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treinta y siete



Cuando se suponía que todo debería de mejorar aunque fuera un mínimo en su vida, aún tenía complicaciones. Era de madrugada y ya estaba en tierra Americana, Canadá, en su nuevo hogar que compartía con su omega, el cual dormía plácidamente a su lado. 

Sin poder dormir, porque todo lo atormentaba, acabó sentándose en el colchón. A su derecha tenía un gran ventanal totalmente descubierto; sus ojos estaban perdidos viendo lo que había tras el cristal. Aunque se encontrase con los pies en la tierra, su cabeza estaba volando en otra parte. 

¿Cómo podrían encontrar a TaeHyung? ¿De qué manera podrían intentar seguirles la pista a esos que lo habían secuestrado? 

Era absurdo, porque necesitaba pensar en todo esto, le era imposible no preocuparse por ese omega de piel canela, por JungKook o HyunJin, ellos eran parte de su familia. Le había prometido a JiMin que en cuanto llegasen a Canadá todo lo que refería a la mafia se perdería. Nada de idear planes o interesarse por misiones, nada de armas o peleas y muchos menos relacionarse con otras organizaciones. Obviamente que podría seguir en contacto con los suyos, pero nada de trabajo. 

Eso es lo que le prometió, pero no podía, simplemente su cabeza no funcionaba de esa manera, tenía que traer a Kim de vuelta, fuera como fuere. 

Desesperado, sintiendo como aquellas cuatro paredes se lo iban a tragar, salió de la cama para salir al balcón tras el gran ventanal que llevaba mirando tantísimos minutos. YoonGi agradeció sentir el frío suelo en sus pies descalzos, al igual que esa brisa fresca golpearle en el rostro. -- TaeHyung... dónde carajos estás... -- Murmuró apoyándose en el barandal ,con sus manos apretando su teléfono. 

Sabía que el chico de piel canela era alguien fuerte, no iría a darse por vencido y además era muy inteligente, si veía alguna oportunidad de dar señales de vida, lo haría, así que tenían que estar atentos a cada mínimo detalle.

Eran las tres de la mañana allí en el país donde se encontraba, por lo que en Seul eran las cuatro de la tarde; iba a llamar a JungKook, necesitaba escucharle. Unos cuantos pitidos le hicieron saber que la línea funcionaba, por cada uno que sonaba se desesperaba un poco más. 

-- Qué. -- Fue lo que primero que escuchó de parte del alfa que consideraba su hermano. 

-- JungKook... ¿Sabéis algo de él? ¿Crees que s- -- 

Un bufido se escucho de parte del menor. -- Yoon, ya, estás en Canadá, desconecta. Te lo he intentado explicar de mil formas, no es tu culpa. JiMin-ssi me dijo el otro día que llevas varios días sin dormir ¿Cómo se supone que encontrarás un trabajo estable con cara de muerto? -- 

Y era cierto, aunque el chico se lo había repetido un millón de veces, seguía sintiéndose culpable, aunque en realidad no lo fuera. -- Kook... no puedo ¿Y si vuelvo? Puedo ir y volver, tal vez si hacemos algún acuerdo con alguna aereolínea pueda. --

-- Min, tu vida ha sido una jodida mierda. Te secuestraron en tu adolescencia junto a tu padre y hermano mayor, los viste morir con tus propios ojos porque fueron asesinados, luego te quedaste solo en Seul porque tu madre se fue de aquí, te enamoraste de un jodido gilipollas que te robó hasta la conexión con tu lobo, te despertabas porque no tenías otra opción, pero no vivías; y ahora, ahora que has encontrado tu sitio... yo no te lo voy a quitar, no a ti, YoonGi. -- 

-- P-pero... -- Fue imposible, a pesar de que lo intentó, fue imposible el no dejar salir el primer sollozo. El contrario tenía razón, pero aún así... aún así todo era complicado. 

-- Te recuerdo que estás allí por la salud de tu omega, mañana empezarán a tratar a JiMin-ssi ¿no es así? Te necesita, no lo descuides, a lo mejor son pruebas duras. -- La línea se quedó en silencio durante unos segundos, porque el pálido no sabía siquiera qué pensar. -- Si sé algo de TaeHyung, serás el primero en saberlo, la más mínima pista... y YoonGi... -- 

 -- ¿S-si? -- Inquirió entre un suave hipido al ser nombrado. 

-- Cuando te llame para la misión de rescate, sí que te querré aquí, solo eso. Mientras, por favor, ocúpate de tu vida, nada me haría más feliz de saber que por fin tienes la vida que te mereces. -- 

El alfa mayor volvió a sollozar esta vez incluso más fuerte, sonando incluso desgarrador puesto que estaba intentando de no hacer algún ruido. No había sido consciente de cuando se había deslizado tanto hasta haber acabado sentado en el piso, con una mano en el corazón y la otra apretando el aparato en su oreja. -- T-te lo juro, te lo prometo, JungKook, estaré allí -- 

-- No me cabe la más mínima duda, alfa llorón. -- Murmuró de vuelta Jeon, echando su cabeza hacia detrás en el sillón de su oficina, lugar en el que tantas horas había gastado junto al amor de su vida. 

