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treinta y uno

-- Yoongi, mi amor, no te muevas ahora, te voy a colocar de nuevo la venda -- Pidió la mujer pasando a hacer lo dicho.

El pálido se encontraba en casa de los Jeon. Después de que el hospital le diese el alta, con la buena noticia de que no había sufrido algo más grave que un buen golpe, le mandaron a su hogar; aún así, Yangmi se negó a que el pálido no tuviera más cuidados. Ella había visto como se podía poner de fea una herida mal curada, y por lo poco que había escuchado, Yoongi no se encontraba en su mejor momento. 

No quería que ese alfa se descuidase ni un poquito. 

--¿Dónde habéis dejado al pequeño HyunJin? -- Inquirió la mujer terminando de colocar el esparadrapos, dejando un beso en la frente del herido cuando terminó. 

-- Pues quiso ir a dar una vuelta por la ciudad, creemos que ha perdido a su predestinada, mamá. En la misión murió una chica con la que había congeniado demasiado bien, le estamos dando un poco más de libertad, el lo necesita -- 

Explicó Jungkook mirando de reojo al chico de piel canela que estaba a unos metros suyo, sabía que su pareja estaba algo afectado por eso, ver que Hyunjin había perdido una parte de él le dolía de alguna forma. Le encantaría acercarse a  él y rodearle con sus fuertes brazos, pero aún tenían que contarles a sus padres sobre su relación. 

Por lo menos ya habían dejado en claro que ambos querían hacerlo, eso era lo más importante. 

Yangmi asintió con su cabeza, con sus obres posados sobre Yoongi, quien solo tenía su cabeza agachada, luciendo unas espantosas ojeras en sus ojos sin brillo. -- Yoon, quédate en casa por más tiempo ¿bien? Mamá Jeon va a cuidarte la cabecita y el corazón roto. -- 

-- Yangmi-ssi, no se preocupe, en serio. Debo de volver a mi apartamento, debo de ir a por Holly, no quiero que piense que lo he abandonado... -- 

-- Ese trozo de lana saltarina no pensaría eso jamás. -- Contestó Taehyung relamiendo sus labios, tenía muchas ganas de ir y matar a tiros a ese joven ciego, arracarle los ojos y lanzarlos a un estanque para que los peces se los comiesen. Últimamente nada estaba bien. 

-- Pero Yoon, sabes que mi marido no está, él está con la mafia en Japón y la casa se me hace demasiado grande para mi sola. Estoy encantada con que uno de mis niños esté aquí. -- 

Min sacó fuerzas de donde no sabía donde para sonreír con suavidad, alzando sus manos para acariciar las mejillas de quien era su segunda madre. -- Yangmi-ssi... debo de irme, se lo prometo. Vendré a visitarle todos los días, estoy obligado por mi cabeza. -- 

-- Está bien... cualquiera de vosotros tenéis aquí vuestra casa, lo sabéis perfectamente. Os amaría a pesar de todo, cualquier cosa. Siempre seréis como mis hijos, cada uno, tanto como para mi como para mi alfa, Dongyul. -- 

Os amaría a pesar de todo ; Jungkook tragó saliva, deslizando su mano por encima de la mesa hasta entrelazarse con la de su omega, juntando las manos las cuales tenían ese tatuaje a conjunto. 

El de cabellos azulados abrió sus ojos sorprendidos al sentir el cariñoso agarre ¿Acaso Jeon estaba loco? -- Mamá, estoy enamorado de Taehyung. -- Sí, estaba loco. 

La mujer miró a su hijo, con ese rostro que demostraba cuan nervioso estaba, y a su lado la mueca tan usual de "no siento nada" de Tae. Yangmi se dedicó a ordenar en la habitación que usaba como enfermería -- ¿En serio? Si no me dices nada, ni me doy cuenta. -- Soltó en tono burlón para seguido rodar sus ojos, colocando cada cosa en su lugar. 

-- ¿Q...qué? -- Inquirió confuso el menor de los Jeon. 

-- Que papá y yo lo sabemos, pensábamos que vosotros también sabíais que nosotros lo sabíamos, solo que creíamos que eráis una pareja a la que no le gustaba demasiado el contacto físico. -- Explicó ella con tranquilidad. 

La risa de Yoongi se escuchó por primera vez en demasiados días de forma sincera. -- ¿Que no les gusta el contacto físico. Yangmi-ssi, son insoportablemente inseparables. -- Dijo el mayor de los tres delatándoles. 

-- Oh ¿En serio? -- Ella parecía sorprendida. -- ¿Te trata este alfa bien, mi amor? -- Preguntó esta vez a Taehyung y este sonrió hacia su madre, asintiendo con su cabeza y además dejando un suave apretón en la mano de su pareja. -- Eso está bien, he criado a un buen muchacho, estoy orgullosa, Jungkook-ah. 

-- Gra...gracias, mamá -- Agradeció Kook, sintiendo como un nudo se hacía hueco en su garganta, estaba demasiado feliz, uno de los mayores temores que tenía en la vida era el rechazo de su propia y unida manada, pero no, cómo pudo pensar en cualquier momento que eso podría pasar. 

