[Play: Trouble - Never Shout Never]

Lisa's pov:

—¡Adiós, niños! —me despedí mientras Taeyeon se los llevaba a recreo.

A todos menos a uno que se devolvió corriendo.

—Maestra Danoban. —dijo rápidamente. Sonreí.

—Manoban. —lo corregí.

—Nanoban. —murmuró.— Lo siento.

—No, no. Manoban. —insistí a super K.

—Nanoban. —murmuró nuevamente.

—Uh, olvídalo. ¿Te escapaste? —pregunté y él asintió cerrando la puerta.— ¿Por qué? Eso no está permitido.

—Siempre lo hago, pero no me castigue, por favor. —hizo ojos de cachorrito.

Reí levemente.

—Tranquilo. Yo era peor, no soy buen ejemplo.

Él se subió sobre la silla y luego a la mesa. Dejó sus pequeñas piernas colgando y yo me apoyé en el escritorio cruzandome de brazos y pasando una de mis piernas delante de la otra.

—Su camisa negra es genial. —dijo él.

—Gracias, tu cabello es genial. Los rubios somos geniales.

Él asintió emocionado.

—¡Y sólo somos dos rubios en toda la escuela! —gritó emocionado.— ¡¿No es asombroso?!

Asentí sonriente.

—¿Qué te trajo por aquí, super K? —pregunté enarcando la ceja, movimiento que él imitó.

—Quiero aprender a tocar guitarra. —dijo decidido.— Quiero que me enseñe, porque todos dicen que mi mamá tocaba guitarra y como no la conozco... —murmuró apenado.— ¡Quiero que sepa que soy como ella! —gritó.— Así tal vez me ame y quiera conocerme.

Mi corazón se apretó levemente. No, no fue leve. Fue como si una morsa hubiese caído sobre mi pecho dañandome por completo.

—¿No la conoces? —él negó.— ¿Por qué?

—No sé. Todos en mi familia dicen cosas diferentes y difíciles para mí, dicen que al crecer, entenderé, pero yo quiero... Entender... Ahora. —apretó su puño entrecerrando los ojos.— Y no me dejan.

Suspiré y luego sonreí.

—Me recuerdas a mi hermano. Era tan decidido como tú. —murmuré.— Puedo enseñarte, super K. —dije rápidamente.— Pero debemos ir a tu recreo o Taeyeon probablemente se preocupe.

—Creo que le gustas. —dijo rápidamente.— Te coquetea. —elevó las cejas.

—¿Cómo sabes de eso?

—Porque soy guapo, y le gusto a todas las niñas de mi clase. Ya di mi primer beso pero en la mejilla. —murmuró.

Sonreí.

—Eres todo un galán.

—¿Le gustan las mujeres también? Son lindas, y huelen bien, aunque ninguna mujer es tan linda como mi...

—¿Dónde estabas, cariño? Me asustaste. Vamos a receso. —dijo Taeyeon abriendo la puerta.

—Pero —intentó refutar.

—Nada de peros. Fuera, fuera. A receso.

—Nos vemos, super K. —sonreí.— Luego seguiremos nuestra conversación.

—¡Adiós, maestra Nanoban! —dijo y suspiré.

—Es... Olvídalo. —dije viendo como se iba corriendo.

Taeyeon me observó sonriente.

—¿Fue difícil? —preguntó y negué.

—Son encantadores. Me encantaría tener uno de esos, sobretodo como super K. —murmuré.

—Son lindos. —mencionó.— Yo tengo uno de diecisiete. Se llama Yeonjun, sin embargo es mi sobrino.

—Oh. ¿Y tus hijos? —pregunté.

—No pude tener. Soy estéril.

—Mierda. Lo siento, Tete. ¿Puedo decirte Tete? —pregunté.

Ella asintió y caminó hasta mí.

—Puedes decirme Tete... O también puedes gemirlo, como gustes. —murmuró tomando la hebilla de mi cinturón.

—Uh. —murmuré.— ¿Hablas en serio? ¿Aquí? —pregunté.

Ella asintió.

—Si tú quieres... —murmuró y sonreí.

Nunca podría negarme a tener sexo.

—No tengo condón. —dije rápidamente.

—¿Y qué es ésto? —preguntó enseñandome uno que sacó de su bolsillo blusa.

Mierda. Pensó en todo.

—¿Dónde? —pregunté.— Soy... Tengo...

—Lo noté. —dijo rápidamente y rozó sus labios con los míos.— Es difícil de ignorar...

Me sonrojé pero la verdad mi ego subió bastante. ¿Qué? Me enorgullece mucho mi tamaño, con mi antiguo grupo de amigos competimos muchos años por tamaño. Seokjin y yo logramos coronarnos por tener el miembro más largo erecto, nos medía lo mismo.

—No estoy dura. —dije rápidamente.— No puedo ponerme el profiláctico sin tenerla dura.

—Eso se soluciona de inmediato. —murmuró antes de tomar mi mano y caminar fuera del salón.

No podría negarme a un buen polvo.

[•••]

—Joder, Tete. —gemí mientras la mujer de cabello oscuro se aferraba a mi espalda.

El baño de maestros es realmente estrecho, sin embargo sentada sobre el váter con Taeyeon saltando sobre mi miembro, todo era mejor.

—Joder, Lisa. —gimió ella.— Voy a... Voy... —gimió antes de que sintiera sus paredes contraerse alrededor de mi miembro.

—Tete... —gemí dejándome ir en el condón.

Taeyeon dejó caer su cabeza en mi cuello y sonreí sacando mi miembro de ella.

—Bien... Estuvo bien. —murmuré agotada.

La campana que indicaba el final del receso comenzó a sonar. Taeyeon se levantó y comenzó a arreglar su ropa. Dejó un beso sobre mis labios y se fue rápidamente.

Me quité el condón y lo boté en el basurero antes de subir mis pantalones esperando a no llegar tarde a mi siguiente clase.

Fue una buena bienvenida, pude distraerme y ya tengo una follamiga en el pueblo.

[•••]

Jennie's pov:

—¿Leo? —pregunté.

Mi pequeño estaba en su habitación coloreando un gran dibujo con crayones y pinturas.

—¡Mami! —gritó mi pequeño emocionado y se levantó de golpe y corrió hasta mí.— ¡Al fin llegas! ¿Y la abuela se fue? —preguntó.

—No, amor. Está esperando por ti para despedirse. ¿Qué dibujas? —pregunté.

—Oh, nada. —murmuró.— Es para una maestra, se ha puesto triste hoy, entonces le daré un dibujo.

—¿Y qué dibujaste? —pregunté sonriente.— Eres el niño más dulce de la tierra.

Tomé su rostro y comencé a besarlo.

—Mami. —soltó una risita.— Basta, basta. Mami, ya. —gruñó.— Me voy, no toques mis cosas.

Salió corriendo de la habitación y sonreí.

—¡Ve con cuidado en la escalera! —dije rápidamente y lo escuché detener su carrera.

Me acerqué a observar su dibujo y mi rostro cambió rápidamente. En el se veía una mujer rubia de ojos avellanas... Pero la única rubia de la escuela soy yo.

Hasta donde yo sé...

Tengo un mal presentimiento.