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Diecisiete

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【•••】

YoonGi la besaba con dominancia y ella cedía a esto mientras acariciaba el cabello largo de su nuca. Soltó un suspiro en medio del beso al sentirse excitada, cosa que cambió al venirle a la mente una hermosa sonrisa de ojos arrugados y nariz fruncida, una que le recordaba a un hermoso conejito.

— No... basta. — alargó en un susurro mientras intentaba empujar al chico con sus manos. Este ejerció presión en su intimidad y la chica soltó un gemido.

— Pero si estás tan excitada como yo. — murmuró volviendo a besarle los labios, ella giró el rostro y él volvió a tomarle la mandíbula para buscar sus besos.

— Que no. — dijo en sus labios intentando que dejara de besarla, pero él seguía besándola con fuerza; por lo cual optó como último recurso el morder fuertemente su labio inferior.

— ¡Agh!~ — se quejó separándose de ella y la miró al tocar sus labios y ver un poco de sangre en sus dedos.— maldita puta. — masculló molesto y se acercó nuevamente para tomarle el cuello y presionarla contra la pared sin apretar de más su conducto de respiración.— Te encanta follar ¿Por qué mierdas me mordiste? — preguntó más que molesto y ella lo miró algo asustada y molesta a la vez.

— Porque no quiero, y ya. — soltó con tono molesto sin dejar de verle a los ojos.

— ¡Ah! — alargó con una sonrisa.— creo saber la razón de eso... — canturreó con tono juguetón.— es por el tonto que estaba contigo ayer... — JiAh lo miró confundida.— Sí... te vi en el club anoche, y déjame decirte que estabas... — siseó y mordió luego su labio inferior.— para chuparse los dedos. — susurró con una risita coqueta y a JiAh de pronto le dio asco.— me iba a acercar a ti, pero vi que estabas acompañada y... no me gustan las sobras. — mencionó rodando los ojos y luego decidió soltarla.

— Lárgate, YoonGi. — le dijo seriamente mientras sobaba su cuello. Él la ignoró y se puso de cuclillas para tomar la bolsita.

— Mm~ no. — caminó hacia la sala de estar y allí quitó todas las cosas de la mesita de centro para dejarla libre.

— Ni se te ocurra meterte eso en mi casa. — ordenó y él simplemente sonrió de lado para destapar la misma y luego esparcir un poco en la mesa.— Min YoonGi, Lárgate o llamo a la policía. — este la miró seriamente.

— ¿Y qué crees que harán? Nos arrestarán a ambos, pues estoy consumiendo en tu casa... y al investigar sabrán que me dejaron pasar por orden tuya y en las cámaras podrán ver que tú abriste la puerta y me dejaste entrar a tu casa... — JiAh tragó fuerte y él siguió con su maldita sonrisa cínica.— Anda, llámalos... — animó y ella no se movió de su punto.

Él simplemente rio por lo bajo y tomó una tarjeta que sacó de su bolsillo, hizo una línea con la sustancia y luego sacó algo más de su bolsillo que le sirvió para aspirar la misma. JiAh miró a otro lado y luego caminó hacia el ventanal que le daba vista a la ciudad, cruzó sus brazos queriendo salir al pequeño balcón pero la llovizna se lo impedía.

— ¿En verdad crees que funcionará con ese tipo? — dijo detrás de ella y ésta acarició sus brazos.— acabas de besarme con ganas y te reprimes por él... pero igual cedes, sólo que ya perdí las ganas de ti luego de tu falta de respeto. — con su dedo le acarició el hombro desde la curva de su cuello hasta su hombro.— Sólo eres una zorra más. — susurró en su oído.— él terminará dejándote por eso, y terminarás sola... — a JiAh se le aguaron un poco los ojos y a pesar de que no quería debilitarse ante YoonGi, este logró hacer que sucediera.— siempre que quieras puedes buscarme, hermosa. — dio un beso en su mandíbula y JiAh se encogió un poco para alejarlo.

— Por favor, vete. — pidió esta vez con tono más calmado y YoonGi sonrió con malicia antes de acercarse a su oído.

— Te dejo un poco para que disfrutes. — susurró caminando hacia atrás y luego se dio la vuelta para abrir la puerta de entrada y salir del hogar de la castaña.

