treinta y seis
El lugar estaba silencio, nadie tenía nada que decir, porque si quiera podían creer en la situación donde se encontraban. En mitad de la nada, en un lugar perdido en mitad de un bosque, lejos, demasiado lejos de la ciudad.
-- Me hubiera encantado poder demostrarle que valía más de lo que ella creía, que se merecía una vida diferente a esta. -- Murmuró JonGin con su mirada perdida en el lugar donde habían enterrado el cuerpo de la chica que podía considerar el amor de su vida.
Era casi imposible el creer que ya no la vería más, que Jennie ya no estaría ahí para regañarle por sus malas actitudes, que no podría más perderse en su mirada; que no escucharía más su voz y que nunca podría robarle el último beso.
Aún recordaba la conversación que tuvieron antes de partir a esa misión;
-- Oye, Jen ¿Escuchaste que YoonGi se irá después de la misión? -- Inquirió el alfa.
-- Ahá, lo sé, YoonGi-ssi habló conmigo personalmente. -- Dijo ella.
-- ¿No te gustaría en algún momento terminar con todo esto? Tal vez hacer lo mismo que YoonGi hyung, buscar una vida digna... --
JonGin escuchó como ella rió con suavidad, ahora si mirándole. -- No lo sé, no creo que una vida normal esté hecha para mi, suena demasiado irreal. --
Sin embargo, aunque él estuviera sintiendo ese vacío por dentro que era casi inexplicable, sabía que seguramente no era quien más estuviera sufriendo. A su lado estaba JungKook, si es que podían considerarlo así, porque lo único que parecía presente allí era su cuerpo. El alfa estaba tan pálido que asustaba, sus ojos tan hinchados; y le faltaba una mano, casi olvidábamos eso.
El único síntoma que había de que Jeon estuviera vivo es que respiraba, los demás podían casi creer que se había vuelto mudo, porque ni una sola palabra había salido de sus labios desde que YoonGi se lo llevó inconsciente. Solo había una persona que conseguía que su atención se centrase en él; y era HyunJin.
Era triste ver como había terminado todo, siquiera YoonGi lograba estar demasiado feliz aunque hubieran conseguido el dinero que necesitaban. Le quedaban apenas días en Corea del Sur, le esperaba una buena vida allí en Canadá junto al amor de su vida, donde tendría problemas normales, como que una mujer mayor se le colase en la cola del supermercado.
-- Bueno, supongo que este es el adiós para JaeBum y Jennie ¿Alguien quiere decir algo? -- Inquirió Min, acariciando la nuca de JungKook, le partía el corazón ver a su mejor amigo de aquella manera; y aún más se lo partía no saber si quiera si el chico de cabellos azulados seguía vivo o no.
Tal y como los veinte minutos que llevaban allí, nadie fue capaz de decir algo, por lo que no tardaron en marcharse de aquel lugar, posiblemente para nunca más volver.
Era frustrante no poder darles un buen entierro o algo así, pero en temas de mafia las cosas eran de esta manera, morías y tu cuerpo tenía que desaparecer.
La última misión, que supuestamente iría a ser la más tranquila, había acabado de la peor forma posible.
YoonGi, quien era en esos instantes el que más entero estaba, se encargó de que todos acabasen en su hogar, la mafia estaría cerrada por unos días. -- HyunJin-ah. -- Llamó el pálido haciendo que el joven lo mirase y el más mayor sintiera verdadera lástima.
Todo el brillo que antes había en esos orbes de Hwang; se había perdido, se lo había llevado TaeHyung consigo. El más pequeño no podía parar de pensar en que si él hubiera entrado, tal y como había pedido un millón y medio de veces, no hubieran secuestrado a TaeHyung, si las cosas hubieran sido como él había pedido, su hermano mayor estaría ahí y su familia estaría completa.
-- Dime, hyung. -- Dijo con voz ronca, había llorado toda la noche junto a JungKook, porque nunca se decían nada, pero siempre terminaban llorando de forma desgarradora el uno junto al otro.
-- Creo que es obvio, pero si por algún casual cuando me vaya pasa algo, llámame, por favor. Vendré de Canadá lo más rápido que el avión lo permita.--
HyunJin asintió desganado, sentándose en la mesa del comedor con su mirada perdida. YoonGi estaba ahí haciéndole la cena a él y a JungKook, que se estaba duchando. Se sentía totalmente patético, el más mayor tenía que estar ahí cocinándoles porque sabía que si no lo hacía, ellos tampoco comerían.
