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𝙲𝚊𝚙 𝟻𝟹 ➪

Jean - Ralf no te molestes, no te va a llamar. - Dijo de manera obvia jugando con su vaso vacío de vidrio. Su compañero estuvo pegado al celular esperando la llamada de la chica pero nunca sucedió. Jean sabía desde un principio que no llamaría, esa era su respuesta. Pero como Ralf nunca se rinde, en palabras simples.. es un terco, sigue ahí acompañándolo.

Ralf - Es que siento que lo hará en cualquier momento. - Pensó unos momentos en algunas posibilidades de que estuviera ocupada como si la quisiera justificar. - Tal vez está pensándolo bien. -

Jean - No eres tan estúpido para creerte eso, ¿O si?. - Alzó una ceja. - No sabes nada de ella. - Agregó intentando que recuperara la razón, sin embargo ya la había perdido.

Ralf - Sé lo suficiente. - Respondió seguro. Ocurría algo muy extraño con él y Jean lo notaba, jamás se había comportado de esa forma.

Se queda en silencio observando a su compañero.

Jean - Te estás fiando de ella muy rápido Ralf dijiste que.. -

Ralf - Si, recuerdo muy bien mis palabras. - Suelta un suspiro. - Sólo.. -

Jean - ¿Sólo qué?, ¿Vas a esperar a que se le de la gana de llamarte?. - No respondió. - No somos su lista de espera, me sorprende que no digas algo al respecto. -

Ralf - No quiero que se asuste y piense que la estamos obligando. - Sube su copa bebiendo un gran sorbo de esta.

Jean - Tampoco vendrá sola, no te conoce y por lo que pasó en la joyería no creo que se nos una. - Ralf hace una mueca alzando ambas cejas como si le diera la razón. - Y para serte sincero, es lo mejor que nos puede pasar. -

Ralf - ¿Acaso no te importa el futuro de Prive?. - Cuestionó con el ceño fruncido como si fuera el culpable.

Jean - No, no es lo que dije. - Aclaró.

Ralf - ¿Entonces que es lo que dijiste?. - Coloca los codos sobre la mesa mirándolo fijamente.

Jean - ¡Digo que estás siendo muy rudo con nosotros!. - Lo enfrenta.

Ralf - ¿"Nosotros"?. - Replicó negando con la cabeza. - Jean nunca hubo un "nosotros". - Traga saliva viendo el rotundo cambio de su en algún momento.. amigo.

Jean - De eso es lo que me doy cuenta ahora.. - Aparta la mirada volviendo a jugar con su vaso. El otro chico se levanto de su silla lentamente acercándose a Jean, diciendo unas palabras.

Ralf - Veo que te sabes mis palabras de memoria, ahora quiero que las pongas en práctica. - Sonrió falsamente dándose vuelta para continuar su camino solo. Sin embargo Jean lo detiene contestándole lo dicho hace un momento.

Jean - Ralf no seas idiota, me necesitas. - Rodó los ojos aunque Jean no podía verlo, estaba de espaldas y lentamente volvió a acercarse a su compañero tomando asiento. - Esto es muy difícil para mi, ¿Ok?.. estamos hablando de la muerte de Naim, aún no puedo.. no quiero hacer esto. -

Ralf - Te pedí que me ayudaras pero tampoco te obligué a que lo hicieras.. - Su mirada se fijó en lo que parecía una mujer situada en algunas mesas más, pero al volver a hablar Jean apartó la mirada.

Jean - No tienes respeto.. Como sea, ya soy cómplice.. no puedo dejarte ahora. - Razonó.

Ralf - ¿Me seguirás ayudando? Eso es genial grac.. -

Jean - Se llama lealtad.. pocos lo tienen. - Mencionó poniendo la situación nuevamente incómoda para él.

Ralf - En fin.. sólo quería decirte que tienes razón. T/N se está tardando mucho, vamos a darle un empujón. - Bebió hasta el fondo su copa y la dejó sobre la mesa vacía.

