaña y se fueron rumbo a la casa del chico.
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