treinta y cuatro
El ruido de los pájaros y autos que acompañaban al comienzo de la mañana fue lo que hicieron que JiMin despertase, bueno, estos y además los besos que estaban recorriendo su desnuda espalda. Los labios del pálido recorrían desde el norte de sus omóplatos hasta su baja espalda. -- Buenos días... -- Murmuró el rubio con una pequeña sonrisa, sus ojos aún cerrados.
-- Buenos días, mi vida. Llevo una semana aquí contigo, pero aún no me acostumbro a tenerte a mi lado de nuevo. --
YoonGi se había pasado la semana entera despertándose antes que el joven omega, quedándose todos esos minutos que podía mimándole; apurando todo el tiempo posible antes de tener que dejarlo marchar a sus clases de la universidad. -- Me gusta, me gusta cuando me mimas de esta forma. --
-- Eso está bien, no tengo pensamiento de cansarme alguna vez en la vida. -- El alfa sonrió dando un suave mordisco en la cintura ajena, paseando sus manos con cariño por sus abultados cachetes traseros. -- ¿Café o zumo para el desayuno? --
-- ¿No puedo elegirte a ti? -- Inquirió con diversión, casi ronroneando con su mejilla pegada a la almohada. Se sentía increíblemente bien estar boca abajo, disfrutando de las sensibles caricias y besos de su mayor, quería quedarse así todo el día.
-- Por tu bien y por el hecho de que puedas ir a clases, no, pero esta noche nada te libra de tenerme especialmente pesado. -- Era imposible para Min no sonreír de forma automática al escuchar la melodiosa risa de su pareja. Con toda la la dulzura que cabía en sus acciones, depositó un beso duradero sobre su nuca, luego dándole una nalgada antes de salir de la cama. -- Venga, no tardes en vestirte, hoy te llevo a la universidad. --
Sintiendo como Peachy se acurrucaba en el lugar de YoonGi en la cama, el rubio asintió. -- Que gran honor, el jefe de la mafia llevándome a mis clases. -- Bromeó esta vez colocándose boca arriba para poder estirar sus piernas y brazos
De ninguna manera esperó que el colchón volviera a hundirse debido al alfa, quien le había tomado el rostro con una de sus manos, apretando apenas un poco. -- Al jefe de la mafia no le gustan estas bromas, así que si no quieres que ocupe tu boca para otra cosa, no lo hagas. -- Dijo en un tono ronco cerca de esos abultados labios que lo volvían completamente loco.
-- S-sí... -- Fue lo único que el joven pudo responder, sintiéndose completamente atontado por lo lascivo que se sentía cualquier acercamiento con el azabache.
-- Más te vale, ahora en serio, no tardes, estoy haciéndote el desayuno mientras te vistes, vamos, vamos. -- Y con esas palabras y dejando un pellizco en el belfo inferior de JiMin, el pálido salió de la habitación, dirigiéndose justo a donde le había indicado.
Park se permitió quedarse un poco más de un minuto en la cama, sintiendo como su corazón bombeaba con fuerza por culpa del alfa, Dios, como podía hacerle sentir como si hubiera vuelto a sus quince años. Lo que realmente no entendía JiMin es como se había permitido a si mismo es estar tantas largas semanas distanciado de YoonGi, de la persona que más querido le hacía sentir.
Después de dejar un par de besos en la cabeza de Peachy, se levantó con cuidado, tomando la ropa que había dejado preparada por la noche con ayuda del alfa. Unos pantalones holgados color café y un suéter color vainilla. -- Cariño ¿Y la mamá de Peachy y Holly? -- Preguntó mientras se dirigía a la cocina.
