Jennie's pov:

—¿Y ya están saliendo? —preguntó Joohyun con una sonrisa.

Mordí mi labio inferior y asentí.

—Algo apresurado, pero... No lo sé, con Lisa me siento... Como si... Nos pertenecieramos.

Nayeon mordió su labio inferior.

—Aw. Que lindo —murmuró.—. ¿Y vino a dejarlos? —preguntó.— Los vi temprano, bueno, las vi. A ti colgada en su cuello besándola.

—Vendrá a buscarnos también. Se está esforzando mucho, cambió la motocicleta por un auto y su departamento por una casa... Es... Lindo.

Joohyun sonrió.

—Me hace inmensamente feliz verte así. —murmuró estirando sus brazos hasta mí.

Ella y Nayeon me abrazaron.

—¿Jennie? —preguntó BamBam entrando al salón de maestros.— Te buscan afuera.

Asentí lentamente. La hora de clases acababa en diez minutos.

—¿Quién?

—Manoban —murmuró.—. Y Leo.

Asentí mientras veía al pelinegro salir del salón.

—Okay, me voy —dije rápidamente.—. ¿Nos veremos el viernes? —pregunté y ambas asintieron.— ¿A dónde iremos?

—Sorpresa —murmuró Nayeon guiñando el ojo.—. Invita a tu novia si quieres.

Asentí lentamente.

Salí del salón, caminé por el pasillo con rapidez y cuando llegué fuera me encontré con Lisa apoyada en su auto con un ramo de flores. Llevaba gafas, una camiseta de color gris que dejaba ver sus brazos tonificados y unos jeans negros ajustados.

Escuché el ruido de una bocina. En el auto estaba Leo sentado con unas pequeñas gafas y una gorra de pato.

—¡Mamá, hola! —gritó emocionado mientras hacía sonar el claxon del auto.

Sonreí y me acerqué hasta ellos.

—Hola, rubia. —murmuré uniendo nuestros labios.

—Ésto es para ti —murmuró entregándome el ramo.—. ¿Te gustan?

—Me fascinan.

—Lo sé, son tus favoritas. Apuesto que Jongin no te daba flores tan lindas. —murmuró y giré los ojos para luego volver a besarla.

—Lindo detalle —murmuré.—. ¿Debo pagartelo de alguna forma? —pregunté pasando mi lengua sobre mis labios.

A Lisa la ponía muy nerviosa verme hacer eso. Pasé mi mano por su cintura y la sentí tensarse.

—Mejor vamos al auto. —murmuró.

Leo me observó con sus pequeñas gafas.

—¡Mira mamá! Mami me las compró, y mi gorra de pato también.

Sonreí.

—Son lindos. Te ves guapo.

—Ya sé. —murmuró sentándose en su asiento y atando su cinturón.

—Los llevaré a almorzar y... Podemos ir a la playa luego. —murmuró Lisa.

Asentí lentamente.

—¿Tuviste buena mañana? —pregunté acariciando su cabello.

—Sí, me encontré con Seokjin. Tomamos un café y me dijo donde podía comprarles ésto.

—¿Mi Seokjin? —pregunté.

—¿Cuál más? —murmuró.— Disculpa, ¿tu Seokjin? —preguntó enarcando una ceja, asentí.— No, yo soy TU Lili. Él es sólo Seokjin, Seoktorpe para los amigos.

—¿Ahora quién es la celosa? —pregunté burlona.

—No son celos, quiero exclusividad —murmuró comenzando a conducir.—. Yo soy tuya...

—Lo sé —murmuré.—. Me lo dejas claro...

Ella se sonrojó. Mordí mi labio inferior recordando nuestra ducha temprano.

[•••]

Lisa y Leo estaban construyendo un castillo en la arena. El cachorro y el pato dormían sobre los asientos del descapotable.

Observé a mis amores una última vez y decidí recostarme en la arena para observar el cielo.

Estoy feliz. Realmente feliz, no como un feliz de "estoy cómoda" sino un feliz... Feliz. Lisa me hace así de feliz, hace mucho no me sentía tan... Viva, tan mujer... Tan... Deseada. Es decir, no es que Lisa me haga mujer, es algo de... Era más mamá que mujer, y desde que Lisa y yo nos dimos ésta oportunidad, me siento en equilibrio con la maternidad y... Mis necesidades. Antes cuando estaba con Jongin pasaba días sin tener sexo, porque.. Leo necesitaba ésto, Leo podía oír, Leo... Leo, Leo, y no es que el sexo sea algo realmente de vida o muerte, pero si es importante en la vida de cualquier ser humano, y con Lisa nos entendemos bien, ella me hace sentir cómoda, me pregunta que deseo, no me deja a medias y no debo esperar a alcanzar el orgasmo luego de ella como ocurría con Jongin . Lisa siempre procura que mi placer sea lo principal y eso... Me hace feliz, me ha hecho estar más relajada, también el hecho de que me bese y me abrace sin tener a Leo quejándose, me facilita todo, ya que es complicado dividir tu amor entre tu pareja y tu hijo.

Sentí el cuerpo de Lisa caer sobre el mío y sus labios pegarse a mi cuello.

—Hola, linda. ¿Qué haces? —preguntó en susurro.

—¿Y nuestro hijo? —pregunté empujándola y sentándome rápidamente para buscarlo de forma panorámica.

—Aquí, mamá. —murmuró Leo con los ojos cerrados. Está acostado en la arena con los pies enterrados en ella.

Lisa me observó molesta.

—Me sacaste.

—No.

—Sí.

—Ven aquí. —murmuré tomando su cintura.

—No, no quiero.

—Lili —murmuré haciendo un puchero.—. Ven.

Ella volvió a subir sobre mi cuerpo dejándose caer. Acaricié su cabello y bajé mi mano por su espalda.

—Disfruto esto —murmuró.—. Disfruto estar con ustedes.

—¿O sobre mí? —susurré en su oído.

—También me gusta... Pero sin ropa —susurró ella.—. Te quiero...

Cerré los ojos y sentí a Leo subir su pierna sobre la mía. Tiene la costumbre de hacer eso cuando duerme, apretar lo que sea o subir su pierna.

A veces es sonámbulo, he tenido suerte de que no se ha puesto en ese modo mientras Lisa y yo tenemos... Intimidad.

—El sol está pegando muy fuerte —murmuré—. ¿No te quema?

—Un poco.... —susurró.— Hoy... Saldré con Jackson a una reunión. Le presentaré a un amigo que llegó hace un par de horas...

—¿Quién?

—Mingyu —murmuré.—. Te lo presentaré mañana.

Sonreí.

—¿Cómo tu novia? —pregunté y ella asintió.

—Como mi chica... Mía, mía y sólo mía.

Sonreí ante sus besos en mi cuello. Que delicia los besos en el cuello, son mi debilidad.

—El viernes saldré con unas amigas —dije rápidamente.—. ¿Quieres venir con nosotras?

—¿Y Leo?

—Podríamos ir a dejarlo con mis padres... Así te presento como... Mi novia y... La madre de Leo.

—Aunque lo segundo ya lo saben...

—Sí.

—¿Me odian mucho? —preguntó.

—No. No tanto. —murmuré. Ella comenzó a reír.

—Acepto ir contigo el viernes.

El sol no me dejaba ver bien pero pude distinguir la sonrisa de Lisa. Escuché unos pequeños ronquidos a nuestro lado.

Definitivamente Leo podría dormir en cualquier sitio.