Una castaña que empezó a soltar lágrimas a cántares por las palabras recién oídas. Era cierto que era una "zorra más" como dijo YoonGi, pero ella no podía controlarlo, y hoy por primera vez se contuvo... es sólo que como dijo YoonGi: igual llegaba a fallar, a fallarle a JungKook.

Con las lágrimas en sus ojos y rostro se dio la vuelta viendo algo de desastre en el piso de las cosas que quitó YoonGi, y en la mesa de madera oscura había una línea ya hecha con esa sustancia, a un lado estaba la bolsita con otro poco. JiAh se acercó con rabia para esparcirla y tirarla de la mesa, luego se sentó en el piso y cubrió su rostro para empezar a llorar nuevamente.

Y en la noche, casi a la media noche, ella estaba allí mismo en el sofá con algunas mantas y cojines en el piso, sentía frío por la lluvia recién calmada... observó la bolsita aún en la mesa y cerró sus ojos fuertemente.

"Acabas de besarme con ganas y te reprimes por él... pero igual cedes."

"Sólo eres una zorra más... él terminará dejándote por eso, y terminarás sola..."

Se levantó del sofá y se quitó la manta para ponerse de cuclillas frente a la mesa de centro.

【•••】

JiAh miró el agua y abrazó sus piernas dentro de esa tina que usaba muy pocas veces. Sintió en agua caer en su cabeza a través de una teleducha siendo manejada por JungKook, quien le había lavado el cabello con el agua tibia.

Luego de su visita y lo que él había descubierto, le contó lo sucedido, él no había dicho nada luego de lo contado; simplemente le preguntó por un baño con tina y la llevó allí para indicarle que entrara en la misma, que él le daría un baño.

— Lo siento, JungKook... — susurró luego de mucho tiempo, él suspiró y luego pasó la esponja con jabón en su espalda.

— No lo lamentes... — dijo con su voz seria.

— Sé que cada vez te decepciono más y más... — él no dijo nada y ella se aferró a sus piernas.

— JiAh... no me decepcionas... sólo... me entristece ¿Sabes? — ella levantó la mirada y le vio a los ojos efectivamente tristes.— saber que estás mal y no eras capaz de pedirme ayuda, me hace pensar en qué clase de novio seré... — rápidamente ella negó.

— No, tú sólo eres una víctima de mis emociones y actitudes... tú... — sacó una mano del agua y la puso en su mejilla.— Tu eres lo más importante en mi vida, y... simplemente te estaba dañando, y lo seguiré haciendo si sigo así... — él negó.

— Pero no entiendo... explícame, yo en verdad quiero ayudarte JiAh. — pidió dejando la regadera a un lado para tomarle la mano entre las suyas. JiAh lo miró con sus ojos tristes a través de su rostro mojado.

— Yo... — bajó la mirada y tomó aire para continuar.— Tengo hipersexualidad... — JungKook frunció el ceño y ella levantó el rostro para mirarlo.— soy ninfómana. — murmuró sintiéndose mal y él, quien aún no entendía del todo, llevó una mano a su rostro.— tengo siempre un deseo insaciable de tener sexo... y... a veces no lo puedo controlar. — contó con la voz cortada y continuó.— yo de verdad no quiero dañarte... no soportaría lastimarte. — con sus ojos aguados volvió a caer en llanto y JungKook no pudo hacer más que atraerla a su cuerpo para abrazarla; sin importarle el que se mojara.

Tras unos segundos así, él decidió preguntar.

— ¿Has visitado a un doctor o algún psicólogo? — preguntó en un murmullo y ella se aferró a su pecho, escondiendo el rostro en su cuello.

— Hace muchísimo que visité a mi psicólogo... pero nunca puedo mantener el tratamiento... siempre termino debilitándome. — él no dijo nada y la apretó un poco más a él.

— ¿Ya habías empezado a tomar algun medicamento?

— Sí... pero al final sólo me quedé con los antidepresivos. — susurró contra su cuello. Levantó su otra mano y la colocó en su cuello para abrazarlo de esa forma tan íntima.— Te amo... — susurró nuevamente y sintió su aroma.

— Sabes que te amo también. — murmuró apretándola. No entendía su actitud con ella.

