Capítulo 43
Capítulo final
Despierto por una pesadilla que no puedo recordar, sé que es una pesadilla porque mi corazón late como loco y estoy sudando, frente a mí, a unos metros distingo a EunWoo profundamente dormido, hay mucho silencio, no se escucha nada, estamos en un vagón tumbados en colchonetas en el suelo, bueno, TaeHyung se acostó en dos asientos al igual que MoonByul, me incorporo con cuidado un tanto somnoliento, restriego mis ojos apartando la manta que me habían dado, tomo mi chaqueta y mis cosas. Salgo del vagón con un pequeño salto, la fogata sigue prendida, en el otro vagón están los demás durmiendo.
Miro el túnel en dirección donde vinimos, no puedo ir a ciegas en la oscuridad, no me da confianza y no me apetece hacerlo, necesito una linterna. Volteo mirando a la pelirroja que baja de un salto, no luce somnolienta, luce muy despierta.
— ¿Te vas? —como si hubiera leído mi mente me extiende una linterna—Acabo de colocarle nuevas pilas, no se te apagará.
— Gracias—la acepto—Pensé que todos dormían.
— Cuando tienes hijos es difícil dormir bien—se cruza de brazos con una pequeña sonrisa.
— ¿No eres muy joven para tener hijos?
— No me siento joven—mira el fuego—Tuve a GaRin a los quince años, en ese entonces si era joven.
— ¿Enserio se llama GaRin?
DaHye me mira de nuevo.
— ¿Te dijo su nombre?
— Sí.
— Por tu expresión supongo que conociste a alguien llamado así—aparto la vista enfocándola en la linterna de mi mano—Y supongo que ella ya no está viva.
— No.
— ¿Era familia?
— Era la hermana de mi prometida—aclaro mi garganta al sentir mi voz débil, el fuego sigue consumiendo la madera—Murió hace...poco, de hecho. Su nombre era Lee GaRin.
— Lo siento mucho, YoonGi—dice mi nombre por primera vez. La miro y ella me mira, DaHye toma una bocanada de aire antes de decir—El padre de GaRin murió cuatro años después de tenerla, ocurrió un accidente.
— Lo siento mucho.
— ¿Sabes a dónde irás?
Para nada, probablemente me arroje a un zombi.
— No me gusta estar rodeado de muchas personas.
— Dijeron que su grupo era grande también—asiento—Tampoco me agrada estar rodeada de muchas personas.
— Supongo que no te vas por tu hija.
— Así es—sonríe un poco—¿Te acompaño a la estación?
— ¿Omma? —una vocecita interrumpe. La niña aparece restregando sus ojos, bosteza somnolienta, DaHye se acerca al vagón permitiendo que estire sus brazos a ella, la chica la carga y...GaRin me mira—Hola, ahjussi.
"Si GaRin estuviera aquí le habría agradado esta niña"
— ¿Te desperté?
— No, descuide.
— Acompañaré a YoonGi a la estación...
— No, no es necesario—pueden no agradarme mucho los niños, pero no soy tan maldito para hacerlas pasar peligro—Iré solo, la niña necesita de ti.
— ¿Te vas? —EunWoo se ha despertado. Sale del vagón acercándose a mí—A este punto debe ser de noche.
— Está bien.
— No lo está.
— Los dejaré solos—dice DaHye antes de regresar al vagón con su hija. EunWoo me sienta junto a la fogata y toma asiento a mi lado, la linterna sigue en mi mano, ¿Realmente quiero irme?
— Quédate.
— EunWoo, no tienes que cuidarme.
— Ya te lo dije, no te cuido, hago esto porque no mereces acabar así—pone su mano en mi hombro—Yo también me siento miserable, ¿Crees que no me decepciona saber que estuve dedicando mi vida a un gobierno que usa su pueblo como ratas de laboratorio? —por primera vez parece molesto—Soy tan culpable como ellos, YoonGi, pero sigo viviendo porque no puedo rendirme.
— Yo quiero rendirme.
— YoonGi, el dolor pasará, el ser humano se adapta a cualquier situación—aprieta mi hombro un poco—Y perdona que te diga esto, así deba dejarte inconsciente no te dejaré ir.
Quiero golpearlo por ser tan bueno, pero al mismo tiempo quiero agradecerle por intentar animarme. GaRin sabía lo que hacía dejándole esa carta.
"Sigue sobreviviendo"
— ¿Qué pasa si no me adapto?
— Buscaré la manera de que lo hagas.
— EunWoo.
— No, no me importa lo que digas...
— Escúchame, idiota—lo callo—Gracias por venir y acompañarme.
— ¿Estás deseándome la muerte con eso?
— No—niego con la cabeza riendo un poco—Hablo enserio, gracias.
— No me agradezcas, lograremos seguir sobreviviendo.
— En la carta GaRin dijo eso mismo, que sigamos sobreviviendo.
— Entonces hazlo, aunque sea difícil, hazlo.
...
— Oye—alguien acaricia mi cabello—YoonGi, despierta—abro mis ojos encontrando una cabellera rubia, mi vista va aclarándose y distingo a...—Necesito hablar contigo.
— ¿Heize? —miro alrededor. Sigo en el vagón, pero no veo a los demás, es como si estuviera solo—¿Qué...?
Me incorporo sintiéndola muy real, la abrazo con fuerza y ella corresponde mi abrazo dando palmaditas en mi espalda, respiro profundo deseando quedarme allí.
— También me alegra verte de nuevo—sonríe al separarse, aun así, no suelto sus manos—Estás haciendo lo que puedes, ¿Sabes eso?
Su ropa es la misma de ese día de la autopista, no hay mordida ni sangre en ella. Luce muy normal.
— Heize...
— Las pesadillas que tienes eres tú mismo torturándote—toma mi rostro entre sus manos acariciando mis mejillas con sus pulgares—No eres culpable de nada, ¿Me escuchas? No tienes que sentirte culpable.
— Debí cuidar mejor a tu hermana—acaricio sus muñecas—Debí cumplir mi palabra, lo que a GaRin le pasó es mi culpa.
— No lo es—deposita un beso en mi frente y otro en mis labios, se siente tan real que olvido que esto es un sueño, sonríe dulcemente abrazándome—No estás solo, ¿Sí?
— Las perdí a ambas, perdóname—sollozo sin poder detenerme. Lloro en su hombro y ella lo permite acariciando mi espalda.
— No nos perdiste, has sobrevivido solo, continúa haciéndolo, verás que vale la pena.
— No te vayas por favor, quiero ir contigo y GaRin.
— YoonGi—me mira—He visto a mis padres y no te odian, tampoco te odian, saben que no eres culpable de nada.
Aparto mis lágrimas, pero siguen saliendo. Heize levanta mi rostro colocando su mano en mi barbilla.
— GaRin me odia.
— No, al contrario.
— ¿Dónde está ella? ¿Por qué no está aquí? ¿No quiere verme?
Sus ojos me miran fijamente, inclina su cabeza de lado antes de decir lo siguiente:
— Está buscándote, por eso debes seguir sobreviviendo.
— No, ella murió, yo la vi...
— No murió, YoonGi, GaRin sigue viva.
El próximo es el epílogo
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