cuarenta y seis
Jennie's pov:
—¿Sigues sintiéndote mal? —preguntó Lisa acariciando mi cabello.— Amor, van dos meses. Deberías ver a un médico nuevamente y corroborar que todo va bien.
—Todo va bien, no pasa nada —susurré.—. Estoy algo mareada por lo que comí hoy.
—Debo salir a la tarde y me preocupa dejarte sola con Leo.
—¿A dónde vas? —pregunté rápidamente.
—A comprar algunas cosas, ya sabes.
—¿Con Taeyeon? —insistí entristecida.
Las últimas dos semanas todo el tiempo tiene algo con Taeyeon...
Ella se quedó en silencio y detuvo sus caricias en mi espalda.
—No, amor —dijo rápidamente.—. Jungkook y yo iremos a comprar materiales para la decoración de la habitación de Byeol. —murmuró retomando sus caricias.
—¿Cuándo nace? —pregunté.— No he tenido tiempo de llamar a Taehyung éstos días.
—En un mes la madre dará a luz y se las entregarán. Están muy emocionado —murmuró con una sonrisa.—. Ha sido duro para ellos no poder sentir a su bebé, y sólo verla por ecografías por la privacidad de la madre.
—¿Y para ti? —pregunté intentando no sonar molesta.
Lisa detuvo sus caricias nuevamente.
—Estoy con la madre de mi hijo.
—No con la de tu otro hijo. —insistí.
—¿A qué quieres llegar? Jennie, me refería a que debe ser duro para ellos no poder sentir a su bebé en el vientre, y lo digo porque sé que se siente —dijo algo molesta.—. No lo digo porque quiera estar con Taeyeon. Quiero estar contigo.
—¿Segura? Porque últimamente pasas más tiempo con ella y... Ni siquiera vienes a dormir aquí y...
—Jennie, yo... No puedo dejar mi casa como si nada —me cortó y me di media vuelta dándole la espalda. Ella se pegó a mí y me estremecí por completo.—. Y si fuese por mí, ustedes estarían allá conmigo...
—¿O Taeyeon y tu bebé? —pregunté.
—Deja a Jay fuera de ésto —murmuró.—. Él no tiene la culpa de que... Ésto esté ocurriendo.
—¿Cuándo le dirás a Leo? —pregunté rápidamente.
—Le diré en cuanto deba hacerlo, por lo pronto sólo me preocupa que se siga desarrollando bien y...
Sentí náuseas. Esas horribles náuseas.
Corrí hasta el baño y comencé a vomitar en el inodoro. Sentí a Lisa tomar mi cabello apartándolo, comenzó a acariciar mi espalda.
—Es todo, nos vamos al doctor —gruñó ella.—. No seguirás así, y hoy mismo te vas conmigo a mi casa, no quiero oír reclamos sobre ésto. No voy a dejarte aquí y así de enferma.
—¡Es estrés! —grité molesta.— Estoy pasando por un pésimo momento en mi vida y tú... ¡Ni siquiera pareces notarlo!
Lisa se quedó de pie junto a la puerta del baño y se cruzó de brazos.
—Mi hijo no tiene la culpa de ésto.
—¡Él no, pero tú sí! —grité molesta.— ¡Todo éste tiempo ni siquiera te haz dedicado a Leo! ¿Sabes qué me dijo el otro día? —pregunté poniéndome en pie con cuidado.— Que su mamá ya no lo amaba, y que probablemente volvería a irse.
Leo estuvo llorando las dos últimas noches diciéndome que hubiese preferido que Lisa no llegara otra vez si iba a irse. Eso me destrozó por completo.
—¿Por qué pensaría eso? ¿Se lo metiste en la cabeza, no? Joder. —murmuró molesta.
—¡No! ¡¿Yo meterle ideas?! ¡¿Yo que te he apoyado desde el primer momento?!
Ella se quedó en silencio.
—¡Eres una egoísta! ¡Ni siquiera sabes lo difícil que es para mi saber que vas a tener un bebé con alguien más! ¡¿Y qué haces?! ¡Lo único que te pedí que no hagas! ¡Alejas a tu hijo!
—¡No es mi intención! —gritó furiosa.— ¡Es el primer embarazo en el que estoy y también me perdí gran parte! ¡Sólo estoy asustada y quiero hacerlo bien!
—¿Y crees que dejando botado a tu otro bebé lo haces bien? Leo tiene casi cinco años, y ni siquiera sabes de que quiere su fiesta de cumpleaños.
—¡No lo ha dicho! —se excusó.
—¡Lleva un mes entero gritando por casa de que quiere la jodida fiesta! —grité molesta. Es increíble, ni siquiera le prestó atención ayer.
Ayer mientras Leo dibujaba cómo sería su fiesta de cumpleaños, le hablaba a Lisa. Le enseñó el dibujo y ella estaba charlando con Taeyeon por mensaje... ¡Joder!
—¡Perdón! ¡No soy perfecta! —insistió algo desesperada.— ¡No es mi culpa tener otro bebé en camino!
—¿Otro bebé? —preguntó Leo apareciendo en el baño algo somnoliento.— ¿Qué otro bebé? ¿Ya no soy tu bebé? —preguntó entristecido.
Lisa se quedó en silencio sin saber como actuar. Joder...
—Vamos a tu habitación, amor. Aún es temprano. —murmuré tomándolo en brazos.
—¿Qué bebé, mamá? —sollozó.— Yo soy el único bebé.
