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treinta y nueve



-- Es un milagro que estés vivo... -- Murmuró YoonGi, que aún no se podía creer el hecho de poder ver al alfa más joven con sus ojos abiertos y respirando.

Había tenido que hacer un vuelo de varias horas para ir a verle, una tortura hubiera sido menos dolorosa, no saber si cuando se bajase del avión iría a recibir un mensaje o llamada diciendo que el cuerpo de Jeon no había resistido era algo que lo había tenido aterrado.

Pero no, ahí estaba el joven que tanto quería, respirando en aquella camilla de hospital; eso sí, con demasiado cables y tubos en su persona.

-- Preferiría a estar muerto, YoonGi. -- Fue lo que dijo con su mirada perdida en las sábanas blancas. -- Mi única razón para vivir era buscarle, traerle de vuelta, tenerle en casa conmigo y en algún momento reírnos de esto. Ya no, él nunca más estará. --

Antes de que el pálido pudiera debatir algo ante aquello, Hwang sollozó. -- Kook... ¿Estás seguro? T-TaeHyung no moriría tan fácil... -- Intentó animar, pasando la mano por la espalda de HyunJin, que estaba sentado a su lado en las sillas frente a la camilla.

-- Sé lo que sentí, y te aseguro que no es comparable a cualquier dolor que conozcamos. Incluso el médico lo dijo, mi lobo ha sido el que ha sufrido el mayor daño, creando un desajuste en mi cuerpo que tendría que haber llevado a la muerte, pero no, por alguna razón no... --

No estaban siendo los mejores momentos desde luego. Tenía que hacer algo, no podía abandonarlos de nuevo como si nada. La realidad es que la situación le aterraba, él ya no podía cuidar de JungKook como tal, su amigo era un alfa adulto, si acababa muriendo o no por hacer estupideces, estaba fuera de su manos; pero HyunJin no, ese chico joven lo tenía en ascuas.

Había sufrido la partida de sus padres, encontrarse con su progenitor y que lo intentase asesinar, confió en el amor y cariño de TaeHyung y se le fue arrebatado; y ahora Jeon estaba en el limbo. Aún no se tenía demasiado claro si siquiera iba a poder salir del hospital pronto, por ahora no desde luego.

-- JungKook... ¿Por qué no venís a Canadá? Mimi y yo tenemos espacio de sobra en el hogar mientras encontráis lugar, allí podemos cuidaros, puedo teneros cerca; aquí ya no hay nada que hac- --

-- ¿No hay nada que hacer? ¿Seguro? Porque yo pienso encontrarlos y volarles la cabeza aunque sea lo último que haga. -- Masculló el azabache apretando su mandíbula, la vena de su cuello hinchándose. -- ¡Si hace falta me exploto yo en pedazos con tal de que los malnacidos esos también lo hagan! ¡No puedo vivir así! ¡Si no he muerto ha sido para hacer justicia por él! ¡No puedo sin TaeHyung! ¡No quiero! ¡Los voy a matar, los voy a- --

-- ¡Jeon, tranquilícese, sus pulsaciones! -- Un enfermero había entrado por la puerta abruptamente, acercándose hasta el nervioso alfa que se removía sin remedio alguno.

En un solo instante ya habían tres trabajadores más en la habitación inmovilizando al muchacho, que parecía más ido que otra cosa. Dolía, quemaba como el mismo infierno estar viviendo esta situación. YoonGi, tenía uno de sus brazos por encima de los hombros de HyunJin, que se estaba refugiando entres sus brazos mientras lloraba.

Con bastante esfuerzo, habían conseguido tranquilizar a JungKook con unas mascarilla y sedante, por fin la máquina había dejado de pitar al estar encontrándose estable. Los ojos del mismo se cerraron un poco, y su mejor amigo pudo jurar que incluso casi se habían apagado. Le habían drogado, porque sino sería complicado mantenerele sereno. -- ¿Es usted familiar? -- Inquirió el primer enfermero que había entrado; y claro que el pálido asintió con el corazón en un puño.

-- Su hermano mayor... --

-- Jeon será un caso complicado... -- Fue lo primero que dijo el hombre, acercándose a los cables y máquinas que rodeaban al alfa afectado para asegurarse que todo estaba correcto. -- El doctor nos ha asegurado que el hecho de que esté vivo es pura suerte. No cualquiera sobrevive a la muerte de su destinado; si ellos hubieran estado enlazados, habría sido muerte segura. Creemos que tardará un poco en recuperarse, y no solo hablamos de lo físico. --

Teniendo ahora esa nueva información, HyunJin se removió un poco, sacando el rostro del torso de Yoon. -- ¿Q-qué? ¿Qué quieres decir? -- Cuestionó a duras penas, pasándose las manos de mala manera por el rostro en un intento de apartar todas las lágrimas.

