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Cuarenta y cuatro

——— •⚜• ———

JungKook entró casi de inmediato en lo que SunMi abrió la puerta, necesitaba ver a JiAh, así que olvidó toda educación en el momento de tensión.

— Diablos JungKook, hasta que apareces. — dijo SunMi con tono resignado mientras en su mano tenía su teléfono.— me cansé de llamarte y no contestabas.

Él se acercó a ella una vez se asomó en la habitación de JiAh y no la vio.

— ¿Dónde está JiAh? — preguntó con seriedad, aunque estaba preocupado.

— Para eso te llamaba. — caminó hacia la mesa de centro y tomó la nota que JiAh le había dejado.— se escapó mientras me duchaba y dejó esto. — su mano temblaba al entregarle el papel a JungKook y este lo tomó apresurado.— llamé a la policía para que fueran al sitio, su psicólogo me llamó también porque ella le dejó algo dicho sobre lo que haría y... JungKook me está matando la preocupación. — su voz temblorosa dejó notar los verdaderos sentimientos que tenía, sabiendo que ya no podía sentirse fuerte al tratarse de su hermana menor.

— Al parecer la están amenazando unas personas muy peligrosas y... — suspiró y se sintió agotado.— y no me dijo nada. — susurró terminando de leer el papel.— tengo que irme. — dijo apresurado al ver la dirección en el papel.

— Voy contigo. — mencionó recogiendo sus cosas y JungKook negó.

— No, llama a la policía y diles que vayan, yo te avisaré. — mencionó apresurado y corrió hacia afuera del recinto.

Necesitaba con rapidez encontrarla, esa gente era muy mala y sabía que nada bueno podía salir al ella encontrarse con una banda de mafiosos.

— ¿¡Por qué mierdas no me dijiste, joder!? — golpeó el volante una vez estuvo en carretera con una velocidad incalculable. Sabía que JiAh no quería preocuparlo, pero no podía dejar de sentirse furioso consigo mismo por no haberlo notado.

Su teléfono empezó a sonar y lo contestó a través del auto.

Tenemos la ubicación, mi informante dice que la banda está en la calle setenta y siete, o al menos el jefe de la misma. — mencionó la voz del detective Kim a través del altavoz.

— Lo sé, voy para allá... JiAh dejó unas pistas en casa de su hermana y con su psicólogo, al menos pudo dejarnos dicho donde estaría. — mencionó con la respiración agitada.

No, JungKook, lo mejor será que te alejes del sitio... ya mi escuadrón está en camino y tenemos al equipo SWAT para enfrentarlos. — mencionó y JungKook negó frustrado.

— No, detective, no me quedaré aquí sin hacer nada sabiendo que JiAh está allí, corriendo peligro... lo lamento pero no puedo. — colgó de una vez sin escuchar nada más y siguió manejando mientras su corazón acelerado demostraba cuan preocupado estaba, y su mirada filosa sobre la carretera demostraba cuan furioso estaba.

La preocupación y la ira no se podían mezclar, y él estaba claro. Pero JiAh era su prioridad y su vida entera, no podría dejarla allí.

Al llegar a la calle aparcó rápidamente y bajó del vehículo de una vez, bloqueando el mismo mientras se acercaba hacia la entrada del club.

— No puede pasar. — le dijo un hombre corpulento, él lo miró fijamente y sintió que alguien le tomó del brazo.

— Viene conmigo. — una voz profunda a su lado mencionó y JungKook volteó a verlo sorprendiéndose un poco.

El tipo los dejó pasar y una vez al entrar, JungKook se desprendió de mala gana.

— Oye agradece que vine a salvarte el pellejo. — murmuró con seriedad y luego miró a los alrededores.

— ¿Qué haces aquí, Vante? — preguntó de mala gana y volteó hacia el club para ver si lograba captar a JiAh entre la multitud.

— El detective Kim me llamó para decirme que venías y que te salvara de los perros rabiosos del lugar. — JungKook lo miró nuevamente y este se encogió de hombros.— le ayudo desde hace un tiempo.

— ¿Dónde está JiAh? — Vante, ahora pelinegro, frunció el ceño.

— ¿JiAh? ¿Está aquí? — pareció preocupado y JungKook resopló frustrado. Mirando nuevamente el sitio vio unas escaleras protegidas por unos escoltas y quiso caminar hacia ese sitio sin importarle que le pudiesen disparar en el trayecto. Pero el moreno lo detuvo del brazo.— No vayas allí... — murmuró en su oído y luego ambos vieron a un tipo entrar a través de una puerta.— Mierda~ — susurró.

— ¿Qué? — preguntó JungKook preocupado y el moreno lo soltó del brazo.