Lo único que surcaba por la cabeza del chico era que debería de haberle dado más besos cuando había podido, que le debería de haber llevado a ver muchos lugares, que deberían de haber hecho el amor más veces; si es que eso llegaba a ser posible, que debería de haber enterrado sus colmillos en su cuello... porque vivir sin TaeHyung era peor que estar muerto. 





Hwang había perdido la cuenta de cuantos días llevaba sin recibir un beso en la frente de buenos días de parte de su hermano mayor, esa persona que lo había acogido en su momento más trágico. No había manera humana de explicar cuanto extrañaba a Tae, pero podría ser peor, claro que podría serlo. 

Por suerte hacía unos meses había conocido a un chico tan especial como lo era ver por primera vez una aurora boreal, o por lo menos HyunJin pensaba que el joven brillaba así de bonito. 

-- Jinie, mira, mira, mira. --  El omega que tenía su mano entrelazada con la suya tironeó de él hacia un escaparate. 

>> Se regalan cachorros por falta de medios de cuidados<< Ponía en un cartel con colores chillones pegado al cristal.

 La realidad es que HyunJin siquiera se había interesado alguna vez en los animales domésticos, es decir, desde los cinco años había estado vagando solo por el mundo, siquiera había estado escolarizado y tampoco había tenido un hogar ¿Cómo iba a pensar en tener mascota? 

JeonGin tenía una de sus manos posadas en el transparente material mirando hacia dentro con una carita que reflejaba toda su ilusión. Pareciera mentira que su padre hubiera partido hacía un mes. El señor Yang había dejado el mundo tres días más tarde de lo que los médicos tenían previsto. -- ¿Te gustan? -- Inquirió el alfa, dejando un suave apretón en la mano de su casi algo, porque no eran pareja, tampoco amigos... vivían un momento complicado, uno por la muerte de su progenitor y otro por la desaparición de su hermano; no había tiempo para poner etiquetas, ellos solo eran el apoyo del otro. 

-- Sí, me gustan muchos los animales... pero mamá es alérgica al cabello de ellos, es una pena. -- Sentenció con ahora una sonrisilla un poco más triste. -- ¿A ti te gustan? -- 

-- Me son indiferentes, Ginie. -- Fue lo único que dijo. HyunJin no le había contado absolutamente nada de la mafia al precioso omega, es decir, se negaba, imposible, no lo haría en la vida. Le explicó que era alguien que perdió a sus padres a una corta edad y que estuvo de adopción toda su vida hasta que TaeHyung y JungKook le adoptaron. 

Además, había una idea que no paraba de cruzar la cabeza del joven ¿Debería de dejar la mafia? No quería seguir ahí, en serio que no, pero a la vez no podía dejarlo todo ahora, tenía que encontrar a su hermano y matar a aquellos que le hicieron sufrir tanto... pero quería una vida simple, junto a JeonGin y sus dos mayores, eso es lo único que necesitaba ahora mismo para curar su corazón destrozado. 

Cada vez que entraba en el edificio era peor que la anterior, podía ver al omega de piel canela andar por ahí peleándose con todo el mundo, enseñándole las mejores técnicas de disparos, le podía visualizar sentado en las piernas de Kook cuanto estaban en el despacho... era tan malditamente complicado... 

-- ¿Por qué no te llevas uno, hyung? -- La voz de JeonGin lo sacó de sus más tristes pensamientos. -- S-sé que lo estás pasando mal por lo de tu hermano mayor... puede que un cachorrito te hiciera esa compañía en casa. -- Murmuró el chico de gafas grandes dando un par de golpecitos en el cristal. 

En ese momento más de cuatro cachorros se acercaron corriendo hacia ellos, apoyando las patitas en el escaparate desde dentro. Todos parecían tan felices de tener ese momentito de atención... todos; menos uno que fue a paso lento, llegando el último y quedándose detrás de todos los demás. Para HyunJin fue imposible no mirarle, y curiosamente el animal también tenía sus ojos puestos en los suyos. 

El alfa inclinó su cabeza ligeramente hacia la derecha, y de la forma más inesperada posible, el cachorro lo imitó, consiguiéndole sacar una pequeña sonrisa, era tierno. -- El de atrás, es gracioso, tiene carita graciosa, seguro que a JungKook hyung le parece feo pero le saca una risa. -- 

-- ¡HyunJin-ah! No digas eso del cachorro, es lindo. -- Se quejó el omega, aguantando las ganas de reír, porque si era cierto que era el perrito menos agraciado de toda la camada. -- ¿Llamó tu atención? -- 

-- No tanto como tú, pero algo así. -- Comentó regalándole una pequeña sonrisa a su acompañante, dándole un juguetón toque en su barbilla y por supuesto haciendo que el chico se sonrojase, ganándose así un suave golpe de su parte. -- Entremos, quiero informarme. -- 

Y de la manera más inesperada, la joven pareja entró para posiblemente salir de la tienda con nuevo integrante. 