Sabía que sus padres los amaban, a los dos; y amar de verdad significaba aceptar todo aquello lo que tu hijo es ¿Qué había peor que trabajar en la Mafia? Pocas cosas. 

-- Mi niño, agradéceme cuando haga algo extraordinario, pero hago lo que cualquier madre debería de hacer. Ahora ¿os apetece un poco de tarta? ¡Vamos los cuatro a hacerla! Hace mucho que no hacemos cosas de familia, vamos, vamos. -- 

Yangmi era una muy buena madre, una omega que lucharía hasta la muerte por los suyos sin tener alguna duda. 

Hyunjin se encontraba en un gran centro comercial, hacía mucho tiempo que no daba un simple paseo, camuflándose entre todas esas personas normales que no tenían problemas como los de él. En este instante estaba pasando con sus dedos discos de música, a lo mejor podía comprar alguno, a lo mejor podía intentar dormir esa noche sin dormir, a lo mejor... debería de dejar ir el recuerdo de Chaeyoung. 

Un suspiro se escapó de sus labios al recordarla sin querer una vez más, ese rostro angelical sonriendo. -- La vida es una mierda... -- Musitó para si mismo, siguiendo mirando los discos que esa tienda ofrecía. 

La portada de uno de ellos llamó su atención, la chica daba un poco de miedo; aunque él ya no sabía lo que era eso. No tenía tiempo para escuchar música ni nada de eso, así que para él todo era desconocido. 

-- Buena elección, te lo recomiendo. -- 

Esa voz le sacó totalmente de sus pensamientos. No tardó en alzar su rostro, aún sin soltar el disco para mirar al joven que estaba frente a él, también buscando algún disco de música interesante en ese estante. -- ¿En serio? -- 

Jeongin asintió con su cabeza para seguido deslizar sus grandes gafas por el puente de su nariz para colocarlas correctamente. --When we all fall asleep, where do we go? de Billie. Creo que su canción de When the party's over te gustará. Un placer verte de nuevo, Hyunjin-ssi, sobre todo verte y que haya sido fuera del hospital. Le dieron el alta a tu tió ¿no? -- 

-- Ah, sí. él ya se puso bien, está recuperándose tranquilamente en su casa. -- Contestó maquillando un poquito la realidad, aunque no demasiado. Por cortesía quiso preguntar sobre su padre, pero no sabía si era buena opción ¿y si ese señor ya se había muerto? No quería hacer sentir mal al chico. -- Y bueno... tú... -- 

-- Papá está vivo, aún. -- Contestó,  agachando su rostro para sonreír un poco. -- Puedes preguntar sin problemas, tengo asimilado que en algún momento el dejará de estar... le extrañaré, pero sabes... no quiero asimilar a mi padre con recuerdos feos, mi padre se merece ser alguien a quien recuerdes y sonrías, no que no quieras recordar por echarte a llorar. -- 

Y esa frase hizo que cada uno de los esquemas de su cabeza se movieran ¿Se merecía aquello Chaeyoung? ¿Estaría ella feliz sabiendo que cada noche sentía morir por no tenerla al lado? Posiblemente ella le hubiera dado un buen golpe para que esa tontería desapareciese de su cabeza. -- Eres alguien fuerte. -- Fue lo único que pudo decir Hwang, viendo el rostro del menor. 

-- No sé si lo seré, HyunJin-ssi, pero lo intento, busco la mejor versión de mi para serla y disfrutar el tiempo que tengo aquí, papá también me enseñó eso... Estoy buscando un disco de Elvis para él ¿me ayudas? -- 

El alfa asintió  colocándose a su lado, sin soltar su disco porque estaba dispuesto a escuchar esa canción que el contrario le había recomendado. Sus dedos comenzaron a deslizar discos ahora a su lado, y casi no fue notorio, pero una suave ráfaga de aire al abrirse las puertas del local le permitió percibir ese aroma a miel y pan recién horneado. 

De reojo miró hacia el chico dueño de ese olor, y se le escapó una sonrisa al verlo arrugar su nariz ante la frustración de aún no encontrar el disco deseado. ¿Cuánto podría aprender de ese omega? 

Su apartamento nunca se había sentido tan vacío antes, no estaban  ni Jimin, ni sus cosas, ni Peachy ni su madre, todo lo que le daba esa descarga de alegría, parecía haber desaparecido de un momento a otro. Bueno, todo no, seguía teniendo a su cachorro, estaba agradecido por eso. 

Él lo sabía, se lo había repetido mil y un millón de veces a sí mismo, en algún momento todo ese cuento en el que parecía haberse sumergido, iba a acabar; esa vida no parecía estar hecha para él, y a fin de cuentas es lo que le hacía trabajar tranquilo en un lugar como la mafia, el hecho de morir no le aterraba.

No se atacaría a si mismo, pero si moría o no en una misión ¿Qué más daba? Él nunca iba a poder vivir tal y como le hubiera gustado, él nunca iba a ser plenamente feliz. 

