JungKook y MoonByul habían conseguido algo de ropa junto a algunas latas de comida en una tienda que se mantenía abierta las veinticuatro horas del día. YoonGi y yo en cambio habíamos conseguido algunas cositas para el bebé de Nam y HwaSa. MoonByul condujo a casa, había otras más por el vecindario, pero no quedaban sobrevivientes. Las chicas habían revisado algunas casas sin conseguir nada interesante, sólo comida. Una vez llegamos a casa todos bajamos del auto, ansío enseñarle a HwaSa lo que conseguí. Sorprendentemente NamJoon se encuentra en la cocina sirviendo una limonada.

— ¿Qué tal les fue? —pregunta al vernos.

— Aceptable—responde MoonByul. Nam nos sirve un vaso de limonada a cada uno.

— Traje muchas cosas para el bebé—sonrío. Saco de mi bolso el peluche de koala—Pensé en el bebé apenas lo vi.

NamJoon lo toma viéndolo con atención, JungKook bebe su limonada de un trago, MoonByul bebe la mitad guardando aquellas latas en el refrigerador. YoonGi no bebe, pareciera dudoso, tomo un trago para calmar la sed mostrándole la ropa de bebé que conseguí. La situación cambia cuando el primero en caer es JungKook, se ha desmayado de la nada.

— Jung...—MoonByul se acerca con intenciones de ayudar, pero se detiene con un mareo. Incluso yo comienzo a sentir mis párpados pesados.

— ¿Qué le pusiste a la limonada? —escucho a YoonGi.

NamJoon no dice nada, mira a MoonByul caer al suelo inconsciente. YoonGi me atrapa cuando mis piernas pierden fuerza, en su rostro es evidente la preocupación.

— ¡¿Qué hiciste, NamJoon?!—YoonGi voltea a verlo, no puedo hablar siquiera, de repente me siento muy cansada para hacerlo—¿Dónde están los demás?

Nam mira el peluche en sus manos, de repente sus ojos se vuelven llorosos, ¿Qué acaba de hacer?

— Lo siento, GaRin—me mira—Necesito la cura para HwaSa y el bebé.

— ¿Estás loco? —YoonGi me mantiene en sus brazos. Intento permanecer despierta más tiempo, enserio lo intento—No te duermas, ¿Me escuchas? —su voz se va alejando—GaRin, quédate conmigo, no te duermas.

Enserio lo intento.

Mis ojos ceden al cansancio y antes de caer inconsciente escucho un grito de YoonGi donde dice mi nombre.

...

Puedo abrir mis ojos en una habitación muy pálida, estoy acostada en una cama, hay un reloj en la pared, a mi izquierda hay una puerta abierta que da hacia el baño, me incorporo algo desorientada, sin saber que ocurre. Camino tambaleándome hasta la puerta de la extraña habitación, intento abrirla sin mucho éxito. En la pequeña ventana veo un pasillo nada más.

Retrocedo teniendo el primer recuerdo de las palabras de Nam.

"Lo siento, GaRin. Necesito la cura para HwaSa y el bebé"

— Oh no—doy un respingo al escuchar la puerta abrirse. Giro sobre mis talones encontrando dos militares armados, una mujer de cabello azabache aparece vistiendo con una bata de hospital, retrocedo reconociéndola.

— También me alegra volver a verte, GaRin—los militares entran, pero se mantienen en la puerta—¿Nos sentamos? —señala la cama donde segundos antes estaba acostada.

Obedezco manteniéndome alerta, la doctora Meghan está en un extremo y yo del otro. Sus ojos azules lucen tan dóciles como el primer día que la vi. La doctora tiene una libreta en su mano, la abre tomando un lapicero del bolsillo de su bata. Estoy en shock, no puedo creer que NamJoon haya hecho esto.

— ¿Dónde están los demás?

— Siguen vivos, no les he hecho nada—escribe unas cosas y me mira—Que bueno que te encontramos a tiempo.

— Quiero ver a YoonGi.

— Lo verás cuando esté curado como tú.

— ¿Qué fue lo que me inyectó?

— Se supone que primero inyectaríamos sangre de zombi para tomar anotaciones, cada cuerpo reacciona diferente al virus, pareciera que muta en cada ser vivo—indica. YoonGi había sospechado eso al inicio e incluso lo noté, no todos los zombis eran iguales—Pero tu cuerpo se defendió, no te convertiste, GaRin—me mira fijamente cruzando sus piernas—Tu propio cuerpo bloqueó el virus—señala mi brazo—Supongo que ya lo confirmaste.

Veo la cicatriz de la mordida del zombi.

— ¿Tu asma sigue molestándote?

— No.

— Según los análisis de sangre que te hice al llegar, el virus ha curado esos detalles—vuelvo a verla.

— ¿Cómo sabe que es el virus?

— Normalmente cuando inyectamos a las personas con el virus se convierten en zombis, sus anticuerpos desaparecen, el virus los hace débiles y dependiendo de la resistencia de cada persona se convierten más rápido o más lento—indica—Contigo el virus no hizo efecto, tu cuerpo creó más anticuerpos combatiéndolo, como si se tratara de una simple gripe. ¿No lo entiendes? El virus no te debilitó, te hizo más fuerte. Cuando llegaste el refugio tus pulmones estaban afectados por tu asma e incluso me lo dijiste, revisé de nuevo y no hay debilidad en ellos.

Sigo desconfiando de todos, no soy una rata de laboratorio.

— ¿Por qué experimentar con el bloque rojo? Son personas más vulnerables...

— Son órdenes que tenemos, GaRin.

— Que excusa tan ridícula.

Ella respira profundo.

— Para el gobierno el bloque rojo es para experimentar sobre el virus—ladea su cabeza—Tú eres la cura, necesitamos generar más, salvarás vidas.

"Todo no puede ser tan bueno como lo pinta"

— NamJoon cree que le dará la cura a su novia y su bebé, usted dijo esa noche que debía usar una dosis doble con ella...

— Si salía mal el experimento contigo debía probarlo en ella.

— ¿Está segura que la cura servirá en ella?

— Debemos hacer unas pruebas.

— No las haga en ella—pido—HwaSa ansía mucho tener su bebé sin problemas, use la cura en ella cuando esté segura de lo que hace.

— Está bien.

— ¿Con esto dejará de experimentar en los demás?

— Claro—asiente—Estábamos buscando la cura y ya la encontramos. Se supone que EunWoo debía traerte, pero resultó imprevisto todo esto—se levanta de la cama tomando sus cosas.

"¿EunWoo?"

— ¿Qué? ¿EunWoo?

— Lo enviamos para buscarte, el chico es un excelente militar, era el indicado para esto—comenta—No esperaba que tu propio amigo te delatara.

"Maldito EunWoo"

— ¿Qué pasará con los demás?

— Por ahora están separados del resto, precaución, ya sabes.

— Quiero hacer algunas peticiones—me levanto—Si soy la cura debo tener privilegios, si quieres que ayude tienen que escucharme, ¿Trato?

La doctora me ofrece su mano con una pequeña sonrisa.

— Trato.