-- Están en la terraza, creo que les gusta el fresco de la mañana. -- YoonGi posó su mano en la cintura de su chico, ofreciéndole una de las tazas con café. -- Te he puesto esto, porque no me respondiste. --
-- Está perfecto, hyung, gracias. --
Como cada mañana, el pálido se apoyó en la encimera, teniendo al más joven pegado a su cuerpo mientras este desayunaba con tranquilidad lo que le había preparado. Había días que el azabache también desayunaba con él, pero normalmente es algo que hacía con tranquilidad en su despacho, lo prefería así. -- Oye, bebé, escúchame atentamente, es importante. --
Por el tono de voz JiMin supo en seguida que su novio iría a decirle algo sobre la mafia, aquello obviamente le hizo ponerse tenso. -- D-dime... --
-- Hoy vendré un poco más tarde de lo habitual, antes de la cena estaré aquí. Tenemos esta tarde la última reunión antes de la operación para el robo, pronto tendremos el dinero para tu vista... -- Murmuró pasando sus pulgares por encima de los párpados cerrados del pequeño. -- En menos de lo que nos esperamos, serás capaz de ver... --
-- En realidad hasta que no pase, no podré creerlo... YoonGi, no sé si en serio merece la pena que os arriesguéis por mi, puedo ahorrar muchos años, o simplemente puedo vivir de esta forma. Me conformo si nos vamos de aquí sin vista, sería feliz siendo ciego pero con una vida normal en Alaska contigo. --
La frente del rubio se pegó a la del contrario, aprovechando la cercanía para depositar un besito sobre sus labios. -- No, me niego, el amor de mi vida va a tener la mejor calidad que yo pueda ofrecerle. Tranquilo, es una misión totalmente sin riesgo. No vamos a luchar contra otra mafia o algo parecido, solo somos nosotros haciendo lo que hemos hecho muchas veces, nada de lo que preocuparnos. --
-- Bueno, confío en ti, eres el entendido en esta mierda, pero que sepas que no podría perdonarme que te pasase algo por mi culpa. --
-- Deja de decir tonterías, conseguiremos el dinero y nos iremos de aquí, lejos, para darte la vida que mereces. -- Min sonrió rodeando la cintura de su pequeño con sus brazos, abrazándole y así pegándole a su cuerpo. -- Termínate el café rápido, bonito, si no, no vas a llegar a tiempo. --
-- Más arriba, si disparas en esa posición te vas a destrozar el hombro. -- Corrigió TaeHyung, levantando el brazo del joven alfa al que estaba instruyendo. -- Una, dos... dale. --
Y tal como le había indicado, HyunJin disparó a los muñecos que habían colocados a lo lejos. Ambos tenían puestos unos cascos que aislaban el sonido para evitar quedarse sordos por el sonido de los disparos.
El peliazul estaba observándole con concentración, el menor había mejorado muchísimo su puntería y precisión, posiblemente ese chico iba a llegar a ser tan temido como él en un futuro si es que seguía en esta industria de mierda. -- Agh... -- Se quejó Hwang, bajando el arma y sobándose el hombro.
-- Se lo dije, sin darte cuenta vas cambiando la postura, es algo normal, solo se necesita practicar, no pasa nada. -- Con cuidado el de piel canela le masajeó el lugar, y aunque no estaba mirándole directamente a los ojos, sabía que el joven estaba observándole con intensidad. -- ¿Qué pasa contigo, Jin-ah? --
-- ¿Es posible que me pueda gustar alguien más a pesar de haber conocido a mi destinado? --
Con esa pregunta fue que el omega alzó la mirada, obviamente su hermano no estaba bromeando ni mucho menos. -- HyunJin, por desgracia, no tuviste demasiado vínculo con ChaeYoung, por lo que supongo que bueno, si sabes que era tu predestinada, pero no dio tiempo a un vínculo como tal. Así que sí, supongo que sí, no te sientas mal, ella está muert- --
--¡Hyung! Dios no lo digas así... -- Pidió con ojos brillantes, aún dolía, claro que lo hacía. Había días que aún se acostaba llorando porque extrañaba a Chae como si la vida le fuera en ello.
-- Perdón, perdón, yo es que ya estoy inmunizado a temas de muertes. --
-- Ustedes dos, hay reunión ¿Qué hacéis aún aquí? -- Inquirió Jennie, quien había entrado en la sala de prácticas expresamente para buscar a aquellos dos. -- Jungkook preguntó por ustedes, parece algo estresado.
El menor de los dos asintió. -- Es que hoy TaeHyung estuvo respondón y encima le dejó a la mitad de la cogida porque no lo quiso marcar una vez ma- ¡Ouch! -- Antes de que pudiera terminar la frase, el de piel canela le dio un golpe en la nuca.
-- Ya vamos, no le hagamos enfadar más, que después le tengo que soportar yo. --
La castaña rió un poco, yendo ahora hacia la sala de reuniones junto a los otros dos chicos. El aire allí dentro era un poco tenso, aunque JungKook había aceptado la operación de robo, no estaba nada a gusto o convencido de esta. Aún se encontraba resentido con Park, y tener que jugársela por el omega, no le hacía especial gracia.
Pero bueno, él haría cualquier cosa por ver a YoonGi feliz, solo era por eso que aceptaba.
-- ¿Dónde estábais? -- Preguntó calmado, pero serio, el joven jefe mientras palmeaba sus piernas para que su pareja se sentase sobre estas. --
-- Estábamos practicando y se nos fue el tiempo, solo eso. -- Dijo sentándose donde su alfa le indicaba, sintiendo como este apoyaba su propia barbilla en su hombro.