El alfa de ojos felinos estaba pensando seriamente si debería de alargar su estancia en Asia, pero era un tema complicado. JiMin ya tenía cita con el médico en Canadá para su nuevo tratamiento, y no podía dejar que el rubio se fuera solo hacia allí, debía de ir con él.
Por supuesto los minutos pasaron en silencio hasta que Jeon salió del baño, con su cabello mojado y un poleron que hasta hace una semana era de TaeHyung, de su TaeHyung. -- HyunJin, ve a ducharte... la cena está casi lista. -- Y el menor asintió yéndose de allí, dejando un suave apretón en el hombro de su otro hermano mayor, el único que lo comprendía en su más absoluta tristeza.
Con un suspiro YoonGi dejó el cuenco de comida frente a su mejor amigo, quien siquiera alzó el rostro para mirarle. ¿En qué estaría pensando tanto el menor de ambos?
-- JungKook... ustedes dos erais capaces de sentiros el uno al otro aunque no estuviera marcado ¿No sientes nada? -- Preguntó en voz baja su hyung, y por primera vez este sintió miedo de la mirada que le había dedicado el otro.
-- No siento nada, YoonGi; y es mi culpa. -- Era la primera vez que hablaba en días, su voz saliendo incluso con dificultad. --Él me lo dijo muchas veces, que lo marcase, que nos uniéramos... siempre pensé que sería una desventaja, pero ahora no saber si está vivo o no, si está bien o no, si... joder, es mi culpa... --
El más bajo tragó saliva sintiendo como el pecho se le oprimía ante tal escena, los ojos oscuros de JungKook mirándole de esa forma tan intensa mientras las lágrimas salían sin descanso. -- JungKook, esto no es culpa de nadie, no te culpes de esa form- --
-- ¡Lo es! ¡Si le hubiera hecho caso esto no sería así! -- Exclamó interrumpiéndole y sintiendo como sus brazos comenzaban a temblar. -- ¡Lo quiero conmigo, quiero saber si está bien! Fui un egoísta al no marcarle, al no concederle algo tan importante para ambos. Pensaba que sería mejor así, pero no sentirlo de ninguna forma me está matando, me está... ¡joder! -- Con su única mano tomo el recipiente de comida y lo tiró contra la pared, en seguida partiéndose en pedazos más que ese cuenco de cerámica. -- Lo amo... lo amo con mi vida... -- Sollozó derrumbándose.
YoonGi no sabía qué hacer, Jeon estaba ahora llorando tendido en el suelo, dejándose la garganta como si quisiera quedarse sin voz. -- Lo encontraremos... lo haremos. -- Dijo el de ojos felinos sentándose a su lado, colocando su mano detrás de la nuca ajena para hacer que el contrario apoyase su frente en su hombro, para que así se desahogase todo lo que quisiera.
-- Claro que lo haremos... lo haremos y a ese hijo de puta le volaré la cabeza a pedazos, no podrán identificarle ni por los putos dientes cuando lo encuentren... --
Con el alma partida y mil problemas en la cabeza, YoonGi abrió la puerta de su apartamento, el mismo que iría a dejar en pocos días. Habían maletas en la puerta, cajas con muchas pertenencias de ambos ya empaquetadas. Se sentía egoísta, pero esta aliviado de irse, eso significaba la mejoría de su pareja.
-- ¿Yoon? -- Inquirió el rubio apareciendo por el pasillo, dirigiéndose hacia el pálido con preocupación, el aroma a tristeza de su alfa le dejaba claro que las cosas no habían salido muy bien. -- Todos están mal ¿no? -- El más mayor asintió en un murmuro, tomando las manos del omega para atraerlo hacia él y estrecharlo entre sus brazos. -- L-lo siento... --
-- No es tu culpa, mi vida. Que TaeHyung no esté o que la misión haya sido trágica, no ha sido tu culpa, nosotros la planeamos, tú no hiciste nada malo... --
Y aunque YoonGi estuviera susurrándole aquellas cosas al oído, no podía terminar de creerle. Le gustaría no sentirse culpable, pero era complicado. Por lo menos nadie le había echado en cara nada, siquiera JungKook. -- Estoy agradecido de tenerte... de no haber terminado por perderte. --
-- Ya te lo dije, no me iría a ningún lado sin el chico de mis ojos... -- Las grandes manos acariciaban la estrecha cintura del más bajo, este estando acurrucado en el torso de su alfa. El aroma del mayor había cambiado, y JiMin se sintió más tranquilo.