-- Él necesitará asistencia psicológica también, eso quiero decir. Jeon tiene graves ataques de ira producidos por la ansiedad; si no le enseñamos a vivir de otra forma, acabará muriendo, posiblemente su condición ya sea delicada para siempre. Pensamos en internarlo en un hospital psiquiátrico un tiempo para qu- --

-- Háganlo, por favor. Hagan lo que sea... pero mantengan vivo a mi hermano, por favor... -- Pidió el de ojos felinos haciendo una reverencia.

YoonGi estaba manteniendo sus orbes apretados para no soltar una sola lágrima, aunque estaba siendo tarea complicada, sabía que JungKook lo iba odiar por permitir esto, por dejar que lo encerrasen en ese lugar en vez de dejarlo buscar a aquella mafia que se merecía explotar en mil pedazos.

¿Pero cómo iba a permitir eso? El chico con el que había compartido toda su vida ahora tenía una mente suicida, a Kook le daba absolutamente igual morir por el camino, y joder, él ya había perdido a su hermano mayor y padre en un pasado, no quería tener que recordar a JungKook, quería poder verle y disfrutar de su presencia.

Lo iba a querer matar, pero cualquier cosa era mejor que verle muerto. Querría haber conseguido hacer que en el pasado la mafia hubiera sido cerrada, haber abandonado aquel lugar cuando tenían oportunidad sin sufrir más daños.

-- P-pero... ¿Y-Yo...? --

HyunJin se encontraba totalmente confuso, siquiera podía terminar de creerse todo lo que estaba pasando, aún seguía procesando la desaparición de su hermano mayor, de la persona que le había devuelto las ganas de vivir ¿Qué iba a ser de él sin su otro pilar? -- Vendrás conmigo, HyunJin, nos iremos a Canadá. --

¿Y la mafia? Quiso preguntar el pequeño ¿Qué iba a pasar con el lugar? ¿Qué pasaría con los que mataron a Tae? Obvio no dijo nada, no hasta que el trabajador se fuera de allí. -- Pero... quiero estar junto a JungKook... él necesitará a alguien. --

-- HyunJin, él será cuidado y atendido por profesionales, cuando sea capaz de vivir por su cuenta, volverás con él, te lo aseguro. -- La vida era una mierda, era la más perras de todas. -- Hwang, es temporal, pero él lo necesita ¿lo entiendes? -- Intentó explicarle el pálido, y él asintió recibiendo caricias en su cabello de su parte.

Lo entendía, pero no quería aceptarlo.

La última mirada que HyunJin pudo regalarle a JungKook fue una que se guardaría en sus más horripilantes recuerdos. El alfa mayor estaba sentado con sus ojos sin brillo, perdidos en la pared, casi que la baba se le caía; si quiera era capaz de controlar eso y tenía dos tubos que iban por dentro de su nariz.

Hwang estaba seguro de que iba a tener pesadillas más adelante con el sonido que informaba sobre las pulsaciones ajenas; tenía miedo de que se dejase de escuchar en algún momento.






Estar tumbado en el pasto se sentía bien, ni hablar de la suave brisa que lo estaba despeinando. Desearía poder haberse llevado en la maleta a JeonGin, tenerlo junto a él en estos instantes y refugiarse en sus tiernos besos.

Hwang de repente había pasado a tener una vida completamente diferente a la que alguna vez estuvo en sus manos tener. Vivía en una casa enorme con jardín, en un país si quiera asiático y con dos personas que no sabía que se volverían tan importantes para él.

-- HyunJinie... oh, se quedó dormido. --

-- No, JiMin hyung, estoy despierto ¿pasa algo? -- Preguntó mirando con pesadez hacia la puerta, donde el omega le miraba con una pequeña sonrisa.

-- Sí, Yoon-ah está hablando por video llamada con Kook ¿No quieres ir? --

Aquella había sido una frase casi mágica, hacía mucho tiempo que no había podido ver al alfa; siquiera a través de la pantalla. La última vez había sido hacía meses en ese asqueroso hospital, no había podido ni despedirse de él cuando YoonGi se lo llevó a Canadá.

No podía negar que al principio la idea de haberse ido dejando a JungKook allí en manos de profesionales médicos, le había causado coraje y terror, no querría haberlo hecho en ese momento. Pero el tiempo había conseguido hacerle entrar en razón, ahora podía ver que era lo mejor.

