La pequeña castaña caminaba por las oscuras-a pesar de estar iluminadas-calles de California, mientras aferraba sus manos al grueso material de su chaqueta de cuero. Soltó un gran suspiro y entró en un pequeño callejón, sin luz, sin nadie cerca. Frunció un poco su ceño sacando su celular, pues aparentemente había leído mal el mensaje enviado por Justin indicando su lugar de encuentro. Pero, en cuanto desbloqueó su celular, un fuerte dolor estallo en la parte posterior de su cabeza haciéndola caer al piso de manera inmediata, mientras las lágrimas la abandonaban. Puso sus manos sobre el cemento de la calle para impulsarse hacía arriba y poder levantarse, pero nuevamente sintió como alguien tomaba su cabello con mucha fuerza, acto seguido, impactaba su cabeza contra uno de los cercanos botes de basura con toda la fuerza posible.

— ¡DETENTE! ¡POR FAVOR! – Suplicó la castaña entre sollozos, pero antes de que pudiera ejecutar otra acción, una patada fue atestada contra su estómago, sacando todo el aire de sus pulmones, haciendo que una sensación de nerviosismo, miedo, y dolor crecieran en ella.

El atacante-por ahora desconocido- la tomó nuevamente por el cabello, colocándola boca-arriba en el piso, entonces todo el mundo se detuvo por un segundo.

Justin Bieber, el chico por el cual Carter suspiraba profundamente se encontraba atacándola, de la manera más violenta posible.

De su bolsillo, el rubio sacó un rollo de cinta, y comenzó a amarrar sus manos.

— Justin...– Ella sollozó—¿Qué estás haciendo, Justin?—lloró—Por Favor, no me hagas daño, te lo suplico.

Pero entonces el tapó su boca, haciendo que el silencio se expandiera entre ellos. Él rubio saco una navaja de su bolsillo y comenzó a rasgar la blusa de la pequeña castaña quién trataba de gritar a todo pulmón, pero simplemente era imposible.

Justin empezó a presionar la navaja contra la piel desnuda de su estómago lo más que pudo, marcándole las iniciales BB en la piel como le indicaron, iniciales las cuales en el idioma Inglés significan Bad Bitch/Perra mala.

Carter se revolcaba de dolor abajo de él, lo único que podía hacer era tratar de gritar, pero no lo lograba. La sangre abandonaba a montones su cuerpo, sin mencionar las grandes y peligrosas contusiones que Justin le había hecho anteriormente mientras la golpeaba.

— Lo siento...– Sollozó Justin –. Lo siento tanto Carter. Pero mi madre...– Sus palabras se atascaron –. Ella no puede morir.

Entonces comenzó a estrangularla.