Tal y como siempre, apagaron las luces de lugar y dejaron el proyector encendido, el cual estaba utilizando Jennie para explicar el plan que habían realizado. -- Bueno, esto es tarea fácil para nosotros, hemos robado más veces. -- Comenzó la chica mirando hacia la pantalla de la pared. -- Iremos al banco central de Seoul, el martes que viene a las doce y media de la noche. --
-- ¿El martes? ¿Por qué el martes? -- Inquirió JonGin sin entender muy bien.
-- Bueno, digamos que el último chico con el que me acosté era policía nacional; es un hombre un poco retorcido, y corrupto. Por lo que con un poco de buen sexo y dinero he conseguido que apague las alarmas esa noche que él está de guardia. -- Ante esto Jeon sonrió, esa chica que conocía desde hacía años era de las personas más resolutivas que conocía. -- Gracias a esto, no tendremos problemas con la policía, no llegará alguna alarma de robo a la central. --
-- Creo que cuando me vaya de aquí, Jen debería de ocupar mi lugar de estratega. -- Comentó el pálido, totalmente convencido de que esa chica tenía una cabeza brillante.
La chica sonrió ante el halago. -- Si eso significa cobrar más, yo digo sí. En fin, sigamos. JaeBum, JonGin y HyunJin estaréis fuera; Bum, tú conducirás la camioneta y no puedes moverte del volante ¿Entendido? JonGin y HyunJin harán guardia en la puerta. YoonGi, Soyeon y yo estaremos en mitad del camino, llevando el dinero hacia la entrada para que los que estén fuera lo guarden en el vehículo, aunque antes me tenéis que dejar unos minutos para desactivar las cámaras. ¿Alguna pregunta hasta ahora? --
-- ¿No puedo ir con JungKook y TaeHyung? -- Inquirió Hwang frunciendo sus labios, sabía que la misión no era peligrosa, pero quería tener sus dos encima de sus familiares.
-- Negativo, jovencito, ellos dos con ayuda de JunHoe entrarán por el dinero, son los más ágiles. Harán el trabajo más rápido y tendremos menos riesgo de cualquier cosa. --
Bueno, no le agradaba en absoluto aquello, pero no podía decir u objetar algo más, la castaña tenía razón, por lo que simplemente asintió agachando su mirada, estaba inquieto, después de todo a la última misión que fue casi matan a YoonGi y él casi muere asfixiado por culpa de su progenitor. Algo de trauma le había dejado.
-- Seguiré ya que nadie más pregunta. Aunque no es una operación arriesgada, llevaremos armas. Encima nuestras lo más esencial, pero el gran armamento estará en la camioneta, es apenas por si acaso, ya os digo, siquiera nos vamos a encontrar con la policía. Hace falta que el martes por la tarde alguien me ayude a cargar el vehículo. --
-- Yo, yo puedo. -- Dijo JonGin mirando a la chica, quien le miró con una deja enarcada.
-- ¿Alguien más que no sea el idiota este? --
YoonGi rió por lo bajo, no sabía ya cuanto tiempo llevaban esos dos en un juego extraño. Al principio era ella quien iba detrás de él, pero este no quería nada, después fue al contrario, y cuando JonGin había conseguido tener una cita y acostarse con ella, Jennie al día siguiente actuó igual de fría que siempre. -- Vuestros dramas por privado, por favor, tenemos demasiado con la pareja explosiva principal. -- Pidió entre risas el pálido.
-- Cállate que esto lo hacemos por tu novio el del culo de nubes de azúcar. -- Espetó el peliazul rodando los ojos y cruzándose de brazos. -- A mi me parece bien, me gusta poder ir con JungKook. --
Era algo obvio, el de piel canela tenía un cometido en la vida, y era no dejar que Jeon JungKook le pasase nada, absolutamente nada. Por eso mismo es que le daba igual qué tenía que hacer, se sentía tranquilo y seguro al poder ir junto a este a la misión. -- Bueno, pues eso es todo... el martes por la mañana acordamos a qué hora estar aquí, por favor sed puntuales y estad preparados mentalmente, no es peligroso pero lo tenemos que hacer rápido. --
Todos asintieron y entonces, después de un larguísimo día allí, pudieron irse.
JungKook estaba en la cocina cortando fresas y echándolas en un bol, estaba contento puesto que iba a hacer algo que de lo que hacía tiempo que no podía disfrutar, un baño con burbujas relajantes junto a su pareja.
