Diecinueve
——— •⚜• ———
— Si SoHee te instiga a tomar recházalo y si insiste me escribes y voy de una vez a buscarte. — dijo JungKook por milésima vez mientras le tomaba las manos a JiAh, observándola tan hermosa con sus Jeans ajustados, botines blancos y un abrigo de lana azul bebé, que le hacia ver tan hermosa como siempre.
— Ya me lo has dicho muchas veces, JungKook. — rio un poco y luego lo atrajo a ella del agarre en sus manos.— Además sólo vamos a la peluquería y a hacer algunas compras. — añadió y él resopló.
— Eso siempre es lo primero... luego se van a un bar, empiezan a tomar, se quieren ligar al cantinero... — dijo todo dramático mientras JiAh reía. Lo atrajo aún más y se puso de puntillas para besarle los labios de manera suave.
— No voy a tomar porque no puedo hacerlo, lo sabes, JungKook. — susurró en sus labios y le sonrió viendo en él una sonrisa igual.
— Pero aún estás en tratamiento... — suspiró.— por esa razón dudaba de que fueras... no quiero verte mal nuevamente, JiAh. — murmuró juntando su nariz con la de ella.
— No pasará. — murmuró en respuesta para volver a darle otro beso.
Él la abrazó fuertemente y luego volvió a darle un beso en sus labios cuando ella se despidió dándose la vuelta para caminar hacia la puerta.
Bajó un poco la mirada al recordar un momento del pasado, cuando aún estando en el club tuvo un percance con Suni.
【•••】
Caminó rápidamente hacia la puerta y el guardia lo dejó pasar en cuanto lo reconoció, subió de dos en dos los escalones para leer el "Nothing to see here" en letras neón, soltó un bufido empujando la puerta enorme y de hierro del lugar. El Club Dionysus tenía paredes insonorizadas, por lo cual muy apenas se podía oír la música suave en el interior, allí el ambiente era muy reservado por la magnitud del escándalo si se llegaba a saber del sitio, pues habían miembros que pertenecían a la muy alta sociedad de Corea.
Lo primero que vio fue a Vante abriendo el espectáculo mientras le hacía un baile sensual a JiAh. Sí, la reconoció de inmediato, pues ese cuello que poseía era incomparable. Tragó fuerte yéndose hasta Kahi cuando la vio en la barra.
— ¿Qué hace él abriendo el show? — apuntó hacia su enemigo de carreras, y Kahi soltó un bufido.
— Llegas tarde. — lo miró con algo de reproche. Él la miró muy serio y movió la mandíbula a los lados.
— Ella está bien, por cierto. — murmuró sólo para ambos. Kahi infló su pecho cuando tomó aire profundamente y luego miró a donde Vante se despedía de ambas hermanas.
— ¿Qué tuvo? — preguntó de lo más tranquila, fingiendo tener un mínimo interés por su propia hija.
— Tuvo una convulsión mientras dormía, pero claro como a ti te interesa tanto pues la tuvimos que llevar al hospital de emergencia luego de ello. — contó con ironía.
— Ya está bien ¿no? — JungKook tomó aire profundamente y las ganas de darle tremenda cachetada no le faltaban, pero él no era violento, y menos con una mujer. Pasó a un lado de ella pero esta lo detuvo un momento del brazo.— Si no harás el trabajo con JiAh, al menos deja que Vante sí lo haga... una cliente como ella vale muchísimo aquí. — le mencionó haciéndole una mirada de advertencia. Él suspiró de mala gana y siguió su camino al camerino.
Al terminar de hacer su show supo que haber provocado a JiAh, allí mismo a un lado de ésta cuando le bailaba a su hermana, traería sus frutos. Él no podía dejar que Vante la usara de una manera tan sucia como acostumbraba, puesto que este sí era un cabrón y las desechaba como basura.
Por supuesto que no estaba orgulloso de sí mismo de trabajar en un sitio como ese, pero al menos él las hacía disfrutar y las dejaba totalmente complacidas que nunca lloraban por él. Tal cual como las víctimas de Vante hacían, haciendo que una a una abandonaran el club. Aún no entendía como Kahi no le molestaba eso.
Es por eso que se sirvió un trago de ron sabiendo que en cualquier minuto ella pasaría por esa puerta de su camerino. En poco tiempo había conocido muy bien lo persistente y necia que era, y luego de la provocación de hace rato en el show era cuestión de que todos afuera estuviesen borrachos para que ella pasara a su camerino.
Llevó el vaso a sus labios y bebió el contenido con calma para escuchar la puerta abrirse y luego cerrarse. Él lo sabía. Terminó su bebida y volteó a verla cuando ella empezó a dar pasos hacia él con seducción y un par de halagos.
