Después del incidente y enterados de todo, sus padres quienes estaban al cargo de él se hicieron de la vista gorda con excusas como: Es la edad, o simples problemas de jóvenes.

Aun así el detonante que los obligaría a buscar ayuda profesional como un psiquiatra, ocurrió poco tiempo después, digamos unas tres semanas.

Lastimosamente ocurrió dentro de las instalaciones educativas.

Cada determinado tiempo las pertenencias de los estudiantes eran revisadas para prevenir drogas o cosas dañinas a su salud. Su sorpresa fue tan grande como aquel moco que llevaba ese niño de primer año que lloraba por su madre.

Encontraron restos de cuervos, algunos completos y otros sin alas o picos, todo dentro del casillero de joven peli rojo.

Se actuó como lo correspondía, contó el chico en aquel cuaderno;

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"Adam odia a los animales, si no lo hubiera hecho él me lastimaría. Ya no quiero que mis bracitos tengan marcas, duelen mucho".

"Mamá, ¿Por qué lloras? mírame, estoy bien, no me hizo nada esta vez. La muerte de otro me salvó ¿no es eso suficiente? ¡Anda, sonríe, así eres más hermosa!" .

"Papá, Adam dice que eres una mala persona, Dime que miente por favor".

"Papá, Adam siempre tiene razón".

"Chicos malo, dice que eres".

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Sin duda, la familia fue muye afectada y más aún porque no habían muchos casos reconocidos como este.