Holly estaba sentado al lado de sus pies mientras cocinaba, después de los días en coma, el pequeño animal pensó que había sido olvidado por su dueño, por eso es que ahora lo seguía a cada lado del apartamento, no separándose. Yoongi había tenido que sacarlo incluso de la ducha, porque el pomposo cachorro había querido adentrarse con él. 

¿Estaría comiendo bien Jimin? Porque hasta el incidente era Min quien le preparaba los desayunos para la universidad, además de la mayoría de las cenas, porque le gustaba consentirle. ¿Le estaría yendo bien con esos libros que le había ayudado a comprar? Esperaba que en serio le estuvieran ayudando. 

El pálido estaba hundido en su silencio mientras movía la cuchara de madera en la olla de forma lenta, como si el movimiento fuera el más trabajoso del mundo. Fue que despertó un poco cuando su cachorro se giró su cabeza, ladeando su rostro levemente; eso solo significaba que había alguien en la entrada. Con toda la ilusión que le traía el hecho de pensar que podía ser su precioso omega, se limpió las manos en su mandil antes de salir casi corriendo hacia la puerta. 

No era lo que esperaba, pero bueno, fue una sorpresa igual. 

-- Yoongi-ssi... me alegra de verlo vivo y funcional. -- Dijo el chico de cabellos rubios aplatinados con una sonrisa forzosa. 

-- ¿Qué te trae por aquí, Jeonghan? -- 

El nombrado suspiró agachando su cabeza, no tendría por qué hacerlo, pero necesitaba contarle al pálido. -- Vengo aquí para contarte algunas cosas ¿puedo pasar? -- 

Yoongi asintió colocándose a un lado para dejar espacio al chico, el cual; como casi todo el mundo, tuvo que agacharse para saludar a Holly antes de dirigirse hacia donde el mayor. Jeonghan miraba el apartamento con curiosidad, ese alfa tenía un buen gusto para la decoración, el lugar transmitía calma y tranquilidad, aunque últimamente Min estuviera ahogándose entre aquellas paredes. 

-- ¿Quieres sopa? Creo que hice demasiada. -- 

-- Oh, si, gracias. --

El pálido alfa sirvió la comida en dos cuencos diferentes, además colocando sobre la mesa una jarra agua junto a los vasos. -- ¿Qué tienes que contarme? -- Inquirió el mayor rompiendo el silencio. 

-- Jimin, él sabe. -- Contestó y Yoongi le miró con una de sus cejas alzadas con confusión. 

-- Sí, el sabe que me dedico a esto y por eso me ha dejado. -- 

-- No, bueno, si. Pero me refería a que él sabe también lo mío, le he contado yo mismo a que me dedico. -- 

Min se quedó con la cuchara en su mano, sin saber como reaccionar ¿Por qué Jeonghan haría eso? Joder, había perdido al omega más lindo. -- ¿P-por qué...? Tú podrías haber seguido disfrutando de él. -- 

-- Bueno, primero, no creo que mi mejor amigo mereciera seguir siendo engañado, Jimin no merece que le sigamos mintiendo, es normal que se enfadase, lo hemos tratado como si fuera tonto según su punto de vista, aunque ambos sabemos que solo lo protegíamos, pero eso será difícil de comprender para él... -- Explicó tomando un poco de agua para seguido comenzar a tomar un poco de su sopa, estaba buscando las palabras correctas para decir lo siguiente. -- Además, intenté hacerle entender que tú lo amas de verdad, le quise hacer ver que porque nos dediquemos a esto no somos otras personas de las que él ha conocido. -- 

Los orbes felinos del mayor se cristalizaron, impidiéndole ver algo en ese momento. Deseaba desde el fondo de su ser que ese omega del que estaba enamorado comprendiera eso, él lo amaba, él había sido el verdadero Min Yoongi con él. -- P-pero... Gracias, Ghan... gracias por intentarlo. -- Dijo el pálido agradecido, tapando su rostro con ambas manos. 

-- Yoongi-ssi, sé que nuestro comienzo ha sido nefasto. Mi mafia mató a su hermano y padre, cuando Jimin nos presentó nos llevamos aún peor; pero dentro de ti algo brilla, y desearía que ese brillo fuera quien alumbrase el camino de mi mejor amigo; si es que lo sigue siendo... Él se ha molestado mucho conmigo, pero me ha dicho que hablaríamos en otro momento. -- 

-- Cuídalo, por favor. Asegúrate de que este comiendo, y pregúntale si ese profesor que parecía tenerle coraje ya le habla bien, iré a dispararle en la sien si sigue tratándole mal. Por favor, dile que aquí tiene su casa, dile que... que... -- Una vez más el alfa partió en desconsolado llanto, su lobo estaba triste, tanto como él, a veces dolía incluso respirar. 

El rubio frunció sus labios sintiéndose vulnerable ante la  imagen de Yoongi de aquella forma, estaba tan acostumbrado a verlo en el trabajo, con ese semblante controlador y seguro de si mismo, verlo derrotado era nuevo; y poco agradable. Por eso se levantó y se colocó a su lado para sobar su espalda con delicadeza. -- Volverá, Yoongi-ssi, volverá y te lo podrá contar él mismo. -- Aseguró. 

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Kisssuuuu~~ 
091020

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