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cuarenta y dos



No existía ni una sola palabra que YoonGi pudiera usar para describir el sentimiento que le recorrió de pies a cabeza al recibir aquella llamada a las 05:32 am. TaeHyung seguía vivo. JungKook había encontrado al pitufo malhumorado. 

Aunque el pálido no fuera  a decirlo en alto, había llorado; y JiMin se había encargado de limpiar sus sentimentales lagrimillas con cariño. No es como si el omega hablase demasiado sobre eso, pero él por supuesto que también estaba deseando que el chico de cabellos azules -según el recordaba- apareciera. Sabía que no era su culpa, que no había obligado a nadie a participar en esa misión donde tenían que robar al banco central; pero que el de piel canela se hubiera jugado la vida por él... aquello lo había traído mal durante mucho tiempo. 

Fue una madrugada intensa, con demasiadas emociones que no le dejaron dormir. Tanto era así, que de forma inevitable YoonGi estaba dejando salir feromonas debido a sus apasionados sentimientos; y aquello provocó que la bebé  de apenas más de un mes, que estaba dormida en la cuna al lado suyo también despertase. 

De esa manera, JiMin había terminado por tomar en brazos a su pequeña para volver a meterse en la cama junto al alfa, haciéndole inevitablemente reír por juguetear con su cachorrita.

Claro que en cuanto JungKook había llamado anunciando la aparición del chico que amaba, el pálido quiso en seguida organizar su reencuentro, verse todos juntos. Min sin pensarlo demasiado estuvo casi a un click de comprar los vuelos a Corea; pero fue Kook quien lo detuvo, relajándolo y asegurándole que en unos días ellos serían quienes se movieran a Canadá. 

Así es como nos situábamos en un martes que para muchos era un día más corriente, pero para YoonGi era uno de los días más especiales que pudiera recordar; junto al día que conoció al omega de mejillas regordetas y cuando su hija nació. 

-- Ash... el vuelo tardó un poco más de lo previsto, deben de estar tomando ya las maletas. -- Murmuraba para si mismo, moviendo su pierna con bastantes nervios. Estaba esperándoles en la puerta de salida junto a más personas que venían a buscar a sus conocidos y familiares. 

Sin esperarlo su teléfono vibró en su mano anunciando un mensaje de texto; y al pensar que podía ser JungKook avisándole de algo lo miró rápidamente, pero no, se trataba de su omega. << Amor, deja de estar nervioso, lo siento por la marca. Son nuestra familia y están a salvo, hay que estar felices, no alterados. << 

Y sí, su precioso chico tenía razón. -- ¡YoonGi hyung! -- Escuchó levantando la mirada del aparato en seguida. Pronto tuvo que abrir los brazos, recibiendo entre estos a Hwang. Dios, ese chico ya estaba más alto que él. 

-- Jinie... -- Saludó el pálido estrechándole entre sus brazos. Había cuidado de él durante meses cuando JungKook no podía y TaeHyung no estaba; a pesar de que al principio su relación no fue la más estrecha, gracias a eso se acercaron como nunca pensaron que harían. -- Estás enorme. -- Dijo con una suave sonrisa mirándole de arriba abajo, su cabello estando ahora rubio y largo. 

-- Tampoco le felicites mucho, ser más alto que tú es fácil, azucarillo caducado. -- 

Esa forma de hablar, aquellas palabras empleadas, esa voz... nunca pensó que le echaría tanto de menos. YoonGi y TaeHyung se miraron unos segundos antes de que el pálido tomase la muñeca del omega ahora pelinegro y tirase con suavidad de su cuerpo, así pudiendo abrazarlo con delicadeza; pero demostrándole cuanto había extrañado saber de su bienestar. -- Estás aquí... no sabes lo que me alegra, Tae. -- Susurró, sintiendo como el susodicho dejaba suaves golpecitos en su espalda de modo de consuelo. 

TaeHyung no sabía como ser cariñoso en realidad. 

-- Ya te lo dije, YoonGi, bicho malo nunca muere ¿Por qué iría a hacerlo yo? -- 

-- Eres muchas cosas, pero malo no está entre ellas, Kim. -- 

El alfa se separó para evitar el poder incomodarle, esta vez sus ojos felinos posándose sobre su mejor amigo, su hermano de otra madre. -- Jeon, no homo hermano, pero estás tremendo. -- Bromeó, por supuesto también acercándosele para abrazarle. 

-- Un poco tarde para decir no homo, estás saliendo con JiMin, un chico. -- Rió Jeon, incluso dejando un beso sobre los cabellos oscuros de su hyung. 

YoonGi lo había dicho bastante en serio. Había sido testigo de como JungKook había tocado fondo al haber perdido a Tae, o por lo menos creerlo así. Había adelgazado de sobre manera y sus músculos casi que había desaparecido. Obviamente ahora no estaba del todo recuperado, pero el tiempo en el hospital psiquiátrico le habían ayudado a mejorar. 

Su cabello ya no se encontraba como antes por debajo de su barbilla, se lo había cortado con un undercut que se veía bien en él y llevaba su frente al descubierto. 