Jean - ¿Eso significa que si tenías un plan en mente?. - Siempre tenía un plan b.

Ralf - Si, era en caso de que algo saliera mal. Necesitamos la mansión sola. - Objetó.

Jean - ¿Para qué?. - Juntó las cejas sin entenderle.

Ralf - Tenemos que tener a los de Piso ocupados.. -

Jean - Una distracción.. - Detalló y Ralf ascendió la cabeza. - ¿Y luego?. -

Ralf - Te lo cuento en el camino. - Se vuelve a levantar para esta vez si caminar donde aquella salida, detrás iba Jean sin tener idea alguna de su plan.

Una mujer no identificada se encontraba algunos centímetros alejada de su mesa, pero a esa distancia perfectamente había escuchado el tema de los chicos.

Se quitó las gafas de sol, aún quedaba su peluca pero el rostro era evidente, la reconocerían de inmediato.

Darian - ¿Escuchaste eso?. - Susurró oprimiendo un botón del pequeño comunicador que mantenía una conversación lejana entre ellos.

Libardo - Al pie de la letra. - Respondió al instante, ocultándose sobre un papel de periódico sentado en las mesas de atrás.

Darian - Vamos a adelantarnos a ellos.. los haremos pagar. - Apretó la nuca enfurecida. - Te veo en la camioneta, cambio. - Guardó el aparato en su cartera volviendo a ponerse aquellas gafas, salió del restaurante entrando a su camioneta agarrando el volante con ambas manos, sus ojos se posaron automáticamente en aquella fotografía, la tomaron en el cumpleaños del español, fue un gran día para él.. para todos.

Darian - Oh Naim.. - Sonaba cansada y destrozada. - ¿Porqué te tuvo que pasar esto?.. ¿Porqué a ti?.. - Invadió ese vacío dentro de ella apareciendo inevitablemente ese nudo en su garganta provocando que apenas pudiera pronunciar las palabras. - Lo que daría.. por tenerte conmigo.. ¡Naim te necesito aquí!. - Golpeó el volante recostándose en este sollozando.

Unos golpes en la puerta hicieron que levantara su cabeza, era Libardo quien tocaba seguidamente aquella ventanilla de modo que le abriera la puerta.

Quitó el seguro accediendo a que entrara en completo silencio, subió a la camioneta volviendo a cerrar la puerta con seguro.

La chica encendió el carro conduciendo sin decir una palabra, su compañero la veía de reojo notando el maquillaje corrido.

Libardo - ¿Estabas llorando?. - Se detuvo en un semáforo rojo. - Todos estamos sufriendo.. -

Darian - Error, a Ralf y a Jean les importa una mierda. - Corrigió.

Libardo - No me refería a ellos, también tenemos a Orson. Él nos ayuda también.. y no puede superar lo ocurrido especialmente porque..

Darian - Porque se siente culpable.. - Termina la frase observando otra vez esa fotografía que por ahora era lo único que le quedaba de su amigo.

Libardo - Si.. pero no lo es, ninguno es culpable.. y si Naim estuviera aquí no quisiera verte llorar, te estás haciendo daño.. - La observó esperando a que le diera la razón.

Darian - Como digas Lib.. - Aceleró cuando se percató del semáforo color verde.

(...)

Helian - Gracias por traernos señor. - Agradeció dándole la mano para estrecharla. - Un placer conocerlo. -

Paulo - El placer fue mío, Helian. - Sonrió amablemente soltando su mano.

Helian - Si me disculpan voy a lanzarme a mi cama y a dormir como un koala. - Mencionó burlón.

- Más bien como un gran perezoso. - Respondió en el mismo tono burlesco.

Helian - Eso me dolió T/A. - Colocó una mano sobre su pecho en señal de dolor fingido.

- Ya lárgate tonto. - Obedeció entrando a la mansión. - Nos volveremos a ver pronto. - Dijo a su padre.