Bueno, YoonGi agradecía haber descansado algo esa noche, si es que se le podía llamar "descansar" a dormir una hora y media después de varios días sin pegar ojo. El caso es que se alegraba de haber podido pasar un tiempo, por corto que fuese, abrazado a JiMin con un poco de tranquilidad. 

El omega estaba dentro de habitación donde le harían una primera prueba, por desgracia no le habían dejado entrar acompañado. Park había entrado muy tenso y asustado, era normal, no tenía muy claro que iban a hacerle en sus ojos, tenía miedo. 
Aún así, por lo menos fue corto, apenas unos quince minutos habían pasado cuando el doctor salió a la sala de espera para llamar a YoonGi. 

-- ¿Y bien? ¿Cómo fue? -- Inquirió el pálido sentándose al lado de su pareja, abrazándolo en seguida, puesto que parecía un poco ido. 

-- Bien, estuve hablando con JiMin y bueno, los anteriores doctores en serio no han sido lo mejores. Por lo menos habéis llegado a mejores manos, ya sabéis que estamos especializados en este campo. Bueno, el problema para JiMin no está en sus ojos en sí, sino en su cerebro, las conexiones. -- Explicó el hombre arrastrando los papeles de las pruebas encima del escritorio, como si YoonGi fuera a entender algo de lo que ponía allí. -- Sabiendo que su fallo reside en el córtex visual, todo es más fácil de entender. --

El alfa asintió con su cabeza, agachando su mirada para poder centrarse en el rostro medio preocupado del de mejillas abultadas. -- Entonces... ¿Qué te preocupa, cariño? -- 

-- L-la operación... Eso de que me abran la cabeza, me da miedo. -- Murmuró, refugiándose un poco más entre los brazos del mayor, quien por supuesto lo arrulló con cuidado. 

-- Es entendible, JiMin. -- Dijo el doctor, ordenando todos los papeles para guardarlos en una carpeta con el expediente del nombrado. -- Solo me queda darte ánimos, lo hemos hecho pocas veces, pero todas han salido bien, estás en manos de profesionales. -- 

El rubio frunció sus gorditos labios, sintiendo como los belfos ajenos se posaban sobre su cabeza dejando un par de besos, pocas personas entenderían lo agradecido que se sentía con YoonGi, por todo. -- Doctor, sea sincero, si yo fuera su hijo ¿también me recomendaría la operación? -- 

-- JiMin, si fueras mi hijo, ya mismo estaría dando parte médico para que te dieran cita en el calendario. -- Dijo con una suave sonrisa que el más joven no podía ver, pero el pálido sí. -- En realidad yo no tengo por qué estar en las operaciones, pero entraré en quirófano si lo prefieres así. Es una operación en la que tienes que estar despierto, con anestesia, pero consciente para que nos digas si ves o no y por si tocamos en un lugar donde no debemos que nos digas. -- 

-- ¿C-cómo? ¿Tocar dónde? ¿En un mal lugar? -- 

Ante la expresión de terror el hombre dejó escapar una suave risa. -- Tranquilo, no sentirás nada, pero estaremos tocando el cerebro así que necesitamos asegurarnos de que puedes mover tus dedos, pies, hablar con claridad, escuchar y todo correctamente, suena más feo de lo que es, es solo que se puede llegar tocar un conector no deseado, pero se arregla fácil si se ve en el momento, así que tranquilo, de verdad. --

El pálido entendía a la perfección el miedo que su novio tenía, el solo escucharlo era angustioso; aún así quería apoyarle e intentar que fuera hacia delante. -- Bebé... ¿entonces? ¿Quieres pensarlo unos días? -- 

-- No, quiero concertar la cita, si lo pienso no lo haré porque me dará terror. -- Dijo sorprendiendo a los dos presentes. -- No hay nada que quiera más que por fin poder ver el rostro de hyung... -- Y YoonGi tuvo que contenerse para no comerse los bonitos labios de su pareja en ese instante.

-- Perfecto, JiMin. Te sacaremos sangre ahora en un momentito para ver si está todo correcto; y a esperar los días que sean. --

Sonaba loco, mágico y surrealista ¿en serio conseguiría ver de nuevo? 



Hola, angelitos míos, estuve desaparecida de wattpad durante bastante tiempo... aunque apuesto que siquiera lo habéis notado jsjsjs, de cualquier forma, os he extrañado, siempre me sacáis muchas sonrisas. 

¿Estáis bien? Espero que sí, de todo corazón. Si tenéis algún problema o algo que os preocupe, podéis dejarlo aquí ¡También si os ha pasado algo bueno y no sabéis a quien decirlo! Yo estoy encantada de saber que os pasan cosas buenas, os lo merecéis. 

El caso, gracias por leer mis tonterías un día más. 

Os amo. 

300421.

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