-- ¿JiMinie está en casa? -- Preguntó Hwang bastante feliz de poder ver al de mejillas abultadas de nuevo, había sido un gran consuelo por las noches en las que extrañaba el calor fraternal que TaeHyung suponía para él, quería mucho al rubio y se alegraba de nunca haberle culpado de nada. 

-- Está allí, pero no sé si se habrá despertado, cuando me fui estaba tumbado boca arriba con sus extremidades estiradas, su boca abierta babeando y nuestra pequeña encima suyo. Los dos dormidos como dos marmotas. -- 

El de piel canela rió de forma irónica, rodando sus ojos avellanas. -- Me pregunto quién les habrá inculcado esa costumbre de dormir tanto. -- 

-- Si te soy sincero en estos últimos años JiMin ha dormido más que yo con diferencia. Todo lo que hemos vivido no me permitía descansar. -- Murmuró el pálido, siento entonces consciente de que apenas hacia poco tiempo que había podido empezar a dormir de la forma correcta. 

-- Yah, no le des demasiadas vueltas, gatito; todo eso terminó. Vamos a casa, estoy cansado del viaje. -- Se quejó TaeHyung tomando la mano de JungKook, quien lo miraba con la mayor adoración que le cabía en el alma.  

-- No queda muy lejos. -- Informó YoonGi guiándoles hasta el auto. 

El hogar de la familia Min/Park se encontraba a las afueras de la ciudad, por eso no se tardaba demasiado desde el aereopuerto, de hecho, había veces que os aviones que pasaban por allí hacían demasiado ruido por estar a punto de aterrizar. Posiblemente era la única pega que le podía poner a su casa. 

No habiendo mentido, en menos de lo que el chico de piel canela esperaba ya se encontraba en esa chalet de dos plantas -y sótano por lo que Yoon le había contado por el camino.- El jardín se veía cuidado, estando decorado por varias flores y un sillón balancín. Sin duda, era una casa que derrochaba ambiente familiar. 

YoonGi abrió la puerta, y entonces tuvieron a Peachy y Holly allí saludando, la madre del primer cachorro tardando un poco más en llegar, pero finalmente estando allí segundos después. -- Bienvenidos a nuestro hogar. -- Dijo un demasiado sonriente YoonGi. 

No sabía cuantas veces había soñado con este momento, tantas que no estaba seguro de si era una vez más producto de su imaginación; y en realidad no estaba pasando. 

-- ¿Yoon? -- Se escuchó la voz del omega rubio en un pasillo cercano, pronto dejándose ver con una pequeña niña. -- Hola... es un placer teneros aquí. -- Saludó, su corazón oprimiéndose sin siquiera entender demasiado el por qué. 

En serio se había culpado todos estos meses por la desaparición de ese joven; ahora se sentía egoísta por alegrarse de que haya vuelto porque no tendría cargo de conciencia para siempre. 

Fue TaeHyung el primero en acercarse a él, y si JiMin era sincero se asustó un poco, puesto que el omega le miraba con una expresión neutra, cada vez estando más cerca. El no saber qué iba a hacer el ahora azabache le hacía sentir pequeñito. El de mejillas adorables no entendió el por qué, pero las manos ajenas alzaron su barbilla conectando ambas miradas. -- Lo conseguimos, la misión realmente fue un éxito. Pagamos tu operación y ahora eres capaz de ver. -- 

-- T-Tae... -- Murmuró el omega más bajo estando al borde de las lágrimas que se acumulaban detrás de sus gafas redondas. -- Y-yo- --

-- Tú debes de ser la pequeña Alice ¿Verdad? -- Le interrumpió sonriendo hacia la bebé, que lo miraba con ojos expectantes. Tenía la mirada afilada de su padre alfa, al igual que su cabello negro como el carbón, pero su boquita y mejillas eran de JiMin, se podía apreciar a leguas. -- Es lind- -- Antes de poder terminar de hablar, la bebé llevó su manita llena de saliva hacia la mejilla de su tío. -- Iugh, olvidad lo que estaba a punto de decir. -- 

Los presentes rieron, JiMin permitiéndose inclinarse un poco hacia delante para apoyar su frente contra el hombro de TaeHyung. -- Gracias, gracias de todo corazón, Tae. -- Susurró el rubio con su cuerpo temblando, pronto teniendo la mano del otro omega acariciando sus cabellos dorados. 

-- Ya está, como se nota que sales con el azucarillo, sois igual de dramáticos. Todo está bien, algodoncito de azúcar. --

-- Yah, deja que mi amor se sincere y disculpe, lo ha estado pasando mal. -- 

YoonGi no tardó más en acercarse a su pareja para abrazarle desde detrás, dejando desde aquella posición besos sobre su nuca e incluso a veces bajando a la marca que les unía a ambos, sabiendo que era la mejor manera de consolar al joven.

Con bastante ilusión tanto JungKook como HyunJin se acercaron a ver a la pequeña de la familia. Para el alfa más pequeño era alucinante verle allí, después de todo, había vivido un poco de la etapa de embarazo de Park, así que estaba deseando que el pastelito saliera del horno. -- ¡Es preciosa, hyungs! -- Dijo él apretándole con suavidad una de sus mejillas, en seguida ganándose una intento de sonrisita de su parte. 