Paulo - Cuídate mucho hija mía. - Sonrió con ternura acariciando su mejilla. - Mi dulce T/N. -

- Lo haré papá, cuídate también. - Besa su mejilla dándole un gran abrazo. - Siempre es un gusto verte. -

Paulo - Siempre.. Ah se me olvida una cosa. - Se separó de ella sacando algo de su traje, una pequeña caja. - Esto era de tu madre. - Se lo entrega.

- Lo tenías guardado. - Abre la diminuta caja encontrándose con un collar de plata. - ¿Me lo vas a dar?.. -

Paulo - Y también esto. - Le entrega un peluche con una media sonrisa. - Lu siempre me decía.. que te lo diera, supongo que esa misión era para mi ya que ella no estaría.. -

- Papá, ya no soy una niña. - Hizo una expresión burlona y él rió.

Paulo - Cuánta razón mi niña, cuanta razón.. - Suspiró. - Bueno, avísame cualquier cosa y recuerda que cuentas conmigo para todo.

- Si papá, te quiero. - Se acercó a abrazarlo una vez más antes de entrar a la mansión.

Cerró la puerta al por fin despedirse de él, al intentar subir a su habitación se encuentra con Madan en el camino.

Madan Lili - Que buenas horas de llegada. - Menciona irónicamente. - ¿Dónde estabas?.

- ¿Desde cuando me esperas?. - Madan consigue quitarle el peluche que tenía en manos.

Madan Lili - ¿Qué es esto?. - Inspeccionó al muñeco con desagrado. - ¿Regalos?. - Logra arrebatarlo de sus manos. - ¿Tienes un sugar daddy?. -

- ¡No!, es mi padre por dios.. - Rodó los ojos caminando a las escaleras. Mandan la seguía a su cuarto.

Madan Lili - Perdón es lo primero que pensé al ver a ese hombre, esa camioneta.. tiene lujos. - Ignoraba sus comentarios. - Está bien si no quieres escucharme, pero tengo que hablarte sobre algo importante. -

- Es lo de la llamada pasada, no me importa. - La agarró del brazo antes que entrara a su habitación. - ¿¡Madan qué quieres!?. -

Madan Lili - ¡Klei quiere a tu hombre! ¿Qué parte no entiendes?. - Suspiró repitiéndose "Dame paciencia." Para sí misma.

- Digamos que te creo, ¿Qué quieres que haga?. - Fingió hacerse la desentendida.

Madan Lili - La debes sacar de tu camino, está aprovechando que tú estás detrás de ese Kev para acercarse a Axel. - Frunció el ceño al escuchar ese nombre.

- No, Kevlex y yo no tenemos nada. - Negó.

Madan Lili - Entonces ponte las pilas porque esa mujer planea hundirte, tienes que hacerlo antes porque si tú no lo haces.. - ¿Si yo no lo hago qué?. - Respondió agresiva.

Madan Lili - Lo haré yo. - Colocó un mechón de su cabello detrás de la oreja. - Buenas noches querida. - Se despide yendo a la habitación.

"Maldita serpiente". Pensó con intenciones de entrar a su cuarto a descansar, más unas voces en el piso de abajo llamaron su atención.

Al asomarse por las escaleras encontró a los chicos cargando a Kevlex ebrio, estaban discutiéndose en el transcurso del camino.

Eidry - No hablaremos de esto con nadie, mucho menos con el grupo. - Subía las escaleras con Denno.

Denno - Ya me lo aclaraste seis veces Eidry, no lo olvidaré. - Replicó. - Nadie se enterará de esto. -

- Nadie excepto yo. - Alzaron la mirada hasta ella quedándose helados. - No se queden ahí suban rápido antes que alguien los vea. - Los ayudó a subir las escaleras entrando a la habitación. Bajaron a Kev sobre la cama suavemente para que no despertara, aunque con el alcohol en sangre era imposible despertarlo.

