siete
Jennie's pov:
—No, tú no entiendes. Necesito saber si hay alguien rubia trabajando aquí. —murmuré a Nayeon mientras desayunabamos.
—¿Es la madre de Leo? —preguntó.— La chica intersexual.
—Eh, sí. —dije rápidamente.
—¿No te dio miedo que tal vez Leo pudiese tener los órganos sexuales contrarios? —preguntó Nayeon.
—No. —dije rápidamente.— ¿Por qué me preocuparía? Su madre fue una imbécil y aparentemente pensaba con el pene, pero no es extraño. —murmuré.— Y tampoco sabíamos si ella podría embarazarme, su médico de cabecera decía que debía hacerse estudios y muy probablemente no podría, es difícil que una persona intersexual pueda fecundar a alguien. —dije rápidamente.— De cualquier forma si hubiese sido intersexual, para mi hubiese sido natural.
—Cuando conocí a Jennie. —partió Joohyun.— Ella tenía tres meses de embarazo, y recuerdo que llamó a Lisa, porque yo le dije que estar tan deprimida no le hacía bien a su bebé.
Suspiré.
Aún recordaba eso. Me dolió arrastrarme tanto.
—¿Y qué sucedió? Nunca hablabas de ésto, cariño. —murmuró Nayeon.
—No es un tema fácil...
Flashback:
Un pitido. Dos. Tres.
Era la segunda vez que marcaba y estaba perdiendo la esperanza en que conteste. Ni siquiera es mi móvil, ella debería tomar la llamada.
—¿Hola? —preguntó una voz femenina desde el otro lado.
—¿Lisa? —pregunté.
—No, soy Dahyun. Lisa está en el baño. Ya te la paso.
Sentí la rabia invadir mi cuerpo. ¿Quién es ella?
—Gracias, linda. —dijo Lisa a la chica.— ¿Hola? Lisa, aquí. ¿Quién es?
—¿Lili? Soy... —sentí las lágrimas caer. Ya no lo soporto.— Soy Jennie... Yo... Llamaba para saber de ti y... Preguntarte si vas a volver.
Ella se quedó en silencio desde el otro lado.
—¿Lisa? —insistí.
—Te dije que no volvieras a llamarme, Jennie. No quiero saber nada de ti. —dijo molesta.— ¿Qué parte de 'no te amo' no entiendes?
—Lisa, tenemos que hablar. Tengo que decirte algo. Necesito decirte algo. —dije rápidamente.
—No quiero nada de ti, no quiero saber de ti, ni volver a verte. Déjame en paz, Kim. ¿Por qué tienes el descaro de insistir? Si quisiera seguir aguantando tus cosas estaría allá.
Colgó.
Abracé mi almohada y me hice bolita en la cama. Acaricié mi abdomen abultado.
Entonces seremos tú y yo...
Fin flashback.
—Supuse que se enteró del bebé o simplemente dejó de amarme, verdaderamente no me quería. Nunca la hizo.
—¿Y la odias? —preguntó Nayeon acariciando mi mano.
—Con toda el alma... Es lo peor que me pasó. Era una estúpida, y... Lo único bueno que me dio alguna vez fue a Leo.
—Leo es la viva imagen de Lisa. No creo que nos cueste identificarla entre los maestros. —murmuró Joohyun.
—Ya la encontré. —dijo Nayeon enarcando una ceja.
Nos giramos en dirección a donde su vista se encontraba. Lalisa Manoban...
Llevaba una camisa negra ajustada, sus mangas subidas hasta los codos, un pantalón negro ajustado y zapatos brillantes de color negro. Su cabello estaba tomado en un rodete y estaba haciendo bromas junto a Kim Taeyeon que parecía querer lanzarse sobre ella.
—Oh, mierda. Se acostaron. —dijo Nayeon.
—¿Qué? —pregunté rápidamente.— ¿Cómo sabes eso?
—Taeyeon es genial, no me malinterpretes, pero ella jamás pasa mucho tiempo con las chicas... Y de pronto con Lisa sí, es linda... Entonces deduzco que la razón por la que ambas se ven tan cómodas juntas es... Eso.
Sacudí mi cabeza negando.
—Es imposible. A Taeyeon no le gustan las chicas.
—¿Cómo sabes? —preguntó Joohyun.
—Una vez le pregunté. Fue el año pasado, cuando Jongin y yo nos dimos un tiempo antes de comprometernos. —dije rápidamente.
—¿Por qué le preguntaste? —dijo Nayeon burlona.
—¿Acaso la viste? Es hermosa. Quería saber si bateaba para mi equipo.
Joohyun soltó una risita.
—Aparentemente ya cambió.
—No, no lo cre.... —me detuve al ver como Taeyeon tomaba el mentón de Lisa y dejaba un beso en la comisura de sus labios.
Se observaron unos segundos y Taeyeon se alejó, segundos más tarde Lisa comenzó a caminar tras ella.
—Van a follar. —murmuré.
—Justamente debo ir al baño de maestros. Que infortunio. —dijo Nayeon poniéndose en pie.
—No, Nayeon... —intenté detenerla.
—Te trató fatal, está de regreso, tienes un hijo con ella y ni siquiera te ha llamado... ¿Crees que dejaré que folle con Taeyeon antes que alguna de nosotras? —bromeó y sonreí.— Es broma. ¿Crees que dejaré que te haga ésto? Pues no.
Se alejó rápidamente y Joohyun se puso en pie.
