treinta y cinco
Era de mañana, pero no cualquiera, era la más estresante de toda la vida que JiMin llevaba recorrida, se sentía tan inquieto que siquiera ir a la universidad ese día era una opción. -- YoonGi-ah ¿Estoy a tiempo de retractarme? -- Preguntó el rubio frunciendo sus abultados labios.
Pudo distinguir la risa de su pareja, y pronto también las manos de este acariciarle el rostro con dulzura. -- No, cariño. Deja de preocuparte, es una misión tonta, robamos tu dinero y listo. --
-- La última vez que te fuiste de misión casi te pierdo, no quiero volver a experimentarlo. --
El alfa, que se encontraba subiéndose sus pantalones no pudo evitar sonreír admirando al chico que se estaba sentado al borde de la cama. Normalmente ellos dormían cerca del uno al otro, ya sabéis, al principio de una relación se duerme abrazados y todo eso, pero después cada uno va tomando su postura cómoda. Sin embargo esa noche el omega había dormido sobre él, no dejándole escapar en ningún momento.
Con su pantalón sin desabrochar; al igual que su camisa, Yoon se acercó al menor de nuevo. Con sus dedos peinó los mechones rubios de la persona que amaba, recibiendo de su parte besos inocentes, sin alguna doble intención, en su desnudo abdomen. Al estar YoonGi de pie y el contrario sentado, se encontraban a esa diferencia de altura perfecta.
-- De verdad, estate tranquilo, ahora me voy a trabajar y volveré esta noche con el dinero, sin más. Mañana mismo preguntaremos si es posible iniciar tu tratamiento en Canadá, si es así, entonces nos iremos en seguida que terminemos de tramitar todo. Una nueva vida allí, una normal. -- El tono de voz grave que su hyung usaba para hacerle entrar en paz era usualmente efectivo, pero ahora era demasiado complicado hacerle tranquilizar.
-- Lo intentaré... de todas formas creo que iré a casa de algún amigo esta tarde, no sé si quedarme aquí solo todo el día va a ayudar en algo. -- Murmuró alzando su rostro, dejando a YoonGi ver esos orbes blancos, por los cuales pronto esperaba poder ver.
El alfa murmuró un asentimiento, encorvándose un poco para poder tomar los labios abultados entre los suyos, acariciando el cuello del joven mientras lo besaba con calma. JiMin colocó sus manitas sobre las del pálido, adorando la sensación de tener la yema de los dedos de su hyung acariciando esa zona tan sensible.
Con cuidado se separaron apenas unos centímetros, pudiendo robarse el aire el uno al otro. -- Muy pronto, si lo aceptas, me encantaría marcarte... -- Susurró el de ojos felinos tomando después el labio inferior de su pareja para tirar con cuidado de este.
-- Uhm, suena bastante tentador. -- Respondió sobre los labios ajenos, sintiendo como estos sonreían.
Le gustaba mucho YoonGi, tanto como para escogerlo como compañero de vida. -- Estaré impaciente porque pase, ahora me tengo que ir, nos vemos en la noche. Te amo, bebé. -- El alfa pellizco una de las mejillas de su chico y se separó para terminar de abrochar su ropa, debía de darse prisa.
El día de hoy era demasiado importante, gracias a esto JiMin iría a poder ver, estaba impaciente por llevarle a miles de lugares, enseñarle las estrellas y sobre todo ver sus orbes brillar por las cosas que le gustasen.
Esa misma tarde del tan esperado martes Jennie ya se encontraba guardando todo en la camioneta que usarían, siendo ayudada por JonGin. La castaña estaba concentrada, antes de las misiones era verdaderamente importante que pensaran todo con detenimiento, cualquier mínimo detalle que se les escapase podía ser el fin, por eso es que la joven no cesaba hasta que encontraba todo a la perfección.
Ahora se encontraba dentro del vehículo ordenando todo para poder usar su laptop, era el aparato que les permitiría tener todo controlado. -- Oye, Jen ¿Escuchaste que YoonGi se irá después de la misión? -- Inquirió el alfa metiendo una caja llena de munición.
-- Ahá, lo sé, YoonGi-ssi habló conmigo personalmente. -- Dijo ella con su mirada puesta sobre la pantalla.