— Que la rata del Risius entre por esa puerta no es bueno. — murmuró en un gruñido y apretó sus manos en puño. JungKook lo vio nuevamente y notó que el tipo se sentó en un taburete de la barra para beberse un vaso de licor.— JungKook ve, búscala, esto no es bueno... yo iré por el otro lado para que no me vean.

JungKook no esperó más y caminó con rapidez hacia esa puerta, viendo al tipo de reojo cuando pasó detrás de este.

Al salir a un callejón oscuro miró a los lados pero sólo alcanzaba a ver la humedad que cubría las paredes y el asfalto. Así siguió por unos segundos mientras caminaba por el sitio buscando algún rastro de JiAh.

— JiAh. — llamó no tan alto y no recibió respuesta.

Caminó un poco más y su mundo se vino abajo al notar unas bolsas de basura y unos contenedores que sólo le dejaban ver un par de piernas asomarse detrás de ellos.

— ¿¡JiAh!? — llamó corriendo hacia ese cuerpo y su alma dejó su cuerpo al ver a su preciosa novia allí tirada con la ropa desgarrada.— ¡JiAh! — se tiró a un lado de ella y la tomó en sus brazos para abrazarla y tratar de despertarla con golpecitos suaves en la mejilla.

Ver su rostro inconsciente y lastimado lo hizo llorar. Estaba golpeada y su nariz sangraba un poco junto a su labio también lastimado.

— ¿Qué te hicieron, amor? — susurró con la voz quebrada mientras la abrazaba fuerte y la bañaba con sus lágrimas.

Mierda~ — susurró la voz de Vante a su lado. Escuchó que murmuró otras cosas pero no le prestó atención, ya que intentaba despertar a JiAh mientras le repetía su nombre en susurros.

— Amor... JiAh, por favor despierta... — susurró besando su frente y acariciándole luego la mejilla.— Tu no me dejes, por favor... tu no, nena... tu no... — la volvió a abrazar y siguió llorando.

Sintió a Vante ponerse de cuclillas y vio que este tenía el teléfono en su oreja.

— JungKook, déjame revisar...

— ¡No la toques! — gritó a la defensiva mientras aferraba a JiAh a su cuerpo mirando al moreno con sus ojos bien abiertos. Estaba en shock.

— Sé que puede ser difícil, pero necesito saber si tiene pulso, JungKook... por favor, vamos a ayudarla. — murmuró con tono suave para tratar de calmar al chico de ojos saltones y en shock.

Cuando Vante intentó de nuevo JungKook no hizo nada, simplemente temblaba en su puesto por el llanto.

— ¿Lo tiene? — preguntó asustado y sorbió un poco su nariz.

— Tiene, pero muy débil. — mencionó el moreno para notar a JungKook más frágil de lo que lo pudo llegar a ver tiempo atrás. Parecía totalmente abatido.

— JiAh, amor... aguanta un poco, ya vienen a ayudarte... — abrazó su cabeza nuevamente y la enterró en su cuello para darle algo de calor, pues hacía mucho frío en ese sitio.

Escuchó las sirenas de las patrullas y pudo ver de reojo como unos hombres en uniforme de fuerzas especiales entraron por la puerta de emergencia y otros quizás se fueron por la entrada.

— ¡JungKook! — gritó SoHee y ésta se acercó viendo la escena.

Con su boca abierta vio a JiAh en ese estado y memorias dolorosas de su pasado llegaron frente a ella como una ráfaga de viento. Volteó de inmediato y se echó a llorar para alejarse de allí con una oficial a la que el detective le dio la orden.

— JungKook. — dijo el detective Kim poniéndose de cuclillas, colocó su mano en el hombro de este y cuando el menor lo miró, dejó notar su dolor a través de sus grandes ojos llorosos.

— Ella está bien ¿verdad? — preguntó en un murmullo y luego miró el rostro de su novia para acariciarlo. El detective de inmediato detectó lo traumado que estaba el chico, lamentablemente había visto muchos rostros así.

— JungKook, necesitamos llevar a JiAh de inmediato al hospital... necesitan tratarla con urgencia, por favor, deja que los paramédicos la chequeen y la trasladen. — pidió con tono suave hacia el chico; quien por su mirada el detective tuvo más seguridad de que estaba en shock con lo que estaba viviendo.

JungKook dejó que los paramédicos la revisaran y luego estos le pidieron que la soltara para llevarla a la ambulancia que esperaba a unos metros, pero él no quería alejarse de ella, la abrazaba aún más.

— Tiene síntomas de haber ingerido alguna sustancia, debemos llevarla ya mismo al hospital. — él los miró fijamente y después bajó la cabeza para besar la frente suave del amor de su vida.