—Sí, cariño. Eres el único bebé. —murmuré acariciando su espalda mientras él sollozaba contra mi cuello. Probablemente no entiende mucho y su llanto es debido al sueño, odia despertar por ruidos fuertes. La ciudad en sí lo pone nervioso, sobretodo al despertar con ruidos desagradables... En éste caso los gritos, y asumo mi culpa.
Lo recosté en su cama mientras él aún sollozaba.
—No quiero que discutan por mi culpa. —murmuró y negué.
—Amor, fue por algo más. Tú no tienes nada que ver, te prometo que mami y yo estamos bien... —susurré y el asintió abrazando su mantita—. Te amo muchísimo...
El negó.
—Haz tu nariz pequeñísima, así. —susurró con los ojos entrecerrados y arrugando la nariz.
Sonreí y no pude evitar hacerlo.
—Así, sí... —murmuró antes de caer dormido. Besé su cabello.
—Eres lo más bonito que me pasó en la vida, Leo.... —susurré sintiendo las lágrimas caer por mis mejillas.
—También a mí —escuché la voz de Lisa tras de mi. Decidí ignorarla y pasar por su lado—. Amor...
Caminé hasta la habitación y volví al baño para darme una ducha. Ella me siguió.
—Quiero ducharme —gruñí.—. Largo.
Lisa negó, se quitó la camiseta y los pantalones de pijama.
—Te ayudaré a lavar tu cabello —murmuró.—. No te sientes bien y puedes desmayarte o algo.
Suspiré. No tengo ganas de discutir.
Me quité el pijama, pero he dejado la ropa interior, no tengo ganas de que acabemos resolviendo todo con sexo como siempre.
Ella también se ha metido a la ducha con ropa interior. Sentí el agua caer sobre mi cabello, Lisa puso algo de shampoo en el y comenzó a masajear de la forma correcta.
—Perdóname... He sido una estúpida y lo asumo, no debí apartarlo, ni ignorarlo, es sólo que... No sé como funciona esto y... Me emociona estar en un embarazo.
Auch...
—Deja de mencionarlo, por favor... Tengo suficiente con saber que jamás tendremos un embarazo juntas, ¿bien? —pregunté dolida.
—Jennie... Yo... Aún están los espermatozoides que guardaron en la clínica en caso de que yo quisiera tener otro bebé, y la vasectomía es reversible, puede funcionar, quizá es una menor probabilidad de que te embarace, pero no es un no rotundo. —habló rápidamente.
—No será de la misma forma... No sé, Lisa. No quiero hablarlo, deja que me haga la idea de que no tendremos un bebé juntas, ¿bien?
—Hace dos meses no querías. —murmuró mientras enjuagaba mi cabello.— ¿Por qué ahora sí?
—Hace dos meses sufrí un cambio emocional por las jodidas píldoras, estaba muy hormonal... Hoy es diferente, ya no odio mi cuerpo y... Verte viviendo todo esto con alguien más... Me duele, quiero ser yo. Me encantaría ser yo la que te da otro bebé y ya no se puede. —suspiré sintiéndome ahogada.
Lisa tomó mi abdomen besando mi hombro.
—Perdóname... Creí que la vasectomía sería una buena idea y por eso lo hice, no pensé que...
—Fue buena idea, sólo déjalo así. Yo no me decidí a tiempo. —susurré sintiendo lágrimas caer por mis mejillas.
Otra vez aquél dolor absurdo en el pecho...
[•••]
—Tengan buen día. —murmuré despidiendo a mis alumnos.
Caminé fuera del salón y pude ver a mi pequeño jugar en el patio de la escuela. Vi a mis amigas sentadas observándolos jugar.
Fui hasta ellas y me senté en frente.
—¿Por qué ese rostro? Te ves como un cadáver. —dijo Joohyun preocupada.
—Un cadáver sexy. —murmuró Nayeon guiñándome el ojo. Solté una risita.
—No dormí absolutamente nada esperando a que Lisa llegara a casa, estaba lloviendo demasiado y temí que tuviera un accidente.
—¿Dónde estaba? ¿En su casa? Deberían mudarse juntas, tantos viajes en carretera deben ser agotadores. —dijo Joohyun rápidamente.
—Sólo llevamos seis meses juntas, no es suficiente. —murmuré.
—Sumando aquellos cuatro años previos, creo que es suficiente —mencionó Nayeon contando con los dedos.—. Oh sí, y si agregas aquel pequeño angelito —apuntó a Leo.—. Para mi ustedes llevan perfectamente trece años de matrimonio.
Le enseñé mi lengua haciendo una mueca y ella soltó una risita.
—No, no lo sé. Ayer tardó porque Taeyeon tenía náuseas y se quedó con ella hasta que Taeyeon se quedó dormida.
Joohyun enarcó una ceja.
—¿No es demasiado? —preguntó.— Es decir, no es como que pueda parar la náuseas o algo, creo que hay un límite.
—No lo sé, supongo que está bien. Ambas hicieron al bebé y... Ella quiere ser parte de todo, se está esforzando... —aparté la mirada viendo a Leo.— Para tener la que no pudo con Leo...
Mis amigas se observaron entre sí y luego a mí. Comencé a sentirme mareada nuevamente, un calor extraño invadió mi cuerpo generándome una extraña incomodidad.
Me levanté buscando no sentirme tan ahogada, sin embargo lo único que alcance a escuchar fue a Joohyun llamándome antes de desplomarme en el suelo.
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