-- ¿No te gustaría en algún momento terminar con todo esto? Tal vez hacer lo mismo que YoonGi hyung, buscar una vida digna... --
JonGin escuchó como ella rió con suavidad, ahora si mirándole. -- No lo sé, no creo que una vida normal esté hecha para mi, suena demasiado irreal. De cualquier forma, deja de desvariar y mete todo dentro, salimos en poco tiempo. --
El moreno asintió con su cabeza, como hacerle entender a la fémina que lo que más le gustaría era poder salir con ella, tal vez reunir un poco de dinero e irse, escapar de esa mala vida, pero parecía algo tan lejano. No queriendo hacerle enfadar se dispuso a seguir con su trabajo, metiendo las armas y además un par de botiquines de emergencia, por si tenían que curar algo con rapidez.
De esa forma los minutos pasaron, y todos los implicados en esta misión estuvieron allí.
El vehículo era conducido por JaeBum, a diferencia de muchas veces antes, que iban en silencio o por lo menos sumidos en conversación seria, ahora estaban hablando alegremente por el camino. -- ¿Cómo se siente estar en la última misión, terrón de azúcar no azucarado? -- Inquirió TaeHyung hacia el pálido, haciendo por supuesto reír a los demás.
-- La verdad es que se siente demasiado bien, omega feo. --
Kim, que se encontraba sentado en las piernas de JungKook, rodó sus ojos mientras jugueteaba con el arma que tenía entre sus manos. -- Cuidado, no vaya a ser que consigas hacer tu última misión con éxito pero te acabe matando el omega más bonito y temido de toda esta industria. Aún estoy a tiempo. --
Una broma un tanto macabra y extraña, pero YoonGi sabía a la perfección que aquello no era en serio, por eso simplemente le sonrió con una de sus cejas enarcadas. Nunca antes lo hubiera podido aceptar, pero estaba seguro que allí en Canadá iría a echar de menos hasta al insoportable y malhumorado joven.
Tenía ganas de huir de esto, pero extrañaría en demasía a todo su equipo.
Jeon estaba escuchando las bromas de todos de fondo, HyunJin reía por las tontas discusiones de sus mayores, Jennie y JonGin le reprochaban con burla a JaeBum lo feo que se encontraba concentrado conduciendo, y Soyeon sonreía mientras montaba su arma, cargándola con munición. Manteniéndose al margen el alfa se llevó callado todo el camino, con sus ojos cerrados dejando su nariz posada en la curvatura del cuello de su novio.
-- Llegamos, Jen, haz lo que tengas que hacer. -- Dijo JaeBum estacionando el auto; y toda la seriedad que no hubo en todo el viaje, de repente apareció.
Siguiendo el plan hecho por Jennie, salieron todos, solo quedando Jb al volante por si tenían que salir con prisa de allí. Dentro del vehículo comenzaron a tomar lo necesario, regalándose algunas sonrisas de complicidad antes de salir. HyunJin salió detrás de sus dos familiares, y antes de que estos pudieran entrar, el azabache tomó las manos de los dos haciendo que lo mirasen -- Nos vemos esta noche en la cena, cenaremos juntos los tres. -- Dijo, apretando las manos de esas dos personas que adoraba.
JungKook le miró, palpando a la perfección el nerviosismo del joven. -- Claro que sí, cocinaré pasta y cenaremos en la sala con una película, HyunJin-ah. -- Aseguró el jefe de la mafia desordenando los cabellos del chico.
Ahora que había tenido el asentimiento de uno de ellos, sus ojos se posaron en el peliazul, quien le sonrió y besó su frente, dejando sus labios posados en este lugar durante varios segundos. Todos admiraron la escena con sus ojos abiertos por la sorpresa, nunca, absolutamente nunca habían visto un gesto como ese de parte del omega. -- Vamos, no quiero tardar, tengo cena familiar esta noche. -- Dijo para comenzar a andar, colocándose el cinturón y el arma de forma correcta.
Desde fuera, Jennie accedió al programa de luces de la calle, cortando cada uno de los cables, de aquella forma las cámaras de seguridad estarían fuera, no solo las del edificio, sino la de locales cercanos que por casualidad también pudieran captarlos.
-- Dale, abre la puerta, sin miedo, ya os dije que no sonará la alarma. -- Dijo la castaña y HyunJin disparó al cristal de la puerta, todos los demás estando girados para evitar que algún cristal dañase sus ojos.
La bala había atravesado la puerta haciendo un pequeño agujero, el cual fue haciéndose grande debido al joven que fue dando golpes en los borde de este con la parte de atrás de su psitola. -- Venga, pasad. JonGin sunbaenim y yo estamos haciendo guardia. -- Hwang quiso parecer convencido, pero en realidad se moría por ir detrás de TaeHyung y JungKook.