-- ¿Puedo? -- Le preguntó a ambos padres mirando a la cachorra, y claro que ambos asintieron, JiMin estirando los brazos un poco para acercársela. 

Con toda la delicadeza que Jeon tenía en su interior tomó a la criaturita en brazos, quedándose fascinado cuando sus ojos se encontraron. La niña se había quedado absorta ante el rostro de su tío alfa, parecía realmente encantada. -- Hola, bebé, estoy muy feliz de conocerte. -- Murmuró viendo como la chica parpadeaba alucinada, llevando sus dos manos al rostro ajeno, tocándolo así aleatoriamente. 

La escena, por imposible que TaeHyung creía que fuera a suceder, lo estaba conmoviendo. Lo achacaba a su lobo; sería realmente extraño si su omega no se sintiera emocionado al ver a su pareja con un cachorro entre sus manos. Tal vez en un futuro podrían, pero ahora tenía muchos traumas que solucionar y muchas de las que ocuparse. 

-- Ayer Yoon y yo preparamos mucha comida rica para que cuando llegaseis pudierais comer ¿Os apetece? -- Sugirió el omega anfitrión, pronto teniendo la mirada suplicante de HyunJin sobre él. 

-- ¡Por favor, JiMinie hyung! Fueron demasiadas horas de vuelo y estoy hambriento. -- 

Park rió un poco, alzando su mano para acariciar los cabellos del alfa joven y alto. -- Bien, vamos a comer. En vuestro estancia aquí os vamos a cuidar como reyes. -- Dijo girándose un poco para depositar un beso sobre los belfos de su pareja. Canela, JiMin sonrió al detectar el aroma a felicidad que YoonGi estaba dejando escapar. 

El primero en moverse fue el de cabellos dorados, siendo seguido por HyunJin y TaeHyung, más atrás yendo los dos chicos que se habían criado juntos. JungKook iba entretenido con su sobrina en brazos besando las palmas de sus manitas con cariño. -- Oye, Kook ¿Pensaste en lo que te dije? -- Inquirió en voz baja. 

-- Sí, lo hablé con mi manada. -- YoonGi supo que se refería a TaeHyung y HyunJin. -- Hemos decidido que posiblemente nos mudemos también, aquí, cerca de ustedes... -- Contestó y a YoonGi no se le pudo formar una sonrisa más grande en el rostro; no durándole demasiado. -- Pero viajaremos a Corea a veces, porque la mafia no cerrará, solo trabajaremos en ocasiones muy especiales. Somos una mafia con prestigio, no aceptaremos misiones que no nos convengan, solo muy pocas llevaremos a cabo y con sumo cuidado y seguridad. -- 

-- U-uh... bueno, entiendo. Espero que así sea de verdad. Creo que la libertad es lo que más anhelábamos desde pequeños... en mi libertad decidí desvincularme completamente, y tú en la tuya decidiste hacerlo de forma parcial. Estoy contento de que por fin hayamos podido escoger, y no haya sido una orden de nuestros padres. -- 

JungKook le sonrió con un asentimiento de cabeza, después dejando un beso sobre los cabellos de la bebé. -- ¿Por qué Alice y no otro nombre? --

-- Se va a criar en Canadá, le va a ser más fácil tener un nombre inglés que Coreano, además, Mimi y yo la vamos a cuidar de maravilla, como del país del que viene. -- Contestó haciéndole referencia a la película. 

-- Bueno, esperemos que no se pierda persiguiendo a ningún conejito. -- Bromeó junto al mayor, no tardando en apreciar lo que tenía a su alrededor. TaeHyung estaba sentado frente a HyunJin en la mesa, habiendo sido obligados por JiMin para que no hicieran nada y se sintieran cuidados. 

Park y YoonGi estaban sacando la comida, colocando la mesa repleta de comida que olía a bienvenida. -- Tú en serio has traído la suerte a esta familia. -- Una vez más le habló a ella dando un suave toque en su naricita de botón, provocándole un estornudo. -- Gracias, Alice. -- 

No más sentirse perdido y desolado, no más noches durmiendo, no más días sin probar bocado, no más dormir sin el calor de la persona que amaba, no más. Ahora solo le quedaba disfrutar de todo lo que se avecinaba en su vida; y estaba más que dispuesto a hacerlo. 


Hola, angelitos. La vedad es que no sé muy bien cuantos capítulos quedan, si dos o uno, depende de como lo organice jsjs, pero vaya, que el final de "Dispara" está ahí mismo. 

He creado una nueva historia Kookv que se llama "¡TaeHyung-nim, míreme!" Si queréis apoyarla lo agradecería con todo mi corazoncito, ya que está recibiendo muy, muy poco apoyo. Pero claro que todos tenemos una vida, así que lo entiendo a la perfección. 

Gracias por estar aquí en esta obra un día más. Os quiero. Cuidadse. Kissuu~~. 

210921

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