No supieron cuanto tiempo se llevaron en la entrada abrazados, susurrándose cosas y dejándose pequeños besos por cualquier lado para calmarse el uno al otro, estaba siendo una etapa complicada.
-- Mi amor, ya hablé con la empresa de viajes, los perros vendrán tres días después de nosotros, es imposible que tomen nuestro mismo vuelo -- Explicó el rubio ya sentado en la cama, acariciando la cabeza de Peachy, que se encontraba casi en su regazo.
-- Está bien, los iremos a buscar en la fecha ya allí. En realidad creo que será más cómodo para que podamos arreglar la casa en esos días sin estos terremotos jugueteando por allí. -- Explicó el pálido mientras se desnudaba, dejando la ropa perfectamente doblada sobre la cómoda; y no colocándose algo más, había descubierto que dormir en ropa interior con JiMin era mucho más cómodo.
-- ¿Cómo es nuestra nueva casa? ¿Es bonita? --
Ante la pregunta el azabache no pudo no sonreír, metiéndose bajo las sábanas para estar junto al otro joven. -- Es grande, amplia, con tres habitaciones más aparte de la nuestra, jardín, dos baños, una cocina donde entra mucha luz y una sala acogedora con chimenea para cuando haga frío. --
JiMin amaba a su perrito, pero tener a su alfa al lado y no acurrucarse junto a él, era impensable. Por eso es que apartó al animal mientras escuchaba la descripción de lo que sería su nuevo hogar. -- Me vas a tener que ayudar al principio... seguro que me pierdo por la casa... -- Dijo con su cabeza apoyada en el torso ajeno, teniendo su pierna derecha sobre la cadera del mismo.
-- Es mucho más grande que nuestros apartamentos, tal vez incluso un poco más grande que la casa de tus padres, es normal que al principio se te vaya a hacer complicado. Seguro que para cuando te hayas aprendido cada lugar ya tus ojitos funcionan correctamente. --
-- Eso espero, hyung, no sabes las ganas que tengo de verte... -- Susurró, sintiendo como en ese instante los belfos contrarios le dejaban un beso en cada párpado; y ese sentimiento cálido que era comúnmente llamado amor, recorrió el cuerpo del pequeño. -- ¿Por qué compraste una casa tan grande? --
Ante la pregunta a YoonGi se le escapó una risita, se sentía un poco avergonzado por aquello en realidad, pero era lo más honesto que podría haber hecho. -- B-bueno, pensé que en algún momento nos gustaría... ya sabes, tener cachorros. --
-- Yoon, no va nada contigo ser el jefe de una mafia, eres demasiado tierno. -- Sentenció el rubio haciendo que la habitación se inundase con la risa de los dos, este removiéndose para acabar sentados sobre el contrario a horcajadas, dejando sus manos sobre el abdomen marcado del azabache. -- Me encanta tu idea, me encantas tú, hyung. --
-- Gracias por aceptarme con todo eso, JiMin. Lo voy a dejar todo atrás, esa vida criminal no será jamás de nuevo la mía, pero sé que no es fácil aceptar todo lo que he hecho, gracias, de verdad. --
-- Me enseñaste a mirarte como debía, eres mucho más que todo eso, y además tú lo odias; por eso lo vas a dejar atrás. Mi alfa es alguien tierno, detallista y demasiado cariñoso, un hombre que se hubiera dedicado a la cocina si hubiera tenido una vida común, pero bueno, definitivamente la luna no se lo pone fácil a nadie. --
El lobo del más mayor correteaba en su interior, que el de mejillas regordetas conociera su verdadera persona, y no el tipo duro que tenía que ser a la fuerza, le ponía demasiado feliz. Colocando una de sus manos detrás de la nuca del rubio, Yoon atrajo el rostro de este hacia el suyo, juntando sus pares de labios.
Los abultados belfos de JiMin eran tan suaves y blanditos que estaría horas besándole sin descanso, justo como haría esa noche en ese colchón. Besaría al chico que estaba acurrucado sobre él hasta que sus bocas no pudieran más; o hasta que el sueño pudiera con ellos.
Una nueva vida lo estaba esperando a la vuelta de la esquina, la vida que siempre había soñado.
Hola, angelitos míos, espero que todos estéis bien y que os estéis cuidando. No os alarméis que quedan capítulos jsjsj.
Os quiero.
Kissuuu~~
200221.
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