Debía de confiar en ellos, debía de acatar las órdenes de sus superiores y quedarse allí, dejando que los demás avanzasen. Y así fue, el resto del grupo se adentró por los pasillos. Como lo habían planeado, estaba siendo una misión tranquila, no tenían nadie en su contra, solo tenían que tomar lo que buscaban y punto.
-- El banco central de Seoul es muy grande... no me lo esperaba. -- Murmuró SoYeon mirando todo a su alrededor mientras avanzaban. Habían subido algunas plantas del edificio, ahora estaban en la tercera de cinco que había.
-- Lo es, nosotros ya nos tenemos que quedar aquí, daos prisa en traer las bolsas con dinero. --
YoonGi fue el que habló, según lo que su amiga había planeado, él, ella y SoYeon debían de quedarse en ese punto del lugar, esperando a que los tres sobrantes trajeran las bolsas con el capital esperado.
Todo sería más fácil si pudieran usar el ascensor, pero claro, no había electricidad así que debían de usar las escaleras.
Con ayuda de linternas, TaeHyung, JungKook y JunHoe buscaban la cámara segura donde guardaban el valioso dinero. Se encontraban mirando los letreros puerta por puerta hasta que el último encontró la habitación. -- Joder, para qué querrán tantos despachos. Por fin. --
De una fuerte patada consiguieron abrir la puerta, ahora encontrándose con otra más, esta por supuesto siendo una gran capsula que parecía imposible de abrir, aunque vamos, nada lo era para ellos, siquiera una caja fuerte gigante. -- JungKook ¿Crees que se abrirá con un disparo? -- Inquirió JunHoe mirando la cerradura.
-- No, pero si podemos derretirla con el láser. No es problema. -- De uno de los apartados que llevaba en su cinturón sacó dicho objeto, además de las gafas de seguridad para no lastimar sus pupilas.
TaeHyung y el otro joven miraron hacia otro lugar, y cuando vieron que el acero estaba lo suficientemente deteriorado dispararon a la cerradura, y esta vez si que acabó por romperse. -- Woh... qué de pasta... -- Murmuró TaeHyung viendo todo lo que se encontraba en el interior.--
Los tres se habían quedado admirando los billetes durante unos segundos, aunque no tardaron en bajar de la nube para ponerse en marcha. Con toda la rapidez que podían estaban amontonado los papeles de colores en una de las bolsas que traían para bajarlas al piso donde se encontraban sus compañeros. -- JunHoe, baja esa y JungKook esta. Mientras voy yo amontonando otras más. -- Ordenó TaeHyung y los otros dos asintieron.
El peliazul se quedó solo en esa habitación llenando las bolsas con tanto dinero como le era posible.
-- Con que toméis seis bolsas más, está perfecto. -- Dijo YoonGi al tener en sus manos las que JunHoe y JungKook habían traído. -- Dale, vamos a darnos prisa y con suerte en menos de media hora estamos de camino a casa.
Estaban funcionando impresionantemente bien, ambos alfas volvieron a subir encontrándose con el de piel canela con una bolsa nueva preparada. -- Jun-ah, llévatela, en seguida JungKook te sigue. -- El chico asintió y se fue a dejar el dinero de nuevo al otro grupo.
-- Te ves caliente tan concentrado... -- Susurró JungKook de pie viendo como su novio estaba sentado en el suelo, contando el dinero y guardándolo, debía de llevar la cuenta de todo lo que se estaban llevando.
-- No seas idiota, me vas a desconcentrar. -- Dijo el peliazul con sus orbes caramelo puestos en los papelitos de colores.
Por lo menos hasta que un ruido le alertó.
Kim parecía un arma creada perfecta para sobrevivir en este mundo de mierda. Con habilidad, tomó el tobillo del alfa y tiró de este, haciendo que cayese al suelo; Jeon había sido sorprendido al ver como tres balas colisionaban contra la pared, en dirección donde el debía de estar.
-- ¿Quién carajos está... a-ahí...ahí...? -- TaeHyung sintió como un nudo se formaba en su garganta, podían pasar miles de años que nunca podría olvidar ese olor, ese aroma que le hacía querer vomitar al instante.
