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JungKook vio entrar a su cuñada junto a su suegro a la habitación. Él sostenía en sus brazos a la pequeña nena que acababa de venir al mundo, uno en el que él la cuidaría así como a su mamá. JiAh estaba recostada en la cama mientras lo observaba mecer a la hija de ambos, pero su mirada se desvió hacia los visitantes en cuanto pasaron, ya que detrás de su padre y hermana entraron tanto el padre de JungKook como SoHee.

— ¡Oh dios mio! — soltó SoHee en un quejido de ternura al ver ese rostro gordito sobresalir de la manta que la protegía del frío.— pero si ya está aquí la pequeña kookie femenina. — rio un poco y JiAh hizo lo mismo. SoHee se acercó rápidamente antes de que llegaran los demás y aprovechó de verla detalladamente.— se parece tanto a ti. — murmuró girando su rostro a JiAh, ésta sonrió y JungKook también.

— Lo sé, es hermosa como su madre. — mencionó JungKook embelesado con esa rosácea piel que tenía su hija. Sonrió un poco al verla abriendo su boquita y después levantó la mirada para ver a JiAh.

JiAh simplemente le devolvió la sonrisa y después este levantó el pequeño cuerpo en sus brazos para darle un beso en la frente.

El padre de JungKook, JungSeok, se acercó hacia JiAh y le tomó la mano con suavidad mientras le sonreía.

— Felicidades, JiAh... estoy seguro de que serás una gran madre para mi nieta, así como eres una gran mujer para mi hijo. — murmuró llevando la mano de la chica a sus labios. Ella le sonrió con sus mejillas sonrojadas.

— Gracias, de verdad. — susurró para ambos y luego desvió la mirada a JungKook, quien le sonreía feliz por toda la escena.

Al poco tiempo el padre de ella se acercó a la misma y el señor Jeon se alejó para dejarlo felicitar a su hija mientras iba a conocer a su nieta. Por otro lado el señor Seo le dio un beso en la frente a su hija pequeña y luego le acarició el cabello. De parte de su hermana recibió un beso en la mejilla y un abrazo desde los hombros cuando ella se acercó, pero al poco tiempo se levantó con celos de ver a SoHee embobada con su sobrina.

— ¡A ver! yo también quiero conocerla. — se quejó SunMi mientras se acercaba para ver a su sobrina, y quedó maravillada con lo hermosa que era.

La pequeña MiAh tenía su piel blanquecina y su cabello negro como la noche, se parecía en esos aspectos a JungKook, pero tenía leve parecido en su rostro pequeño y regordete a su madre. Quizás cuando creciera se determinaría quién dominó en los genes.

— Está muy pequeña para saber a quien se parece. — mencionó JiAh con suavidad y su padre le asintió dándole la razón.

— Aunque sí se parece a ti cuando naciste. — mencionó su padre y ella le sonrió con ternura.

— Todos los bebés se parecen al nacer. — SunMi se quejó entre risas para luego darle el pase a su padre y que este pudiese conocer a su nieta.

— Mi nena es hermosa como su madre, SunMi, de eso no hay duda. — JungKook la miró con una sonrisa y SunMi se la devolvió. Cuando JungKook miró a JiAh ambos se sonrieron.

No cabía duda en alguien en esa habitación de que ambos padres primerizos se amaban muchísimo.

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— ¿Ya todos se fueron? — preguntó JiAh hacia JungKook, quien aún mecía a la bebé en sus brazos como todo un padre embobado por esa pequeña. No se quería separar de ella.

Incluso había hecho un berrinche hacia JiAh en un susurro cuando SunMi no quería devolverle a la bebé.

JiAh le había dado de su pecho a la pequeña una vez salieron las personas de la habitación y quedaron solo ellos. Todos tenían cosas que hacer y prometieron visitarla temprano por la mañana.

— Tu padre fue a atender un llamado de la fundación cuando SunMi no pudo ir porque la había llamado la jueza al mando de su nuevo caso, SoHee se fue con SeokJin por el cansancio, mi padre está tomando un café arriba y... — JungKook se quedó mudo unos segundos mientras miraba a la bebé de ambos y luego empezó a sisearle cuando ella se removió dormida.

— ¿Y qué, JungKook? — preguntó curiosa y él suspiró mirándola.

— Tu... "mejor amigo" está en la sala de espera. — dijo con tono celoso mientras hacía comillas con los dedos de su mano libre. JiAh sonrió burlona y luego negó con su cabeza mientras reía un poco.

— Ay, JungKook... ¿Lleva todo este rato allí? — el no dijo nada y se hizo el sordo.— JungKook, Dios~ — se quejó suavemente y él hizo un leve puchero con actitud arrogante y orgullosa. JiAh rio un poco más por ello.— ¿Podrías decirle que pase? — él la miró asombrado con lo que le pedía y resopló.— Quiero agradecerle por tomar el volante cuando tu no podías... deja tu orgullo y cálmate, Jeon. — regañó con suavidad y él se acercó a ella.