Por lo que Yoon podía contarle, Jeon había mejorado, estaba volviendo a ser el mismo.

Aunque obviamente una parte de él se lo hubiera llevado Kim TaeHyung, eso era inevitable.

-- ¡JungKook! -- Gritó con emoción entrando en la sala de la amplia casa. La videollamada estaba haciéndose desde la televisión de plasma que tenían allí. Para Hwang fue complicado no echarse a llorar al ver la pequeña sonrisita de su hyung en la pantalla.

-- Corre, siéntate aquí conmigo. -- Invitó Min, y él no tardó en hacerle caso, sentándose a su lado en el sofá.

No es como si HyunJin tuviera alguna queja de sus dos nuevos hyungs con los que llevaba 11 meses conviviendo, le habían tratado como un rey y les había tomado un enorme cariño, pero echaba de menos a Kook, había algo que lo unía al jefe de la mafia; y posiblemente fuera el anhelar a cierto omega de tez canela.

Nadie más se entenderían como ellos el uno al otro. -- ¿Cómo estás? ¿Te encuentras bien? ¿Te han cambiado de habitación? Nos contaste por teléfono que tus paredes era azules... esas son amarillas. -- Inquirió, queriendo saber todo lo que había pasado en la vida del contrario.

Jeon negó con se cabeza, mirando a su alrededor con cierta seriedad. -- Ya no es estoy en el psiquiátrico, Jin-ah. Esta es mi nueva casa. Volveré al trabajo pronto. --

-- ¿Al trabajo? ¿Cómo que al trabajo? -- Cuestionó asustado el alfa mayor, esa idea no se la había contado en algún momento.

-- A la mafia, YoonGi. Mis ataques de rabia repentinos se fueron, mis pensamientos suicidas también. Pero las ganas de tener las cabezas de ellos colgadas en la pared, no se irán. JonGin se ha estado haciendo cargo casi durante un año, pero ya estoy bien, volví. Y el amor de mi vida se merece más que la aceptación, se merece justicia. --

El pálido se había quedado sin palabras, podía decir sin titubear que estaba seguro de que había adquirido un trauma con la mafia, solo hacían perder a seres queridos por culpa de esta. Sentía pánico con la noticia del regreso de JungKook a la misma. -- ¡Vuelvo contigo! -- Exclamó HyunJin, que ahora tenía el cabello rubio y largo.

-- N-no, espera, HyunJin, piénsalo, aquí estás estudiando, tienes una vida sana y saludable una vida qu- --

-- YoonGi hyung... yo en serio agradezco que hayas intentado darme esa vida, una corriente. Pero soy alguien que lleva desde niño sobreviviendo, no viviendo en sí, nada que tú no hayas vivido. Asesinatos, muertes, maltratos... Creo que nunca podré llevar una vida normal, ya no encajo ahí... y si lo hacía, era junto a él... --

A nadie le hizo falta que se dijera el nombre de TaeHyung para entender que se refería a él.

-- Como quieras, HyunJin, lo que decidas estará perfecto. Dime que día quieres volver y compro tus billetes de avión, ahora tengo que irme; me esperan en el trabajo. --

A Min se le atoró la respiración al ver como su mejor amigo se armaba, escondiendo las pistolas alrededor de su cinturón, luego colocándose la gabardina negra. Tal vez la necesidad que él mismo tenía de mantener un día a día alejado de todo aquello, no era la que los otros dos tenían.

Y no es que le diera igual la partida de Tae, lo extrañaba muchísimo.

Más ahora que JiMin estaba embarazado de tres meses, hubiera deseado que los padrinos de su bebé hubieran sido JungKook y TaeHyung. Y claro que aunque el peliazul no estuviera presente, seguiría siendo así. Cuando su cachorro creciera, conocería de su tío Tae como si esa persona nunca hubiera dejado de faltar entre ellos.

Pero no soportaba la idea de seguir perdiendo familia, no podía, aquello le robaba el sueño.

-- Decidle a JiMinie que me mande las fotos de las ecografías, por favor, aún no he podido verlas. Te veo pronto, HyunJin-ah; y tú, hermano. -- Dijo Kook, consiguiendo que la aterrada mirada de YoonGi se posase en él. -- Si no me perdiste cuando mi razón de vida murió, no me perderás ahora, no te preocupes, por favor. Te amo. -- Y colgó la llamada.

A Yoon solo le faltaba aceptarlo, porque obviamente nunca iría a hacerle cambiar de idea hasta que se hiciera justicia.


Hola, angelitos míos. <3

Quedan creo que dos o tres capítulos apenas... juju, que nervios.

Espero que os estéis cuidando.

Os amo.

150721

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