Mi amante tiene muy clara mi enorme ambición al dinero, por eso, siempre que hay un oficio simple y que no incluya muchos daños a mi persona, me lo da. Así que, me apoyó aún más en el asunto de comercializar esclavos para evitar que el parlamento del Rey Lombardo nos envíe más reclamos y obtengamos felicitaciones.

¿Recuerdan a Nayara? Pues, James ha accedido a que ella tenga un oficio y es como mi "aprendiz" en ésto de comercializar esclavos de Luri con Iradil, lo que incluye muchos viajes de por medio, no duran mucho esos viajes -una semana como máximo-, y el asunto con el trueque de especias y de deshacernos de varios esclavos... Vaya éxito que tuvimos ambas.

Se podía decir que la dos éramos una dupla especializada en el comercio, un par de meses estuvimos ocupadísimas en aquel oficio que brindaba muchos frutos positivos, pero... el deseo de ir más allá nos hizo tomar decisiones todavía peores, una que Lars nunca perdonó de mi: abandonar el comercio para volverse una aprendiz de Marty en su campaña del terror.

No sé si se acuerdan de él, pero hace muchos años me enviaron con él cuando recibí un ataque de un puma y temieron mucho por mi, ya que este médico realiza atrocidades que manchan el nombre de Dios y Castel, era un hereje y aún así seguía vivo porque se encargaba de fusilar a los esclavos que ya no servían para nada.

Resumiré esa historia en que regresé a mi oficio con los esclavos en Mirazáh con la compañía de Nayara, no obstante, quisimos una nueva especialización en algo que en Europa le llamaban "ciencia", práctica blasfema que nos desterraría de Castel si apenas lo intentábamos. Por ello, Lars se había enojado conmigo porque él es un muy fiel creyente y seguidor de la iglesia Católica.

El sólo sugerirle a Marty la idea de ayudar en la tortura de seres humanos -o ni siquiera eso, se trataban de indios, vamos- lo hizo alucinar, con una tremenda sonrisa maquiavélica se armó una especie de contrato para no revelar nunca al Rey acerca de esa campaña médica y que el secreto no salga nunca de este "país". Aceptamos.

No fue hasta una semana, en la cual nos preocupamos de informarnos acerca del cuerpo humano y de cómo utilizar ciertos elementos médicos de nueva tecnología de la época, en que mi amante se enteró de esta extraña práctica.

Se había preocupado por mi ya que eran varios meses en que no presté señales de vida, ni una carta le envié y él se estaba desesperando por ello, entonces, emprendió un viaje en mi búsqueda hasta dar con mi paradero en Mirazáh, en la campaña Angel of Death, en medio de una "autopsia" -no sé si lo saben, era un aprendizaje muy elevado para nuestros años, era abrir un cuerpo para ver sus órganos internos-, terrible, no, fatal... No, sigo errando con el concepto... FUNESTO momento para hallarme.

Creo que fue la primera vez en que le vi tan molesto. Ni cuando sale a batallar con la intención de exterminar la raza indígena se ve así de cabreado.

Él me arrastró a la fuerza hasta su caballo, sin pronunciar palabra alguna y en contra de mi voluntad me llevó hasta nuestra vivienda cerca del Cerro Dulce Mía. Allí comenzó nuestra discusión con respecto a la religión, un tópico muy importante para nosotros los casteles de raza pura.

Aunque, tenía un poquito de lógica que yo me lanzara a cualquier oficio que exista, si mi amante de nuevo me estaba negando el deseo de entrar al campo de la batalla, de ser una conquistadora más y dar nomenclatura a los lugares por mi propia cuenta... el aburrimiento abunda. El ocio y la ambición al juntarse no da buenos resultados, eso lo pueden denotar con sólo saber que yo ayudé en tales experimentos raros de Marty.

A pesar de que me recalcara aquella prohibición -la de entrar al campo de batalla y de servir para Marty-, he vuelto a hacerlo... experimentos, o al menos he acabado bañada en sangre de indios.

Lo bueno de tanta atrocidad y blasfemia, era que se encontraban diferentes curas a supuestas enfermedades que podrían amenazar a los Rattleahead o a mi misma. Aportaba con ideas geniales que beneficiarían a muchos soldados, era algo bueno y cruel al mismo tiempo.

Y no, no es llegar y mutilar, extraer órganos y ya. Había todo un estudio detrás, en el fondo, el médico Friedman no era tan demente como todos le veían, era un hombre bastante sabio y actúa con suma delicadeza cada acción.

No era sólo matar porque sí, había un gran universo desconocido allí metido que debía descubrirse. Me atrevo a decir que éste fue el oficio más complejo que ejercí en toda mi existencia.

No obstante... ¿recuerdan lo enojado que mi amante estaba conmigo por ESO? Meses más tarde se enojó más conmigo por evitar la muerte de Camila, la ex esposa del meruso líder y actual amante/esclava del líder de las tropas, Dave Mustaine.

Era una cosa que se debía evitar a toda costa, ¿y cómo no? Era la única india que se atrevía a hablarme como la gente civilizada, me daba información acerca de su pueblo y yo con eso ayudaría al líder de la misión de conquista -y gobernante, vamos, Lars lo es todo- para mejorar en lo que nos queda.

Llevamos muchísimos años metidos en este país tratando de proseguir y estamos a medias, se podría decir, Mirazáh seguía siendo imposible de conquistar al cien por ciento, no podíamos tampoco erradicar a todo meruso de allí, la concentración era demasiada y su agresividad aniquilaba.

Camila siempre hablaba con los demás esclavos, les sacaba información que luego a mi me daría para ser usada en contra de su asqueroso pueblo. Simplemente, no se podía permitir que Marty acabara con ella, menos Nayara o yo.

Tras tanta discusión, el romance entre Lars y yo ya no era lo mismo. No tan apasionado, en aquel entonces, lo que reinaba en él era la avaricia como yo, el trabajo era lo crucial y los momentos tiernos entre los dos iban disminuyendo, casi cada uno con sus propios caminos.

Yo en Mirazáh y él al sur en la ciudad de Ulrich.

No estamos separados, no más, nuestras ideologías nos distancian un poco. Estoy segura que aunque me niegue ahora, aún así me ama, por favor, lo ruego por Dios, al cual le he faltado el respeto ayudándole a Marty.

Dios ni Castel, no me decepcionen aunque yo los haya decepcionado. Sólo soy una pobre mujer...

¿Qué podría ser peor para mi que la falta de amor de Lars? No lo sé, habría que ver...