Y lo hizo, la soltó pero no la abandonó, lo hizo porque entendió que debían salvarla y eso era lo que él quería.

Se levantó caminando a un lado de los paramédicos cuando la llevaron rápidamente en una camilla hacia la ambulancia, mientras los oficiales hacían su trabajo.

— Es tarde, Kim... el Dragón se fue antes de que llegaran. — murmuró Vante hacia el mayor y este con rabia pateó un vaso de plástico que habían dejado en la calle las personas que corrieron fuera del club.

JungKook por su parte le tomó la mano a JiAh para proceder a subir hacia la ambulancia. Aunque no lo hizo cuando frente a su mirada de reojo se veía un tipo caminar con disimulo a lo lejos de la escena.

Lo reconoció de inmediato, y su mirada cambió de una triste a una totalmente furiosa.

Sintió su sangre hervir y caminó detrás del tipo una vez este lograba escapar. Corrió más rápido y lo empujó para verlo caer al suelo. Tan rápido como un parpadeo se subió sobre él y lo volteó para empezar a darle puñetazos con la ira nublando su vista.

— ¡Te quiero ver muerto, pedazo de mierda! — exclamó golpeando fuertemente el rostro del tipo, le dio unos cuantos puñetazos más y este sonrió con la sangre saliendo de su nariz.

Ah~ ¿era importante para ti? — preguntó con sorna y JungKook quedó con su puño alzado mientras su otra mano le presionaba el cuello. El tipo siseó y luego cerró su boca para pasar su lengua por los labios.— estaba rica. — susurró riendo nuevamente.

Entonces cegado por la rabia siguió golpeando de forma frenética a esa rata parlanchina y asquerosa que ya quería ver muerta.

— ¡Hey! No... — exclamó la voz de Vante mientras se acercaba a ellos en cuanto se percató de la escena. Tomó a JungKook del torso e intentó separarlo, pero este no hacía caso, ni siquiera cuando el tipo con el rostro ensangrentado ya estaba casi inconsciente.

— ¡Déjame matarlo, maldita sea! — gritó el pelinegro mientras su cabello estaba húmedo en sudor. Vante logró separarlo junto a otro oficial y pudieron detenerlo bajo las quejas y maldiciones del chico.

— No debes matarlo, JungKook. — le apuntó el detective al chico que seguía desprendiendo llamas en sus ojos.

— ¡Él le hizo eso a JiAh! — Apuntó hacia donde estaba la ambulancia estacionada antes de haberse ido. El tipo rio un poco débil y JungKook resopló.— Lo voy a despellejar. — se removió nuevamente pero los oficiales lograron retenerlo.

— Si lo golpeas o lo llegas a matar por las heridas, tú irás preso ¿entiendes? — mencionó el detective en un murmullo y JungKook con la respiración agitada vio con rabia cómo otros oficiales levantaron al tipo y lo esposaron a la fuerza.— Él tiene que pagar lo que hizo y tú no te mancharás las manos.

JungKook dejó de mirar al tipo cuando seguía mostrando ira en su cuerpo, miró al detective y le dio una mirada fría.

— Yo por JiAh haría cualquier cosa. — murmuró.— y si para vengar lo que le hicieron tengo que matar a esa escoria ¡Pues lo haré! ¡Me importa una mierda! — sus ojos se aguaron y sorbio su nariz.— con tal de quitarle el dolor y el miedo a JiAh, o al menos protegerla, yo hago lo que sea. — susurró quebrado y luego se soltó del agarre.

Vio a SoHee caminar hacia él y ésta lo abrazó para reconfortarlo un poco.

— Vamos, debes estar al lado de JiAh. — susurró SoHee sintiendo compasión por él. Este asintió y abrazado de los hombros de su mejor amiga caminaron hacia el auto.

— Inicien las investigaciones de los que lograron atrapar, y... hagan todo por sacarles información del Dragón. — los oficiales asintieron y se fueron a las patrullas para retirarse del sitio al que acababan de despejar.

——— •⚜• ———

JungKook resoplaba con constancia intentando calmar un poco su preocupación como le dijo SoHee hace un momento. Pero era difícil, y la misma SoHee entendía.

— Tengo que informarle a su hermana. — buscó su teléfono por el auto hasta que lo encontró viendo las llamadas perdidas de la misma.— ¿Ves? Debe estar muy preocupada y no recordé avisarle. — murmuró con un suspiro mientras despeinada su cabello.

SoHee lo miró por unos segundos y siguió la vista hacia la carretera.

— Debes revisar los golpes de tu mano. — JungKook miró la misma y notó el cómo estaba magullada, sus tatuajes casi no se veían por el rojo de la sangre.