-- ¿Tae? Tae te estás poniendo pálido ¿Qué pasa, quién hay ah- --
Cuando menos lo esperó JungKook del techo comenzó a caer granos de arena del propio cemento, de repente abriéndose un agujero de donde bajaron dos personas. Al ver que TaeHyung no reaccionaba de ninguna de las maneras, el alfa intentó cubrirlo empujándole a un lado, no contó con que uno de los contrarios tomase su cabello y tirase hacia arriba. -- Wop, Jeon JungKook, hace años que no te vemos, pequeño ¿Tus padres bien? La última vez que os vimos nos jodisteis bien... y además os llevasteis algo que era nuestro. --
El omega realmente estaba a punto de vomitar, tenía su mano estando a punto de sacar la pistola de su cinturón, pero no podía, simplemente estaba congelado mirando a esa mujer que se encontraba tomando el cabello azabache de su pareja. -- Kang Hyori... -- Fue lo único que fue capaz de articular. Esa mujer era la mano derecha del hombre que mató a sus padres, de su peor pesadilla.
-- Que bien verte, aunque sé de alguien que se alegrará más que yo, TaeHyung. --
El nombrado, por fin pudo reaccionar, viendo como el hombre que acompañaba a la beta había sacado su pistola, dispuesto a disparar en la cabeza de JungKook. El peliazul se había puesto de pie y entonces el desconocido lo apuntó a él. -- T-Tae... estate quieto... -- Suplicó JungKook, si veía a TaeHyung morir ante sus ojos iba a ser lo peor que le iba a pasar en la vida.
De los ojos del nombrado se escapaban lágrimas a pesar de tener su ceño fruncido. -- Suéltale Hyori, suéltale o te juro que lo vas a pagar, me doy igual, lo sabes, pero tienes en tus manos a mi razón de vivir, así que suéltale. --
-- ¿Que suelte? ¿Por qué debería de soltar? -- La fémina tiró bruscamente de la cabeza de Jeon, dejando completamente visible su cuello. -- Eres el tesoro y ser más preciado de mi alma gemela, ¿Crees que es bonito para mi, TaeHyung? Pues claro que no, no tengo por qué tenerte compasión. -- La afilada uña del dedo índice de la mujer recorrió la piel sensible de JungKook, quien por supuesto no se estaba quejando, apenas tenía su mandíbula tensa.
Se había hecho daño en su pierna al momento en el que Tae lo había tirado al suelo, aunque era la única forma en la que podía haber esquivado las balas, no podía culparlo, pero ahora le era imposible meverse, dolía a horrores. Sus manos estaban tomando la muñeca de la fémina que lo tenía tomado del cuello, pero tampoco podía hacer demasiado más que apretar.
-- ¡Te digo que lo sueltes! -- Gritó TaeHyung a pleno pulmón acercándose a ella, no pensando y dejándose llevar por la ira.
Eso lo llevó a que el hombre que la acompañaba se moviera con rapidez placando al omega de la peor manera, incluso rompiendo su nariz. -- ¡¡TaeHyung!! ¡Agh...! ¿Qué carajos quieres? -- Exclamó Kook mirando con ojos furiosos a Hyori, quien le sonreía divertida.
-- Tal vez matarte, Tae se llevó la atención de mi destinado ¿Por qué no llevarme por delante al suyo? -- Murmuró ella deslizando su mano libre hasta la cara de JungKook, apretando esta y clavándole las uñas un poco en el proceso. -- Tu omega es una puta barat- --
Bang.
Los ojos de Hyori y JungKook se posaron con rapidez hacia donde el disparo había sonado, la respiración del alfa se había cortado al pensar que este había sido en contra de TaeHyung. Fue como volver a la vida ver como su chico se quitaba el cuerpo inerte del desconocido de encima.
El rostro del peliazul estaba lleno de sangre, su nariz no paraba de sangrar haciendo que le costase respirar, joder, si no solucionaba eso rápido era capaz de ahogarse por la sangre.
-- ¡Que sueltes a JungKook te estoy diciendo Hyori! -- Bang, bang.
-- ¡No, no, TaeHyung! ¡Tae! -- Ahora si, dos disparos habían sido para el chico de piel canela.
Jeon estaba intentando zafarse del agarre de la mujer, pataleando con su pie adolorido mientras sus ojos no le permitían tener visión de nada por las lágrimas.
-- Tranquilo, pequeño Jeon, que exagerado eres. -- Aquella era una nueva voz. El nombrado miró hacia la puerta, divisando como un hombre entraba por esta mientras limpiaba sus manos llenas de sangre. -- Sois pesados, he tenido que matar a un par de ustedes para poder llegar hasta aquí... Y tranquilo, nunca mataría a mi tesoro, solo han sido disparos en sus piernas ¿Qué tal, TaeHyungie? Que crecido estás... -- Dijo con una sonrisa lasciva en el rostro, Dios, el de piel canela se veía precioso.