Eidry - ¿No dirás nada?. - Susurró mirando preocupado a T/N. - Dime que no.. -

- Chicos, su secreto está a salvo conmigo.. soy una tumba. - Sonrió haciendo una seña de que callaría calmando a Eidry.

Eidry - Gracias.. gracias enserio. - Soltó un suspiro de alivio. - Bueno, te dejo. Buenas noches. - Miró a Denno quien sacaba fotos en la cara de Kev mientras dormía. - ¡Denno!. -

Denno - Ahs ya.. buenas noches T/N. - Se despidió saliendo de la habitación con Eidry.

Observó a Kev dormido recordando la última vez que lo había visto de esa forma, la única vez que se lograba ver tierno. O tal vez era muy terca para aceptarlo.

Volvería a compartir cama con él después de lo ocurrido con Fernanda, que la mintiera en su propia cara mientras se seguía viendo con ella a escondidas.

Se acercó al chico quitando su chaqueta para que durmiera cómodamente solo en camiseta, dejó su chaqueta sobre la mesa de noche.

No podía evitar quedarse en un trance al verlo en ese estado, tan inocente. No se dió cuenta que este ya había despertado y se percató que lo estaba observando desde hace un rato.

Kevlex - ¿Qué tanto me ves linda?. - Pegó un brinco del susto.

- ¡Estabas despierto!. - Se maldijo mentalmente pensando que seguramente notó su mirada en él.

Kevlex - Afortunadamente lo estoy. - Intentó levantarse pero ella lo impidió. - Nena déjame levantarme. - Era más fuerte que ella por lo que se le ocurrió una forma de detenerlo. Subió sentándose en sus piernas obligándolo a que se recostara.

- Te quedarás aquí a descansar. - Ordenó mirándolo seriamente sin rodeos aunque para él era un juego.

Kevlex - Te gusta provocarme y dejarme con las ganas.. sigues haciéndolo. - Sonrió burlón levantándose poco a poco para acercarse al rostro de la chica.

- Kev.. hablamos de esto una vez.. - Declaró recordando esa conversación en el pasado.

Kevlex - Y otra vez.. y otra.. vez. - Seguía acercándose hasta sentir sus respiraciones y rozar sus labios. - ¿A dónde nos llevó eso?. - Susurró contra sus labios sedientos de probar los de él, pero sabía cómo ocultarlo.

- Nos llevó a donde debemos estar, tú con Fernanda.. yo con Axel. - Alzó ambas cejas en expresión burlona.

Kevlex - ¿Fernanda?.. ella no es nada comparado contigo. - La chica asciende la cabeza lentamente dudando.

- Bien, explica porqué fuiste con la rubia entonces. - Se cruza de brazos mirándolo a los ojos.

Kevlex - Es que.. no sabía que hacer contigo.. - Empezaba a excusarse.

- "¿Que hacer conmigo?". - Reiteró incrédula. - Dime algo Kev.. -

Kevlex - Lo que sea. - Agarró sus manos mirándola fijamente a los ojos.

- ¿Te acostaste con ella?. - Entreabrió la boca sin tener la respuesta adecuada.

Kevlex - T/N.. yo.. -

- Responde.. ¿Lo hiciste?. - La miraba sin decir una palabra, ni siquiera lo negó. - Ya.. con eso me respondiste. - Se quita de encima levantándose.

Agarró la toalla entrando al baño para darse una ducha. .

"Al menos ebrio dice la verdad"

Empezó a desvestirse dejando su ropa sobre el lavabo mientras entraba a la ducha, encendió el grifo cayendo agua fría sobre su cuerpo.

Olvidó por completo cerrar la puerta con seguro, a consecuencia entro silenciosamente el chico ebrio.

Se acercó cuidadosamente a la ducha para poder llegar hasta ella, tenía los ojos cerrados y estaba de espaldas pasando el jabón por su cuerpo. 