Pero el ron le jugó sucio, se sintió molesto de pronto al pensar las cosas, al pensar en ella sentada recibiendo la húmeda boca de Vante en su piel, recordando la frialdad de Kahi, la reciente recaída de Suni... toda esa rabia se volvió una bola gigante de molestia que lo hizo de pronto explotar cuando quiso hacerse de rogar con JiAh.
Quería que ella lo provocara, quería que ella le colmara la paciencia, quería que ella lo hiciera rebasar sus límites de tolerancia... porque desde que la vio no aguantaba las ganas de besarla y follarla tan fuerte que no pudiese caminar.
Era una extraña y fuerte necesidad mezclada con el deseo. Él no había tenido ese deseo tan fuerte en años, y tenerlo ahora con una mujer del club no era lo que quería, eso era lo que lo molestaba aún más.
Es por eso que de inmediato se puso a pensar qué beneficios podría traerle meterse con ella, ya que eso quería: quería meterse con ella y hacerla gemir tanto hasta que perdiera la voz.
Y tras varias palabras, la discusión que empezó en ese camerino terminó haciéndolo perder la paciencia, se estaba conteniendo tanto que al final el alcohol lo traicionó de vil manera cuando le tomó la nuca fuertemente y la besó con tantas ganas acumuladas... él juraba que en ese momento en su mente pasó follársela allí mismo en esa mesa de madera; por lo cual quitó todo lo que allí había para sentarla y así poder disfrutar de ella de mejor manera.
Y al finalizar quiso ser un patán para que no se fuese a poner sentimental... lo cual funcionó porque se fue furiosa y él sin entender aun qué le pasaba, puesto que le dio lo que ella buscaba.
Elevó la mano y acarició sus labios para luego relamer estos con el delicioso sabor de su orgasmo.. la condenada sabía demasiado bien.
Y sonrió de lado, sabiendo que eso no sería lo único que pasaría entre ambos.
【•••】
JungKook suspiró pensando en aquel recuerdo. Vaya... sí que fue un patán.
Pero luego pensó en que por aquel momento su prioridad era Suni, y estaba buscando las maneras de que ella sobreviviera... lo cual no pasó. Él hizo todo eso por ella sin saber que se terminaría enamorando de la persona que creía que no era la que debía enamorarlo, pues él amaba a Suni.
Es sólo que en el corazón no se mandaba, y este le dio una cucharada de su propia medicina por querer utilizar a JiAh en un principio... y se terminó por enamorar de ella.
——— •⚜• ———
JiAh entró en aquella peluquería en la que SoHee le dijo que estaría, allí mismo se la encontró platicando con GaEun que estaba a su lado, ambas en unas sillas frente a espejos, donde las peluqueras hacían su trabajo.
— ¡JiAh! — exclamó SoHee al verla. Se levantó para recibirla y le dio un abrazo.— yo pensaba que el idiota de JungKook no te dejaría venir. — mencionó con una risita y GaEun se le unió.
— Hola, JiAh. — saludó GaEun y JiAh le sonrió elevando su mano para saludarla.— ella es SoMin, mi mejor amiga desde que teníamos siete.
— Hola, mucho gusto. — hizo una reverencia corta con su cabeza saludando a la peluquera detrás de la chica pelinegra.
— Un placer, JiAh. — sonrió amable.
— ¿Y eso que te dejó venir? — preguntó extrañada, pues sabía que su mejor amigo le tenía pavor a las salidas que ella planeaba.
— Créeme, estuvo haciendo pucheros desde que comencé a vestirme. — mencionó con una risita.
— Ash~ que infantil ¡Dios! Cada día está más embobado por ti. — dijo con tono cansado para luego rodar los ojos.
— No le prestes atención a SoHee, JiAh. — mencionó la chica mientras trabajaba en el cabello de la pareja de la nombrada.— Sólo está celosa de que JungKook ya no está las veinticuatro horas con ella y le hace falta molestarlo.
— Eso sí. — mencionó GaEun y todas a excepción de SoHee rieron.
— No te portes mal, GaEun. — le apuntó SoHee y ésta otra rio negando con su rostro. SoHee miró a JiAh y sonrió aún más.— ¿Cómo estás? — preguntó por lo bajo y JiAh le asintió mientras suspiraba.— espero que no te molestara, pero JungKook hace tiempo me comentó que no te sentías muy bien y que por eso no te reunías con nosotras. — JiAh sonrió con la mentirilla de JungKook y se sintió tan bien porque él cuidara de lo que pudiesen decir de ella.— ¿Podrías venir, por favor? — susurró mirándola con confidencia y luego le tomó la muñeca cuando JiAh le asintió.
