sesenta
Jennie's pov:
—Estuvo bien. —murmuré jadeante mientras Lisa salía de mi interior con una sonrisa.
—Más que bien... —murmuró besando mi cuello.— Te amo... —ronroneó.
Me giré levemente aún desnuda. Sentí que se pegaba a mí y comenzaba a besar mi espalda desnuda.
—¿Quieres un masaje? —preguntó y negué.
—No, amor —murmuré.—. Me sacaste tres orgasmos, ¿qué más necesito? —pregunté burlona.
—Dijiste que eso relajaba a las embarazadas —murmuró ella besando mi espalda.—. Quería complacerte... Y hacerte sentir bien...
—Extraño darte sexo oral. —admití.
Ella soltó una risita y se levantó para ir al baño.
—Créeme, yo te extraño de rodillas frente a mí. Lo haces increíble.
Sonreí mientras me cubría con la sábana y realmente extrañaba ésto. Lisa me hace sentir sexy cada vez que me hace el amor... Y estando embarazada claro que extraño sentirme sexy.
Se duchó y en ese tiempo pude pensar. Leo tendrá un control en un mes. Tengo siete meses y... El próximo mes son ocho... Si todo sale bien, el doctor nos dirá si el tratamiento funcionó o debemos seguir...
Lo que me asusta es que en ocasiones esto suele ser dos o tres años en tratamientos intensos, hemos hablado de la posibilidad de donarle células madres.. Y mis hijas van a nacer y probablemente ellas... Bueno, su placenta y todo eso... Yo... Lo he meditado, ya que Leo no tiene hermanos y Jay no es genéticamente compatible con él.
Jay ya tiene casi cuatro meses y es un niño hermoso, su cabello es castaño y tiene un ojo de color café y otro azul, Lisa no notó aquello hasta hace unos meses. Es hermoso.
—¿En qué piensas? —preguntó Lisa recostándose a mi lado.— ¿Quieres más? —preguntó y sonreí.
—Siempre quiero más, pero no pensaba en eso... —murmuré acariciando sus abdominales marcados.
—¿Entonces? —preguntó ella llevando mi mano un poco más abajo.
Sonreí.
—Ya fueron tres veces, Lisa. No tengo más agujeros. —murmuré burlona.
Ella se sonrojó y soltó una risita nerviosa. Ambas comenzamos a reír como si de pronto el mundo hubiese dejado de caerse a pedazos.
—Quítate el beanie. —murmuré.
—No —gruñó ella.—. Hace frío y no me gusta ser pelona. Esperaré a que mi cabello crezca y lo teñiré, tengo una crisis de los treinta.
Solté una risita y llevé mi mano a su miembro acariciándolo suavemente mientras subía sobre ella.
—Te amo... Pelona pou. —me burlé y ella gruñó contra mis labios.
—Sabía que saldrías con eso —murmuró ella para luego soltar un gemido contra mis labios.—. Te amo tanto... Jennie...
[•••]
Lisa's pov:
—¿Por qué le cuesta tanto tomar pecho? —pregunté viendo como mi pequeño no podía tomar el pezón de Taeyeon.— Pou, está frente a ti. Yo con la luz apagada soy más ágil en eso.
—Deja de llamarlo Pou —murmuró Taeyeon mientras llevaba su seno cerca del bebé. Frotó su pezón levemente en la nariz del pequeño provocando que yo la mire extrañada. El bebé abrió más la boca y Taeyeon comenzó a amamantarlo.
—¿Y eso? ¿Por qué le das pecho a su nariz primero? —pregunté.
—Él abre la boca al sentir el seno arriba, y así... Lo acoplo mejor, no me causa heridas y el pezón queda donde debe para que el tome su leche.
Asentí lentamente y acaricié el rostro de Jay.
—Eres muy listo, Poucito.
—¿Cómo está Leo? —preguntó Taeyeon.— Le compré algo, lo tengo en mi habitación...
—Gracias —murmuré.—. Él perdió su cabello y lloró... Lloré, lloramos todos realmente —murmuré cruzandome de piernas.—. Pero finalmente... Me rapé y ahora estamos felices siendo identicamente calvos.
Ella soltó una risita y asintió. Mi hijo dejó de tomar pecho y Taeyeon me lo entregó.
—Sostén al pequeño. Iré por el regalo.
Se levantó y yo comencé a besar el rostro de Jay. Es hermoso. Sonreí entregándole su chupete.
Lo senté en mi regazo y decidí tomarle una fotografía para Jennie.
—Anda sonríe —murmuré y él se mantuvo serio.—. Hijo, hazlo.
No me obedeció en ningún momento. Terminé por fotografiarlo y ya, Jay siempre me deja mal.
El pequeño tenía heterocromía, Taeyeon lo notó a los dos meses cuando ya abría por completo sus ojos. Yo lo noté hace poco porque Jennie me ha dicho.
No soy buena con los detalles. Intento, pero me cuesta.
Taeyeon bajó mientras yo acariciaba el rostro de Jay quien había comenzado a reír mientras yo le hacía caras extrañas.
Es adorable. Extrañaba pasar tiempo con él... Estar en el hospital consume casi todo mi día, Jennie me dice que debería estar al menos una vez a la semana con Jay, pero dejar a Leo me hace sentir la peor madre de todo el planeta.
De cualquier forma he encontrado la manera de nivelar mis tiempos y estar con mis dos hijos sin mayor problema.
—Estás cada día más guapo, Pou.
Jay me quitó la gorra y la lanzó.
—Jay. No seas grosero con mamá —murmuró Taeyeon bajando con una bolsa de regalo.—. Espero que le guste.
—Lo amará y estará muy contento sabiendo que piensas en él.
—Siempre pienso en él. Era mi mejor estudiante, y sus compañeros lo extrañan mucho.
Sonreí.
Mi hijo es increíble.
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