Antes hubiera hecho un escándalo por lo contado, por lo que hizo, por lo que puede vivir haciendo... pero de alguna manera le importaba tanto que todo quedaba en un segundo plano cuando se trataba de su salud mental, y eso era lo que hacía que en estos momentos estuviese tan tranquilo... aunque preocupado.

Luego de brindarle ese cómodo y reconfortante baño la ayudó a salir de la tina y con una toalla le secó el cuerpo con delicadeza. JiAh lo veía de forma extraña, pues nunca antes alguien había hecho algo así por ella. En un punto JungKook se incorporó nuevamente y ambos se miraron a los ojos, JiAh le vio todo el rostro y su deseo por darle un beso se vieron alterados.

— Debes cambiarte y luego te llevo a tu habitación. — murmuró y ella negó. Tomó la pijama de seda que consistía en una camisa manga larga de color azul celeste y un mono algo grande pero cómodo del mismo color.

— No quiero ir a mi habitación... quiero quedarme en la habitación de huéspedes. — murmuró en respuesta y él asintió entendiendo.

Al finalizar con su vestimenta, él tomó un peine y le empezó a arreglar el cabello húmedo, todo bajo la sensación extraña en JiAh, ella se sentía de ese modo con las acciones que no estaba acostumbrada a recibir. JungKook terminó la acción y luego le tomó la mano para guiarla a la habitación que ella le indicó, una vez allí arregló la cama y quitó la sábana para que ella se pudiese acostar.

— ¿Por qué no descansas? Es muy tarde. — le acarició el cabello con suavidad y ella tomó una respiración profunda, él buscó incorporarse y ella le tomó la mano deteniéndolo.

— ¿Te irás? — preguntó en un murmullo y él se sentó en la orilla de la cama.— Por favor, quédate. — lo miró con sus ojitos brillosos y él suspiró asintiendo. La vio cerrar sus ojos y luego buscar comodidad en su almohada.— ¿Quieres acostarte conmigo? — susurró aún en búsqueda de comodidad.

— Lo hago si lo quieres. — susurró devuelta mientras seguía acariciándole el cabello.

— Sí... lo quiero. — siguió susurrando con sus ojos cerrados y él la soltó, provocando que ella abriera los ojos para verlo quitándose la chaqueta continuando con los zapatos.

— Córrete un poco. — pidió y ella obedeció. Él se acostó a la orilla y luego apagó la lámpara de noche de la habitación.

JiAh se acercó con precaución, pues no quería fastidiarlo; es sólo que eso no pasó, pues JungKook la rodeó con su brazo y la atrajo a su cuerpo para darle esa calidez que ella necesitaba.

— No te vayas, JungKook... — susurró levantando el rostro para buscar sus ojos en medio de la oscuridad, en sus rostros un poco iluminados con las luces de los edificios de la ciudad a través de la ventana.

— No lo haré. — susurró mirando los ojitos de ella suplicarle. Era la primera vez que ella le pedía quedarse, nunca lo hacía, siempre decía que estaba bien.

Se acercó y dejó un beso corto en sus labios, al separarse JiAh se volvió a acercar para dejarle otro beso un poco más largo y sin movimiento, volvió a esconderse en el cuerpo de él y este la abrazó de forma protectora.

No perdería a JiAh también, eso no le iba a volver a pasar.

——— •⚜• ———

JungKook despertó gracias a un trueno de la lluvia que estaba cayendo fuerte, con sus ojos adormilados observó a JiAh y ésta se acurrucó un poco más mientras llevaba la colcha a su cuello. Seguía estando pegada a él como si tuviera miedo de que se fuera.

Se levantó lentamente cuando ella lo soltó un poco y luego salió de la habitación. Tenía mucha sed y necesitaba ir por un vaso con agua. Al tomar de este se refrescó un poco y decidió volver a la habitación, hacía algunos truenos y no quería que ella se levantara. Caminando en el pasillo notó la puerta de su habitación abierta y decidió cerrarla, pero al hacerlo vio algo de desorden y quiso acomodar un poco.

Entró dejando la puerta semi abierta y acomodó las almohadas en la cama antes de recoger algunas ropas que estaban sobresaliendo de las gavetas. Levantó la vista al televisor y vio que estaba encendido pero suspendido, así que buscó el control para apagarlo y presionó una tecla que no era; eso le dio paso a una imagen que no esperaba ver en el televisor de JiAh.