—Es momento de un reencuentro. ¿No crees? —preguntó Joohyun.
—No, yo... No lo necesito, sólo la quiero lejos de mi hijo. —dije rápidamente.— No la necesito cerca... ¿Cree que puede ignorar la responsabilidad, volver y acercarse a él?
—Pregunto... —murmuró.— Quiero preguntar... —enarqué una ceja y ella suspiró.— Nunca me dijiste si Leo era por ella.
Negué.
—Leo fue por su hermano menor, falleció el mismo año en el que me quedé embarazada y... Habíamos dicho que su primer hijo se llamaría Leo, bueno... Nuestro primer hijo, supongo que tenía la esperanza de que ella volviese... —suspiré observando mi anillo.— Pero no pasó.
Joohyun suspiró y tomó mi cintura abrazándome.
—¿Sabes que te amo y eres la mejor amiga que podría tener, no? —preguntó y asentí sonriente.— Yo jamás dejaré a mi sobrino, mucho menos a ti. Eres una gran mamá y espero que... Seas feliz junto a Jongin. —sonrió.
—Lo soy —murmuré.—. Es... El hombre perfecto.
Caminamos dentro de la escuela y Nayeon entró al baño de maestros corriendo. Taeyeon se quedó fuera mientras Nayeon le cerraba la puerta en todo el rostro. Lisa se acercó y tomó su cintura, Taeyeon se giró para besarla pero nos vio y decidió separarse.
—Hola, chicas. —nos dedicó su cálida sonrisa como de costumbre.
—Hola, Taeyeon —murmuró Joohyun.—. ¿Quién es tu amiga?
Lisa se giró y le sonrió a Joohyun.
—Soy Lalisa Manoban. —mencionó con un tono más ronco que antes.
Vaya. La pubertad se acabó.
Sus ojos chocaron con los míos y su rostro se quedó sin expresión, yo tampoco sé que decir.
Por alguna razón no puedo soltar todas las palabras de odio que sentí en su momento.
—¿Se conocen? —preguntó Taeyeon al ver que ninguna hablaba.— Por sus caras pareciera que vieron a un fantasma. —bromeó.
Lisa soltó una risita fingida y se acercó hasta mí. Estiró su mano y me dedicó una sonrisa.
—Lo lamento. Han sido tantos años, un placer verte otra vez, Kim.
—Me gustaría decir lo mismo, Manoban. —dije rápidamente con acidez.
Ella retiró su mano y su sonrisa se borró. La campana sonó por lo que Taeyeon bufó.
—¿Nos vemos luego? —preguntó a Lisa. Ella asintió y se alejó despidiéndose de todas.
—Bien, creo que iré a mis clases. ¿Tienes libre ahora? —preguntó Joohyun y asentí.— Nos vemos a la salida entonces.
—Nos vemos. —murmuré esperando a que Nayeon saliese pronto del baño.
—También tengo la hora libre. ¿Te gustaría charlar? —preguntó una animada Lisa.
—No. —dije tajante.
—¿Pasa algo? —preguntó— Uh, no te veo hace cinco años y parece que hice algo que te molestó.
Embarazarme y dejarme, por ejemplo.
—Ajá. —murmuré.
—¿Qué hice? Acabo de llegar —murmura.—. ¡Ya pasaron cinco años! —dijo rápidamente.— ¿Por qué aún me guardas rencor? Tienes un esposo y un hijo.
Espera. ¿Qué?
¿Tengo un hijo? TENEMOS.
—Me dejaste de la noche a la mañana —murmuré.—. No es que no te haya superado, es que te odio.
—¿Por qué? ¡Éramos niñas! —dijo rápidamente.
—Éramos una pareja que planeaba irse a vivir juntas el mes siguiente. —murmuré con los dientes apretados.
—No viene al caso, Jen —dijo rápidamente.—. ¿Crees que vale la pena odiarnos después de tanta agua bajo el puente? —bromeó.
La observé molesta.
—¿Qué haces aquí? —pregunté rápidamente.— Escúchame, sí, pasó mucha agua bajo el puente, pero algo que jamás cambiará es todo el asco que siento de haber estado contigo. Fuiste una hija de puta, me usaste y te fuiste dejándome... —me detuve antes de decir algo de lo que pudiese arrepentirme.— Dejándome sola.
Ella agachó la mirada.
—A mi también me dolió lo que tú me hiciste, pero lo superé y seguí —dijo rápidamente.—. Tú también seguiste, la diferencia es que yo no te guardo rencor.
—No tienes por que guardarme rencor.
—Excelente. Siempre haciéndote la desentendida. —giró los ojos.— Tal como cuando éramos novias y discutíamos.
—Y tú siempre fingiendo ser la pobre víctima. —dije con veneno en la voz.— Espero que no te cruces en mi camino, Manoban. La escuela es amplia, cruzarnos sería demasiado.
Ella soltó una risita amarga.
—Siempre tan dramática.
—Y tú siempre tan estúpida.
Ambas nos observamos molestas.
—Vine en son de paz. —levantó las manos.— Tú eres la rencorosa que vive atada al pasado.
Y a tu hijo.
—Sólo... No te me cruces. —dije rápidamente.
Nayeon salió del baño y se acercó a saludar a Lisa mientras yo me alejaba molesta.
¡Es una estúpida!
.
.
.
¡Hola! <3
Quería saber, ¿Les gustaría que haga un maratón?
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