-- J-JungKook-ssi, me voy. -- Anunció el menor de la casa, a lo que el nombrado le miró con confusión.
-- ¿Te vas? ¿A dónde? Son casi las nueve de la noche. --
La verdad es que HyunJin no se lo había dicho a su dos mayores no porque fuera algo malo, de hecho ellos ya sabían que estaba viéndose con un chico que no tenía que ver con la mafia, pero esto era un poco... vergonzoso. -- ¡Tiene una cita! -- Gritó el peliazul desde el baño.
Entonces Jeon pudo ver a la perfección como las mejillas de Hwang se coloreaban de forma notoria. -- ¡HYUNG, NO ES UNA CITA! -- Dijo devolviendo el grito, joder, no eran hermanos de toda la vida pero a veces lo parecían demasiado.
-- Que va, solo te vas con un chico que te atrae a cenar, le vas a invitar y encima vas así de guapo. Si eso no es una cita, no sé lo que es. -- Contestó en tono de burla el omega, apareciendo por la cocina solo vistiendo una bata, estaba listo para meterse con su pareja en la bañera.
-- Bueno ¿Llevas preservativo por lo menos? -- Esta vez fue el alfa mayor quien había hablado, tomando un trozo de fresa y dándoselo en la boca a TaeHyung, quien se había puesto a su lado.
¿Acaso no iban a dejar de avergonzarle en todo el rato? -- N-no vamos a hacer nada de eso... solo voy a invitar a JeonGin a cenar... a su padre le queda menos de un mes de vida, el necesita despejarse... -- Murmuró tomando aire. -- Es precioso, pero nunca haría algo como eso en estos momentos que él no se encuentra bien. --
-- ¿Viste que educado? Es gracias a mi. -- Aseguró Kim sonriendo orgulloso.
-- Sí, sobre todo lo habrá aprendido de ti, omega consentido y malhablado. -- Refutó su novio rodando sus ojos para seguir cortando la fruta. -- Está bien, HyunJin, cualquier cosa nos avisas, llévate llaves de casa y ten cuidado al volver. --
-- Claro, hyung. Vosotros... disfrutad, pocas veces no estoy en casa, hoy es el día que podéis hacer todo el ruido que queráis sin crearme otro trauma. --
Los dos mayores rieron, recibiendo un beso de parte del más joven antes de que saliera por la puerta. Ese chico les había quitado un poco de privacidad, pero sin duda alguna, les había aportado muchas cosas bonitas, sobre todo a Tae. -- Cuando te veo sonreír por él, me siento el hombre más feliz del mundo. Tienes esa familia que siempre anhelaste. --
Las palabras de Jungkook le hicieron sonreír un poco avergonzado, ellos no solían decirse cosas demasiado dulces, eran más agresivos en todos los sentidos, pero sí, TaeHyung no podía evitar endulzar las cosas cuando HyunJin estaba de por medio. -- Sí, tus padres, tú y él; bueno, y YoonGi que es la mascota, sois mi familia.-- Dijo mirando su muñeca, donde compartía el tatuaje con Kook. -- Perdón por lo de esta mañana, sé que no me debería de enfadar porque no me marques, tenemos un trabajo de riesgo. --
-- Tae... -- Para el menor era un tema complicado, después de todo, él también sentía necesidad de estar enlazado con él. Nadie se imaginaba el esfuerzo que tenía que hacer por no marcarle cada vez que tenían relaciones. -- Siempre lo hago, pero te prometo una vez más que lo haré, te prometo que tan pronto como pueda, lo haré. --
Ambos se miraron con una expresión seria, siendo el azabache quien suspirase para acercarse al más mayor. TaeHyung dejó que los brazos de su pareja lo tomasen, él limitándose a rodear la estrecha cintura contraria con sus largas piernas. -- Te creo... te creo. -- Susurró Kim apoyando su frente en el hombro de Kook.
El de cabellos azules tendría que seguir esperando porque ese momento llegase, deseando cada día poder lucir una marca de ese joven alfa que adoraba, pero esa noche iba a disfrutar de un relajante baño con fresas entre los brazos de su amado. Esa noche solo necesitaba eso.
Todo lo demás vendría solo.
O no.
¡Hola angelitos míos! Espero que hayáis disfrutado del capítulo después de tanto tiempo, lo siento por la tardanza. A la obra le queda poquito para terminar . :(
Cuidadse mucho, por favor. Os quiero.
Gracias por el apoyo que le dais a la historia, estoy completamente agradecida.
290121.
Kisssuu.~~
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