Aunque los abrió totalmente al sentir las manos de Kev sobre sus curvas.

- ¡Kevlex!.. te dije que te quedaras a descansar.. - No dijo nada. - Kev.. - Se dió vuelta a mirarlo algo sonrojada.

Kevlex - Debo darme una ducha fría si quiero despertarme al 100%.. - "Maldito astuto".

- Entonces puedes esperar a que termine de bañarme.. - Se acercó a ella poco a poco.

Kevlex - No. - Contestó directamente. - Vamos a ahorrar agua. - Antes que pueda responder a eso ya se había quitado la camisa frente a ella, seguido del pantalón.

Mantenía su mirada en los ojos verdes del chico sin querer bajar la vista ni de broma. Retrocedió dando paso a que entrara a la ducha a hacerle compañía.

- ¡Deja de mirarme!.. - Exclamó nerviosa a que no apartaba la vista de su cuerpo.

Kevlex - No puedo evitarlo. - Da un paso situándose aún más cerca de ella, acorralándola contra la pared. Eso le recordaba a cuando lo echó del baño. - Eres tan perfecta. -

- No, no lo soy.. - Entrecerró los ojos fulminándolo con la mirada. - Quítate, ahora. - Ordena entre dientes.

Kevlex - No puedo.. - Murmura bajando la mirada.

- ¡¿Porqué no?!. - Cuestionó totalmente alterada.

Kevlex - Mi corazón insiste en que me quede.. - Vuelve a posar su vista en los ojos de ella. - Te quiero.. yo te necesito.. -

- ¿Eso es todo? ¿Me quieres?.. eso no es suficiente para mi. - Lo interrumpió antes que pudiera terminar.

Kevlex - ¡No!, lo que quiero decirte es que te quiero conmigo, quiero que seas.. -

- Que sea tuya.. - Concluye.

Kevlex - Si pero.. - Pero nada Kev, estás ebrio y no tolero tener una conversación de un tema tan delicado com.. - Fue interrumpida por el choque de sus labios, se habían encontrado por causa de él.

Intento zafarse pero no lo logró, siguió el beso posicionando sus dedos en su cabello mientras él la aprisionaba con sus brazos.

Comenzó una inmensa batalla de lenguas, Kev la subió a su cintura sosteniendo sus piernas, se separaron por falta de aire. Era más que notable el rubor que expresaban sus mejillas.

Kevlex - ¿No vas a decir algo para detenerme?. - Dijo imaginándose que lo dejaría una vez más "La resaca no se lo recordará mañana". - ¿Traes el gorrito de fiesta?. - Susurró a su oreja con una media sonrisa.

El chico sonrió aún más al entender el mensaje en su doble sentido, la bajó cuidadosamente hasta que pudo pararse ella sola. Agarró su pantalón sacando un sobre del bolsillo.

Kevlex - Me sorprende que.. - Su pequeño sobre fue arrebatado por ella, lo abrió sacando el condón y sonrió una vez más.

- No te tardes tanto, o voy a arrepentirme. - Mencionó en tono burlesco robándole otro beso corto. Colocó sus brazos alrededor de su cuello.

Kevlex - Te deseo tanto que tenerte ni siquiera me llena.. - Antes que siga puso un dedo sobre sus labios impidiendo que dijera otra palabra no autorizada.

- Arruinas el momento.. - Relamió sus labios besando los de ella con necesidad, beso que fue correspondido.

Entre besos robados y toqueteos llegaron a un mayor extremo, jadeos que parecían más que unos susurros.

Tal vez sería una de las cosas de las que se arrepentirá más tarde, por ahora estaba muy ocupada disfrutando de su error, quizá lo volvería a cometer una y otra vez.

♡︎♡︎♡︎•••

Me gustaría actualizar todos los días pero el tiempo no alcanza, por ahora.

Hice este capítulo un poco más largo de lo que solía hacer, espero lo hayan disfrutado

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