SoHee la llevó a una esquina apartada mientras GaEun conversaba con su mejor amiga.
— ¿Qué pasa SoHee? — preguntó en un susurro igual cuando ésta la miró a los ojos fijamente.
— ¿Acaso estás embarazada de JungKook? ¿Por eso está tan meticuloso con lo referente a ti? ¿Por eso no te deja reunirte con nosotras? ¿Es eso? — SoHee preguntó con tono nervioso y apresurado, pero se veía como si estuviese emocionada. JiAh rio un poco negó con su cabeza.
— No. — contestó entre risas y SoHee frunció los labios desanimada.
— Mierda~ — susurró.— ya hasta estaba pensando en comprarte un regalo. — JiAh rio otro poco y SoHee resopló.— en verdad estaba muy emocionada. — comentó entre risas, tapando su boca con vergüenza.— es que me puse a armar ideas locas con lo cuidadoso que ha sido JungKook y... sólo me hice ilusiones. — rio otro rato más mientras JiAh se le unía.
— No... no es eso. — mencionó sonrojada y SoHee sonrió esta vez con más amabilidad.
— ¿Entonces qué te pasó? — preguntó suavemente y JiAh tomó aire mirando a otro lado.
— Crisis existenciales. — negó JiAh entre risas y SoHee rio asintiendo.
— Te entiendo, te entiendo... — asintió de acuerdo.— Entonces para celebrar que ya no estas en crisis... hagamos un cambio de "Look" — propuso con un guiño.
— ¿Qué? No... me gusta mi cabello. — se quejó suave mientras se agarraba su cabello.
— Bien, sólo cortaremos las puntas y aclararemos el color ¿te parece? — JiAh se quedó pensando y SoHee sacudió su brazo en queja.— ¡Anda, JiAh! Hagamos que JungKook se vuelva loco... — dijo con travesura y JiAh abrió la boca mirándola con los ojos entrecerrados.
— Eres malvada. — susurró.
— A JungKook una de las cosas que lo vuelve loquito de amor es tu cabello castaño y largo... si lo cortamos un poquito y lo aclaramos también un poquito, estoy segura que se pondrá furioso conmigo. — rio después y JiAh negó con lo mala que era SoHee con el chico a veces.
— A JungKook le gusta como soy, no se detendrá por mi cabello. — mencionó JiAh y SoHee asintió de acuerdo.
— Tienes razón... pero al menos lo veré furioso sólo un momentito pequeño. — se acercó a JiAh y la miró con travesura.— porque sé que luego te lo va a tirar en la noche cuando te folle en cuatro. — susurró en su oído y JiAh rio avergonzada mientras sus mejillas se tenían de rosa.— ¿Qué? Es un buen comienzo para una noche salvaje. — elevó sus hombros siendo juguetona y JiAh negó con ello.
La más alta no esperó ni un segundo para empujarla de los hombros y sentarla en una de las sillas frente a un espejo.
— SoHee, nada extravagante, por favor. — pidió algo temerosa por su cabello. Pero por una parte quería arriesgarse y hacerse un cambio.
— Tranquila... lo prometido es deuda, al menos ya sé que no estás en estado y podemos hacer y deshacer hoy. — se rio y JiAh no pudo evitar hacerlo también.
— ¡SoHee! ¿Cómo pudiste ser tan imprudente y preguntarle eso? — regañó GaEun en cuanto la escuchó y pronto se sumergieron en una pequeña discusión.
JiAh simplemente rio y esperó que la peluquera la atendiera para explicarle lo que quería. Al llegar la misma le explicó lo que quería y la mujer empezó a trabajar en ello. Recibió en su teléfono un mensaje y vio el nombre de Jimin en la bandeja de entrada.
Jimin
¡Hola, Hermosa! La gira con la empresa terminó y ahora mismo estoy saliendo del aeropuerto aquí en Corea. Espero verte en lo que llegue a casa, tengo muchas cosas que contarte.
Al leer el mensaje de su mejor amigo recordó que no había hablado con él sobre su actual relación con JungKook, y es que Jimin partió meses atrás a una gira con la empresa en la que trabajaba y no había regresado hasta hoy que le escribió. Suspiró mirando al espejo y de inmediato se puso a pensar las palabras que le diría al chico para contarle su situación actual... le sería sincera, le contaría de su problema y el cómo lo estaba solucionando... añadiendo que ahora tenía pareja, y de paso estaba viviendo con ella... era mucho que le tocaría digerir.
Y sabía que él no lo toleraría tan fácil.
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