Era un video de Suni, ella corría por el campo de flores color púrpura al que fueron en una de sus primeras citas. JungKook soltó un suspiro y se sentó a los pies de la cama para cambiar de imagen, la siguiente en reproducir fue una de cuando la grabó a escondidas mientras alimentaba unos cachorros callejeros.

¿Qué hacía JiAh con eso? Esa era su pregunta.

Siguió cambiando de imagen rápidamente y sus ojos se aguaron un poco; hacía mucho tiempo que no lloraba por Suni, y ver que JiAh tenía todas esas imágenes le hacían pensar en el motivo por el cual se comparaba con Suni. Apagó el televisor y luego se acercó sacando la memoria USB que reconocía como suya, guardándola en su bolsillo, fue al armario de ella recordando lo que su padre le había mencionado.

Todo estaba empezando a hacer click en su cabeza.

El collar que intentó devolverle luego de decir que Suni se lo había dado, la caja supuestamente "donada", la memoria USB, JiAh viendo esos videos y luego diciéndole que ella no era suficiente... todas las piezas calzaban.

Al subir en un banquillo que estaba cerca, pudo ver por encima del closet, en lo más alto de este, allí luego de revisar en todo los sitios logró hallar una caja mediana con un lazo vagamente puesto, la dejó en el piso y se puso de cuclillas para revisar. Allí habían cosas que eran de Suni, él las reconocía.

Su osito pequeño, la cajita con el collar, unos pendientes que también le fueron dados por él... todo estaba allí.

Tantos recuerdos se le vinieron a la mente y quiso debilitarse... pero no lo hizo. Tomó la caja luego de taparla y se levantó saliendo de allí, en algún sitio de la casa encontró un balde de metal que le serviría para hacer lo que iba a hacer.

Con papel y un encendedor empezó a ver crecer la llama en el balde y caminó a la puerta del balcón pequeño a pesar de la lluvia, dejando el balde cerca de la misma para que en la sala no se esparciera el humo. Se puso de cuclillas y preparó todo, luego fue dejando el oso de peluche que él le había regalado en su primera "quimioterapia", lo vio consumirse en las llamas y luego añadió una tarjeta que estaba dentro de la caja del collar... el "Ahora tú serás su mitad" se consumió poco a poco.

Tomó la carta y al abirla empezó a leerla con calma para casi hacerlo llorar con las palabras de ella... Suni siempre pensó en él hasta el final, y estaba seguro de que ella le apoyaría lo que estaba haciendo. Colocó la esquina de la carta en la llama y luego la vio consumirse mientras soltaba un suspiro aliviado.

De alguna manera eso lo hacía sentir confortado.

— ¿JungKook? — preguntó su voz con tono suave viéndolo girar para verla, se acercó rápidamente en cuanto vio lo que hacía y lo miró escandalizada.— ¡No! ¿Qué haces?

— Esto no es sano JiAh y debemos empezar por algo. — dijo sonando firme, ella lo vio con sus ojitos de cordero y él simplemente cortó distancia para abrazarla.

Mientras la abrazaba JiAh observó las llamas consumir los objetos que Suni le había dejado. JungKook quitó una mano de su espalda y la metió en su bolsillo para sacar la memoria, se la mostró y JiAh lo miró temerosa, aún con sus ojitos de cervatillo.

— Ya no te tortures más. — murmuró por lo bajo mientras con su cabeza gacha y la de ella levantada se miraban fijamente.

La soltó y caminó hasta la pequeña fogata, para romper la memoria con sus manos y luego esparcirla en el fuego. Esperaba que no quedara rastro.

— Pero son recuerdos valiosos... — susurró confundida, él volteó mirándola y se concentró en sus ojos.

— Nunca me ha gustado aferrarme a las cosas... y si para cuidarte a ti tengo que hacerlo, lo haré... — esperó unos segundos y continuó.— no permitiré que lo más importante en mi vida se destruya lentamente.

JiAh quiso llorar nuevamente y él miró las llamas otra vez, pocos segundos después sintió sus delicados brazos rodearle el torso y él levantó su brazo para colocarlo en sus hombros, besó su cabeza y luego ambos observaron esos recuerdos desaparecer entre las llamas.

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