-- ¿Por qué... por qué...? Para de jo-joderme la vida -- Pidió TaeHyung al ver a ese hombre frente a él de nuevo después de tantos años.
Deseaba que esto fuera una de sus pesadillas, que JungKook lo despertase ahora mismo y lo abrazase fuerte, no quería estar ahí, no con ese hombre que le violó y lo maltrató durante tanto tiempo, que mató a su familia y lo mantuvo encerrado robándole la vida. -- Ya lo dije cuando tenías once, ibas a ser un omega bonito, no me equivoqué. -- El hombre se agachó para estar a la altura de Kim, quien fue a apuntarle con la pistola, pero esta fue brutalmente quitada del medio por un manotazo del más mayor. -- No intentes matarme, cariño, pondrás peor las cosas... --
La mano de Wang JaeSang se movió hasta llegar al cuello de TaeHyung. No había marca, aquello lo sorprendió. -- Déjame... deja a JungKook... -- Dijo entre lágrimas el peliazul, su nariz dolía y no podía respirar bien, cada vez más mareado.
-- Te aseguro que ese alfa no te quiere tanto, no hay marca, no te quiere a su lado... puede que solo seas su arma al final. -- Apretando el cuello del de piel canela con una de sus manos, el poderoso alfa miró a Jeon. -- Que desperdicio, ahora me lo pusiste fácil para hacerlo mío definitivamente. --
Hyori estaba allí presenciando esto, que le dolía más que nada, porque estaba profundamente enamorado de ese hombre que estaba completamente loco, era demasiado hiriente ver como después de todo seguía prefiriendo a ese omega.
JungKook sacó fuerzas de no supo ni donde, sacando su pistola y apuntando hacia la cabeza del hombre, apretó el gatillo y disparó... lo que no esperó es que la mujer sacase un arma blanca, una con la que corto su mano derecha en el intento de que no disparase.
El grito de dolor del alfa se pudo escuchar por todo el edificio, haciéndole compañía al gruñido gutural que se escapó de la boca de JaeSang cuando la bala impactó en su brazo. -- Joder, puto niño. -- Se quejó el mafioso mirando todo el charco de sangre que se estaba formando bajo Jeon.
-- JungKookie... -- Llamó sin fuerzas el de piel canela, estaba devastado, no sabía como siquiera estaba consciente.
-- ¡JungKook! ¡TaeHyung! -- Aquellos gritos a lo lejos eran de YoonGi, que estaba subiendo las escaleras.
Eso consiguió alertar a JaeSang. -- Hyori, rompe el cristal nos vamos, nos esperan. --
La mujer, que ya no consideraba a Jeon como una amenazada, rompió el ventanal del cuarto piso, mirando hacia abajo, allí los estaban esperando su equipo con una sábana en tensión, extendida y tomada por ellos con fuerza, solo debían de saltar. Y iban a hacer.
-- ¡No, no, no, Tae! -- Gritaba en llanto un mareado JungKook, viendo como se estaban llevando a su pareja, que lo miraba con los ojos entreabiertos. -- ¡Kim, aunque la vida me cueste, no dejaré de quererte y buscarte! ¿Te enteras? ¡Aunque la vida... aunque la vida me cueste...! --
Lo último que pudo ver JungKook fue como uno por uno aquellos mafiosos saltaban llevándose a su persona favorita, su omega. Para cuando YoonGi llegó a la habitación, se encontró con el ventanal destruido, un hombre muerto en el suelo y JungKook desangrándose por su, ya no, mano derecha. -- ¡¡JungKook!! -- Exclamó al verle.
Este mismo cayó completamente inconsciente una vez que su amigo hizo acto de presencia. No podía más, se habían llevado a su vida entera por aquella ventana.
Hula, angelitos míos. En este capítulo no sé si decir "espero que lo hayáis disfrutado" jsjsjs, diré simplemente, espero haberos hecho sentir cosas con este capítulo, que NO ES EL ÚLTIMO, así que tranquilidad.
Aquí os dejo un apartado para desahogaros o insultarme por hacer esto:
ASdf, os quiero mucho, no os enfadéis demasiado. </3
Cuidadse, porfi.
Kisssuuuu.~~
200221.
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