— Luego... necesito ver a JiAh primero. — ella asintió y aceleró un poco más mientras el chico seguía marcando a SunMi para informarle sobre su hermana.

Una vez en el hospital él caminó apresurado, preguntando a cada enfermera o doctor que veía por su novia. No había conseguido respuesta hasta que un médico se detuvo para responderle la pregunta al chico y supo de quien hablaban.

— Sí, una chica, llegó hace unos minutos... acompañenme, les llevaré a la sala de espera, ya que la joven aún está siendo atendida. — ambos asintieron y caminaron detrás del médico con su bata blanca puesta, mientras que debajo de ésta traía un uniforme verde más cómodo.

— Está bien ¿no es así? — preguntó JungKook desesperado por una respuesta concreta que aún no tenía.

— Aún no podemos decir con certeza. Le hicimos un análisis de sangre y otros más requeridos. — llegaron a la sala de espera y SoHee se sentó mientras JungKook se quedó de pie escuchándolo atentamente.— Le hicimos un lavado estomacal con urgencia pero con la droga ya en su sistema, eso no ayudará mucho...

— ¿Pero estará bien? — volvió a preguntar con los nervios en su garganta y su corazón acelerado.

— No lo sé... — se encogió de hombros y JungKook lo miró entristecido y preocupado.— el primer análisis arrojó que tenía dosis pequeña de escopolamina, lo cual es altamente tóxico... tenemos que esperar que pase el efecto de la droga y revisar mejor su condición.

Dios~ — susurró llevando la mano a su cabello nuevamente. No sabía qué hacer, se sentía perdido.

— Por suerte, pudo llegar a tiempo para tratarla, eso era muy importante para que pudiese salir bien de todo... — asintió para continuar.— Pero la señorita JiAh tiene historial médico de estar bajo tratamiento con antidepresivos. — JungKook asintió y de nuevo él prosiguió.— eso le afectó un poco, pero tranquilo que no rebasó el límite... pero es recomendable que deje el tratamiento por un tiempo hasta que logre recuperarse del todo.

JungKook asintió y el doctor revisó su tableta con los datos de JiAh.

— En el caso del embarazo no tuvo complicaciones ahora con alguna taquicardia neonatal, pero... — levantó la mirada y vio el rostro de JungKook totalmente quieto, miró a SoHee y ella también estaba en las mismas. Él bajó la mirada a la tableta y verificó que los datos estuviesen correctos.

— ¿JiAh está embarazada? — fue SoHee quien preguntó primero mientras se levantaba del asiento, y por otro lado JungKook tenía el rostro de la persona más miserable en el mundo.

Se sentó en la silla cuando supo que no podía más, se sentó allí, perdiéndose en un punto fijo para luego cerrar los ojos fuertemente y soltar una a una las lágrimas.

— Sí... bueno, según su historial médico ella ya se había hecho una prueba de embarazo, por lo que supuse que lo sabrían. — mencionó para luego suspirar mientras veía a JungKook esconder su rostro entre las manos, con los codos apoyados en su rodilla.

Totalmente herido.

— ¿Y... entonces todo está bien con el bebé? — preguntó ella sabiendo que JungKook no podía formular frase alguna. El doctor la miró y volvió a suspirar queriendo darle toda la seguridad del mundo de que sí lo estaba.

— Como les decía... no hubo taquicardia neonatal ni algo que dañara el embrión ahora mismo pero... — apretó sus labios y continuó mirando a SoHee siendo lo más sincero posible.— el bebé es muy pequeño, y no puedo asegurar que estará totalmente bien en el futuro... — hizo otra corta pausa y continuó.— Sólo debe mantenerse en observación, esperar que el tiempo pase y seguir cada detalle del crecimiento del bebé.

SoHee asintió y luego vio a JungKook levantarse con su rostro destruido en lágrimas.

— Doctor... ¿JiAh sufrió algún...? — no quiso decir la palabra y el hombre entendió perfectamente a qué se refería.

— JiAh llegó con claras señales de que así ha sido, pero aún le hacen los chequeos que determinarán si hubo o no un contacto íntimo en su cuerpo. — SoHee asintió pero JungKook simplemente se volteó para caminar y desahogar su furia.

Al irse el doctor con la promesa de traer noticias, ellos se quedaron allí a la espera. SoHee apretó el hombro de JungKook y este de espaldas a ella miró fijamente un punto ciego.

— Debí matarlo... — susurró.— Debí matarlo con mis propias manos. — soltó en un gruñido y SoHee también soltó lágrimas de dolor.

Ella entendía el sufrimiento, y esperaba que JiAh no hubiese pasado por lo mismo.

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