— Sé que aún quiere contigo, soy hombre y conozco esas miradas que te da... pareciera que se le va a caer la baba cuando te ve. — murmuró para luego acercarse a su hija y darle un beso en su frente.— mamá es nuestra, no nos la van a quitar... papá se encargará de eso.— susurró con tono tierno hacia su bebé mientras JiAh lo veía con una amplia sonrisa llena de ternura.

— ¿Me la prestas? — preguntó con ternura al verlos a ambos de esa manera y él asintió con una sonrisa emocionada y embobada por ver a las mujeres de su vida juntas.

— Ya está aquí... — murmuró JungKook mientras veía a JiAh acariciarle la mejilla a su bebé dormida.— ¿Qué se supone que haga? Contigo era suficiente dolor de cabeza para cuidarte de los buitres pero... amor, tienes que aceptar que nuestra MiAh es más hermosa que tú así que... — dijo en broma y JiAh sonrió ampliamente para luego llevar la mano a su mejilla y acariciarlo con suavidad y ternura. No habían ni salido del hospital y ya era todo un papá baboso.

— Te vamos a volver loco. — susurró para acrecentar las llamas y él movió su mandíbula de un lado a otro cuando ella rio.

— Ya lo sé. — sonrió de pronto y se acercó para darle un beso rápido, haciéndola reír otro poco.

— Ya no aguanto las ganas de empezar nuestra familia... — suspiró y luego lo miró fijamente.— será un reto, pero será el más hermoso. — ambos se asintieron mutuamente y después se unieron en un beso suave y único.

Segundos después la puerta fue tocada y JiAh observó hacia ésta cuando el cuerpo de Jimin atravesó la misma. JungKook se incorporó y también lo miró, observó que él miraba a JiAh fijamente como con ganas de decir algo. Entinxes volteó hacia su esposa y ella le sonreía con suavidad, conocía esa sonrisa, era una sonrisa amable, nada que ver con la enamorada que le daba a el rubio.

— Amor... iré a ver a mi padre, vuelvo enseguida ¿Sí? — JiAh asintió hacia él aún mirándolo con sorpresa, pero no dijo más cuando le apretó la mano antes de caminar hacia la puerta y mirar a Jimin.— Gracias por tu ayuda... — dijo con dificultad y JiAh sonrió suave.

— No fue nada. — respondió Jimin con su tono bajo y él simplemente asintió para irse a la cafetería.

Jimin pasó a la habitación acercándose a JiAh, quien le sonreía con su bebé en brazos. Él le sonrió de vuelta y se sentó en la orilla de la cama a un lado de su cuerpo.

— La verdad... todos tienen razón... tiene mucho de ti. — JiAh sonrió ampliamente bajando la mirada a su nena y luego subiéndola a su mejor amigo.

— Eso están diciendo todos... — dijo riendo mientras asentía mirando nuevamente a su bebé.

— Es hermosa. — susurró y JiAh volvió a mirarlo, Jimin por su parte notando esos ojitos brillantes que tanto le gustaban... y que lamentablemente no eran suyos.

— Lo es... — susurró de vuelta y le acarició la mejilla rosácea nuevamente.

— Serás una madre excelente, lo sé... — ella lo volvió a mirar y este prosiguió con una sonrisa.— estoy seguro de ello. — Se levantó y le siguió sonriendo desde su posición para luego inclinarse y darle un beso en la frente. Aprovechó de mirar a la pequeña y le pareció la bebé más hermosa que había visto.

Se separó volviendo a incorporarse de pie y ambos miraron a la puerta, donde JungKook estaba recostado de su brazo observándolos.

— Bueno, tengo que irme... — volteó hacia JiAh y ella le asintió.— Te veré luego, JiAh. — murmuró sólo para ellos y ésta asintió.

Al Jimin irse de la habitación, JungKook se dio paso a la misma mientras cerraba la puerta detrás de sí, se acercó con una sonrisa y se sentó en el mismo sitio en que estaba Jimin antes.

Simplemente se miraron y sonrieron mutuamente para luego reír un poco cuando JungKook pegó sus frentes y narices.

— No sabes lo feliz que estoy ahora. — rio un poco mientras ella asentía.

— Es lo mismo para mi, amor. — murmuró y él siguió sonriendo. Es que en verdad no podían ocultar su felicidad.

— Gracias por esto, amor... te amo. — susurró rozando sus labios y luego los besó con suavidad.

— También te amo, cariño. — respondió para luego relamer sus labios.

— Haré todo mi esfuerzo por hacerlo bien, te lo prometo. — susurró de nuevo y ella asintió.

— Harás todo perfecto... y yo estaré allí para apoyarnos mutuamente. — correspondió y luego de una sonrisa mutua volvieron a unirse a través de un beso.

JungKook cambió su posición y se sentó a un lado de ella para ambos mirar a su bebé, él le acarició la cabecita con su mano y ambos se quedaron hipnotizados con ella.

La amaban con su vida, era su pequeña nena, su pequeño rayo de luz.

Hasta aquí había llegado la última vez.